domingo, 26 de noviembre de 2006

El PUENTE ROMANO (II)

Esta mañana por fin he visto el video explicativo de las obras del Puente Romano y su entorno en el palomar-mirador de madera que hay detrás de la Calahorra, gemelo del de la Ribera. Y me ha impresionado. Tal vez yo sea un blandito y un mal cordobés, porque contrariamente (al parecer) a la mayoría de mis paisanos, a mi me gusta mucho lo que están haciendo. Una reconstrucción por ordenador detallada de cómo se quedará el puente y toda la zona colindante (Ribera, Puerta del Puente y Calahorra) promete un acabado precioso. Bueno, en realidad la polémica parece circunscribirse sólo al tipo de pavimentación que colocarán en el puente. El asunto del granito rosa. Lo demás, la eliminación, junto con el acerado, de los horrorosos pretiles actuales y su sustitución por unos nuevos, el rebaje del pavimento para alcanzar la misma cota (original) que la Puerta del Puente, la puesta en valor de los bajos de la Calahorra y su entorno, etc. Una obra faraónica a cargo de la Junta de Andalucía que supone una ingente inversión que no creo que ninguna otra ciudad esté recibiendo.

Pues nada, el granito rosa del pavimento es lo único que la gente parece ver. Tras la visita nos acercamos a la puerta de la Calahorra desde la que, a través de las rejas que cierran las obras, se ven apiladas en el puente las losas de granito rosa, listas para ser colocadas. Estamos C. y yo solos y comentamos el asunto. De pronto notamos que algunas personas se han acercado y que parecen atender a nuestra conversación. Una señora me pregunta:

- Perdone, ¿esas son las losas que van a colocar?
- Si -le contesto-, esas son.
- ¡Que horror! Al final se acabarán cargando el Puente Romano.

Y se ensarzan en una conversación en la que todos se cargan de razón y consideran que su puente romano va a ser destrozado por los vándalos de la Junta. Me siento con fuerzas para polemizar.

- Pues a mí me gustan.
- ¿Que le gustan? Pero si parecen de encimera de cocina.
- Bueno, supongo que con el uso no parecerán tan nuevos. Además habrá que verlas combinando con los pretiles nuevos.
- ¿Pretiles nuevos? ¿Que van a quitar también los pretiles?
- Si, señora, y los sustituirán por otros más simples y uniformes.
- ¡Pero bueno!, si los pretiles llevan siglos ahí...
- Perdone señora, pero son de este siglo, como el acerado y los adoquines. Todo ello se colocó cuando los coches empezaron a pasar por él.
- Bueno, pues yo creo que limpiando la piedra de los pretiles se quedarían bien.
- Es una cuestión de opiniones. Yo los prefiero nuevos. Y el arquitecto parece que también. Lo mismo que el suelo de granito rosa
- Bueno es si que es un crimen, de dónde lo han sacado.
- ¿Usted no ha visto nunca el granito rosa?
- Claro, en las encimeras de las cocinas.
- Ya. Mire a sus pies. ¿Ve los adoquines que está pisando? Son granito rosa.

La señora y sus acompañantes miran el suelo y se quedan un poco perplejos. Pero desde luego no van a convencerse. Un señor me espeta con cara de listillo.

- Bueno pero lo que van a poner no son adoquines, sino losas.
- Ya, y ¿quién dice que tengan que ser adoquines? Los adoquines son modernos también. Además losas de granito rosa las tienen en todas las calles antiguas de Córdoba. Esas losas de granito rosa de las aceras de las calles empedradas. El granito rosa es la piedra de Córdoba junto con la caliza amarilla. Así que no sé por qué el suelo del puente no va a ir de lo mismo.

Otra señora me espeta:

- Pero las calzadas romanas no eran así. Y por aquí lo que pasaba era una calzada romana.
- ¿Sabe donde hay una calzada romana en Córdoba?
- En lo del AVE ¿no?
- No, junto a la tumba romana de la Puerta Gallegos. Y las losas son de granito rosa. Y desde luego el puente de romano ya no tiene nada.
- Pues a mí me parece que se van a cargar el puente.
- Pues está usted en su derecho. Pero a mí me gusta y lo que me parece es que se va a quedar de dulce. Buenos días.
- Adios, buenos días.

Esto es una trascripción casi exacta de una conversación real. No se trata de un montaje didáctico. Aunque lo parezca.

Cuando nos íbamos le comento a C. que esa misma mañana había leído una cita del filósofo Locke en la que afirma que no nos debe asustar la gran cantidad de personas que sustentan opiniones equivocadas, porque en su mayoría no las sustentan, sino que las repiten.

Lo que está claro es que para que la gente repita y repita una cosa tiene que haber un emisor primigenio. Y en este caso las ondas han partido de altavoces políticos interesados. Yo no sé muy bien cual ha sido el origen exacto pero parece que todo proviene del berrinche del Ayuntamiento porque la Junta la está obligando a cumplir la ley en los casos de las naves ilegales de Sandokán y de las urbanizaciones ilegales en el entorno protegido de Medina Azahara. Hasta ahora habían estado calladitos. Cuando les han pisado el callo es cuando han chillado. Me parece de un morro infinito que Rosa Aguilar venga ahora con el cuento de que ellos no han tenido nada que ver en el asunto y que a ella no le gusta el granito rosa. Lo sabía desde que sólo era un proyecto. Al final es la Junta la que está haciendo más por que esta ciudad sea la Capital Cultural esa de 2016 que el propio Ayuntamiento, al que se le debería caer la cara de vergüenza viendo el deterioro insoportables de algunas zonas del casco antiguo.

Y lo dice un votante de Izquierda Unida al que los socialistas siempre le han dado un poco de repelús.



DOCUMENTOS PARA EL DEBATE:

- INFORMES DE LA DELEGACIÓN PROVINCIAL DE CULTURA (ABC)

2 comentarios:

  1. Anónimo1:35 p. m.

    enfin, qué cosas!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo10:20 p. m.

    Acertada cita, efectivamente en esta ciudad lo que hay no son opiniones sustentadas en conocimiento, si no loros repitiendo lo que oyen. Y esta es una polémica esteril e interesada, basada en " a ver por donde les doy yo a estos, con lo que me están dando". Si esta inversión se hiciera en Granada, ya estaríamos diciendo que a nosotros nunca nos dan nada...

    ResponderEliminar