Hace un par de días nos encontrábamos en el corazón de Galicia unos amigos que me habían acogido en su casa y yo poniéndonos ciegos de pulpo y tintorro local peleón a orillas del Miño, justamente en el Parque da Feira de Ourense, junto a las termas de Chavasqueira, cuando alguien mostró en su móvil un archivo de video que acababa de recibir en el que un gato cantaba con una voz espantosa un villancico. Me fui quedando a cuadros cuando, conforme lo iba escuchando, descubría que se trataba de MI VILLANCICO. Sí: ese villancico que este verano compuse en mi cabeza mientras conducía la moto camino del curro por puro entretenimiento entre semáforo y semáforo justo el día en que nos enteramos de que nos cepillaban la paga de Navidad. Al llegar al tajo se lo canté a mis compas y les hizo gracia. Así que lo colgué esa misma noche (11 de julio) en el feisbu. Muchos de vosotros lo celebrasteis. E incluso pensé usarlo de felicitatorio pa los amigos en estas intragables fiestas. Cosa que no hice por vagancia y olvido. Porque a estas alturas ya me había olvidado de él. Yo no soy ni poco ni mucho vanidosillo, o al menos no más ni menos de lo normal en estos casos y las cosas esas del copirai y los derechos de autor me la refanfinflan bastante (porque no vivo de ellos, claro) y además sigo al facha de Manuel Machado en aquello de hasta que el pueblo las canta / las coplas, coplas no son / y cuando las canta el pueblo / ya nadie sabe el autor. Pero como sé que muchos de vosotros sí que sois bastante vanidosillos y os gusta eso del roce con el famoseo os comunico que fuisteis los primeros en leerla y que tenéis de ciberamigo (o enemigo que de todo hay por aquí) al autor del que se ha convertido ya en el más FAMOSÍSIMO VILLANCICO REIVINDICATIVO 2012 de todos los tiempos, como me ha demostrado una simple oración a San Guguel. He descubierto incluso que las buenas gentes que se manifiestan contra los recortes en toda España lo usan como arma carminativa en sus concentraciones. Con eso me doy por pagado.
Venga, besitos, afortunados y felices amigos lectores de aquella primicia. Que Santa Mula y San Buey que andan desahuciados por los prados de Belén buscando cobijo desde que Herr Banker Papa los echara del Portal os bendigan.