domingo, 13 de marzo de 2005

LA FRASE

La frase me pareció siempre, en su perfecta concisión canónica, merecedora de abrochar, como décimo mandamiento, el corpus de un código de conducta para agnósticos.
SE PROHÍBE A LOS MATERIALISTAS ESTACIONARSE EN LO ABSOLUTO
Y no se encontraba en el frontispicio de ninguna Academia, ni en el texto sagrado de ningún filósofo, sino clavado en la puerta de una obra por donde entraban los camiones que transportan materiales de construcción.
Yo la recordaba lejanamente como recogida por Julio Camba, al que siempre atribuyo todas esas chispas lingüísticas de las que no recuerdo el origen. Pero como no estaba seguro escribí la frase completa en el GOOGLE. La primera entrada se la adjudica al Cabrera Infante de Tres Tristes Tigres. Bien, pensé, así le hago un pequeño homenaje a mi admirado y recién desaparecido G.C.I.
La siguiente se la asigna a un hallazgo casual de Fernando Savater en el Zócalo de México. Aunque también admiro a Savater, la cosa ha empezado a pasar de filosófica a humorística.
Se me ocurre tal vez que se trata de una de esas famosas leyendas urbanas, en este caso de índole cultureta, para consumo de intelectuales españoles, que ruedan de boca en boca sin que se sepa su origen ni su certeza.
Pero eso no quita para siga admirando el relámpago de genialidad que supone su desconcertante ambigüedad.

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