Paso buena parte de la mañana al sol leyendo el periódico. Aprovecho que el sol ha salido después del día de ayer en que no paró de llover ni un sólo minuto. Me gusta tomar el sol en otoño y, además, me veo en la obligación de hacerlo si quiero mantener el precioso tono dorado que he traído de las playas brasileñas.
La pandilla de cagachirles socialistas que nos gobiernan consiguen aún de vez en cuando enfurecerme y hacerme regurgitar todas las bilis que desde el año 82 me han agriado el carácter por su culpa. Y Moratinos a la cabeza. Qué clase de cretinismo político puede llevar al bocafloja ese a traer de su mano a España con todos los honores a Teodoro Obiang_Nguema por mucho petróleo que pueda hacerle ganar a Repsol el más cerdo de los tiranos. Qué blanca estupidez ataca a los responsables de Educación para hacerlos mantener la misma asignatura de Historia de las Religiones que diseñaron los meapilas peperos al dictado de la Conferencia de los Curas Capones. Qué miserable virus de cobardía el que les ataca al definir los términos de la Ley de la Memoria Histórica..
Menos mal que Amnistía Internacional los ha puesto en su sitio. ¿Qué pasará por la conciencia de estos tipos que nos gobiernan cuando una Organización como esa los coloca al mismo nivel que los que diseñaron las leyes de Punto Final de la dictadura argentina? Los socialistas españoles van a dejar que sigan impunes los criminales, violadores de los derechos humanos, torturadores, delatores y cómplices de la dictadura más sangrienta de Europa occidental después de la caída del nazismo.
Aunque en muchos casos será inútil el esfuerzo. Sus nombres están rotulados en muchas calles de nuestras ciudades y pueblos. En Córdoba sin ir más lejos tienen nombre en el callejero todos los alcaldes fascistas desde 1936 a 1977.
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