Es en los momentos críticos cuando unos políticos de verdad se la juegan. Y en estos convulsos días en que los bárbaros del capital salvaje y la cretinización social obligatoria están a punto de penetrar las fronteras de la vieja República de la Ilustración y la Racionalidad y arrasar la aún joven Civilización Bienestárica o Bienestésica y hasta el Derecho Romano si se tercia, cuando los políticos razonables tienen la oportunidad de dar la talla de estrategas en la batalla por la representatividad de los ciudadanos. Me refiero a los políticos que no pertenecen a las dos franquicias monopolísticas con que juegan los verdaderos amos del Cotarro con sus súbditos, en el caso español al PPSOE (y sus cabrones especulares del PNV y CiU), a extraer el máximo de plusvalía de sus inversiones en control social. Sino a los que forman esos partidos minoritarios, y no tanto, que están siendo descaradamente expulsados del juego de la política por los beneficiarios vicarios del monopolio, los partidos del bipartidismo, las dóciles y complacientes mucamas oficiales y alternantes de los mercados.
Y lo mismo que están haciendo con la renta pública lo están haciendo con el voto. Reducen las prestaciones sociales en beneficio del capital privado y reducen el poder de maniobra del voto, cercenado las opciones, en beneficio del poder omnímodo de la especulación financiera. A ello responde el mantenimiento de la hijaputesca ley electoral española y a ello apunta directamente la nueva normativa que se han sacado de la manga los diputados canallas de ambos partidos de exigir avales a los que no tengan escaño previo. Para evitar las posibles molestias derivadas de aceptar versiones heterodoxas de la Única Religión del Único Dios Verdadero: el Mercado. Con la complicidad de todos sus demás paniaguados y la más o menos consciente de todos los militantes. Y aunque ambos son iguales en responsabilidad canallesca, cae mayor desvergüenza sobre el que fuera franquicia de la socialdemocracia de corte europeo, el PSOE, un partido que ha perdido absolutamente cualquier atisbo de la legitimidad de que un día gozara en la representación de ideología alguna que llevara en sus genes los presupuestos de una izquierda mínimamente igualitaria. Pura canalla política. Pura estupidez militante. Basura mecánica sin ideología ni principios. Descarnado apego a la silla, desde la giratoria a la gestatoria.
Es por eso que las víctimas de esos ventajistas sin escrúpulos se encanallan también aceptando ese papel de víctimas que les proponen/imponen. Y se convierten en cómplices perfectos de ese minucioso juego sadomasoquista, arrastrándose en el fango de la mendicidad de avales y en el del llanto continuo de suplicantes del cambio de la ley electoral. Porque, y parecen haberlo olvidado totalmente, lo único que tienen que exigir es que, si bien la democracia representativa basada en partidos es imperfecta per se, el mínimo exigible para que funcione y sea mínimamente decente es que se base en el principio de igualdad de oportunidades y de condiciones. Sólo eso.
IU, EQUO, UPyD, PA y tantas otras formaciones de todo el espectro político estatal han desperdiciado estos días una oportunidad única para rebelarse, para seguir el camino que los indignados y los movimientos contra el poder omnímodo de los mercados y sus cocheros los políticos sumisos, les han marcado. No ya para exigir lo mismo, por favor..., sino tan sólo para exigir que los grandes no les escamoteen los mismos derechos de que ellos gozan. Decir BASTA. Decir NO. Unirse en una gran plataforma de agitación política y social (un nuevo FRENTE POPULAR, ¿por qué no? y negarse a jugar, pasar de regurgitar una vez más cíclicamente la eterna letanía exigente del cambio de la Ley Electoral, de mendigar avales, decirles que esos avales se los pueden meter en el recto proceder de sus señorías, y BOICOTEAR LAS ELECCIONES DEL 20N. Dejar solos a los ventajistas con su propia desvergüenza. Y joderles la campaña electoral. Y no sólo con la evidencia de su falta de representatividad. Con acciones directas. ¿Hacen falta sugerencias?
Y por si necesitas un supositorio de resistencia:
viernes, 30 de septiembre de 2011
Que se metan los avales por el recto
PUBLICADO EN LA COLLEJA
Desde luego es urgente reclamar una reforma drástica de la ley electoral, pero dado que esa reforma la tienen que aprobar los dos partidos (más los nacionalistas) que más se benefician de que no se modifique...entramos en un círculo vicioso -nunca mejor dicho-. ¿No votar, formar una plataforma de indignados no votantes? Sí, tal vez
ResponderEliminarCada vez son más tontos o egoístas, que también quieren posiblemente arrimarse al querer, las siglas del Frente Popular. Si no se vota dirán lo que con la falsa Constitución europea, hemos ganado por el setenta por ciento del veinticinco que han votado, y no se les cae la cara de vergüenza, porque para que se caiga algo hay que tenerlo en algún sitio. Espero que la gente poco a poco, con el apretar del cinturón les duela en algún sitio y se rebelen, porque si no mal veo el asunto.
ResponderEliminarBueno, Lansky, Paco, yo lo que he propuesto no es la abstención, ni el voto en blanco, ni nada parecido en el plano individual, sino una acción organizativa de los partidos víctimas de los grandes pidiendo el boicot a las elecciones. Una campaña de agitación de las conciencias ciudadanas de denuncia continua. Que los partidos afectados, al unísono, conviertan los mítines y todas sus manifestaciones institucionales en una denuncia del hecho.
ResponderEliminarPor cierto, en los comentarios de esta entrada en La Colleja se está montando un debate en el que están participando algunos de los candidatos.
Hace apenas un par de semanas me enteré, asombrado, de la modificación de la Ley electoral para obstaculizar la entrada de nuevos partidos. Llevaba unos días, en los ratos libres, informándome al respecto y este post tuyo me ha animado a publicar otro yo mismo, en el que, al final, contesto a tu propuesta.
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