viernes, 19 de junio de 2009

Córdoba erige un monumento al amor sacerdotal por los niños

No podía ser en otro. Dios tenía que elegir lugar y eligió con su Dedo de Señalar Lugares Benditos a la ciudad de Córdoba. Por directa intervención vicaria en la persona de su entonces alcaldesa la hermana Rosa Joaquina Aguilar que, tras arrastrar como alma en pena una previa existencia encadenada en la oscuridad de la aberración comunista, vio milagrosamente la luz del Señor de la mano de dos santos monseñores que pastoreaban en la ciudad y que la condujeron al camino de la Verdad, Castillejo y Asenjo, el Ayuntamiento de Córdoba ha tenido la valentía de homenajear merecidamente a los sacerdotes que sufren persecución por su demostrado amor a los niños. En estos momentos en que en tantos lugares (¡ay, en la católica Irlanda!) se han desencadenado virulentos ataques de los enemigos de la Iglesia y por lo tanto del Único Dios Verdadero al cumplimiento del cristalino mandato evangélico Dejad que los niños se acerquen a mí y sobre todo su consumación material por parte de los pastores del rebaño infantil de la Iglesia, Córdoba y su renacida alcaldesa sacan la cara por ellos. Para ello decidieron erigir un mirífico monumento en plena vía pública y en el corazón simbólico y físico de la ciudad con el fin de limpiar las inmundicias que las diabólicas mentes de los impíos imaginan y arrojan sobre la misión educativa que la Santa Madre Iglesia encomienda a sus sacerdotes de enseñar a los niños el verdadero amor a Dios que se consuma íntimamente en la penumbra de las sacristías. En los Santos Evangelios Jesús mismo se refiere a ello: Más le valdría que se le atase al cuello una piedra de molino y fuese arrojado al mar al que escandalizase a uno de estos pequeños (Lucas, 17, 2). No habría piedras suficientes para todos los malvados descreídos que últimamente escandalizan a los niños y a sus padres malinterpretándoles torticeramente las muestras de amor de los santos varones sacerdotales por los más pequeños y no tan pequeños.

El artista ha captado perfectamente el espíritu (santo) del asunto y ha concebido una escultura de bulto redondo a pie de calle en la que un padre cura, en cuyo rostro se manifiesta plásticamente el arrebato místico del mandato evangélico, conduce alegremente a dos niñas por el camino de la consumación del amor divino. Los rostros de las niñas han sido concebidos a su vez mostrando una deliberada e inquietante ambigüedad que el espectador puede apreciar apropiadamente cambiando los ángulos de visión al rodearlas, presentando ora un halo angelical ora un destello diabólico, lo que habla claramente de que el artista buscó inspiración en las celebradas teorías de uno de los grandes exégetas del amor sacerdotal por los niños, el obispo de Tenerife, Monseñor Bernardo Álvarez. Y para captar exactamente esa ambigüedad, en un rasgo de genialidad intuitiva encontró inspiración en dos personajes que encajan perfectamente en el perfil de las criaturas representadas: las Gemelas de la película de El resplandor. La flagrancia de dicha inspiración no hace falta señalarla. Las niñas hablan por sí mismas.


Ya sólo queda agradecer a la hermana Rosa Joaquina, ahora que fue destinada por intersección del Espíritu Santo a otros destinos más altos en los que seguir su misión evangelizadora, todo el bien que hizo a la causa católica mientras estuvo en esta ciudad, fructificación milagrosa de su conversión a la auténtica fe, fomentando y subvencionando las devociones marianas, las de penitencia y gloria, colocando en puestos claves a acreditados hermanos en Cristo y en la cofradía, llenando de monumentos católicos las plazas, cambiando los nombres que absurdamente habían llevado durante cientos de años muchas de las calles del casco antiguo por los de Vírgenes, Cristos y Sacerdotes, convirtiéndose en aguerrida bautizadora de catecúmenos cordobeses en la romería del Rocío... Por todo ello ha quedado abierta la Causa para la Beatificación de la Hermana Rosa Joaquina Aguilar, cuyo seguimiento esperamos pronto ofrecer a todos sus devotos en una página web que la Hermana Informática de este convento, Sor Sistema Operativo, está preparando con mucho amor y mucho cariño.

11 comentarios:

  1. Esto es precisamente lo que nos faltaba en Córdoba, un monumento en alabanza de la casposidad y la perversión eclesiástica, permanente los 365 días del año.

    No teníamos suficiente con la invasión que se permite hacer al oscurantismo de nuestras calles todos y cada uno de los meses del año, ya sea de modo sutil en forma de lucecita navideña, de altar callejero para celebrar el Corpus Christi, de paso procesional semanasantero acaparador del centro de la ciudad, de amantes de romería cuyos pomposos caballos dejan la ciudad hecha un asco, de, efectivamente, calles metamorfoseadas en pro de la(s) gracia(s) del Señor...

    Adoro la aconfesionalidad del Estado, la delicadeza constitucional de Rosita a la hora de hacer gala de su servilismo clerical.

    Qué desfachatez.

    Además, colocar precisamente eso en la ciudad, con los numerosísimos casos de pederastia cometidos por los sacerdotes cristianos en cualquier parte del mundo, es una falta de sensibilidad completa para con las víctimas de los abusos.

    Solo les falta empezar a publicar la revista Play-Priest con el dinero de los cordobeses.

    Confiemos en que las palomas de la ciudad hagan justicia con el hipócrita monumento. Eso sí que es libertad de expresión.

    ResponderEliminar
  2. Me suena ver en Santa Cruz de Tenerife una estatua parecida pero con 4 o 5 niños. En una plaza pequeña al lado de un puente.

    ResponderEliminar
  3. Elvira, te rogaría cuidaras las formas en lo tocante a la incuestionable gestión espiritual de esta Ciudad Elegida como seguro escenario del Apocalypse 2016. Un poquito de por favor.

    Manuel, en cuanto a la beatificación en vida de la debemos empezar a conocer como Santa Joaquina de Aguilar, heredera y diestra infatigable que es de nuestro no menos querido San José María, te ruego lo impulses con gozo, fe, confianza, esperanza, dedicación, ahínco, ímpetu, convicción, jurisprudencia, fornicación, alabastro, melquiades, viva la virgen!! ejem... disculpa, me he dejado llevar por la moción... no puedo seguir, la dicha me embarga... ¡¡¡que las gracias del Señor sean contigo, henmmano!!!

    ResponderEliminar
  4. Anónimo12:33 p. m.

    Es muy muy grimosa la estatua.
    Me recuerda el caso de cuando en 1918 los dirigentes de Córdoba decidieron levantar un monumento a la memoria del cacique Antonio Barroso y Castillo -que había muerto en el 16-, y Rafael Castejón -el veterinario arabista- se lamentaba en unas memorias que no habiendo en la ciudad ni un sólo monumento a los hombres ilustres (Séneca, Lucano, Gongora, el Duque de Rivas, Mamimonides o Averroes) se erigiese tal conjunto escultórico. Pero bueno, al menos la historia no fue tan triste como ahora porque el monumento duró 4 meses: una manifestación de gente se lió a martillazos y le cortaron la cabeza enseñándola por todo el centro de la ciudad, y el ayuntamiento tuvo que retirar el monumento de lo mal parado que quedó.
    Y el cura éste lleva ya como cosa de un año sin que le hayan echo nada...

    ResponderEliminar
  5. Amiga Saqunda, en la Taberna algunos me llaman El Escultor por mi manía con las esculturas urbanas. Llevo años haciendo en este blog una serie (ESTATUARIA) con todas las de la ciudad. A la del barbado Ministro Barroso y Castillo le dediqué una. Lo que no sabía, o no me acordada, o que nunca leí, era lo de las memorias de Rafael Castejón, progenitor de CasteJONS, que en paz descanse haciendo guardia sobre los luceros. Las buscaré. Castejón padre es un personaje que se me escapa. No tengo demasiadas informaciones. Como arabista no fue demasiado agudo, como veterinario se me escapa totalmente, pero en su faceta de incursionista flamencólogo era un topiquista absolutamente delirante. Pero me imagino que su etapa personal e intelectual más rica fue la de andalucista en los años 20, cuando, junto con Blas Infante sentó las bases del andalucismo en la célebre reunión de Cïrculo de la Amistad. Recuerdo un artículo en el Historia 16 en su etapa jurásica que hablaba de eso. Tal vez un día de estos haga por rescatarlo.

    ResponderEliminar
  6. Si fuera por mi, probablemente derribaría esa estatua. Yo también me considero "anticlerical", ateo, y creo que mi opción política es bastante de izquierdas.
    Sin embargo, lo que no me parece nada bien es que se intente tergiversar de tal modo la realidad solo apra que encaje con nuestra visión personal de la misma.
    En una frase: no me ha gustado que te inventes "de la misa la mitad" :D

    ResponderEliminar
  7. Eres muy dueño de tus gustos, pero tal vez podrías explicarme a qué misa te refieres.

    ResponderEliminar
  8. Manuel, ¿no te has dado cuenta de que la niña que va de la mano del hombre barbudo es en realidad José Mercé? Fíjate bien la próxima vez que pases.

    ResponderEliminar
  9. Apoyo la moción de beatificación de Rosa Aguilar. Además no habría que dedicarle una calle, ya tiene un barrio entero.

    Shijikari, no veo que Harazem se haya inventado nada. Tendrías que explicarte mejor o vamos a quedarnos con la sensación de que estás levantando falso testimonio. Mira, mira, que es pecado, ¿eh?

    Harazem: la "N" en el rótulo que has puesto, en la palabra "TABERNA", está cabeza abajo. Le tienes que dar la vuelta. En efecto, las enes y las eses cabeza abajo en los rótulos hechos con azulejos en Córdoba son una plaga. Lo que demuestra que los pone gente que no tiene ni repajorera idea de su oficio.

    ResponderEliminar
  10. Anónimo9:02 p. m.

    Como me he incorporado tarde a la pandilla no sabía de tu serie Estuaria -mira que tienes entradas en el blog... Las memorias del suceso vienen en un libro sobre Azorín que he sacado de Filosofía y Letras y que voy a escanear, así que te las mando cuando las tenga.
    Yo también pienso que como arabista no era muy agudo, yo diría que tirando para malo, y en su faceta política, por lo que he leido en el libro éste, era un poco ambiguo -en la década de los 20 y 30- pero su foto de joven no deja lugar a dudas -da escalofríos, te la mandaré también.
    De todos los historiadores de Córdoba me quedo con Samuel de los Santos, aunque nunca se le ha reconocido -por motivos políticos supongo...

    ResponderEliminar
  11. Al hilo de tu entrada te dejo por aquí esta interesante noticia

    Pincha aquí

    Hala, disfrútala.

    ResponderEliminar