NOMENCLATURAS DE IDEOLOGÍAS CRIMINALES
martes, 13 de febrero de 2018
Córdoba ¿capital del negacionismo naci?
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¿Qué está pasando en Córdoba para que sus fuerzas reaccionarias estén presentando una numantina batalla contra las exigencias de higienización del nomenclátor franquista de las calles, sin importarles caer en delirantes pozos de ridículo? La cosa no sería extraña si en otras ciudades de más acervo naci que Córdoba, como Zamora o Burgos, sus fachas no hubieran aceptado racionalmente por fin la limpieza.
Probablemente que se trata de la peor casta de nietos de nacis de España, superando a la peor burguesía del país, que según Lorca, era la granadina. Aquí son sus descendientes y están rabiosos. Son los hijos y nietos de los que cometieron un genocidio del que ellos mismos se han beneficiado toda su vida. Nadie nunca les echó en cara que vivieran de puta madre, disfrutaran de buenas casas, juguetes en Reyes, vacaciones en el mar, estudiaran en buenos colegios y universidades y contaran con las redes que habían creado sus abuelitos y padres nacis para controlar el país y encontrar privilegiado acomodo laboral sin problemas.
Y todo eso lo gozaban porque sus mayores habían asesinado y robado a cientos de miles de españoles para ello. Pero como dice Bartolomé Clavero en su imprescindible El árbol y la raíz, las responsabilidades políticas, sociales y penales por los crímenes de los inmediatos antepasados no se heredan, pero los morales, los cívicos se heredan con el patrimonio. Y lo saben. Los apellidos de los que mandan en la ciudad no engañan, el de algún dinosaurio pesoeísta incluido. Y por eso, en una de las ciudades donde sus padres y abuelos perpetraron uno de los peores genocidios que se cometieron en la Revolución Nacionalcatólica, no quieren perder ya uno de los últimos tapones que impiden que la mierda de los crimenes y la sangre de las víctimas les inunden. Los criminales Cañero, Cruzcondes, Rey Díaz, Vallellano y Pemán, son los últimos de filipinas de la sinrazón moral que defienden. Por eso compran sicarios, periodistas y trepas, muchos descendientes de las víctimas de esos cabrones. El lema parece ser: sacad a vuestros muertos de las fosas de una vez, pesados, pero no toquéis el honor de los que los mataron, porque son nuestros ilustres antepasados y lo hicieron por el bien de España.
Estas son algunas de las batallas que han presentado:
¿Alguien imagina que un historiador escriba un artículo en un diario en el que acuse a un cirujano de haber usado arteramente el diagnostico y el instrumental quirúrgico en la operación de un paciente? Pues, salvando los peros que se quieran, exactamente el equivalente a eso es lo que hizo un cirujano respecto a un historiador ayer en un diario local. Hoy el historiador le contesta muy educadamente, demasiado desde mi punto de vista, explicándole el diagnóstico y el instrumental que él y sus colegas historiadores han utilizado para la operación quirúrgica que extirpará del callejero de Córdoba a un puñado de nacis (nacionalcatólicos) que habían sobrevivido por diversas causas (fundamentalmente la cobardía de los políticos) a anteriores operaciones de higienización democrática del nomenclátor callejero.
Unos días antes fue un tipo que durante muchos años fue alto responsable de contenidos —socialista— de esa maquina de cretinización masiva que es CANALSUR, más conocida como CAGALSUR, el que se deslizaba por la pendiente de la desvergüenza defendiendo también al naci Cañero con el argumento de que su condición criminal formaba parte de una mitología. Un alto funcionario de temas informativos de la Junta que no tiene la decencia de utilizar los documentos oficiales (la hoja de servicios militar) que demuestran la índole criminal del señorito rejoneador. Todo por salvar el honor de los abuelitos nacis, alguno puede que hasta carnal.
Pero para delirante el lanzamiento a pecho descubierto y sin flotador al estanque del fangoso ridículo de este portentoso carcasaurio que ha borrado minuciosamente de las wikipedias su correoso pasado anterior a su conversión al centrismo liberal (UCD) en la Transacción, y que alcanza hoy el éxtasis pajillero para defender el honor y la gloria de José Cruz Conde. Más allá de lo esperpéntico, en la forma y en el fondo, de su intento, su discurso podría servir como perfecto ejemplo práctico en las facultades de Políticas de este país de la clase de liberales que hicieron el supuesto tránsito de la dictadura a la democracia en los 70. Sólo en esta España absurda y jeyonda es posible el espectáculo de un sedicente liberal constitucionalista defendiendo la memoria de un tipo que colaboró conspicuamente en dos golpes de estado contra regímenes constitucionalistas. Por pura higiene mental recomiendo leer sólo los dos párrafos finales de la infecta deyección.
El PP ha agarrado con sus afilados colmillo de perro de presa el tobillo del tema porque últimamente tiene que demostrar a sus votantes fachas que es más facha —de ahí su también dentellada en el de la cadena perpetua— que los de Ciudadanos, y en Córdoba lo tiene crudo, porque uno de los concejales del partido criptofalangista se ha destapado como un ultracentrista defensor de nacis del copón en una maloliente deyección que evacuó en el AWC . Échadle, chicos del PP, los galgos fachas a ese gamo...
Ambos grupos ultracentristas, el PP y el CDs, pensaban que, saliera lo que saliera de la Comisión, los social-centristas se arrugarían, la Marisuavona y el Tío Pamplinas no tendrían riles de cumplirlo. Y razón no les faltaba porque amagaron con ello. Pero la tesitura de no cumplir la ley y ofender a la decencia y sobre todo la presión de sus socios de izquierdas los ha rescatado de las garras del Mal.
Para demostrar que son más fachas que los de Cds. la franquicia local de la, según un juez, Organización Criminal se ha comprado un gabinete de prensa —a precio de saldo, que está la cosa mu mala entre el gremio, ¿eh que sí, tronko?— que le ha diseñado la campaña de las falsas encuestas populares, el despiporrante referéndum ilegal ¡¡¡para decidir si se cumple o no la ley!!! y la recogida de firmas, que ya aprovechan para sumarla a la de la cadena perpetua, como pude comprobar el otro día cuando en zona nacional me abordó una oroymechada señorona para solicitarme ambas y a la que espanté proclamando lo de ¡todo el poder para los soviets! La ayuda indecente les ha venido de alguien que debería ser extremadamente escrupuloso en sus manifestaciones, pero que dado el cargo que ostenta de, como a él le gustaría llamarlo, gobernador civil y Jefe Provincial del Movimiento, no hay más preguntas, señoría.
Pero es en la prensa, entre los plumillas, donde encontramos las más delirantes y pestilentes artillerías contra el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y el dictamen de la Comisión pactada por todos los grupos. En el AWC, con sus artilleros de puente narcocofrades casi al completo y un rijoso plumilla que confiesa que le pone a sien el nombre de Cruzconde porque lo transporta a la visión de las piernas de las chicas que entran en no sé qué club de esa calle cuando lo necesita, hasta la prensa ultraderechista clerical-cofrade de La Coz (propiedad mediada entre el PP y el cabildo / cofradías) donde los delirios que perpetran han conseguido alzarlos con el título de los ultraderechistas más tontos del occidente europeo. Ahí es nada lo del parroquidermo que trataba de infamar la memoria de La Pasionaria tratando de colocarla en un nivel de infamia superior a la de los naci-onalcatólicos criminales que a él lo ponen-lo ponen.
O su colega, el también parroquidermo que dice las misas por el alma de Franco cada año en su parroquia para tres o cuadro escuadras de neonazis y que habla de los tuyos y los míos dejando claramente con sus misas él de quién es. O el que se permite llamar nada democrática a la Comisión de la Memoria Histórica que han pactado DEMOCRÁTICAMENTE todos los partidos…
Pero el grado de mentecatez más desorbitada la alcanzan los periodistas profesionales de ese panfleto ultraderechista. En su delirio defensor de la memoria de los abuelitos nacis no dudan en hacer el más espantoso de los ridículos, algo que a ellos no debe preocuparles, porque ya se sabe que al imbécil son normalmente los demás los que lo detectan. Que dice uno, que para franquista, más que Cruz Conde, el morabito de Colón, que lo construyó Franco para que rezaran los rifeños a los que obligó a enrolarse en una guerra que no iba nada con ellos y que fue cedido hace sólo unos años, después de servir por décadas de almacén de herramientas de jardinero, a la comunidad musulmana para que la volviera a usar como mezquita. El capullo ultraderechista que firma eso no cae en la cuenta de que por la misma regla de tres eso afectaría a miles de iglesias de este país. No es extraño que el cura de las misas a Franco, un tipo con más peligro que una pistola en las manos de un mono, se sumara y perpetrara otra canallesca columna teñida ya de paso de evangélica islamofobia. Hoy mismo el que parece que hace de baranda del panfleto da un paso más allá y trata de reírse de a Comisión de la memoria sacando a la luz una serie de nombres de países y accidentes geográficos que fueron puestos en época franquista: Italia, Alemania, Ebro… Los que conocemos a este gracioso sabemos que su gracia siempre radicó en el mismo sitio. O sea… Un poco más simple... y le salen alitas.
La prensa estrictamente cofrade, esa Gente de Pis, también se ha sumado. No es raro, algunas cofradías siguen teniendo como Hermanos Mayores Honoríficos a Franco, Queipo y Mussolini... Llevo anunciándolo hace tiempo: la ultraderecha que viene será cofrade o no será... Las señales son inequívocas. Algunas son visibles, como la moda entre los costaleros de usar como condón cabecero sacas de Correos con la la cinta rojigualda. La mayoría de ellos, aparte de los militantes reaccionarios, son jóvenes de barrio, sin otra alternativa de socialización que el consumo en pandas de cofradeína: incienso cera y costal, pero su adoctrinamiento por parte de verdaderos energúmenos es algo que debería preocupar a sus padres y a la sociedad en general. Otras no tanto... como algunas consignas que suavemente se inoculan a los jóvenes desde esa prensa que, en lugar de dedicarse a despachar sólo cofradeína, ofrecen otras mercancías más peligrosas, como esta del dueño de esa dealer office que predica la instauración -de nuevo, como en los tiempos que a él le gustaban- de la pena de muerte.
Lo flipante de este asunto es que los defensores de honor de los abuelitos nacis han conseguido, no se sabe cómo, que ni siquiera se hable de uno de los peores, el obispo Fray Albino, que conserva su nombre en avenida, barriada y hasta colegio de niños. Algo esto último realmente grave si se tiene en cuenta que su obra literaria cumbre fue una adaptación del Mein Kampf del Führer como catecismo colegial, tan nazi que hasta la propia Iglesia tuvo que mandar a Franco retirarlo. Que se tienen sospechas de que participó en la preparación del golpe de estado en Tenerife y que se lo pasó tan bien una vez consumado que se divertía haciendo estadísticas de cuántos rojos confesaban antes de morir fusilados y cuántos no, por la necesaria Justicia de Franco. Está escrito de su puño y letra, o sea que pruebas hay para enviarlo al cajón de la infamia más absoluta.
Dan mucho miedo. Cuando reinvindican la pena de muerte que sus abuelitos nacis con tanta liberalidad practicaron. Y llegado el momento no nos salvará, como la vez anterior, nadie. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de cada tres militares y jueces de este país pertenecen, como ellos, a una secta sotánica.
lunes, 12 de febrero de 2018
Mardones, el obispo almizclero
No se sabe el número de moriscos que consiguieron zafarse de la orden real de expulsión de la península Ibérica. En Córdoba al menos sabemos de uno. Un médico. Felipe de Mendoza. No sabemos si era buen médico, malo o regular. Sólo que se salvó de la expulsión por sus prescripciones médicas. Concretamente por sus prescripciones médicas a un obispo. Al de Córdoba. Al obispo Diego Mardones (1607-1624).
Mardones había acumulado a lo largo de su matusalénica vida en la corte muchos cargos reales, como el de confesor del rey y Consejero de Hacienda. Y ya anciano, el rey, no se sabe si por quitarse de encima a confesor tan añoso —tenía cerca de 80 años—o tan pejiguera o por concederle una especie de jubilación tranquila en provincias lo envió a Córdoba. El cuarto de los Austrias debía de ser un cachondo mental de la misma calaña que nuestro actual emérito Campechano Borbón Mataelefantes, porque con el obispo envió una carta al Cabildo en la que decía que lo que inviaba eran los huesos de Mardones, para significar los muchos años que tenía. Lo gracioso es que todavía sobrevivió muchos más al rey mocetón y burlador de viejos que la diñaría tres años después.
Contando 83 años nuestro obispo requirió los servicios del médico morisco que se apresuró a prescribirle un maravilloso remedio, que fue sin duda el que le salvó a él de la expulsión ya en marcha que sufrieron sus hermanos de origen y al obispo de todas sus melancolías. Y es que no hay nada como recetar a un cocainómano una buena dosis de farlopa para contar con su agradecimiento eterno, porque por esa prescripción facultativa nuestro viejo y picarón obispo SE ALIMENTABA DEL PECHO DE DOS AMAS Y DORMÍA CON DOS NIÑOS GRANDES QUE LE CALENTASEN (1). No es extraño que durase lo que duró el puñetero.
Pero si el buen obispo, aliado con el médico morisco, dejó para la posteridad una tipología de actividades clericales que tanta aceptación habrían de tener hasta nuestros días entre la ensotanada grey, no menos portentosa fue otra de sus actividades, la de marcar el territorio de su poder con sus potentes órganos de obispo almizclero.
El almizcle es una penetrante sustancia olorosa que segregan algunos mamíferos para marcar territorio y tomar posesión de todo lo que en él se incluye. Muchos de esos animales reciben el nombre de almizcleros. Así tenemos el ciervo almizclero, el oso almizclero, la rata almizclera. La sustancia se produce en una glándula que los machos de esas especies tienen en el prepucio o en el periné y es usada en perfumería por su potencia odorífera y su demostrado poder inductor de acatamiento al dominio machirulo.
El almizcle que nuestro obispo usaba no radicaba en su culo sino en su capacidad de ordenar a maestros canteros esculpir y colocar su escudo de armas episcopal en cualquier sitio que quedara libre. Así, en la fachada del palacio episcopal que él reformó en profundidad podemos encontrar nada más y nada menos que cuatro, dos de ellos, enormes, haciendo guardia a la ventana coronada de frontispicio sobre la Puerta de los Carros.
Aparte, en el interior de la Mezquita lo encontramos varias veces más sobre todo en el monumental mausoleo con estatua orante que se mandó hacer en ¡¡¡el altar mayor!!!, algo para lo que no dudó en violentar las ordenanzas del cabildo que prohibía expresamente excesos de egolatría como ese y en el que aparece por duplicado. Otros escudos los encontramos en el arranque de la cúpula de la capilla mayor, en las pilas bautismales, en las puertas de la sacristía y en la cruz procesional de tesorol catedralicio. Y lo que es más impactante: incluso dejó otro en la techumbre de la mezquita fundacional que estuvo visible hasta 1919 en que quedara cubierto por las obras de Velázquez Bosco. En 2009 volvió a aparecer en unos arreglos de las vigas de esa zona que estaban en muy mal estado (2).
Además, también pueden encontrarse marcas heráldicas de almizcle mardoniano en dos de sus fundaciones en Córdoba: el convento del Espíritu Santo para que acogiera a monjas de la misma marca que la suya, pero que fueran de limpia sangre sin mezcla de infeccion alguna y el otro, el de la Piedad, para que un cura, el Padre Cosme, encerrara niñas pobres. Por esas jugarretas de la historia, el segundo se convirtió finalmente en un colegio normal concertado y el primero tomó el papel del segundo: se le cedió a un cura laico exanticlerical con bastón para que encerrara del mismo modo niños y niñas pobres que quieren ser artistas.
En cuanto a su poder destructivo no fue menor que el constructivo. A él se debe nada menos que la demolición del sabat que cruzaba la calle que separa la mezquita del palacio y que llevaba en pie la friolera de 650 años, desde que Al-Hakam II lo mandara construir. Nuestro obispo almizclero no podía soportar que aquello ensombreciera su nueva fachada salpicada de gotas salidas de sus cojones.
(1) Dr. Juan Gómez Bravo Catálogo de los obispos de Córdoba. Tomo II, Córdoba 1778, p. 576.
(2) Mª Ángeles Jordano Barbudo: La intervención de los obispos Mardones y Salizanes en la nave central de Abd al-Rahman I en la Mezquita-Catedral de Córdoba. REVISTA DE ESTUDIOS DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES, núm. 24 (2010), pp. 13-21.