Qué ciudad del orbe cristiano, y no cristiano, diría yo, puede jactarse de guardar los ahorros de sus ciudadanos en una caja de caudales vigilada directamente por Dios. Sólo Córdoba, la pía ciudad del Guadalquivir, cuenta entre sus bendiciones con ese privilegio, y con la prerrogativa especial de que los billetes salidos de sus cajeros automáticos conserven ese halo celestial de quien lo guarda, ese aroma parroquial, inciensado y cerúleo, de las manos de los curas.
Una impecable línea canónica argumental nos lleva a colegir que si la elección del Papa en el correspondiente Cónclave Vaticano se efectúa mediante una Inspiración Directa del Espíritu Santo, Secretario Perpetuo y Plenipotenciario del Superpresidente de la Empresa Católica, Dios Supremo Omnipotente, en el ánimo de los Cardenales Electores, la elección de los Obispos por parte de ese mismo Sumo Pontífice se efectúa por esa misma vía de Inspiración Espiritusantual. De manera que puede decirse que es el mismo Dedo de Dios el que, a manera de un rayo de luz que atravesara sin daño el cuerpo de los Purpurados intermediarios, señala en todo caso la idoneidad de cada cargo eclesiástico que en el mundo tiene asiento.
Así puede también colegirse que también el gobierno de la Caja de Ahorros CAJASUR, propiedad del Cabildo Catedralicio de la ciudad de Córdoba, participa sin lugar a dudas de dicha impecable línea canónica selectiva. Recientemente el prelado cordobés ha tenido que ejercer de cristalino intermediario y servir de Dedo Delegado para designar al nuevo Presidente de la Beatísima Institución Bancaria Cordobesa. Pero por si acaso y curándose en salud dada la importancia que para la economía de su Sede supone la dicha elección, nuestro mitrado pastor declaró a los medios de comunicación que había reforzado la inspiración del Alado Supersecretario Plenipotenciario consultando la decisión directamente con el propio Superpresidente, Dios Supremo Ominipotente, para que directamente le Soplara en la oreja el nombre del Servidor de la Causa de los Dineros Eclesiales que de los Ahorros de sus Fieles se alimentan.
De ello habrá que colegir subsecuentemente que la inversión de los tales Dineros en fines tan caritativos como financiar operaciones especuladoras con miras al encementamiento definitivo de los afortunadamente cada vez menos vacías riberas de nuestras costas o a la creación de miles de viviendas sociales adosadas en las, afortunadamente también, cada vez menos silvestres faldas de la sierra cordobesa, son directamente inspiradas por el mismo Hálito Celestial Euruspiritusantual que insufla Dios en su más querida Institución Terrena.
Amén y que les den.
ResponderEliminarLa película El Padrino III y lo del Banco Ambrosiano y Marcinkus, es un chiste al lado de Cajasur.
ResponderEliminarCuras y políticos repartiéndose el pastel.
Podeis ver algo más al respecto en la siguiente página web:
http://www.cordobainformacion.com/info.php?codigo=9377