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Ojalá me equivoque, pero los comentarios políticos que vengo leyendo de los expertos de cuyos análisis me suelo fiar me parecen demasiado optimistas en relación a las posibilidades de Rajoy de salir adelante. Realmente yo también tengo ganas de que esta derecha jurásica que padecemos sea enterrada junto al Cid, Menéndez Pelayo y el Caudillo y su sepulcro sellado con las famosas siete llaves. Ello permitiría que la alternancia entre ambos partidos mayoritarios, ya dueños de la arena política española sin remedio en permanente negociación con la cascarria nacionalista, no fuera tan traumática, pero sobre todo obligaría al PSOE a definirse respecto a los presupuestos tradicionales de la izquierda. Y entonces sabríamos claramente si es o no es. Yo seguiría sin votarles por principios y además no tendría que exigirme tóxicos sacrificios para evitar la llegada de la extrema derecha. Pero sobre todo nos desahogaría un poco al importante segmento de la población, ahora disperso, difuso y diluido que exigimos la presencia de una formación de izquierdas que nos represente en igualdad de condiciones electorales que los demás ciudadanos, sin trampas correctoras en el recuento de votos.
Y eso es lo que parece que quiere vender este moderado sobrevenido que después de pilotar la nave ultraderechista, conspiranoica y preconciliar durante cuatro años pretende echar ahora a la oficialía, cambiarla por unos pimpollos pero salvándose él. Como decía SANTOS JULIÁ el domingo pasado que le están diciendo los desfenestrados por el giro de Rajoy: No, majo, si nosotros caemos, tú te vienes con nosotros. Ahora te vas a enterar, Marianito de lo que es una verdadera conspiración. SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ después de hacer un lúcido análisis de las intenciones y movimientos de los caimanes peperos, en particular de la ofídica perfidia de Esperanza Pordió, concluye con que parece que la táctica de arañar días sin que surja una alternativa creíble de Rajoy le acabará llevando entero al Congreso y a una posición más fuerte para reorganizar sin demasiados costes el partido. Palinuro, probablemente el más pesoeísta de los blogueros carismáticos, ha ido en tres días evolucionando del optimismo deliroide a un moderado pesimismo a la vista del éxito de la llamada a la resistencia de los neofranquistas, pero sobre todo, y esa es mi aportación, de la mafia mediática mundano-copera. Sólo el viejo zorro de JAVIER PRADERA muestra su indisimulado goce por lo que llama demolición controlada del PP. Pero no mienta la bicha.
La bicha es la alianza mafiosa que desde hace unos años establecieron dos medios de comunicación que representan al neofranquismo que se cree suficientemente maquillado, pero que cuando se mosquea se le corre la pintura y se le marcan las arrugas de vieja harpía. Como buenas harpías no admiten la disidencia y así declararon la guerra al ABC, medio de la misma cuerda pero que se había desmarcado de las teorías paranoides conspiranoicas. Como ya lo conté en OTRA OCASIÓN no me extiendo. Al final ganaron y consiguieron congregar en la sacristía a todos los medios fachas del país. Ahora, La Razón que siempre fue de nadar y guardar la ropa ha sido declarada, ayer mismo, traidora y su director tildado de puñaladista trapero por haber pedido tímidamente mesura. Deseando estoy escuchar el próximo cónclave a ver, si tiene güebos Marhuenda de ponerse a tiro del Talibán, cómo se defiende de los hachazos.
Mi duda, la que planteaba en la anterior entrega del culebrón, era si el Obispero decidía, por puro practicismo interesado, subirse al carro moderado y supuestamente ganador de Rajoy o apostaba por lo mismo que ha hecho siempre: el degüello. Y apostó por lo último. Los Monses, Cañizares y Rouco a la cabeza han renovado al Talibán, apostando por el acoso y derribo del moderado converso. Aquí no valen medias tintas. Y ahí es donde yo discrepo del optimismo más o menos generalizado. La fuerza del contubernio me parece que está siendo minusvalorada irresponsablemente. Yo, a pesar de que había jurado a mis gatos que me quitaría de la droga federico-tertuliana, no he más remedio que caer como el yonqui cae cuando se festeja la llegada de mercancía de primera, sin cortar. Así he vuelto irresponsablemente a la liturgia diaria de la agujita y la cucharita de la federiquina.
Nunca hubiera soñado la Iglesia española contar a su servicio como cuenta con un Savonarola del calibre de Federico Jiménez Losantos que desde el púlpito esquinero florentino de la COPE azota las conciencias y la seguridad de los que pudieran perjudicar el monopolio moral de la Verdad Revelada de la Única Religión Verdadera. Y su bolsa, claro. Y Federico, que es muy listo, sabe que como al Savonarola histórico, cuando al Obispero le interese lo quemará públicamente. Pero mientras...
Estos dos últimos días han sido delirantes y desde luego yo no minusvaloraría las salvas de venenazo que han derrochado y están dispuestos a derrochar contra quien ha osado poner en duda su derecho a decidir las líneas maestras salvadoras de la nación, la familia, el municipio y el sindicato del partido conservador español. El bombardeo matutino continuado durante un tiempo más o menos largo de las mentes de los fachas de este país por parte de los dos medios, COPE Y El Mundo no las dejará indemnes. Pedro Joder ha pedido ya la rebelión de las bases del partido y ha llamado idiota malvado a Maricomplejines y el Talibán está desatado, inconmensurable, cada vez más brutal en su mala leche, mala baba, mala entraña, como una mítica furia, como un titánico Don Berrinche, pero en enano, cojo y fgenilloso. Un verdadero cabrón.
Como sé que muchos de vosotros no estáis inmunizados, sois unas criaturitas de alma limpia que no podríais soportar sin vomitar un solo programa del Talibán, he hecho de buzo de cloaca y he rescatado del pozo de mierda del último programa algunas perlas. Sólo son unos minutos. Luego os laváis las neuronas con una sesión de Gabilondo.
A aquellos que tienen algún gramo de esperanza o de convencimiento de que este tipo de frikismo político no tiene futuro sólo tienen que mirar a su alrededor. Italia y Francia ya han sido conquistados por él. Y los tiempos que se avecinan, de los que son síntomas por ejemplo el inútil pero no absurdo control en los aeropuertos y el abono en dosis concentradas de una futura oleada continental de xenofobia, serán más malos y nos volverán más ciegos.
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(1) Montaje de autor desconocido que me ha llegado vía email entre los sienes y sienes de pequeñas gilipolleces que cariñosamente me mandan los amigos.
ADDENDUM DE HOY MISMO:
El periodista Fernando Jáuregui decía esta tarde en el diario digital SIGLO XXI:
El diario barcelonés "La Vanguardia" titulaba ayer su portada con una información en la que contaba que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Varela, tiene desconcertada a la ejecutiva de la dirección oficial de la Iglesia católica española, y al propio nuncio, monseñor Monteiro, con su apoyo a los enemigos de Rajoy, en general, y a algún periodista que distingue al presidente del PP con su hostilidad, en particular. El periodista, Federico Jiménez Losantos, estuvo a punto de ser cesado hace diez días en la influyente emisora episcopal, pero el apoyo de Rouco a favor de su continuidad desequilibró la balanza. Y eso que hasta monseñor Cañizares se pronunció en contra de la permanencia del polémico director de las mañanas de la COPE, según el rotativo catalán. Ello ha llevado a algunos comentaristas y observadores a especular con la hipótesis de que desde ámbitos cercanos a monseñor Rouco se estarían moviendo algunos hilos importantes en la estrategia de acoso y derribo a Rajoy.
Ahora todo encaja en el universo como un enorme puzzle sideral. Gallardón ya lo ha dicho: El PP ha de ser optimista, tolerante y aconfesional. La reacción de la bestia parda purpurada está sólidamente fundada.
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