Sólo por tu amable invitación, amigo Mike, lo vería, pero es que a mí el deporte ese de convertir un hermoso animal en una morcilla por unos tipos vestidos de arlequín, me produce muchas, muchas náuseas y me hace pensar cosas feas del género humano.
Arlequín, o Arlequino, es el personaje por antonomasia de la Comedia del Arte, una de las madres del teatro y, por lo tanto, de la cultura humanística. Representa a la ciudad de Venecia. Su traje era de vivos colores, a recuadros que imitaban los remiendos de todas las telas, cosidos sobre su viejo traje roído y destrozado. Jamás llevó bordados de oro. Era pobre y enamoradizo, y criado por hambre y necesidad. Sé lo que quieres decir, pero perdona que proteste en su nombre.
Como siempre tienes razón, amigo PM (ahora mismo AM). El caso es que fue una desgraciada asociación de ideas en un momento de prisa por contestar a la amable invitación del también amigo, pero menos, Mike. Mi recalentadas neuronas se pusieron a buscar un símil para, a riesgo de empeorarlo aún más, ilustrar la cualidad de mamarracho o fantoche de la vestimenta de los matarifes finos. Fueron las altas temperaturas, no te quepa la menor duda, las que me hicieron hacer la desafortunada comparación. Pediré excusas al entrañable arlequín picassiano que tengo en mi estudio para que las transmita a todos los demás.
Por cierto, ¿tú sabes si el traje de torero es así, como leí hace años en una publicación de habla inglesa, porque se confeccionaba con los retales sobrantes de la confección de los riquísimos, recargadísimos y doradísimos mantos de las vírgenes barrocas?
Manuel, muchas gracias, y cómo veo que te ha gustado el asunto, aquí dejo un enlace en Youtube de la faena del sábado 18 de agosto en Málaga:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=NMgnaieZVA8
Espero que disfrutéis como yo disfruto. ;)
Harazem, creo que es usted un incomprendido.
ResponderEliminarSólo por tu amable invitación, amigo Mike, lo vería, pero es que a mí el deporte ese de convertir un hermoso animal en una morcilla por unos tipos vestidos de arlequín, me produce muchas, muchas náuseas y me hace pensar cosas feas del género humano.
ResponderEliminarArlequín, o Arlequino, es el personaje por antonomasia de la Comedia del Arte, una de las madres del teatro y, por lo tanto, de la cultura humanística. Representa a la ciudad de Venecia. Su traje era de vivos colores, a recuadros que imitaban los remiendos de todas las telas, cosidos sobre su viejo traje roído y destrozado. Jamás llevó bordados de oro.
ResponderEliminarEra pobre y enamoradizo, y criado por hambre y necesidad.
Sé lo que quieres decir, pero perdona que proteste en su nombre.
Post Meridian.
Como siempre tienes razón, amigo PM (ahora mismo AM). El caso es que fue una desgraciada asociación de ideas en un momento de prisa por contestar a la amable invitación del también amigo, pero menos, Mike. Mi recalentadas neuronas se pusieron a buscar un símil para, a riesgo de empeorarlo aún más, ilustrar la cualidad de mamarracho o fantoche de la vestimenta de los matarifes finos. Fueron las altas temperaturas, no te quepa la menor duda, las que me hicieron hacer la desafortunada comparación. Pediré excusas al entrañable arlequín picassiano que tengo en mi estudio para que las transmita a todos los demás.
ResponderEliminarPor cierto, ¿tú sabes si el traje de torero es así, como leí hace años en una publicación de habla inglesa, porque se confeccionaba con los retales sobrantes de la confección de los riquísimos, recargadísimos y doradísimos mantos de las vírgenes barrocas?