lunes, 13 de diciembre de 2010

SACRO EHÉRSITO CATÓLICO HPAÑÓ

El Glorioso Ejército Ejpañol no sólo han estado estos días cumpliendo misiones de pacificación de rebeliones laborales en los tajos, sino también en las iglesias recibiendo adoctrinamiento político. La Hojilla Parroquial, también conocida como Diario CÓRDOBA, fiel a su condición de decana de la Prensa del Movimiento Inmóvil, escamoteaba ayer un dato fundamental para comprender la exacta naturaleza del yuyu mágico que se celebró ayer en la Mezquita (antes mezquita) de Córdoba con motivo de la festividad de uno de los avatares de la deidad femenina exclusiva de los católicos que irresponsablemente el estado asume como propia en patronazgo, la que celebra la obesión por la virginidad de la mujer (1).


El airoso plumilla encargado de su cubrimiento pincelaba de exquisita la liturgia episcopal, se requirraba describiendo una compuesta sinfonía mística de campanas, voces eunucas seminarias y milagrosos cielos azules y desgranaba los fosilizados mantras reaccionarios episcopales, pero olvidaba ostensiblemente mencionar la asistencia institucional de las más altas jerarquías militares provinciales, perfectamente uniformadas con guerreras-panoplias de gala cargadísimas de quincallaza honorífica y portadores de apolillados pendones que rendir o mantener enhiestos ante el ídolo que venera sólo una parte de la ciudadanía española. Es decir que no estaban allí ejerciendo su correcto derecho a la consumición de productos estupefacientes espirituales a título personal de rodillas ante un individuo extrañamente ataviado con una capa de recamados de traje de torero, transmutador mágicamente de productos terrenales en otros celestiales, sino como funcionarios de un estado que se autotitula como aconfesional y que tiene la obligación de mantenerse ecuánime y equidistante de las convicciones ideológicas de los ciudadanos, al menos cuando éstas no se manifiestan explícitamente en el juego de las urnas.

Pero lo peor no es que las instituciones del estado y en concreto una de tan peligrosas maneras cuando se mosquea asistan a los yuyus de una confesión religiosa particular, puesto que se podría alegar –injustificadamente de todas formas- que su motivación es simplemente de carácter cortés. No. Lo peor es que esa asistencia supone para los funcionarios de este estado la ineludible obligación de recibir adoctrinamiento político por parte de los ideólogos de una de las facciones que hoy día debaten parlamentariamente para imponer su visión de los condicionamientos éticos y políticos de la vida pública. De recibir sin posibilidad de réplica (en las misas no se pide la palabra) instrucciones morales y políticas que apoyan descaradamente a sólo una parte de las fuerzas del juego democrático. Esos valerosos guerreros supuestamente al servicio de todos los ciudadanos reciben sin pestañear las instrucciones de los ayatolas no electos, aunque asumidos rebañescamente (pastores y ovejas son sus propios símiles) como sus representantes, de un sector exclusivo de la población sobre lo que tienen que pensar sobre la homosexualidad, el derecho a la interrupción del embarazo, el derecho a una muerte digna e incluso la composición y carácter del estado del que son meros funcionarios (2). Adoctrinamiento por parte de una institución antidemocrática en su esencia y misógina, intolerante y profundamente discriminatoria en su práctica. En el caso cordobés además directamente de manos de todo un inquisidor titulado, Monse Deme Báculo Enhiesto, que ha demostrado su inquina personal contra la religión de otros ciudadanos y contra el pensamiento ético de otros y su capacidad de perseguir con saña las disidencias entre los suyos.

¿Alguien podría siquiera imaginar que esos mismos militares, representando disciplinadamente a la institución a la que pertenecen, acudieran a un acto de los representantes del pensamiento político contrario al que representan las jerarquías de la Iglesia Católica? Pues deberían hacerlo, sólo para compensar. Un acto cívico en el que se reivindicara el derecho de los ciudadanos a disponer del propio cuerpo como lo crean conveniente, a la planificación familiar sin mediación de instrucciones de un estado extranjero, al de decidir el momento y la forma de su propia muerte, a proponer libremente la forma de estado, la unidad o separación de las distintas partes de la patria, o el de educar a sus hijos en el ateísmo sin que los ayatolas católicos les puedan llamen impunemente irresponsables. Todas ellas apuestas claramente políticas que están en juego en la cancha democrática y que se debaten en el Parlamento en supuesta igualdad de condiciones. Eso si de verdad tienen asumido que son los defensores de todos los españoles en caso de que nos amenace un peligro externo. De todos. Porque yo no tengo por muy tranquilizador que a unos funcionarios que han de defendernos de determinados peligros se les adoctrine desde un punto de vista parcial que defiende los intereses de sólo una parte de la población, acerca de cuáles pueden ser esos peligros.

Seguramente exagero, pero por mucho que me lo disfracen yo sólo sigo viendo en este país y mientras él mismo no reclame imparcialidad absoluta, al mismo ejército que desde hace dos siglos sólo ha ganado guerras contra los propios ciudadanos más o menos desarmados, precisamente azuzado y adoctrinado por los administradores de esa fe a la que muestran continuamente sumisión. Y que aún no ha demostrado, al menos simbólicamente, lo contrario.

Pero sobre todo eso demuestra la gran mentira en la que esta asentado el estado español postfascista desde la supuesta democratización de sus estructuras.



  • (1) Yo ya es que no me entero. ¿La patrona oficial de la patria no era el otro avatar de la madre de uno de los dioses de los católicos representada pinchada en una columnilla que se venera en el horripilante sarcófago de Zaragoza?


  • (2) Ninguna otra religión, salvo la católica y la chiíta y ningún otro país salvo Viva Eh-paña e Irán participan de tal desatino. Ningún otro ejército del mundo es continua y explícitamente adoctrinado religiosamente por sacerdotes, gurús o chamanes como ellos. Los brahamanes hindúes se limitan a yuyear a los fieles uno a uno mediante untos en la frente y salmodias en sánscrito, pero jamás osarían adoctrinar a las tropas. Los musulmanes, salvo los mentados chiítas tres de lo mismo. Las tropas no entran jamás en una mezquita para recibir doctrina en una khutba. Ni siquiera fuera. Los imames tendrán un peso brutal en las sociedades islámicas pero no tienen derecho a adoctrinar masiva e institucionalmente a los soldados. De los budistas no digamos. Ni siquiera los rabinos israelíes adoctrinan explícitamente en las liturgias estrictamente religiosas. Sólo los ayatolas iraníes y los españoles son capellanes castrenses con mando en plaza real o delegada y derecho exclusivo a adoctrinar a los guerreros de la patria sin posibilidad de replica en las ceremonias religiosas. Amén.

6 comentarios:

  1. la mentablemente tu visión es demasiado optimoista en pensar que sólo Irán y españa hacen este tipo de sacralizaciones estatalistas. A mi se me ocurren unas decenas más.

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  2. A ver, creo que los sijs de India también son una suerte de hueste guerrera con las bendiciones pertinentes del hinduísmo o similar. Algo así como los que ostentan la licencia para matar con el visto bueno de una religión cuyo mandamiento máximo es respetar la vida, aunque sea de una hormiga. Pero lo mismo estoy equivocada.

    En cuanto a los avatares femeninos que citas, la cosa viene a ser así:

    - El relacionado con la arquitectura es el conocido como Reina de la Hispanidad. El 12 de octubre coincide de manera casual con el avatar arquitectónico por lo del la llegada el 12 de octubre de 1492 de Colón a San Salvador (Guanahaní, hoy Watling en las Lucayas o Bahamas). Ya un real decreto, firmado en el monasterio de la Rábida, el 12 de octubre de 1892, bajo la regencia de María Cristina de Habsburgo, expresaba el propósito de instituir tal día como fiesta nacional por esa coincidencia.

    - El 8 de diciembre es el fetén del patronazgo patrio, ya que tal avatar fue proclamada Patrona de España por el papa Clemente XIII, mediante la bula “Quantum Ornamenti”, de fecha 25 de diciembre de 1760, a petición de Carlos III.

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  3. Me temo que no me he explicado bien. Claro que los ejércitos están vinculados casi ineludiblemente con sacralizaciones estatalistas. Conseguir que unos individuos se jueguen la vida defendiendo los intereses concretos de unas minorías poderosas a cambio de un puñado de dineros sólo se consigue mediante alienación pura y dura. De lo que participan, desde mi punto de vista, casi exclusivamente, el chiísmo y el catolicismo castrense español es en el adoctrinamiento catecismal de los mandos y soldados. El que los profesionales reciban no ya sesiones de espiritualismo heroico, sino papilla moral de colegio. Yo estoy convencido de que en todo el mundo los mandos y tropa reciben el mensaje de que serán héroes si dan la vida por la patria. Nada más. En España e Irán además les inculcan el que además de eso no deben hacerse pajas, ni divorciarse de la legítima, ni mirarla libidinosamente, ni usar condón.

    En cuanto a los sijs, amiga Marta, te aseguro que el ejército indio es absolutamente escrupuloso en no primar unas creencias sobre otras, ni unos catecismos sobre otros. No podría hacerlo teniendo en cuenta que aparte de hindúes, mayoría, hay sijs, parsis, musulmanes y cristianos. La única sacralización a que se les obliga es la de la patria.

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  4. Ves, pues estaba equivocada, pero me llamaba la atención esa idea de que una religión que tiene como primer mandamiento respetar la vida, sin embargo dé el visto bueno a un colectivo dentro de esa fe -que tengo entendido que son muy respetados- para justo todo lo contrario.
    Un abrazo, Manuel.

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  5. ¿Se te había pasado esta noticia? A mí sí. Repasando fuentes la he encontrado. Un personaje mítico, sin duda.
    http://www.monde-diplomatique.fr/carnet/2010-11-18-Abraham-Serfaty

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  6. Pues sí, Marti, se me había pasado totalmente. Me pilló fuera. Un personaje muy muy incómodo para todo el mundo, incluido el gobierno español y el francés. Un luchador a la altura de Mandela que por esa misma rebeldía total ha sido ninguneado por todas las partes.

    Gracias por el aviso.

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