lunes, 9 de junio de 2008

Niño Jesús de Praga: la Barbie antecessor

Mientras fuera de mi casa las señales del próximo apocalipsis se suceden: largas colas en las gasolineras, saqueo de los estantes de los supermercados por parte de ancianos aterrorizados, emisoras de radio que llaman a la calma, pájaros que atacan a los viandantes en plena calle, yo sigo aquí en mi zaquizamí semiaéreo hilando pacientemente subordinadas con que contaros más cosas de mi viaje a Praga.

Hoy relataré la alegría que me produjo el descubrimiento de que un símbolo de la modernidad extendido por el mundo entero tiene su origen en algo relacionado con nuestra tierra. Esas cosas me llenan de orgullo patrio porque bien que nos humillan las naciones poderosas con sus simbologías sin reconocer la deuda que tienen con España.

El más venerado de los iconos católicos de Praga es una imagen de bulto redondo de un Niño Jesús, obra en cera del siglo XVI ejecutada en un taller español que fue llevado a la capital de Bohemia y tras varias vicisitudes acabó en la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria en Malá Strana al cuidado de las hermanas carmelitas. Aparte de sus portentosas virtudes milagrosas, la mayor particularidad de la imagen es que es vestida a lo largo del año con más de 70 vestiditos especialmente diseñados para él y que las monjitas le van colocando y quitando según las festividades religiosas.

Por otra parte, en el castillo de Praga existe un Museo de los Juguetes con una sala que acoge la mayor y más espeluznante colección de muñecas Barbie del mundo. Leo en un folleto que la inventora de la muñeca Ruth Handler la diseñó con la particularidad de que pudiera vestirse con muchos vestiditos expresamente diseñados para ella. Así mismo dice que la idea se le ocurrió en un viaje que hizo por Centroeuropa en los años 50. Evidentemente no habría mucho donde elegir como fuente de inspiración si se elimina la posibilidad de que visitara al Niño de Praga. Así que lo que tenemos que pensar es que fue una idea de unas monjitas para vestir a un Niño Jesús español el que inspiró a la señora Handler para diseñar la muñeca más famosa y vendida del mundo. ¡Y que rabien las envidiosas!



ÍNDICE DEL VIAJE

PRAGA (de cervezas y defenestraciones)
PRAGA (de más cervezas, hipos y brontosaurios)
PRAGA (del turismo artesanal e industrial)
Catolicismo "gore" en Praga
Niño Jesús de Praga: la Barbie antecessor
Córdoba y Praga: escultura humorística




COMENTARIOS:

Como mi gestor de comentarios lleva unos días fallando más que las previsiones económicas del gobierno, las subo al cuerpo principal del post por el interés de los que, amablemente, estáis dejando.


lamalgama dijo...
Jajajajajaja, te propongo sacar en procesión una muñeca Barbie, con sus respectivos pasos de Ken, nuestro señor Ken en su redención al yate, el del Ken en la esnifación de cocaína y posterior ascensión a los cielos. De seguro que los yonquís cofradiers semanasanteros de Córdoba lo acogerían de buen grado, todo sea por alargar la fiesta, en el nombre de Ken, de la Barbie nuestra y de la Gran Matel, amén.

11:40 PM
harazem dijo...
Yo a estas alturas, amigo lamalgama aún no he conseguido ni siquiera arañar la superficie del insondable alma cofrade. Unas frikadas les parecen de perlas y otras obras de Satanás. Mira lo que le ha pasado al pobre jefe de centuria cofrade machista-leninista de los Dolores, Manuel Herreros, pillado infraganti en una orgía de Imitación a Cristo por el ojo indiscreto de un móvil y expandido al entero mundo por Youtube. La Inquisición Episcopal lo ha llamado a capítulo y está a punto de ser crucificado de verdad por nuestro Savonarola local.

Hace unos años en el Hospital Reina Sofía de Córdoba en una de las plantas de hospitalización, el personal montó, como todas las demás, un belén en Navidades. Para superar al cúmulo de horrores que se colocaban normalmente en ellos decidieron representar a la Virgen mediante una Barbie y a San José con un Ken. No recuerdo si el niño era un famóbil o no, pero también iba en ese estilo. El caso es que la mayoría de la gente se lo tomó con una normalidad absoluta, pero un grupo pequeño pero aguerrido de fundamentalistas católicos montaron tal pollo que las autoridades del hospital se cagaron y exigieron su retirada.

9:18 AM
Elvira, el Cisne Negro dijo...
Cuanto más cosas conozco de los católicos menos los entiendo. Son tan contradictorios...

Me gusta la recopilación de anécdotas que estás contando de Praga. Fui hace tiempo y la verdad es que es una ciudad que sorprende por todas las curiosidades que se encuentran.

En cuanto a la pequeña narración que has dejado sobre el hospital, la verdad es que me has dejado a cuadros. ¿Aún la gente protesta por cosas como esa? Si yo creo que alguna vez todos hemos montado un belén friki... personalmente, yo monté uno a mis 11 años con muñecos de los Kinder, y el niño Jesús era un loro bebé, los reyes magos vampiros, los pastores pingüinos...
No entiendo cómo se pueden escandalizar por algo tan inocente.
Luego a todos nos sorprende que los musulmanes nos amenacen cuando se dibujan caricaturas de Mahoma cuando nosotros somos los primeros en dar muestras de fanatismo.
Es la caspa, como dices en otras entradas tuyas, que se les acumula en la cabeza y les impide pensar.

Un placer leerte como siempre.

P.D.; Soy la antigua Kitiara, me hice un blog finalmente.

9:50 AM
lamalgama dijo...
Querido Harazem, para entender el alma del buen cofradier necesitas hacer un ejercicio empático que te lleve a descubrir lo más jondo de tu admirado folkofrikismo cordobés. El buen cofradier puede dividirse en dos subcategorías:

- El Patillita: montonero y prepotente, se toma el mundo semanasantero como el mayor bien preciado de que la Humanidad Cordobesa dispone. Competitivo como el que más no deja de entender su desfile del orgullo católico como una competición extrema al más puro estilo Gladiadores Americanos. La Hermandad no existe ni debe existir, sólo una absurda carrera por ser el más guapo y herboso (en términos cofradiers evidentemente). De perfil político generalmente franquista y sin puta idea de nada. Aspecto físico fácilmente reconocible, patillas de una prolongación extrema (a mayor longitud mayor rango en el Concilio Cofrade Municipal se ostenta) y caracolillos en el cogote, capaces como pocos de limitar el natural rizo empastosado de su cabellera hasta este rincón de su cabeza. Por lo general suelen ir en manada, como los leones del Serengueti, pero sin su capacidad devoradora, si alguna vez te los encuentras por la calle no temas, rocía un poco de incienso por el suelo y quedarán reducidos a meros gatillos castrados. Suelen tener una ideología conservadora para con el bien semanasantero, pero no hacen ascos, de hecho fomentan el avance de las tendencias cofradiers, intentando en los últimos años fusionar el arte de Agata Ruíz de la Prada con sus originales vestimentas. Aunque cerrados de mollera serían los primeros en fomentar procesiones navideñas donde sacar a dar bandazos todos los pasajes del nacimiento de su divino redentor, incluyendo el caganet, por lo que incluso con el tiempo aceptarían el kit completo de complementos de la Barbie para lucir a sus vírgenes y sanguinolentos crucificados. Como todos en este mundo glorifican a su particular líder, que en Córdoba según parece tiene nombre y apellidos y por el cuál se pelean por cumplir ferviertemente las órdenes entre sobacos sudados y pichas a proa y popa.

- El Sevillano: suele ser el jefe de los anteriores, aunque reniega de ellos. Suele cagarse en los muertos de los sevillanos por su chovinismo del mismo modo en que los llega a idolatrar. Conservador como pocos, violento si le tocas su santísimo, lo más sagrao para ellos. Matarían moros y rumanos si les dejasen, bueno y a ateos y gentes de mal pensar. Controlan el cotarro folklórico aunque tienen que tragar semén para tratar con la curia católica de sus templos de sabiduría religiosa, a los que no soportan pero lavan la bola hasta sacar brillo. Pueden dividirse estos a su vez en dos grupos, o bien el alegre y simpático borrachín con el que te irías de cañas sin dudar, o bien en el de perfil tardofranquista, esto es cabrón y cobarde a partes iguales. Se aferran a la tradición por ley divina, hasta que la ley divina sea cambiada por la legión de fieles seguidores que le acompañan en sus ritos militares de cada año, por lo que si sus subalternos deciden sacar a la Barbie en santa procesión, y coronarla beatífica y pontifícamente estos callarán como putas y se sumarán a los fastos ceremoniales.

Hay muchas más especies en el amplio espectro cofradie, pero estos dos grupos son los más entreñables y destacables, el resto se caracterizan por su sumisión a la fiesta como desahogo de la rutina, nada del otro mundo.

10:52 AM

7 comentarios:

  1. Jajajajajaja, te propongo sacar en procesión una muñeca Barbie, con sus respectivos pasos de Ken, nuestro señor Ken en su redención al yate, el del Ken en la esnifación de cocaína y posterior ascensión a los cielos. De seguro que los yonquís cofradiers semanasanteros de Córdoba lo acogerían de buen grado, todo sea por alargar la fiesta, en el nombre de Ken, de la Barbie nuestra y de la Gran Matel, amén.

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  2. Yo a estas alturas, amigo lamalgama aún no he conseguido ni siquiera arañar la superficie del insondable alma cofrade. Unas frikadas les parecen de perlas y otras obras de Satanás. Mira lo que le ha pasado al pobre jefe de centuria cofrade machista-leninista de los Dolores, Manuel Herreros, pillado infraganti en una orgía de Imitación a Cristo por el ojo indiscreto de un móvil y expandido al entero mundo por Youtube. La Inquisición Episcopal lo ha llamado a capítulo y está a punto de ser crucificado de verdad por nuestro Savonarola local.

    Hace unos años en el Hospital Reina Sofía de Córdoba en una de las plantas de hospitalización, el personal montó, como todas las demás, un belén en Navidades. Para superar al cúmulo de horrores que se colocaban normalmente en ellos decidieron representar a la Virgen mediante una Barbie y a San José con un Ken. No recuerdo si el niño era un famóbil o no, pero también iba en ese estilo. El caso es que la mayoría de la gente se lo tomó con una normalidad absoluta, pero un grupo pequeño pero aguerrido de fundamentalistas católicos montaron tal pollo que las autoridades del hospital se cagaron y exigieron su retirada.

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  3. Cuanto más cosas conozco de los católicos menos los entiendo. Son tan contradictorios...

    Me gusta la recopilación de anécdotas que estás contando de Praga. Fui hace tiempo y la verdad es que es una ciudad que sorprende por todas las curiosidades que se encuentran.

    En cuanto a la pequeña narración que has dejado sobre el hospital, la verdad es que me has dejado a cuadros. ¿Aún la gente protesta por cosas como esa? Si yo creo que alguna vez todos hemos montado un belén friki... personalmente, yo monté uno a mis 11 años con muñecos de los Kinder, y el niño Jesús era un loro bebé, los reyes magos vampiros, los pastores pingüinos...
    No entiendo cómo se pueden escandalizar por algo tan inocente.
    Luego a todos nos sorprende que los musulmanes nos amenacen cuando se dibujan caricaturas de Mahoma cuando nosotros somos los primeros en dar muestras de fanatismo.
    Es la caspa, como dices en otras entradas tuyas, que se les acumula en la cabeza y les impide pensar.

    Un placer leerte como siempre.

    P.D.; Soy la antigua Kitiara, me hice un blog finalmente.

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  4. Querido Harazem, para entender el alma del buen cofradier necesitas hacer un ejercicio empático que te lleve a descubrir lo más jondo de tu admirado folkofrikismo cordobés. El buen cofradier puede dividirse en dos subcategorías:

    - El Patillita: montonero y prepotente, se toma el mundo semanasantero como el mayor bien preciado de que la Humanidad Cordobesa dispone. Competitivo como el que más no deja de entender su desfile del orgullo católico como una competición extrema al más puro estilo Gladiadores Americanos. La Hermandad no existe ni debe existir, sólo una absurda carrera por ser el más guapo y herboso (en términos cofradiers evidentemente). De perfil político generalmente franquista y sin puta idea de nada. Aspecto físico fácilmente reconocible, patillas de una prolongación extrema (a mayor longitud mayor rango en el Concilio Cofrade Municipal se ostenta) y caracolillos en el cogote, capaces como pocos de limitar el natural rizo empastosado de su cabellera hasta este rincón de su cabeza. Por lo general suelen ir en manada, como los leones del Serengueti, pero sin su capacidad devoradora, si alguna vez te los encuentras por la calle no temas, rocía un poco de incienso por el suelo y quedarán reducidos a meros gatillos castrados. Suelen tener una ideología conservadora para con el bien semanasantero, pero no hacen ascos, de hecho fomentan el avance de las tendencias cofradiers, intentando en los últimos años fusionar el arte de Agata Ruíz de la Prada con sus originales vestimentas. Aunque cerrados de mollera serían los primeros en fomentar procesiones navideñas donde sacar a dar bandazos todos los pasajes del nacimiento de su divino redentor, incluyendo el caganet, por lo que incluso con el tiempo aceptarían el kit completo de complementos de la Barbie para lucir a sus vírgenes y sanguinolentos crucificados. Como todos en este mundo glorifican a su particular líder, que en Córdoba según parece tiene nombre y apellidos y por el cuál se pelean por cumplir ferviertemente las órdenes entre sobacos sudados y pichas a proa y popa.

    - El Sevillano: suele ser el jefe de los anteriores, aunque reniega de ellos. Suele cagarse en los muertos de los sevillanos por su chovinismo del mismo modo en que los llega a idolatrar. Conservador como pocos, violento si le tocas su santísimo, lo más sagrao para ellos. Matarían moros y rumanos si les dejasen, bueno y a ateos y gentes de mal pensar. Controlan el cotarro folklórico aunque tienen que tragar semén para tratar con la curia católica de sus templos de sabiduría religiosa, a los que no soportan pero lavan la bola hasta sacar brillo. Pueden dividirse estos a su vez en dos grupos, o bien el alegre y simpático borrachín con el que te irías de cañas sin dudar, o bien en el de perfil tardofranquista, esto es cabrón y cobarde a partes iguales. Se aferran a la tradición por ley divina, hasta que la ley divina sea cambiada por la legión de fieles seguidores que le acompañan en sus ritos militares de cada año, por lo que si sus subalternos deciden sacar a la Barbie en santa procesión, y coronarla beatífica y pontifícamente estos callarán como putas y se sumarán a los fastos ceremoniales.

    Hay muchas más especies en el amplio espectro cofradie, pero estos dos grupos son los más entreñables y destacables, el resto se caracterizan por su sumisión a la fiesta como desahogo de la rutina, nada del otro mundo.

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  5. Anónimo3:40 p. m.

    Jajajajaja! Buenísimo. Y genial también el comentario de lamalgama. Lo que me he reído...

    P.D.: Una cosita, según las reglas de la nomenclatura taxonómica "antecessor", como epíteto específico, debe ir en minúscula. Puntilloso que es uno...

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  6. Bueno, lamalgama, patiduphuso me he quedado ante el despliegue de conocimientos ornitológicos de la fauna autóctona cordobesa que has desplegado. Deberías pensar en hacer un pequeño tratado ampliando el estudio a otras especies de folklofrikis emplumados de esta ciudad. Yo es que al cofradier almizclero le temo más que a un tábano y por eso no me arrimo ni pa estudiarlo. Pero ya veo que tú tienes buenos antídotos.

    En cuanto a miguel, yo acato inmediatamente los consejos científicos de los expertos. En minúsculas, pues, quede para la eternidad.

    En cuanto a Cisne Negro me alegro de que te animaras a abrir blog donde contar cosas. Es un saludable ejercicio para el que lo hace y a veces una bendición para el que recala en él. Ya te visitaré. Los católicos nunca dejan de sorprenderte. Son una variante muy interesante del "homo religiosus", que tienden a despreciar las demás ritologías sin pararse a pensar que poseen la más gore, bizarra y estrafalaria de todas.

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  7. Pero que guasa tenéis tos! Vais a ir al infierno de cabeza.
    Me pregunto si el Niño de Praga estará hermanado con nuestro homónimo que procesionó en tu ausencia, y si será una réplica. Tendré que verlo.

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