viernes, 23 de mayo de 2008

En la ONU brilla la caspa española

Yo nunca he estado en la ONU, ni falta que me importa, pero mi amiga MV estuvo ayer. Y me escribe desde la capital del Imperio para contármelo y para mandarme una foto que ha hecho de algo que la ha dejado flipando en colores. Copio la carta y la foto:



He estado esta manana en la ONU Y SI VIERAS LA REPRESENTACION DE ESPANA...vete preparando para escribir un articulo para tu BLOG porque he hecho una foto... que vas a fliparlo... Se muera mama que esto es veridico....bueno ...la bandera la puse yo...pero esta es la representacion de SPAIN en la ONU... Con esto y el Chiquilicuatre...muerde muerde muerde...bueno esperamos tu articulo del blog...besos neoyorkinos....



La Toñi y la Malena sestan mirandoooooo (y es la primera...quedan tres...)


Me gustaría que me mandaras más información. En qué lugar está, qué es eso de la representación de Spain, un stand permanente o es en honor de nuestra feria o la del Corpus de Graná, resaca de la de Sevilla, el Rocío... Cuenta, cuenta. De todas formas no me extraña. Estos políticos socialistas españoles son unos perfectos gilipollas. Espabilaos, pero gilipollas. Tanta Memoria Histórica, tanto intentar poner a España en la normalidad internacional y sólo se les ocurre representarnos con lo más casposo de la cultura autóctona, aquella misma de la que el franquismo hizo bandera. Una ofensa además para los andaluces que consideramos ese fomento de nuestro folklofrikismo como esencialmente reaccionario, unas falsas tradiciones más muertas que Carracuca, pero que perviven momificadas, empaquetadas y listas para ser consumidas en los grandes centros comerciales de consumo de ocio en que se han convertido las fiestas populares. Y que sirven a los políticos para practicar el bonito deporte de la cretinización colectiva.

Y es que además son unos miserables apañadores. Me imagino que habrá sido librado algún presupuesto público para dicha representación plástica de nuestras esencialidad más imperecedera. Ya sabemos lo abultados que pueden llegar a ser esos presupuestos. Pues mal que fomenten el que se nos identifique en la casa de todos los estados del mundo por el faralaes, las castañuelas, los sombreros d'alancha y la chulería de los matarifes finos vestidos de payasos, pero al menos podrían encargar material de calidad, obras de artistas, diseño, yo qué sé. Al menos fomentarías la creación. No. Trinco la pasta y le encargo a mi primo que me mande unas mamarrachas muñeconas de plástico telencimeras de esas que venden para los turistas en cualquier lugar que haya sido convertido previamente en Parque Temático en este sufrido país. Lo más friki. Bueno, después de la inefable muñeca legionaria. No habría una ¿verdad?

Aunque tal vez se trate de una performance vanguardista de corte almodovariano.

O de un sabotaje de un grupo terrorista para minar la credibilidad de este país para autorepresentarse.

martes, 20 de mayo de 2008

Napoli, pezzo di merda

MERDA CORPORALE

Nápoles, pedazo de mierda. En otros lugares, la e, sustituída por una o, convertía la imagen en más rotunda: Nápoles, pozo de mierda. No lo digo yo, lo dicen los propios napolitanos en sus paredes. Esta pintada se encontraba en la puerta del conjunto arqueológico de Herculano el pasado 10 de enero.





Las fotos de abajo están tomadas el 12 de enero pasado, una a los pies de la gigantesca escultura del Padre de la Patria Garibaldi y la otra en plena Via Toledo, ante los almibarados escaparates de la franquicia de la Disney:



MERDA MORALE

Pero esta mierda no es la peor. La peste de la basura (rifiutti) puede que se quite sólo con retirarla (1) convenientemente, cuando políticos y mafia se pongan de acuerdo en el reparto de los beneficios. Otro tipo de podredumbre ha dejado en la ciudad un hedor insoportable que tardará mucho, mucho tiempo en disolverse en el aire de las hermosas calles de la ciudad partenopea. En esto sí se han puesto pronto de acuerdo pronto, políticos y mafia para cubrir el nombre de los napolitanos de pura mierda. La enviada especial del Parlamento Europeo no tiene duda de quienes son los culpables.



Imagen del campamento de inmigrantes quemado por mujeres pobres pagadas por el abrazo entre políticos y mafiosos (o viceversa) ricos para recalificar unos terrenos.

¿Habrá una manifestación en Nápoles para mostrar la repulsa por el crimen organizado y planificado contra los más pobres entre los pobres de la pobre Nápoles? Seguramente no. Esta mañana, en la estación de Alcalá de Henares he visto desde la ventanilla del tren cómo unos chavalones matones de barrio en chandal pateaban enloquecidos a un pobre chaval uniformado de chaqueta y corbata que se dirigía a trabajar. Nadie hizo nada por ayudarle. Y había casi cincuenta personas cerca. Luego me enteré que en la propia puerta de la estación estuvieron a punto de atropellarlo accidentalmente y el les increpó por ello. Bajaron rápidamente del coche y lo persiguieron hasta el andén. La brutal paliza quedó absolutamente impune ante 50 testigos, ciudadanos normales que se consideran a sí mismos buenas personas, solidarios y justos, pero que se limitaron a seguir su camino hacia el tren, sin dejar de mirar fascinados la suerte de la víctima. Pinchito nos hace hoy en su blog, eviscerándose peligrosamente, un desgarrador apunte al natural de la naturaleza humana, intrínsecamente cobarde, carente desde hace tiempo de la bendita excusa de la ignorancia. Sin desperdicio.



(1) En una última hora en la radio escucho que Berlusconi ha afirmado bajo su implante de pelo que la solución de la basura napolitana (la corporale, claro) pasa por abrir unos cuantos vertederos provisionales y secretos para enterrar la basura mientras se arbitran medidas definitivas. Debajo de la alfombra. Contaminando los acuíferos y las tierras de labor. Si no fuera porque no hay consuelo ante el hecho de que a este pedazo de mala bestia lo han elegido muchos, muchos millones de italianos... El remate lo ha puesto una ministra de su incalificable gabinete. Ha propuesto sin que se le pudra la boca al pronunciarlo que sería una buena idea que fueran los inmigrantes indocumentados los encargados de esa tarea, a cambio de papeles.