Para los que no estén familiarizados con la jerga popular cordobesa, habrá que explicar que este término hace referencia a cualquier material de ínfima calidad que haya sustituido a otro material noble, fuerte o duradero en la fabricación de cualquier objeto de uso cotidiano. Así, podríamos decir y de hecho se dice frecuentemente: antes los resortes y los mecanismos de las cabinas de los coches eran metálicos y duraban toda la vida, ahora son de plasticuchi manguichurri y duran tres meneos.
Como nos hemos acostumbrado a esas sustituciones que abaratan sustancialmente los costes de los objetos de consumo privado hemos permitido sin rechistar que invadan también el ámbito de las obras públicas y que con nuestros impuestos las autoridades (in)competentes nos hayan llenado las calles de plasticuchi. Las muestras son infinitas y muchas de ellas no las vemos, porque están ocultas, pero otras son tan evidentes que lo que resulta extraño es que miles de ciudadanos con sus herramientas de pensar, indignarse y protestar perfectamente engrasadas no hayan pedido la cabeza de la patulea de inútiles, o algo peor, que administra nuestros impuestos municipales.
Efectivamente, desde hace unos años, venimos asistiendo a la total plasticuchización de las vías públicas de esta ciudad. Es absolutamente increíble que firmes, ensolados, adoquinados que han durado decenas y decenas de años, algunas desde el tiempo de la República, antes de deteriorarse definitivamente hayan sido sustituidos en los últimos años por unas estructuras que no duran ni dos semanas sin resquebrajarse, romperse, desmoronarse, disolverse o simplemente desaparecer. Lo que está claro, es que no se trata de que se usen materiales de peor calidad, ya que el granito es granito, el mármol es mármol y la piedra es piedra, sino de que la colocación y fijación de los mismos se ha dejado en manos de la mayor colección de inútiles, chapuzas y, posiblemente corruptos, al oeste del Pedroches. ¿Ahorran en el cemento o en la cimentación? ¿Se deja en manos de verdaderos profesionales o de aparejadores de promoción interna? ¿Son responsables los políticos, los técnicos municipales, los dueños de las contratas y subcontratas ( elevadas a la 5ª potencia), los paletas, empedradores...?
Yo creo que la culpa la tenemos los ciudadanos, que no les gritamos a la cara cada día que pasa y que vemos la Plaza Principal de la ciudad que aspira a una capitalidad cultura europea completamente hundida, los adoquines sueltos, las losas de piedra partidas, las alcantarillas descoyuntadas, las losas de la Corredera destrozadas, las del Bulevar bailando, las de Gondomar hechas una pus, los pasos cebra de Alfaros como si les hubiera pasado la motorizada Brunete durante todo un mes, no les gritamos digo, llenando nuestros pulmones de aire: me cago en la leche que mamasteis cien veces, pandilla de chorizos, chapuceros, manazas y sacacuartos. Eso en lugar de malgastar el mismo aire pulmonar en gritar estúpidas consignas cada vez que el infecto equipo de fúrbo de esta ciudad le gana a algún equipo de barrio de algún perdido pueblo de Extremadura.
La gente normal y privada si contrata una obra con factura e IVA y a las dos semanas le salen grietas o las losetas del pasillo comienzan a soltarse exigen reparaciones inmediatas y gratuitas a la empresa que la hizo. Si nuestros políticos y técnicos municipales no exigen lo mismo a las empresas que contrataron para que ensolaran nuestras calles y aceras habrá que pensar que en el trato que hicieron debieron incluirse cláusulas secretas que se lo impedían. Si no no se explica que el plasticuchi manguichurri siga campando por sus respetos un mes y otro en el mismo corazón de esta ciudad desquiciada y maltratada.
Ineptos o corruptos, deberíamos los ciudadanos sumisos de tener la oportunidad de ver las caras de los responsables últimos de la chapuza. Así, solicito que se coloquen sus fotos en el vestíbulo del ayuntamiento, con algún dato entrañable de sus vidas: si les gusta el fúrbo, si tienen perro al que sacan a cagar por las tardes, si son aficionados a los caracoles con comino, si prefieren el campo o la playa... Para descargar presiones, más que nada.
Y que nos quitaran por su culpa la capitalidad cultural esa de los cojones.
Le propongo un tema, que a mí, en su verbo, me resultaría particularmente reconfortante: "Él me lo ha pedido".
ResponderEliminar¿A que no tengo que darle a usted más pistas?
Ante Meridian
Bueno, amigo AM (ahora PM) después de darle algunas vueltas al asunto he pensado que sería realmente imporgusante tratar de un tema tan matrafurcio. ¿Realmente crees que la conturcia del posporente interesa a la trabileche del gurriforio? Ahora bien, si sigues rufosando la melitoncia este humilde caganferro no tiene inconveniente en reconvisionar su requemera y trabufar la palanqueta.
ResponderEliminar¡Genial! Yo creo que has dado en el fondo del asunto.
ResponderEliminarE.