sábado, 23 de junio de 2007

CAIMANES DEVORÁNDOSE

¡¡¡¡¡JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA!!!!!

Los CAIMANES CORDOBESES comienzan a darse dentelladas cuando la carroña empieza a escasear. Es su condición. Pronto se sumarán algunos que dormitan al sol en los patios de las cárceles malayas. Será un espectáculo memorable. Así lo contaba la edición de Andalucía de El País de ayer:



El sacerdote Miguel Castillejo, ex presidente de Cajasur, tiene abierto un frente en los juzgados. Antonio Medina Perales, ex asesor de la entidad financiera fundada por la Iglesia católica, ha presentado una querella por estafa contra Castillejo. El motivo de la querella es la desaparición de 11.786 euros de una cuenta corriente de la asociación Amigos de Cajasur, una organización impulsada por Medina en 1999 para apoyar a Castillejo frente a la Junta de Andalucía.

La querella detalla que en 1999 Castillejo encargó a Medina Perales que promoviera una campaña en Córdoba en defensa de Cajasur, que en aquel momento inició una guerra contra la Junta de Andalucía con motivo de la tramitación de la Ley de Cajas andaluza en el Parlamento autonómico. Esta ley, que fue aprobada el 1 de diciembre de 1999, obligaba a Castillejo a dejar la caja, ya que fijaba la edad de jubilación en 70 años, y establecía que Cajasur debíaregirse como el resto de las cajas de la comunidad pese a su fundación eclesiástica.

Para impulsar esa campaña contra el Gobierno autonómico, Medina constituyó, el 3 de diciembre de 1999, la asociación Amigos de Cajasur, que durante varias semanas realizó una intensa actividad publicitaria en defensa de Castillejo. La asociación llegó a convocar el 29 de noviembre de 1999 una multitudinaria manifestación que congregó a cerca de 7.000 personas en las calles de Córdoba. Esta manifestación, a la que acudieron varios cargos del PP, tuvo la peculiaridad de que participaron en ella los canónigos que estaban entonces en el consejo de administración de Cajasur.


Y así el ABC:



jueves, 21 de junio de 2007

Mujeres y de color de derechas

Me gusta mucho que pongan en los gobiernos de derechas a personas de minorías marginadas, como por ejemplo a mujeres y a gentes de color. Y si además esas personas aúnan ambas condiciones, mejor que mejor, miel sobre hojuelas. Palmitas, palmitas.





SUELEN DAR TAN BUENOS RESULTADOS...:

miércoles, 20 de junio de 2007

Estatuaria: el Séneca de Barrón

Yo ya evacué mi parecer sobre el tema de la escultura hace tiempo. Podéis consultarlo AQUÍ. Pero una vez perpetrado el hecho me he interesado por el tema de su inauguración y sobre todo, de su ubicación. Séneca seguirá enseñando (ahora en bronce) al torvo Neron a ser persona por los siglos de los siglos en una aisladísima isleta de los Llanos del Pretorio.

A la inauguración asistieron muchas personas, casi todas profesionales de la inauguración, entre las que brilló con luz propia el Teniente Alcalde de Cultura y Catedrático Aficionado de Situacionología Aproximativa Grecorromana por la Universidad de Yaledigo quien ha afirmó que la ubicación de la estatua está muy ligada con la cultura romana, pues se sitúa próxima a la Puerta del Fonsario, actualmente denominada calle Osario, y que era el lugar de donde partía la Vía Minera o Camino de los Villares, llamado así por las villas romanas que se extendían por la sierra. También cercana a los Llanos del Pretorio está la villa romana que ha aparecido en la calle Algarrobo, mientras que en este mismo área de la actual Huerta de la Reina se descubrió el sarcófago romano que se expone en el Alcázar de los Reyes Cristianos.

Posteriormente frente a unos canapés y un rebujito nuestro flamante inaugurador apuntó en petit comité que la ubicación era la más romana de las posibles en esta ciudad porque además de todo lo anterior el lugar es conocido de antiguo por ser el lugar favorito de los gatos romanos desde generaciones para alzar la pata y dejar el marcaje mingitorio. Además recientemente se ha encontrado una copia de una perdida hagiografía del filósofo obra del eximio polígrafo Salcaedum Ferrum, que alcanzaría el grado de Chronista Oficialis Beticorum, quien dice textualmente que

CVM FRECVENTIA SVMMA PARVUS LVCIVS ANNEO CVM PEONZAM LVDABAT IN PLANVM PROXIMVM PACCVM CAERECCVM TABERNAE CVIVS CALAMARIS IN OLEGINOSVM SVCVM COQUINABAT ATQVE DELITIA PALADARIS CORDVBENSIS TOTIS FACIEBAT.

Y, esto entre nosotros (bajó la voz hasta convertirla en un hilo susurrado), poniéndola tan lejos de todo... nos aseguramos que algún turista tenga que pernoctar para verla.

Como puede verse no hay lugar más romano de entre todos los romanos lugares cordobeses que los llanos del Petrolio y allí que se fueron lógicamente nuestras insignes lumbreras a colocarlo. Pero a mí, ya puestos, me hubiera gustado un lugar más..., menos romano quizás, mirusté, pero más... sercanito, más... cómo le diría yo a usté, más... recogidito, más... pegadito al lugar donde la santa tradición coloca la casa familiar del filósofo emigrante, ¡coño!.

Tal que aquí:



martes, 19 de junio de 2007

Miserable Europa

Ya he perdido del todo la esperanza y ya no me queda sino el desprecio, un desprecio maduro, entregado, resistente por todos los políticos europeos. Su inconmensurable hipocresía enviando su miserable dinero al gobierno palestino, ahora que ya no existe ni un gramo de posibilidad de recuperación de la razón democrática asesinada fríamente a golpe de boicot por esa misma Europa a la que no han gustado los resultados de las limpias votaciones que propició, me ha envenenado de golpe la sangre. Ahora que su aliado Israel se relame de gusto y ningún político, ninguno, ha salido a decir claramente la verdad. Sólo para anunciar que manda dinero. Ahora. Ojalá se les pudra la conciencia.

No volveré a votar en mi vida, dimito de mi derecho a meter una estúpida papeleta en una urna. Me da igual que ganen las elecciones los fachas, los falangistas, los estalinistas, que las gane Federico Jiménez Losantos o Pitita Ridruejo. Me da igual lo que le pase a este estúpido país y a este estúpido continente. A esta estúpida humanidad, la más radicalmente cruel de todas las criaturas animales, incapaz de otra cosa que no sea revolcarse en el estiércol de sus asquerosos dioses para justificar su insaciable sed de rapiña, su insoslayable instinto depredador indiscriminado.

Hoy hasta la valerosa abogada israelí Felicia Langer me parece una ilusa.

A ver si viene pronto ya el puto cambio climático ese.

domingo, 17 de junio de 2007

Memorias de la "Transacción": La Educación

Como una gripe han pasado los tres o cuatro días en que se ha estado hablando sin cesar de la Transición. Esa época que se nos vende como los pisos de hoy en día: a precios desorbitados. Yo siempre pensé que el nombre exacto que habría que aplicarle es el de la Transacción: los fascistas se hicieron el harakiri político por el baratísimo precio de ser perdonados de todos sus crímenes. Tal vez las fuerzas democráticas no pudieron hacer otra cosa, en aquel momento, pero desde luego lo que fue una pura y simple traición al espíritu democrático y a la memoria asesinada de la República fue añadir a ese perdón también el olvido. Y el haber hecho muchísimas más concesiones de las necesarias una vez instalado en el poder un partido como el socialista que provenía de esa misma memoria ajusticiada. Por si acaso no les había salido suficientemente barata la Transición - Transacción a la carcunda fascista (establishment político-económico del franquismo e Iglesia Católica fundamentalmente), los socialistas siguieron añadiéndoles propinas, suculentas rebajas y regalos de cumpleaños. Nunca comprendí muy bien por qué. Si por afán de no soliviantarlos o por pura y simple compra de su apoyo. Aunque en el caso concreto de la Educación su traición a las esperanzas de llegar a gozar de un sistema educativo moderno puede percibirse como una pura y simple maniobra de tacañería, por puro y miserable ahorro de los presupuestos aportados por todos los ciudadanos.

Hace unas semanas Carme Riera escribía un estremecedor lamento transido de nostalgia en el que comparaba sus visiones utópicas y la de sus compañeros profesores en los albores de la Transición - Transacción de la educación de las generaciones del futuro y la triste y desgarradora realidad que hoy contempla. Pero la insigne escritora a la hora de buscar responsabilidades se limita a aullar lastimeramente a la luna. Hablaba en él de cómo la sociedad del bienestar ha propiciado la adquisición de bienes materiales por encima de los considerados espirituales, ha exacerbado el consumismo hasta límites insospechados y nos ha hecho cautivos de marcas, modas y tendencias. Una esclavitud que afecta mucho más que a nosotros a nuestros hijos a los que no hemos sabido o podido educar -la presión del medio es atroz- como soñábamos antes de tenerlos. (Más despensa que escuela. El País, 21/05/07)



Así Riera parece culpabilizar del desastre a una especie de ley inexorable y natural que anuda la riqueza que produce el desarrollo económico con el aumento de la estupidez que supone el aumento de insolidaridad incívica de los desarrollados. Y desde luego es cierto que el desarrollo económico y el aumento del bienestar parecen favorecer las tendencias egoístas y el instinto de propiedad irrenunciable e incompartible de los humanos, pero también que precisamente por ello las políticas educativas tendentes a corregir esa desviación del contrato social tienen que ser asumidas como una prioridad de primer orden por los gobernantes.

Sólo hay que mirar un poco atrás y analizar la historia de la educación en este país desde que los socialistas accedieron al poder en 1982 con las esperanzas de millones de ciudadanos que esperaban un saneamiento de las estructuras políticas, sociales y económicas heredadas de la dictadura. Con mayoría absoluta y con el precio pagado en la Transición - Transacción a las fuerzas reaccionarias el gobierno de Felipe González gozó de 12 años para hacerlo.

La solución lógica, la que se esperaba desde luego, hubiera sido la creación de un sistema educativo, laico y gratuito, con una fuerte carga en la transmisión de los valores de la civilidad, la solidaridad y la racionalidad que pusiese las bases de una sociedad más sana, libre y sabia que la sufrida durante los cuarenta años de dictadura fascista.

Pero como todo lo bueno desde luego resultaba también caro. Un precio (puramente económico) que parece que los recién llegados no estaban dispuestos a pagar. Así, en lugar de emplearse en cuerpo y alma a la tarea de destinar hasta la última peseta (y más si hacía falta) del presupuesto en crear colegios, institutos y universidades bien dotados, con un profesorado ilusionado y motivado, con programas bien estudiados, con criterios científicos y humanísticos elevados, una enseñanza de calidad pública en suma, se decidió por trasvasarlo a la escuela privada, en manos exclusivamente de la Iglesia Católica. Política de centros concertados. Así se ahorraba la creación de infraestructuras a costa de perder el control de la educación. Y además mantenía contenta a la clericalla. Y además creaba una falsa sensación de bienestar en todas las clases populares que accedían así a llevar a sus hijos a colegios otrora de pago. Pero desde luego la enseñanza que se imparte en los centros dominados por la ideología vaticanista distan mucho de los valores que se suponen propios de sociedades tolerantes modernas. La prueba está en la lucha que han planteado contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía, una asignatura que debía haber sido diseñada e impuesta obligatoriamente en los años 80 y haber sido la columna vertebral de la enseñanza ética del sistema y que lógicamente choca frontalmente con la moral sectaria, irracional y antidemocrática del Vaticano.

El resto, los niveles científico y pedagógico, han navegado en todos los casos entra la inercia y la inania, sin haber sido capaces ningunos de los gobiernos desde entonces de haber centrado el debate en la consecución de una verdadera educación de calidad para el país.

Los colegios públicos han sufrido mientras una progresiva descapitalización y hoy en día vemos el resultado cuando la tendencia general es a que se conviertan en los centros donde se forman los hijos de las clases más desfavorecidas y de los inmigrantes. Y por supuesto las clases populares ascendentes han acabado percibiendo como un derecho inalienable el que sus hijos estudien en colegios privados a cuenta de los presupuestos públicos, perfectamente separados de aquellos.

Las consecuencias de todo ello son claramente visibles en la desmoralización de la actividad política que ha acabado por convertir el juego democrático en un sistema corruptor de la sociedad basado exclusivamente en el soborno de la ciudadanía, como agudamente ponía ayer de manifiesto Enrique Gil Calvo (La americanización de Madrid. El País, 16 de Junio de 2007).

Probablemente si los socialistas lo hubieran hecho bien tampoco habría sido un puro camino de rosas. La vacuna contra la tendencia a la insolidaridad que produce la sociedad del bienestar no se basa sólo en antibióticos educativos, pero desde luego las defensas naturales del cuerpo social habrían sido mucho más fuertes.