jueves, 9 de octubre de 2008

MANIFIESTO VISCERAL DEL BASURAL CORDOBES

Leo desde estas lejanas tierras lo que se comenta en la principal taberna de mi ciudad. Y compruebo como a muchos paisanos mios se les revuelven las entranias del asco que les produce lo que en ella ocurre.

La desgracia que ha caido sobre sus progresistas con el descubrimiento de que han sido sistematicamente sodomizados por un ladino sucubo que disfrazado de aguerrida abanderada de la ilustracion se ha descubierto como una de las peores reaccionarias que pudieran enganiarlos como a candidos donceles de rubicundas mejillas. Sobre ellos y sus hermanos los incubos y sobre sus maldades tiene largamente escrito mi amigo Miroslav en un magnifico post. La alcaldiosa de Cordoba, Rosa Aguilar, es una desgracia (a partir de ahora la llamare asi: LA DESGRACIA), exdetodo y ahora beata vergonzante y aguerrida furbolera, rodeada de una corte de sucubillos menores que aniaden mas desgracia a la por ella producida, ha entregado la ciudad a sus duenios de siempre, teniendo como tuvo la oportunidad al menos de intentar una desinfeccion de la mugre moral y estetica de sus calles y la redistribucion de parte de la riqueza. Aunque parezca mentira hace dos dias consintio (y parece que alento) la colocacion de una horripilante escultura en una coqueta plaza cordobesa que representa a un cura en una inquietante posicion de conducir a dos ninias pequenias no se sabe a donde. AQUI la noticia. AQUI un plano principal donde se puede comprobar lo morboso y demoniaco del asunto.

Un canonigo archivero, pseudohistoriador y encargado desde siempre de impedir el acceso a la documentacion a su cargo a cualquiera que no llevara sotana o alzacuellos, en un espeso libraco se ha dejado caer estos dias con la monumental estupidez, pero interesada teoria encaminada a desislamizar totalmente el edificio, de que la Mezquita (antigua mezquita) no es realmente un edificio arabe, sino cristiano en su concepcion, sin que nadie del mundo academico cordobes lo denuncie, o se carcajee merecida y publicamente, tal vez porque todos pillan alguna migaja subvencional de la principaL banca urbana, una de las pocas del mundo propiedad de la Iglesia.

A todo el mundo le parece de perlas que se destruya un jardin centenario para llenar su espacio de cemento. El ultimo que se ha sumado al festin de la estupidez es un poetastro con el poder que le da su lengua de lamedor de traseros con trono, un tonto util e inutil, como su cara eunuca y cenicienta.

Un catedratico de Historia habla de Cisneros, uno de los mayores quemadores de libros de la Historia de Espania, como si se tratara de un mecenas de la cultura.

Los curas no solo estan desmontando la historia del edificio mas importante de la ciudad, la Mezquita (antigua mezquita) sino que lo estan vendiendo a trozos perfectamente catalogables en los folletos de las mejores casas de subastas europeas.

Y el presidente del gobierno, al que cada vez se le esta poniendo mas cara de obispo y utiliza mas gestos de cursillista de prematrimoniales, viene a cachondearse de nosotros fotografiandose con una sonrisa de ninio malote con los curas de la catedral de Cordoba, los responsables del expolio y de la mistificacion de la Historia, una de las curias mas malvadas de todo el orbe.

Un basural hediondo en el que hozan ansiosamente politicos, curas, intelectuales, periodistas, todos paniaguados, todos trincones, del que me llega el tufillo hasta esta lejana y pobre tierra que atufa tambien a entrepierna de cura inquisidor y a corrupcion enquistada. Ya tiene que atufar. Por eso no me extrania que alguien se suelte el pelo se ponga en jarras y escupa todo lo que piensa a la cara de esos miserables. David, mi contabernario de LA CALLEJA por ejemplo en una entrada que ha tocado a rebato. A la lucha. En un estile saludablemente anticlerical, comecuras, de la estirpe ilustrada sin esperanzas. Suscribo palabra por palabra todo lo que dice, con sus metaforas, hiperboles y metonimias:



El revoltijo de sentimientos, pensamientos y reacciones viscerales que se agolpan cuando se presencia la consumación de estas cosas hace difícil soltar algo mínimamente coherente o elaborado.

La peste de todo esto es la misma de los vertidos de alpechín al río, de las alcaldesas chutadas de incienso al frente de cabalgatas morbosas, el olor del sobaco de un ciudadano estadounidense obeso zampándose una hamburguesa en el Burguiquín de junto a la Mezquita con el sombrero mejicano recién comprado en la calle Judería, la peste de las esquinas sin sus nombres pero con los de santos, y reyes, y roques, y frailes; el hedor a avecrem que sale de las ventanas de los chaletes ilegales que los cordobeses y cordobesas plantamos en las tripas de nuestra herencia y nuestra memoria, yo qué sé qué mas decir.

Si es que ahora me acuerdo de todo lo demás y veo que esto de las vigas no es más que la continuación ineluctable de lo que es Córdoba, una inanidad de destino en lo universal. Una planta asfáltica y una discoteca encima de Turruñuelos, un agujero negro encima de la casa patricia de Santa Rosa, una estación de tren encima del palacio de un emperador romano, una parcelación de subdesarrollo encima de la ciudad palatina del califa de occidente, una barbacoa hecha con trozos del puente de Los Nogales, un circo folco-quitsch en la mayor mezquita de Europa, un estercolero clerical y bancario sobre el mayor movimiento comunista de España...

La única actitud razonable en estos momentos es, me parece a mí, el aplauso y la admiración. Aplaudo los propietarios de la Santa Iglesia Catedral de Santa María la Mayor de Córdoba (antes parroquia visigoda de San Vicente) por su gestión óptima de los recursos y activos adquiridos por derecho de conquista. Aplaudo a la casa de subastas inglesa por la alegría que sin duda inunda a sus accionistas, dado que han logrado maximizar el beneficio minimizando las pérdidas, que es la ley de leyes del sistema menos malo del universo. Aplaudo a todas las autoridades mundiales, europeas, españolas, andaluzas, cordobesas y parroquiales por haber logrado lo que pretendían, o sea, lo que se esperaba de ellas por diseño: haber permitido la utilización óptima de los recursos en términos económicos. No olvidemos que el importe abonado por los trozos de madera moros incrementarán el producto interior bruto del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y que ese, el crecimiento del PIB, y no otro, es el dios al que debemos sumisión y pleitesía. Así visto la subasta de las vigas es una bendición del cielo.

Todas las personas que se escandalizan o se dicen dolidas por lo ocurrido son, sin excepción, fariseos de la peor calaña.

El venerable Cabildo Catedralicio de la Santa Catedral de Córdoba de Santa María la Mayor debe velar por lo mejor para su templo y su rebaño, y sin duda la eliminación de vestigios espurios mahometanos de su cortijo es algo que se debe contemplar no ya solo com algo que se pueda tolerar, sino incluso como un deber. A ver si nos enteramos bien de una vez: los dueños del edifico están obligados a favorecer la desarabización del inmueble, no cabe ni esperar ni exigir otra cosa. Rasgarse las vestiduras porque esta gente quite y venda leños morunos de su propia casa es fariseísmo. La conservación del edificio y su patrimonio es incompatible con su estatuto de propiedad actual. Pedir peras al olmo es gratis. Los curas han hecho lo que deben: quitar lo moro (ente usurpador, el templo era visigodo y de San Vicente antes) y de paso sacar un beneficio para ellos o sus adláteres. Me parece elemental, de cajón, no se puede esperar otra cosa.

Es más, pasarán más de estos episodios a no ser que algún día se consiga que la titularidad de la finca sea de la humanidad (como dice formalmente esa ong llamada Unesco), y no de una organización privada cuyos fines son estricta y rigurosamente incompatibles con la conservación de patrimonio que posee.

La vigas estuvieron dentro y ahora están fuera. Es bien sabido que no hay nada del universo que entre o salga de las puertas de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba sin pagar boleto de entrada o salida. Alguien un día sacó las vigas pagando y punto. Van a seguir destrozando, despiezando, vendiendo, quitschificando, enmierdando y ocupando las naves mientras sean sus dueños. Dueños de las naves y dueños de la ciudad y sus políticos felones y políticas felonas.

No tengo nada que reprochar a los ensotanados. Se están limitando a hacer su trabajo con la máxima eficacia, con ritmo sostenido y optimizando los recursos, y cumpliendo además al pie de la letra con todas las leyes del mercado capitalista, la oferta y la demanda, maximizando el beneficio, minimizando las pérdidas, reconfortando a sus clientes y accionistas entre los cuales no están, no lo olvidéis, ni la decencia, ni el pueblo, ni la cultura, ni la memoria, ni la madre que los parió. A quien sí tengo algo que reprochar es a las personas decentes si es que queda alguna en Córdoba, al pueblo si es que sigue ahí, a la cultura local si no está ya muerta, a la memoria si no la han trasvasado ya toda al tanque del olvido, a la madre que nos parío a todos: ¿Cómo es posible, lector o lectora de esta letanía, que sigas llevando a comulgar a tus hijos, que te casaras por la iglesia, que bautizaras a tus vástagos, que permitieras ceremonias religiosas en el entierro de tus padres y abuelos y hermanos,? La única iglesia que ilumina es la que arde. O quemamos nosotros YA a todos los curas con los que nos crucemos, o seguirán ellos quemando nuestro patrimonio.

No os engañéis, solo cabe salvar lo que queda de la Mezquita de Córdoba si de cada arco ahorcamos a un cura con sus propias tripas. No tiene sentido rasgarse las vestiduras por ver que hacen su trabajo, que cumplen con su deber, que siguen adelante con su programa, que se comportan con normalidad. Lo que está pasando, a ver si nos enteramos ya, es LO NORMAL, el sistema funcionando a pleno rendimiento.

Tú, que tienes una cuenta en Cajasur.

Tú, que ves normal que las cabalgatas morbosas de primavera ocupen tus calles y tus patios y tus plazas.

Tú que ves normal que todos los rituales de paso de tu vida y la de tus hijos los gestione esta mafia felona.

Tú que ves con delectación cómo una alcaldesa comunista entrega el alma de pueblo al capital, a la superchería, a la felonía y a la mafia local.

Tú: tú no tienes derecho a escandalizarte cuando ves que toda esa gente a la que apoyas se limita a hacer su trabajo exactamente como tú les pides que lo hagan.

La venta de las vigas de la Mezquita es una operación de mercado óptima en el sentido de Pareto. Mi enhorabuena a todos los implicados. Mierda para el resto.