Aunque yo no entiendo (por decisión higiénica propia) de fúmbol un pijo me voy a permitir comparar la enloquecida carrera de Córdoba por la Capitalidad de la Cultura de 2016 con el deporte rey de las coces en campo de hierba. Y en esa comparación después de marearla pacientemente acabo encontrando una diferencia y una similitud. La similitud está en que el que ganemos y seamos a partir del año que viene (o del otro, no me acuerdo) supuesto objeto de miradas envidiosas de otras ciudades desechadas afecta sólo al tema del orgullo micropatrio y al bolsillo de nuestros vendedores de flamenquines. Ambas cosas justas y necesarias pero totalmente ajenas a la cultura y mucho menos a la Cultura. Exactamente igual que en el fúmbol. El que el equipaso ese que tienen aquí los aficionaos suba de categoría fumbolera (¿es a tercera o a segunda?) sólo afecta en el engorde del orgullo micropatrio y del bolsillo de los vendedores de flamenquines, porque recibiremos más aficionaos de otras patrias chicas que viene a ver cocear a sus muchachos. Desde luego con lo que no tiene que ver es con la calidad de la propia actividad en sí misma mismamente tomada.
La diferencia está en el mérito, ese que tanto les gusta a los de la Cofradía del Emprendimiento. En el fútbol, lo que cuenta casi (se pueden comprar y se compran partidos y hay terroríficos intereses alrededor) exclusivamente y al final es el mérito. O sea la capacidad y habilidad de unos chavalotes de sortear contrarios y meter una vejiga inflada en una red a fuerza de patadas. Nada más. En cambio en esta carrera por la Capitalidad Europea de la Cultura Marquetinizada cuentan muchas más cosas que la habilidad de unos políticos y gestores locales o importados de implementar implementos metedores de vejigas infladas de cultura y Cultura en la red de la eficacia. Muchas más cosas. Entre otras los oscuros o claros intereses de los políticos que mandan de verdad en estas cosas de conceder mercedes, sean del color que sean. El caso de los Nóbel (sobre todo los de la Paz) son un ejemplo claro de cómo funcionan esas cosas.
Viene toda esta larga perorata al hecho de que en la competición de Córdoba con San Sebastián, la única competidora seria de esta ciudad sureña, sólo se están contando con factores escaparate, por ilusionantes, pero no con análisis profundos de los beneficios del asunto capital para tantas estructuras de poder como entran en juego. Que si nosotros tenemos la Mezquita (antes mezquita) y ellos sólo la Concha, que al fin y al cabo es sólo una playa; que si ellos tienen el Festival de Cine nosotros el de La Guitarra, que dónde vas a comparar una chapela con la grasia y señorío del sombrero cordobé... Y en mi conspiranoica mente lo que aparece como factor decisivo es lo que ocurra con un asunto muy concreto en los próximos meses: el asunto ETA. Si los chicos de la capucha y la pipa se rinden de una puñetera vez o no. Porque esa es la baza fundamental de San Sebastián. La necesidad a nivel local, foral, de comunidad autónoma y estatal de lograr una victoria clara sobre el abertzalismo extremo mediante la pacificación definitiva del País Vasco. Y una vez conseguida su publicitación en todo el mundo, pero sobre todo en la UE. Y nada más impresionante que convertir una comunidad que hasta ahora generaba principalmente noticias de tensión y violencia en generadora de noticias de cultura de marquetin, envuelta en papel de regalo y lista para consumir.
Y tal como están las cosas no me extrañaría que ya se estuviera comenzando a preparar una buena cama para que nuestros implementaores se echen a dormir de nuevo por otras pocas décadas. El PSOE en el poder del estado y en la Junta y bajo mínimos de credibilidad tras su desenmascaramiento como partido felpudo de los intereses de los mercados, tiene que apuntarse como sea esa victoria. La pacificación de Euzkadi es la única baza que le queda para reclamar tanto a sus votantes concienciados como a los pendulantes un mínimo de respeto. Y además tiene que consolidar su situación recién conquistada en la propia Euzkadi enfrentando al poder económico de los nacionalistas su poder de solucionar problemas políticos.
El partido del crucifijo con divisa mecha y oro, sin ideas más allá de mostrar impúdicamente su síndrome de Iznogud, su obsesión con manejar la pasta pública en lugar del califa, no tardará en descubrir dónde deben estar sus apoyos, sobre todo en el improbable caso de que, a pesar de cómo lo tienen, ganen las siguientes elecciones. Porque querrán no sólo la pasta pública sino también el mérito de la pacificación de tribus rebeldes por métodos pacíficos ahora que por fin parece que han descubierto que ya no sirven los que usaron sus mayores en el Rif contra las tribus bereberes, en la República contra las tribus progresistas y en la España de la dictadura de su abuelo contra las escasas tribus que quedaban vivas..
Siendo los intereses del PSOE los que priman sobre todo los demás, adivinad quién será en Sevilla quien se encargue de desactivar el entusiasmo. Exacto, la misma repelente personita que encendió su mecha para que nos olvidáramos de otras cosas. La Exalcaldiosa. Ahora tiene que hacer méritos para ser ministra. Por cierto ¿estuvo en la fiesta de Blas del Reina Sofía?
Así que, niños queridos, puede que sea la ETA y no la TETA quien decida.
money, money, money...
ResponderEliminarOye, no te olvides de Zaragoza. Que está haciendo muchos méritos culturales y tal: http://www.publico.es/espana/340116/piden-que-el-himno-a-la-virgen-deje-de-resonar-por-zaragoza
ResponderEliminarQué le pasa a la Calleja? ¿Le han enviado desde el espacio otro ciber-truño para evitar dos de los grandes males que atenazan a esta recatada ciudad (la libre opinión y la participación en los foros)? Ya estamos todos con la mosca detrás de la oreja, como llueve sobre mojado.
ResponderEliminar"Mu" interesante el comentario y "mu" bueno -por aquello del toro-. El otro día leí un comentario de Alberto "ahora que andan eufóricos por haber quedado finalistas en este neofestival de eurovisión que se han inventado para entretener al personal" que comparto. Es como con los discos, los odias de tanto escucharlos, y nadie se atreve a criticar nada, ni analizar nada, vaya a que lo excomulguen de cordobés, aunque piense lo que Harazem, o lo comparta, pero nadie hablará. En el supuesto no deseado -por que me da igual- de que no le den el premio, entonces empezaran a sacarse las tiras de pellejo.
ResponderEliminarPues te voy a llevar la contraria, querido Jarazem, pero creo que no llevas razón con tus afundados temores sobre la designación de San Sebastián-Donosti como ciudad con la polla más gorda del 2016, al menos en cuanto al motivo que cuentas, este de la ETA y la venta del nuevo producto euskopatrio con la imagen de la cultura como nueva enseña nacional, mucho más limpia y fina que la muy perjudicalmente publicitada de ir por ahí pegando tiros a la gente y zurrando bombazos con más o menos tino. Esa imagen de una Euskadi como icono de la cultura la lleva desempeñando excelentemente bien la vizcaína Bilbao, con aquel invento del Guggenheim que desde hace 13 años vienen copiando absolutamente todas las ciudades del norte opulento y buena parte del sur agilipollado, lo que en el mundo de la arquitectura y del urbanismo se conoce como el "efecto Guggenheim", una exportación sin duda más vendible y mucho más cara que la que hasta ahora se preocupaba de vender la panda de manazas esos que han compuesto toda su vida la ETA esa de los cojones.
ResponderEliminarAsí que, yo al menos, no me preocupo de este motivo para que no sea la Córdoba de nuestros amores la candidata finalmente elegida como ciudad con la picha más gorda, hermosa y enorme de toda la europeidad en el dosmirdiesisai.
pd: he tenido que corregir el comentario porque parecía escrito por un chimpancé con cierto retraso.
Perdonad la intromisión ¿sabeis qué ha pasado con la calleja?
ResponderEliminarGracias anticipadas
La Calleja está malita. Problema gordos. Rezad, rezad, a Santa Tecla, patrona del Intennel pa que se ponga buena pronto.
ResponderEliminarLamalgamita mío, disiente, disiente, pero con fundamento. Una cosa es un supermuseo ahí colocao como símbolo estático y estético del poderío económico (y cultural de paso) de la burguesía vasca, y otra una Capitalidad que tiene que ver con Uropa, con un año de actividades, pero sobre todo, con la preparación del evento. Es esa preparación del evento el que proveerá esa sensación de pacificación, el que demostrará que ya pasó el peligro. Y que todo fue gracia a quien fue. Si el Guguenjein ese es obra de los Nacionalistas Vascos Buenos, la Kapitalidad lo sería de los Socialistos Mejores Aún.
Pero es que, Harazemito de mis entretelas y mi corassón, que de lo que hablabas era de la necesidad de Euskadi de vender otra imagen al mundo, un tanto menos sangrienta por la que hasta ahora era reconocida, yo, grácilmente cual hipopótamo en tutú, he venido a decirte que por lo que desde hace 13 años se conoce al País Vasco en el mundo es por la exportación inmoderada de un producto de márketing puramente local, con tintes culturales (aunque sobretodo ladrillescos), te niego la necesidad esa que tú ves de vender una imagen renovada, te hablo igualmente de que la marca del asesino con txapela y pasamontañas interesa bien poco en la Uropa esa que comentas, y ya no te hablo del resto del mundo, y hoy día, afortunadamente lo que interesa de Euskadi son los flamenquines a la bilbaína, el surf y el apilamiento con cierto estilo de sienes y sienes de ladrillos y planchas laminadas de titanio.
ResponderEliminarPor lo demás de que el PSOE lo use como estrategia de cara al españolado para su reconciliación con el electorado amante de las pacificaciones de grupos terroristas, pues te digo que pienso que hay que ser muy iluso para creer que este sea un verdadero proceso pacificador de la muy difícilmente encontrable violencia en el País Vasco, los de la trETA seguirán a lo suyo por simple instinto de supervivencia, y mientras, el euskaldún de verdad seguirá a lo suyo, participando del verdadero proceso de pacificar su país mediante la preocupación diaria por llegar a fin de mes.
Ésto es un bingo y lo demás tonterías. Pitoniso, más que pitoniso...
ResponderEliminar