Lo mejor del aireamiento de las opiniones que la señora Sofía de Grecia ha depuesto en el libro de la señora Urbano es que por fin averiguamos la verdad acerca de sus capacidades intelectuales. Capacidades, que por otra parte nadie le había exigido nunca dada la índole del puesto que ocupa en la sociedad. Lo que muchos sospechábamos con sólo mirarle la cara, de un solo plumazo ella misma lo ha puesto de relieve de una manera palmaria, con la inestimable ayuda de la correosa arpía opusdeína que le ha gastado la putada. El mito de la supuesta inefable inteligencia y amplísima cultura de la esposa del señor Borbón que ejerce la Jefatura del Estado por designación franquista y por sus méritos exclusivamente genéticos ha quedado perfectamente desmontado per bucca propria, primero por su incapacidad para mantenerla cerradita y segundo por la índole íntima de las propias declaraciones.
De su marido no se conoce el tal índice. En otra parecida circunstancia el señor Borbón fue capaz, algo es algo, de mantener su pensamiento, o su carencia del mismo, en un estado de perfecto hermetismo. Y sólo se permitió, a ojos de algunos malpensados de mente retorcida entre los que irresistiblemente me encuentro, una finísima ironía a la hora de describir a la que comparte (o no) su lecho nupcial: una gran profesional. A mi me hizo retorcerme de risa aquella cariñosa adjetivación y me recordó cierta anécdota que me contó mi amigo Juan Sepelio. En una ocasión se encontró a una amiga que llevaba su bebé en un cochecito muy arropadito. Tras confirmarle su reciente estado mamaístico se apresuró orgullosísima a destapar a su retoño, que resultó ser una criatura objetiva y extremadamente fea. Mi amigo Juan Sepelio una vez repuesto del susto sólo pudo decirle piadosamente a su amiga: qué limpito lo llevas.
Yo no voy a entrar en si la señora de Grecia, teniendo en cuenta el cargo que ocupa, tiene derecho o no a expresar sus opiniones, sean sensatas o lerdas. Supongo que a los se sienten representados por ella sí que les importará. A mí ya me parece una afrenta a la esencia de la propia democracia, al sentido más primario de la racionalidad humanística el que exista la posibilidad de la profesión de la que esta señora, su marido y sus vástagos viven. Así que a mí no me importa un comino lo que diga, opine o desbarre esta buena señora, sino sólo el hecho de que siga ocupando el puesto institucional que ocupa y que haya quien pueda afirmar que tal hecho es necesario para la estabilidad de las instituciones democráticas de un país occidental del siglo XXI heredero de la Ilustración y sobre todo que ello se celebre con el concurso del dinero que aporto al estado para el bien común. Es lo mismo que opino de las defecaciones supersticiosas que por sus pútridas bocas sueltan los curas. Lo único que me jode es que puedan hacerlo utilizando mi propio dinero.
Pero desde luego estoy en mi derecho a partirme el culo de risa de ver a toda una sociedad flipada por el descubrimiento de que igual que en la célebre fábula, la reina está desnuda y el ridículo en que han quedado todas esas abultadísimas, pelotillerescas, alabanzas que desde hace más de 20 años nos vienen vendiendo impúdicamente acerca de la finísima inteligencia y la infranchutable cultura que supuestamente habitaba debajo de su cupulado monumento de laca.
Porque desde luego, independientemente de la lógica calaña religiosamente reaccionaria, como no podía ser de otra manera en alguien de moral umbilical y obligatoriamente atada a las directrices de Monse Rouco Varela, de los pensamientos reales, lo que llama la atención es la índole añadidamente idiota (en el sentido etimológico de la palabra) de los mismos.
Especialmente felices han sido las desarmantes ironías acerca del orgullo gay que profiere la buena señora y que acusan inequívocamente ese tufillo rancio a chiste de facha intentando hacerse el gracioso. Lo de las carrozas y el poderío es altamente hilarante en alguien que han montado para sus hijos unos bodorrios carroceriles pa mearse y no echar gota. El orgullo de llevar sangre de depredadores hbistóricos manifestado en esos bizarros bodorrios no es, claro, comparable al de las opciones sexuales manifestadas alegremente en carrozas polícromas y plumíferas. Y, desde luego, la buena señora está en su derecho a mostrar su propio plumero. Faltaría más.
La otra gran idiotez (de nuevo en el sentido estrictamente etimológico) surgida de real boca es la afirmación de la necesidad de la religión como fuente de moral. Esa frase viniendo de quien parece ser que apostató de su propia religión por puros intereses dinásticos y consintió sin pestañear la sospechosa vista gorda de la Iglesia Católica con la condición de divorciada de su nuera, es un delirio de elementalidad o simplicidad (en el sentido intelectual de ambos términos).
A continuación nos ilumina acerca de la necesidad de la impartición de la religión (confundiéndola lógicamente con la catequesis) en las escuelas, según el tradicionalmente alabadísimo bulle-bulle intelectual hasta ahora invisible bajo la capa de laca de la buena señora, porque los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida. Proponer como única fuente de conocimiento del origen del mundo y de la vida a la religión, al pensamiento mítico-mágico, no sólo es una solemne estupidez (en todos los sentidos del término), sino que, en este caso sí, incluso podría considerarse una falta de respeto, mucho peor que la infligida a los homosexuales, a todos los no creyentes si la piedad no nos hiciera comprender que viniendo de quien viene lo mejor es hacer oídos sordos, pobretica, un alma cándida, una criaturita del Señor, en manos de la arpía opusdeína y criptorepublicana esa que la convenció engatusándola de que callaíta no estaba más guapa.
Y ahora va y se raja...
¡Señora, a lo hecho pecho y a lo dicho picho!
SIN DESPERDICIO DEL BLOG DE PALINURO:
CARTA ABIERTA DE UNA LESBIANA A LA REINA SOFÍA
Jajajaja. Estaba deseando como agua de mayo lo que saldría de esos deditos incisivos ante tema tan jugoso. No puedo estar más de acuerdo. Tener reinona tiene cojones, pero que encima abra la bocaza para declararse prácticamente creacionista...
ResponderEliminarUn abrazo, Manuel.
Pues ya ves, Manué, es lo que hay. La caga el capitalismo, el salvaje y el domesticado, y ahora va y la caga el que venden como "puntal" democrático: La "reinna y yo", viene a ser como "platero y yo", la burra que ha acabado rebuznando a destiempo.
ResponderEliminarTu artículo, como siempre. Pa imprimir diez mil copias y pegarlas por las esquinas.
Un abrazo.
Antes de nada mi bienvenida, porque estás aquí en las córdobas ya, no?
ResponderEliminarcomo siempre de una preclaridad impecable y con chispa incluída, para así, disfrutar la sonrisa q provocas con ella.
Te mando al correo el chiste, ya viejo, sobre "la señora y su criada" q igual lo sabes pero q viene muy al pelo de esta hilarante noticia.
P.D. pinchito, tu estás tb de vuelta?, pues la bienvenida la hago extensible igual para ti
un besazo a los dos
Oyes, en todo el día no he conseguido entrar a la calleja, ¿está caído el servidor o es mi conexión dutch la que no me deja?
ResponderEliminarBesotes
Gracias por vuestra calurosa bienvenida. En unos días comenzaré a narrar mis peripecias e impresiones por tierras de la vieja Persia.
ResponderEliminarLAMALGAMA: La caída de la Calleja parece ser del servidor (esperemos). Desde ayer por la mañana no se puede entrar. A ver si se soluciona pronto, que yo traigo mono después de tanto tiempo. ¿Que tal por las umbrías tierras de los tulipanes?
Bienvenido al infierno Manuel.
ResponderEliminarHoy el Roto dedica su viñeta muy agudamente a este tema. También el portavoz del PP de descuelga con una frasecita que da que pensar: "La familia real no debería de hablar" Manda cohones! pues si que nos salen caras las "estatuas".
Respecto a la taberna, el servidor se ha caido y me cuentan que la avería es gorda y que hasta el lunes no estará operativa. Esperemos que no haya habido daño en los datos porque la última copia de seguridad es de hace dos semanas. Yo también tengo algo de mono pues los periódicos vienen llenos de "avesmarias" sobre todo los locales. En fin, paciencia y aprovechar estos dias para dedicarselos a las personas amadas, quizás os sirva para pasar el mono.
saludos a todas!
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