Aquí todo el mundo anda últimamente desenterrando a sus muertos. Claro que hay diferencias. Los vencidos de la guerra desentierran a sus muertos para remover, rescatar y reconstruir una memoria de las víctimas prohibida por los vencedores durante 50 años. A éstos, que honraron hasta el asco a los suyos, ya sólo les quedaba por honrar a los verdugos y sus cómplices. Y en ello andan entusiásticamente.
Hace poco tuve que denunciar (1) la torpe maniobra del profesor de la Universidad de Murcia Francisco J, Guillamón Álvarez para rescatar para el santoral demócrata al prominente fascista y deleznable escritor José María Pemán. Los Pío Moa y César Vidal sólo son la punta del iceberg del intento desesperado de las fuerzas reaccionarias españolas para higienizar sus orígenes. Cientos de esforzados paladines del fascismo hispano tratan de minar desde sus cátedras, tribunas periodísticas o ediciones librescas la credibilidad de la historiografía más objetiva.
Ayer dos periódicos cordobeses (ABC y Córdoba) traían noticias, en forma de entrevistas, artículos de opinión e informes de fondo, sobre la preparación del homenaje que se le piensa tributar a quien fuera uno de los cómplices e ideólogos de la mayor matanza programada de demócratas en Europa después de la llevada a cabo por Hitler en Alemania: la Cruzada de Liberación Nacional Española. Se trata, claro, del que fuera obispo de Córdoba Fray Albino González Menéndez-Reigada (2) entre 1946 y 1958 y anteriormente de Tenerife (1924-46) de Tenerife. El aniversario redondo será dentro de un año (50 años de su muerte), así que ahora en lo que andan trajinando sus celebradores es en el conveniente abono del terreno con el concentrado estiércol de sus verbos. Los más avanzados son dos de los mayores representantes del pensamiento reaccionario cordobés contemporáneo. Dos dignos herederos de la corriente antiliberal y antidemocrática que desde el siglo XIX recorre la espina dorsal del catolicismo español desde Donoso, Balmes y Menéndez Pelayo hasta Cañizares y Rouco, pasando por el propio Fray Albino y los cardenales que firmaron la Carta de los Obispos llamando “plebiscito armado” a la rebelión militar fascista: el sacerdote y columnista del diario Córdoba Antonio Gil y el presidente de Adoración Nocturna y columnista también del diario ABC Juan José Primo Jurado. Me privo de cervezas una semana si no se suma pronto la otra pata del banco, el aguerrido párroco de Montemayor y también columnista Pablo Moyano Llamas.
Lógicamente, dado el momento histórico en que vivimos, estos turiferarios del fascio sólo hacen hincapié en una parte de los valores que adornaron el pensamiento y los hechos del que fuera, según se cuenta, confesor de Franco y su piadosísima esposa. O sea, el encargado de perdonar sus pecadillos en nombre de Dios, del de los Ejércitos, se supone. Efectivamente en los últimos años de su mandato episcopal en Córdoba Fray Albino fundó una asociación benéfica, La Sagrada Familia, con el fin de recabar fondos de las autoridades franquistas y de los ricos de la ciudad para construir viviendas baratas donde alojar a las miles de familias pobres que se hacinaban en condiciones inhumanas en las casas de vecinos de la ciudad. De ese esfuerzo surgieron las barriadas de Cañero (3), Campo de la Verdad y la que se bautizó, en un gesto de humildad muy frailuna, con su propio nombre, Fray Albino, Loable misión donde las haya. Pero sus taimados hagiógrafos se olvidan del pequeño detalle de que de esas condiciones inhumanas en las que se cocía la miseria del pueblo cordobés, era también responsable nuestro buen obispo. Y de que el dinero recaudado no era sino una ínfima parte del botín de guerra que los vencedores habían obtenido a costa del dolor de todo ese pueblo vencido y humillado.
Fray Albino fue uno de los más conspicuos incitadores del golpe de estado fracasado que degeneró en genocidio y guerra civil. Un investigador canario, Ricardo García Luís, llega a afirmar que intervino actívamente en la conspiración golpista en Tenerife (El Pozo. 55 artículos sobre la guerra civil en Canarias. Ed. Idea, Tenerife, 2008, p. 261) Ideólogo de la Cruzada, ensalzador hasta el ridículo del Caudillo a quien declaró enviado de Dios y apologista sin tapujos de los crímenes de guerra del bando fascista. Su obra cumbre, el CATECISMO PATRIÓTICO ESPAÑOL (Salamanca, 1939) (4), una especie de adaptación para niños del Mein Kampf de Hitler, fue de obligado aprendizaje en las escuelas durante la primera posguerra, siendo retirado de las mismas cuando muchas de sus enseñanzas chocaron con el nuevo giro que el Papa imprimió a la doctrina católica para adaptarla a la nueva situación mundial producto de la victoria de las democracias sobre los estados autoritarios a los que el Vaticano había apoyado sin tapujos.
Para presentar un fresco del pensamiento de nuestro personaje voy a resaltar algunas citas que utilizan dos buenos conocedores de sus hazañas bélicas e intelectuales. El profesor de Historia de la Universidad de La Laguna Ricardo A. Guerra Palmero, estudioso y profundo conocedor de la época de la República y la Guerra Civil en Tenerife que le ha dedicado un libro, Ideología y beligerancia: la Cruzada de Fray Albino, Ediciones Idea, Santa Cruz de Tenerife 2005. Y el teólogo español Enrique Miret Magdalena que recogía muchas citas del Catecismo Patriótico de Fray Albino en su artículo La educación nacional-católica en nuestra posguerra, publicado en el número 16 de la revista TIEMPO DE HISTORIA, correspondiente a marzo de 1976.
Siguiendo estrechamente el discurso del profesor Guerra Palmero alcanzamos a saber que el principal enemigo de España era para nuestro obispo la democracia.
La democracia se organiza a partir de intereses individuales cuya expresión es el voto. Según la democracia todos los hombres valen lo mismo y procura una nivelación por lo bajo, es decir, destruyendo, inutilizando y rebajando a los que son más y valen más, para ponerlos al nivel de los que valen menos. según este razonamiento, la democracia no cree en el pecado original y por eso afirma que todos los hombres son buenos. Por ello Fray Albino afirma que ni la honradez ni la inteligencia son propiamente características de la masa, siempre retardataria e incomprensiva y fácil de sugestionar...
Después estaban los judíos a los que llamaba absurdos y blasfemos seguidores del Talmud que aspiran a la dominación universal mediante la aniquilación de los cristianos, en cuyas manos está el capitalismo con el que financió al separatismo, las revoluciones y las propagandas antiespañolas.
Los rojos no sabían morir, por su falta de heroísmo. Sin embargo algunos conseguían ser fusilados cristianamente ya que con motivo de los fusilamientos que la justicia de Franco tuvo que hacer con los criminales rojos Fray Albino afirmaba que en privado un 60% de los que iban al paredón se confesaban, pero en público era menos del 10%. (pag. 68).
La fe en Cristo y en Dios salvó a España porque sobre esa fe vino en seguida, no, había venido antes de comenzar el Movimiento, la fe en el Caudillo Franco, hombre providencial enviado por Dios. (A. Menéndez Reigada, Mina de oro para enfermos y atribulados. Imprenta Católica, Santa Cruz de Tenerife, 1941, p.249).
Por su parte Miret Magdalena resalta que el Catecismo Patriótico Español (Salamanca, 1939) de Fray Albino fue el más expresivo de los catecismos de la época.
Allí se dice que los enemigos de España son, entre otros el liberalismo, la democracia y el judaísmo. Y para aclarar bien las cosas, a las infantiles mentes de sus educandos se les enseña que todos los demócratas liberales con la Gran Cruzada han quedado vencidos. Sin embargo teme este padre dominico que no hayan sido aniquilados y se lamenta de ello porque –en su violenta postura- considera que como sabandijas ponzoñosas escóndense en mechinales inmundos, para seguir desde las sombras arrojando baba y envenenando el ambiente. La dureza, la crueldad, la censura y el espionaje entre españoles, son las actitudes falsamente evangélicas que se desprenden de la enseñanza de este religioso español, que no fue la única, sino sí la más frecuente y casi única en el ambiente de nuestra posguerra. (pg. 11).
Ante el hecho evidente del adelanto de los países protestantes.... Los países protestantes son los más adelantados con una adelanto parcial, unilateral y morboso que lleva fatalmente en germen la catástrofe y la causa del relativo atraso de España en la época moderna fue el haberse olvidado de sí misma y querer vivir de prestado copiando al extranjero.
Afirma este padre que los partidos políticos no subsistirán en el Estado español porque son creaciones artificiales del régimen parlamentario para dividir, inutilizar y explotar la nación.
A continuación hace la apología de lo que él llama Estado totalitario cristiano que es –según él- el que tenemos en España, porque es el que conviene a la estructura y tradición de la España cristiana.
Otras ideas del clérigo blanco eran que era un crimen la libertad de conciencia. Que no se podía profesar la religión que le dicta su conciencia, ni elegir la religión que más le agrade. El Gobierno, por tanto, no debe amparar la libertad de cultos, en contra incluso de nuestro teólogos clásicos como Soto y Suárez que la habían defendido en el siglo XVI para América. Al Gobierno sólo le incumbe: Profesar él primero, y amparar después, la única religión verdadera, que es la católica. Las demás libertades de enseñanza, propaganda y reunión –aceptadas como derecho inalienable del hombre por el Vaticano II- eran libertades perniciosas que no se pueden ni siquiera tolerar (pg. 13).
Pues a este señor es a quien se va a homenajear el año que viene. La cosa no tendría mayor importancia si los homenajes se ciñeran a los convocados por los miembros de la Iglesia Católica, que tiene la costumbre de santificar, beatificar y homenajear a todos sus funcionarios difuntos, hayan sido hombres de bien, untosos pederastas o desalmados asesinos. Pero me temo que en esta ciudad, el gobierno de rojos (de quienes monseñor hubiera justificado en su momento su fusilamiento) colaborará entusiásticamente en ellos.
Lo que ocurre en este país sería algo inaudito en otros países de nuestro entorno. Teniendo en cuenta que el régimen franquista tuvo exactamente la misma categoría moral que el nazi o el fascista italiano, supongo que los ciudadanos de esos países alucinarán en colores cuando se enteren de que aquí no sólo no se ha consumado un higiénico ajuste de cuentas con el pasado y sus verdugos, sino que aún se siguen rotulando calles, levando monumentos, rescatando memorias de los más conspicuos colaboradores del régimen criminal del general Franco. Que en la Transacción se pasara de puntillas sobre esos temas fue más o menos lógico, dado su carácter mismo de transacción de olvido por poder político. Pero que 25 años después de que los socialistas ganaran las elecciones y 28 de gobierno municipal casi ininterrumpido de una coalición donde es mayoritaria la participación del Partido Comunista, sigan existiendo símbolos fascistas en nuestras calles (Placa del General Varela en el Realejo, la calle José Cruz Conde), se les sigan dedicando calles a los alcaldes fascistas y homenajes a los obispos feroces, es un desatino que atenta contra la razón democrática y contra esa memoria histórica de las víctimas del fascismo que comienza a aflorar.
El caso es que podían haber dejado correr el tiempo y que el olvido cubriese con su piadoso manto las hazañas del aguerrido obispo. Ya tiene suficientes homenajes dados en forma de nombre de barrio (barriada de Fray Albino), de colegio público (C.P. Fray Albino), de busto en la plaza de Cañero, de bajorrelieve en la del Campo de la Verdad y el nombre de una avenida (5), que por cierto se le dedicó en tiempos de Rosa Aguilar, que la inauguró y tuvo unas cariñosas palabras para ensalzarlo. Aunque lo suyo es que se les renombrara higiénicamente a todos y las esculturas se enviaran a dormir el sueño de los justos a los sótanos municipales.
Que un personaje como Gunter Grass se haya visto conducido al abismo de la vergüenza por haber ocultado que con 16 años se afilió a las SS y que aquí se concedan aun loores a los ideólogos y justificadores de la matanza de la guerra civil y el asesinato programado de demócratas subsiguiente y no sólo por grupúsculos neonazis o falangistas, sino por los propios poderes públicos en manos de la izquierda, es un despropósito sólo posible en este estúpido país, desquiciado y grasiento.
(1) Mi respuesta enviada a la sección Cartas al Director fue censurada en el Día de Córdoba. (VOLVER)
(2) Le pasaba como a Monse Escrivá, que le bailaron siempre mucho los apellidos. (VOLVER)
(3) Se dice que los terrenos para el barrio los consiguió acojonando al rejoneador Antonio Cañero, dueño de los terrenos, con el fuego eterno, ya que vivía amancebado con su amante. (VOLVER)
(4) Por si alguien duda de la existencia de semejante monstruo le informo que existe una reedición muy reciente de Ediciones PENÍNSULA (2003) prologado por el monje de Montserrat Hilari Raguer quien hace un interesante estudio sobre él. (VOLVER)
(5) A mí me hizo mucha gracia que la avenida que le dedicaran fuera la anteriormente llamada de la Confederación (del Guadalquivir, se entiende), pero que todo el mundo conocía como Avenida del Colecor (Central Lechera Cordobesa) por la cantidad de preservativos usados que amanecían arrojados desde los coches donde las parejas sin techo tenían que aliviarse con nocturnidad y alevosía. (VOLVER)
Manolito de mi alma, estás desbocao ya del to con el clero. No está mal.
ResponderEliminarPero en este escrito se te ha ido el culo y mientes cabronamente. Prefero llamarte chalao a mentiroso aspirante a manipulador de via estrecha
Amigo Eladio: ¿De tu alma dices? De cual, de la mortal o de la inmortal? Si entras aquí y afirmas que miento(¿absolutamente en todo?), y además cabronamente, puede deberse a dos cosas. Una que vienes solamente para insultarme porque he tocado la fibra clerical de tus cojones, en cuyo caso no pierdo más el tiempo. Eres un troll y ya sabemos cómo hay que tratarte. Si realmente tienes pruebas con que rebatir una, algunas o todas mis afirmaciones tienes a tu disposición un infinito número de kilobites para hacerlo.
ResponderEliminarY en cuanto a lo de que estoy ya desatado con el clero, creo que no sabes donde estás. Esta bitácora se llama Supersticiones porque su razón de ser es atacarlas y fundamentalmente a sus propagadores, los clérigos de toda laya, índole o confesión.
Eladito, parece ser usted hombre supersticioso y de fe ya que no necesita dar razones ni argumentos a sus falacias, yo me alegro mucho de que en blogs como el del señor Harazem podamos leer la historia no oficial de personajes tan siniestros como Fray Albino, sobre todo cuando van acompañadas de datos y referencias comprobables.
ResponderEliminarE.
Perdonad no haberos contestado antes, pero he estado de viaje.
ResponderEliminarBueno hombre, para un cura que tenía en medio buen concepto, uno, pues me ha chocado.
Viví en el barrio hasta el 1962, diez añitos. Mi viejo trabajó en las obras de las casas. Conozco a mucha gente, aparte de mi viejo (ya muerto) que conocio al fray Albino y la verdad que quereis que os diga hablaban bien. Pero la persona que me habló de él en muchas ocasiones, fue Don Martin Arrizulueta (creo) el cura de Santa Marina. No una sino varias veces le oí que a Franco lo dejó con el culo al aire con lo de las casas, que habían coincidido en Canarias uno como obispo en Tenerife y el otro como gobernador militar en Las Palmas. Supongo que inaugurarian muchas cosas juntos. Pero NUNCA le oi que fuera confesor de él, no se de donde habeis sacado eso. Al final hubo incluso enemistad que se manifestó cuando el dictador vino a inaugurar el puente san rafael.
Es cierto que era un tipo maquiavélico "malgrè lui". No le importaba bendecir el coño la bernarda si le iban a dar perras para las casas. Mi padre me comentó verlo con zapatos remendados y por debajo de las faldas pantalones deshilachados.
Por último lo de que firmo la carta de los obispos, tengo entendido (y admito que puedo estar equivocado) que aquello les vino impuesto desde Roma y por eso firmaron todos, menos uno cuyo nombre no recuerdo, y que se exilió.
Cuando tenga tiempo intentaré ver lo de ese catecismo que dice y que otro fraile airea. Entre frailes andamos.
Anónimo si te das un paseo por Internet o donde sea seguro que encuentras mas pros que contras de este hombre. Aunque creo que lo de mas peso es el testimonio de los vecinos del barrio que lo conocieron.
Otra cosa, el Colecor que yo entendí estaba en el Tablero. Bueno, a lo mejor había Paseos colecor A y B.
Manolo que sepas que te leo porque me encantan tus escritos arábigos. En eso coincidimos. Soy un enamorao del pueblo del magreb y me encanta la música, sobre todo la de Omar Faruk
Saludos
Eladio
Amigo Eladio:
ResponderEliminarSé de qué hablas porque mi padre fue un admirador incondicional de Fray Albino, a pesar de considerarse hombre de izquierdas y militante durante muchos años en organizaciones cristianas progresistas. Y yo nací y viví hasta los 25 años en Cañero. Mi padre nunca hubiera querido saber todo lo que hoy puede saberse del obispo dominico. Es cierto que Fray Albino propició la construcción de los tres barrios obreros mayores de esta ciudad presionando con fuerza a las autoridades y limosneando agresivamente a los ricos, impresionado, tal vez, por las intolerables condiciones en que vivía la inmensa mayoría del pueblo llano cordobés. Unas condiciones de vida que eran fruto de la terrible posguerra, fruto de la terrible guerra, fruto del terrible crimen contra la democracia y la convivencia ciudadana del golpe de estado fascista de julio de 1936.
Dices que los obispos fueron obligados a firmar la famosa Carta, una carta en la que se decían cosas terribles, como que la guerra era una guerra santa o un plebiscito armado y en el que se daba apoyo incondicional a la terrible represión subsiguiente al fracaso del golpe y en el que se vertían afirmaciones profundamente anticristianas, ausente en ella por completo cualquier atisbo de mediación, pacificación, comprensión, perdón, piedad, etc. ¿Por quién fueron obligados? ¿Por el Vaticano? ¿Por los golpistas? Dices bien, sólo uno de ellos se negó a firmar tal monstruosidad, el obispo de Vitoria, que fue inmediatamente exiliado con el beneplácito eclesiástico general. Si es cierto que fueron obligados ¿dónde dejaron el precepto del testimonio de la fe, ellos que tanto presentan ejemplarmente la vida de los mártires que no se dejaron obligar a hacer lo que en su conciencia les repugnaba? No, amigo Eladio, es aceptado casi unánimemente por los historiadores serios (Santos Juliá por ejemplo) que los obispos no sólo propiciaron el golpe, sino que una vez devenido en guerra fueron los que la convirtieron en una santa guerra, en una lucha del bien contra el mal, de las fuerzas demoníacas contra las celestiales, en la que no había sitio para la negociación ni para la piedad.
Pero es que Fray Albino, además, fue el obispo más activo ideológicamente en la justificación de la terrible matanza que se estaba celebrando para mayor gloria del Ejército, la burguesía cortijera y la Iglesia que sintieron amenazar sus privilegios seculares por los nuevos aires democráticos.. No sólo dejó abundantes escritos perfectamente catalogados en los que abundaba en ello (el libro del profesor tinerfeño Ricardo A. Guerra Palmero, Ideología y beligerancia: la cruzada de Fray Albino), sino que además confeccionó un monstruoso catecismo para el adoctrinamiento de los niños en el nacionalcatolicismo y en el odio a toda disidencia ideológica. En el CATECISMO PATRIÓTICO ESPAÑOL (1938), reeditado recientemente y que pronto estará en la biblioteca pública de esta ciudad a la que pienso donar mi ejemplar, llegaba a obligar a los niños a recitar que Franco es un enviado de Dios y que los judíos eran los culpables de todos los males de España. En el que justificaba moral y legalmente la eliminación física de los disidentes, los fusilamientos de rojos, que no sabían morir bien por falta de heroísmo y mil barbaridades más. Fue pues un naci, un nacionalcatolicista, propagador de una ideología tan monstruosa como el nazionalsocialismo alemán y el fascismo italiano, que en esos países habría sido merecidamente colocado en el infierno de la memoria histórica, junto con Hitler, Goebels, el conde Ciano o Mussolini.
El problema de este país con su memoria es que tiene una mirada mutilada. Que la continuación del estado fascista a lo largo de 40 años después de la caída de los otros fascismos, por expreso deseo de EE.UU., la suavización obligada de sus capacidades letales por su previsora adaptabilidad, el pintoresco proceso de Transición-Transacción de olvido por normalidad democrática y la actual cobardía de los políticos contemporáneos de la supuesta izquierda (Rosa Aguilar a la cabeza) han conseguido que lo que es esencialmente monstruoso se vea como algo simplemente molesto, que la no consideración del régimen de Franco, sus cómplices, ideólogos, secuaces y pistoleros como una aberración criminal del mismo calibre que el nazionalsocialismo y el fascismo italiano permite que hoy día personajes siniestros, colaboradores necesarios de la criminal ruptura del proceso histórico español hacia la normalidad y el mantenimiento de un régimen execrable y asesino sean considerados como prohombres dignos de figurar en las esquinas de las calles o de ser homenajeados sin rubor por las actuales autoridades.
En mi post hablaba del caso de Gunter Grass, un referente moral de buena parte de la izquierda al que un desliz de su primera juventud, su alistamiento a las SS con 17 años, ha conseguido poner al borde del descrédito. En este país, en esta ciudad, personajes como los Cruz Conde, de acrisolada raigambre naci-onalcatólica, falangista, colaboradores necesarios con la barbarie franquista durante décadas poseen placa de calle y respeto institucional.) Tanto ellos como Fray Albino son recordados por sus obras sociales y urbanísticas posteriores. Es como si a Himmler se le reconocieran en Alemania los méritos por haber adecentado los barracones de los campos de concentración para que los presos se sintieran más cómodos.
Otro referente moral del cristianismo progresista, Miret Magdalena, decía de Fray Albino en un artículo sobre la educación franquista: la dureza, la crueldad, la censura y el espionaje entre españoles son las actitudes falsamente evangélicas que se desprenden de la enseñanza de este religioso español, que no fue la única, sino sí la más frecuente y casi única en el ambiente de nuestra posguerra.
Maravillosa tu exposición.
EliminarMi abuelo fue gobernador civil en esta provincia canaria y alcalde de Santa Cruz de Tenerife. Fue asesinado por los falangistas en Octubre de 1936 y estas personas eran elegids en comisiones ciudadanas en las que intervenía fray Albino que con ardor cruzado determinaba a quién había que matar y qué había de hacerse con su familia (normalmente quitarle todo recurso económico y reducirlo a la más dura necesidad). También me enteré de que el dominico hacía construir casas para los pobres en Córdoba. Seguramente este fraile era un hijo de sus tiempos. Nadie le puede pedir seriamente a la iglesia católica coherencia con sus ideas fundamentales ya que es un sistema de control y dominación y sólo eso. Como hijo de su tiempo, fray Albino, cuya higiene personal era pésima (según se comentaba mucho por acá)no debía renovar sus ideas ni profundizar en sus votos sino muy antes debía ser un reflejo de la España bárbara, intransigente y belicosa. Es la iglesia oficial, cuyo papel ya ha sido suficientemente desacreditado por ella misma la que ha creado estos monstruos capaces de asesinar con una mano y ser paternalistas con la otra. Mandar a asesinar a los rojos y reducir a la miseria a sus familias (aniquilarlas) y crear los fundamentos de un agradecimiento canino en las familias desposeídas y margindasa por el mismo sistema que él defendía. Son dos aspectos de la misma barbarie: los obispos denuncian la ayuda del gobierno y las subvenciones para instaurar sus comedores caritativos
ResponderEliminarPor otro lado y a pesar de que cada uno es hijo de su tiempo y que la madre de este personaje fuera una mujer decentísima, él debía tener una conciencia clara de que era un profundo hijo de la gran puta pero que todo le estaba permitido. No es el hábito el que hace monjes sino su conducta y la iglesia otorga un gran campo a la barbarie supersticiosa y ruin y canalla.
ResponderEliminarsoy un ciudadano de izquierdas, y estoy leyendo, casi estupefacto, los juicios morales condenatorios de fr.Albino, aparte de sus intervenciones, hoy en la línea de un fascismo intolerable, -pocas gracia poder notarlo hoy casi 60 años después- este obispo ha hecho una labor social irrefutable y que cualquier persona de izquierda coherente y honrada tiene que reconocer y agradecer, ¿no es llamativo en este sentido que sea precisamente, una ciudad como córdoba, de gran tradición comunista, la que protagoniza sus encendidos homenajes?..es muy fácil señalar los errores del personaje con casi dos épocas históricas por medio, además ya quisiera yo conocer también la vida y hazañas de estos críticos...
ResponderEliminarSería interesante hubiera un libro sobre su vida.
ResponderEliminarHola desde Tenerife.proximamente entraré a aportar datos sobre este nefasto obispo,hay un error, Fray Albino fue obispo de la diosesis nivariense de Tenerife, y Franco no fue gobernador militar en Las Palmas, fue capitan general de Canarias con sede en Tenerife,Fray Albino tiene obra publicada aqui en el año 1936,fue obispo muchos años aqui,publico un bando y personalmente se encargaba de hacer un listado para la desaparicion de personas, incluso de derechas liberales en toda la provincia, estos listados los daba personalmente el obispo Fray Albino,en su obra dicta que hay que eliminar a una parte de la poblacion por el bien de los cristianos responsables y las clases altas,la clase baja no tendria que tener derecho de voto por su falta de inteligencia. es totalmente aberrante hacerle un homenaje a un verdadero asesino nazi.Aun en Santa Cruz de Tenerife hay una escuela con su nombre. Como dice el pensador catolico Miret Magdalena o curas como Diez Alegria, este personaje no fue fiel a la doctrina de Cristo.era un nazi,defensor de que pocos tienen que gobernar y todos obedecer,,quien no..pyes a paredon
ResponderEliminarPues a la expectativa quedo de sus aportaciones sobre las responsabilidades criminales del obispo nazi. Ando además recopilando trodo el material que pueda para hacer algo parecido a una guía de la Córdoba bestia, en la que irá de primera figura el hijoputa ese. Así que cualquier aportación de sus crímenes antes de su llegada a Córdoba es muy, pero que muy bien venida. Gracias.
ResponderEliminarSr.Harazem, me gustaria escribirle vía e-mail su usted me proporciona uno para ello, soy una persona apasionada de la Historia, en todas las manifestaciones de su investigación. Gracias por el aporte que nos ofrece. B.G.N
ResponderEliminarUn artículo muy pobre, a penas basado en fuentes de información reales y con demasiados adjetivos calificativos que delatan que el autor escribe más en base a su ideología política que permaneciendo fiel a la veracidad histórica.
ResponderEliminarAntes de criticar tanto a una persona públicamente, se debería por lo menos partir de fuentes verdaderas. En fin, que se puede esperar...