Que esta ciudad no se merece el tremendo baldón con que lo infama desde hace años esa siniestra organización de países envidiosos de nuestra Córdoba Etenna que es la UNESCO, es algo que sentimos los cordobeses de pro como acerado lanzazo en nuestro patriótico costado. Desde que vino a insultarnos motejando a la Córdoba cristiana y mora, pero también romana, pero también judía, pero también parselista, como PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, todo el mundo ha venido a tocarnos los perendengues con absurdas exigencias que ya podían irse a sus pueblos a reclamar.
Al principio pensamos que nos vendría bien eso de que éramos patrimonio de toda la humanidad y no sólo de nuestros santos cojones, por mor de las pernotasiones. Si los guiris se sentían, los muy ilusos, dueños también de esto, se quedarían a pernotar. Pero los desagradecidos han dicho que nanay. No han picado. Aquí no pernota ni dios. Visitan la Mezquita, se toman como mucho un salmorejito y cagando leches pa Sevilla o pa Marbella. Así que como no trae más que poblemas, exijamos que el motecito de marras se lo den a otra, que ya va tocando.
Menos mal que el Eselentísimo Ayuntamiento que maneja con mano firme los destinos de esta patria chica no cesa de velar porque su buen nombre se mantenga incólume, contrarrestando enérgicamente las insidiosas campañas desacreditadoras de cualesquiera organismos chinches que vengan a jodernos con acciones contundentes. La última andanada de la marrana organización contra la línea de flotación del prestigio de la ciudad tras la agresiva e injustificada campaña contra el tradicional parselismo cordobita en zonas estúpidamente protegidas de Medina Azahara fue la acusación de saturación de tráfico que sufría una de las calles que a ella le parecía más protegible, la Torres Cabrera, esa calle estrechita que se ha convertido en la salida natural de todo el centro. La respuesta de nuestro enérgico poder municipal no se hizo esperar y ahí estaba nuestro concejal de tráfico diciéndoles más o menos pero mu clarito que qué saturasión ni niño muerto, que qué peligro pa los peatones ni ná ni ná. Y que pa que se vayan enterando que si al final han impedido parcialmente el tráfico en la emblemática plaza del Cristo de los Faroles ha sido porque les ha salido de los cojones municipales y no porque sea emblemática ni leches. Y la prueba de que no ha sido por las recomendaciones de los tocapelotas culturalistas de la UNESCO está en que lo hemos hecho bien entrado el siglo XXI y no cuando a ellos se les puso en los suyos. Y que Patrimonio de la Humanidad lo serán ellos y sus santas. Así que, hala, ni vamos a arrasar las presiosas parselas con la ayuda de los jueces perolistas, ni vamos a cerrar más calles al coche para que pueda comprar el turrón en las mismas Tendillas a quien le pete y además vamos a cargarnos la jodida rosaleda de Los Patos. Que pa qué queremos tanto verde...
Este humilde bloguero quiere contribuir con su Ayuntamiento a quitarle a la ciudad que lo vio nacer ese terrible baldón. Para ello ha recogido algunas muestras de lo que hacemos en esta ciudad con la leche esa de la patrimonialidad humanitoria de los cojones. Pa que se enteren. Y para que la capitalidad esa de 2016 que se la den ya de una vez por orden alfabético a Albacete o a Almendralejo, que a nosotros no nos hace falta, porque vamos a conseguir las pernotasiones montando en la Mezquita una discoteca.
Dos rincones de la Córdoba Etenna que trata de quitarse el tremendo baldón de ser tratada como PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: la preciosa calle de la Feria y un rincón entrañable de la plaza de la Corredera.
ADDENDA DEL DÍA DE LOS INOCENTES
Córdoba, al borde del coma atílico:
Al principio pensé que se trataba de la casposa bromita anual de los Inocentes. Pero me temo que no es así.
La furia destructora de restos arqueológicos, en esta ciudad que vive en parte de ellos, renace con renovadas fuerzas. Esta vez en las palabras y en la intención de un señor que parece representar a una asociación de comerciantes, Centro Córdoba, que exige al Ayuntamiento que reconsidere la decisión de enterrar los restos arqueológicos romanos más importantes de la ciudad que tomó el consistorio en los años 80, los vuelva a desenterrar y los destruya para hacer renacer de las cenizas de los cimientos del foro romano un aparcadero de coches para su distinguida clientela. Antonio Pastor se llama el atílico (de Atila) personaje. Las argumentaciones son impecables, dignas de alguien que ama desmesuradamente a Córdoba cristiana y mora, pero también judía, pero también romana, pero también aparcadora de compradores compulsivos:
No se puede parar la ciudad por los restos arqueológicos que aparecieron allí porque ruinas también hay en otras ciudades y se hacen aparcamientos subterráneos... Por eso, Centro Córdoba hablará con la Delegación de Cultura para que «explique la importancia de los restos arqueológicos y si es posible construir un parking ahí.
LEÍDO EN ABC CÓRDOBA
Lo conseguirán. Aburriendo a las ovejas que nos gobiernan. Haciéndoles que les expliquen una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez la importancia de conservar aunque sean enterrados los restos del foro romano de la que fue capital de la Bética.
Yo creo que deberían comenzar las obras por su cuenta los comerciantes. Seguro que nadie les paraliza las obras. Y una vez construido el parking comenzar a dar la matraca en los plenos para que les den agua y luz. Al final los jueces les darán la razón, como a esos dos parcelistas de Las Pitas absueltos. La causa del fallo favorable ha sido, según el hirsuto juez, por hallarse totalmente encuadrada en una parcelación ilegal, pero totalmente consentida por las autoridades administrativas.
Aunque mal de muchos, consuelo de tontos, imagino que ya sabes que en todos lados se cuecen, más o menos, las mismas habas. Es fundamental, no obstante, las denuncias continuadas, aunque no valieran de nada, que sí valen.
ResponderEliminarPor cierto, me ha impresionado muy mucho la noticia de la sentencia absolutoria del juez de lo penal. Me gustaría conseguir la sentencia (yo estoy metido profesionalmente en el urbanismo) porque merece la pena estudiarse. En todo caso, habría que ponerla en relación con la que resulte (o haya resultado) del pleito contencioso-administrativo que paralelamente debe estarse tramitando. Saludos