A mí que los degustadores de peroles mágicos y supersticiosos se los monten a su gusto me parece de perlas. Pero que semejante estupidez monumental esté patrocinada por la Universidad de Córdoba sin que nadie proteste no habla sino del tipo de ganado que compone semejante corral. A ver si aprenden de la de Roma.
Estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarNecesitamos una UCO más laica y menos capillita.