La sucursal cordobesa de Nuestra Amada Santa Madre Iglesia Católica de Roma se dispone a crear una cadena televisión local en la que entre los asuntos propios del culto y de la peculiar moral católica intentará fijar definitivamente la memoria colectiva de la ciudad enalteciendo exclusivamente a los muertos fetén: los suyos. Lo han dicho claramente: una de las funciones de la emisora será dar a conocer la vida y milagros de los llamados mártires católicos de la República y la Guerra Civil. A los 7.000 cordobeses asesinados a sangre fría con su complicidad que les vayan dando... café... mucho café. Es justo y necesario, es nuestro deber y salvación hacerlo así, así ha dicho el responsable de la cadena. Se trata de una nueva contraofensiva/defensiva del renacido cristofascismo para evitar que sus actuaciones y complicidades en la Revolución Fascista de 1936 se juzguen moral y judicialmente como pretenden los ateos, rojos y anticlericales: Crímenes contra la Humanidad.
La iniciativa parte del ya casi exobispo de la ciudad, el ultrareaccionario (mon)señor Asenjo, desgraciadamente trasladado a Sevilla por el Director General de la Empresa, Herr Joseph Ratzinger, con la misión de neutralizar la tímida pero corrosiva labor aperturista que en esa sede llevaba a cabo el confundido obispo Amigo, amigo de los socialistas. Asenjo hizo lo propio en su sede, hacerse amigo de los excomunistas del ayuntamiento de Córdoba, con la diferencia de resultado de que (mon)señor Amigo no convirtió al catolicismo a ni un solo socialista mientras el gran Asenjo tiene asegurada la corona de beato tras su milagrosa conversión de la totalidad del equipo municipal cordobés de excomunistas en entusiastas meapilas cofrades. Las perlas intelectuales de índole cristofascista del obispo Asenjo son ya proverbiales, pero recordamos especialmente aquella vez en que acusó a los padres que no enseñan la moral cristiana a sus vástagos de llevarlos por el camino del egoísmo y la delincuencia. Con dos gónadas incensadas.
De todas maneras esperaremos ansiosamente el comienzo de las emisiones para comprobar si es cierto el rumor que circula por entre los círculos meapilistas citadinos de que piensan contratar para la pía emisora, por mediación de su hermano el Padre Loring, residente en Córdoba y autor de los ladrillos plastoevangélicos dominicales de la Hojilla Parroquial (también conocida como Diario CÓRDOBA), a su hermano el Padre Loring SUPERSTAR, conocido como el Padre Sonrisas o Padre Le Doy una Hostia al Niño que lo Mato.