viernes, 20 de junio de 2008

OBAMA: SÍ, PODEMOS (INCENDIAR DEFINITIVAMENTE ORIENTE MEDIO)


Que existe un plan perfectamente diseñado para organizar un gran incendio en Oriente Medio no es algo que sólo lo mantengamos unos cuantos delirantes izquierdistas europeos. Hoy en El País, Norman Birnbaum, el pensador judío norteamericano, lo analiza meridianamente en un artículo titulado Obama, en el foso de los leones.

La ya clásica alianza entre el poderosísimo Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí, esqueleto fundamental del nada fantasmagórico lobby israelí, los fundamentalistas protestantes cristianos y la gran industria armamentística han puesto a Obama en su sitio.

Habiendo fundado su campaña en una vaga, pero creíble, promesa de hacer virar la tradicional y agresiva política exterior norteamericana, terminar con la guerra de Irak y no volver a embarcarse en aventuras bélicas, el negro con alma blanca, ha tenido que recular espectacularmente. Cuando le llegó la prueba de fuego de tener que presentarse en la cueva del monstruo de las tres cabezas tiró las armas que había tan valientemente blandido ante la gente de la calle en los mítines, se bajó los pantalones y mostrando su negro culo a sus ceñudos anfitriones pidió ponerse él mismo el vaselinado supositorio, poderoso concentrado de medidas incendiarias para mantener el rescoldo de la guerra y el odio en Oriente Medio a la espera de la hora propicia en que decidan encender la gran hoguera anunciada. Fue entonces cuando se produjo la transmutación: convertido en un muñeco parlante teledirigido por la Norteamérica de siempre anunció:




  • Que declaraba a Jerusalén capital indivisible de Israel.

  • Que eximía a Israel de cualquier responsabilidad por la opresión y el caos en los territorios palestinos.

  • Que el ataque preventivo contra Irán es más que una opción.


La guerra total en Oriente Medio, pues, sin exclusión del uso de las armas nucleares por parte de Israel, se convierte así, de la noche a la mañana, en la opción más probable, la solución final al problema árabe-iraní y al acceso a las fuentes más importantes de crudo. Para cualquier presidente futuro, el blanco o el negro. El darwinismo entronizado como política internacional. Aunque en este caso la selección de las especies no dependerá de la sabia naturaleza, sino de la naturaleza estúpida del ser humano. Y desde luego las consecuencias serán catastróficas para toda la humanidad. No hará falta esperar a la aceleración del cambio climático o a la extinción del petróleo para asistir a la GRAN CATÁSTROFE.

Que miedo dan estos Tío Tom con poder: Condoleeza, Colin Power, Obama...

Europa mientras tanto se entretiene con el fútbol, la basura pseudocultural y la elección de peligrosos criminales disfrazados de payasos como dirigentes políticos. Incapaz no ya de dar respuesta a la estupidez y a la crueldad de los intereses israeloyanquis, sino siquiera de parar la deriva hacia el fascismo que comienza a asomar las orejillas de lobo por encima de las impolutas camisas de sus políticos.

2 comentarios:

  1. Como decía Assad Abu Khalil (angry arab) con ese magistral humor ácido que le caracteriza:
    "If Obama is elected president, I am sure that he would order the bombing of some Arab or Muslim country in the first year of his presidency to 1) prove that he really is not a Muslim after all; 2) to underline his patriotic and militaristic credential; 3) to prepare for his second term run; 4) and to receive a standing ovation as soon as he enter AIPAC's convention hall."

    En fin, que entre socialdemócratas más o menos escorados a la extrema derecha anda el juego, aquí y allá. Ya no sé qué tienen que colarnos para que reaccionemos en masa. ¿Interrumpir la señal de TV durante los partidos de la Eurocopa? ¿Prohibir en Andalucia las hermandades (aún no he superado el shock producido por el pseudofervor sevillano) ;-)?

    Un saludo y un placer leerte. Y paciencia para sobrellevar esta calor ;-)

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  2. Pues sí, algarabía, en manos de los diferentes gamas del pardo derechista estamos, con la nave de la razón desarbolada. A mi me ha costado aceptar que nuestros socialistas son una nueva versión de los súcubos e íncubos medievales, pero cada día estoy más convencido. No puedo mirar a ningún político socialista, a ninguno, sobre todo a los andaluces, sin verle asomar el rictus de la impudicia. Vendidos a los amos por unas migajas de poder, por unos miles de euros o por una adicción inconfesable, ya ni mienten. Palanganeros de los poderosos han asumido su papel a la perfección: sólo se trata de cambiar el agua de la palangana el mayor número de veces posible sin soltarla.

    Yo también te sigo. Y en cuanto a la caló, pues qué quieres que te diga, a ver cuánto tardas tú en aclimatarte...

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