jueves, 22 de marzo de 2007

SEVILLA (II)

Como apunté el otro día C. y yo hemos pasado un fin de semana en Sevilla. Sevilla nunca defrauda y siempre acaba sorprendiendo. Sabíamos que había un par de exposiciones importantes. Las sugerentes esculturas del artista polaco Igor Mitoraj, enormes desnudos mitológicos, que ya causaran cierto escándalo en Granada cuando algunos australopitecos católicos protestaron por su ubicación frente al templo principal donde practican la idolatría virginal, las Angustias. Allí comenzaron su andadura expositiva, que no sé por dónde continuará. Granada tuvo el privilegio del pistoletazo. Ahora están en Sevilla. En Plaza Nueva. La magia de la pieza arqueológica recreada en una textura conceptual de fuerte contenido onírico.

Hablando de australopitecos. Al llegar a Plaza Nueva la misma tarde de nuestra llegada para ver de noche las esculturas nos encontramos la ya hartible manifa pepera ante el Ayuntamiento. Gomina, mucha gomina, niños endomingados impelidos por sus papis al insulto. Señoras de mecha y oro de edad con banderas rojigualda. Cantando el Cara al Sol. Te lo juro por Jose Antonio: can-tan-dol-ca-ral-sol. Mientras los contemplábamos sentados en un banco comentábamos el extraño fenómeno al que se podía asistir en esas manifas. Señoras de pieles de las que toman pacíficamente sus cafeses con pastas en las pastelerías del centro de nuestras ciudades o que pastorean a sus nietos en los cuidados parques de la Zona Nacional que se transforman de repente en verdaderas harpías, en terribles gorgonas que piden cabezas de políticos con caras desencajadas, los ojos desorbitados por el odio.

La otra exposición se titulaba La Utopía Cinética en dos salas del Caja San Fernando y reúne una importante muestra de trabajos de los artistas que usaron el movimiento y los efectos ópticos para crear sus obras. Duchamp, Vasarely, Equipo 57... Me viene la noticia justo cuando acababa de releer el excelente trabajo de mi amiga Marga sobre Víctor Vasarely titulado De la abstracción geométrica a la utopía social que había expuesto hace unos meses en una conferencia por los institutos valencianos. La cuelgo recomendando vivamente su lectura.


Vasarely De la abstracción geométrica a la utopía social. MARGA
Vasarely De la abs...
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Paseos, tapas y disfrute del aire de Sevilla. La constatación de que los hosteleros cordobeses deberían llevar parche en un ojo. Aunque practican también el nefando vicio del sintapismo las medias raciones de los bares de Sevilla hacen, salvando algunas honrosas excepciones, por una ración y media de los de Córdoba. Te lo juro por San Tapeo. Eso sí, en Sevilla tienes que degustar las deliciosas pavías frente a las estomagantes toneladas de idolatría cofrade en imágenes de vírgenes lacrimosas y de cristos profusamente torturados que adornan ineluctablemente las paredes de sus bares. Aunque nosotros le encontramos cierta gracia al hecho de que la tumefacción de la carne de los cristos hiciera un precioso juego con las finísima lonchas de ibérico que a veces consumíamos.

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