(del laberinto al treinta)


jueves, 1 de diciembre de 2016

Abundio y el BBVA

Las tripas del BBVA, no el banco, sino el edificio de Miraflores, la Ballena Blanca Varada de Andalucía, también conocido como el Secuatro, parece que empiezan a moverse. La prueba de que se pondrá al servicio de las últimas tecnologías la encontramos en el hecho de que su arranque haya comenzado con una arriesgada apuesta por la designación de mandos totalmente digitalizada. Eso sí, a prisa y corriendo. Y ya sabemos que la prisa no es buena Consejera y menos de Cultura de Andalucía.

Todo parece haberse desencadenado precipitadamente por el intento de nuestra bruja Desgracia (así, sin acento) de, ante las contundentes protestas de los usuarios, esmerilar su última maldad: el traslado de la Filmoteca a su vientre. Se trata de una ultimísima oportunidad de seguir haciendo el paripé de que ha servido para algo el gasto de 30 millones de euracos en el que se prometía Milagroso Edificio Fantástico Emblema de la Contemporaneidad Creativa Cordobesa. Y consolación por el gatillazo del Sipote del Kurha, que no consiguió ereccionar frente a la cara de la Mezquita.

Ese intento de traslado de la Filmoteca, aún maravillosamente situada en la Judería, al vientre del albo cemencetáceo, puede entenderse legítimamente como uno más de los acreditados apollardamientos propios de unos políticos que corren por el campo de la cultura como pollos sin cabeza, pero es más correcto entenderlo cambiando el último término de la comparación: que corren por ese campo como pollos con la cabeza de otro que manda más que ellos y al que suele representársele en las caricaturas con chistera y puro en la boca.

Sí, amigos, el traslado de la Filmoteca responde, como casi todo en ella, al claro interés de los alquiladores de camas y vendedores de flamenquines de esta ciudad, o sea, de sus putos amos. Ni a los políticos ni a los hosteleros les interesa una mierda que la Filmoteca de Andalucía, la migaja que concedió Sevilla a su hermana chica pa que no llorase, sea probablemente el único equipamiento cultural dependiente de la Junta que medianamente funciona en la ciudad. Y eso es así porque lo hace discretamente. Y a pesar de ciertas turbiedades que ahora no vienen a cuento. Libre por ahora de la tomatinización de la cultura que tanto nos gusta y que tantos votos proporciona a quien la provee. Pero necesitan el espacio que hoy ocupa para seguir chapuceando, como vienen haciendo desde hace la friolera de dieciséis años, con la idea de construir un palacio de congresos, como el que ya tienen Málaga, Granada y Sevilla, todos, por lo que sé, negocios suficientemente ruinosos. La idea es que vengan congresistas que gasten sábanas y trasieguen flamenquines, negocio redondo, si es que finalmente funciona, para quienes consiguen su mayor beneficio con la explotación salvaje de los trabajadores. Pero como no hemos tenido los riles suficientes para hacer uno bueno, bonito y barato, cuya moderada inversión compense su dudosa utilidad para quienes no alquilan sábanas ni venden flamenquines, confisquemos el espacio de lo que funciona para ver si mareando la perdiz de engordar constructoras, dar curro a unos paletas durante un tiempo y hacer como que hacemos, maqueteando proyectos y soluciones de márquetin político podemos aguantar un tiempecito más.

No sé si la doña no contaba con la reacción de los usuarios de la Filmoteca o que al final han vuelto a hacer cuentas, el caso es que… bueno, que sólo la puntita nada más, o sea usar una parte del vientre cemencetáceo como almacén de la Filmo y luego, una vez que os aburráis, ya veremos. Y ya de paso, como para disimular y seguir haciendo como que hacemos, vamos a consumar ¡¡¡LA QUINTA!!! inauguración del emblema de la voluntad de una de las ciudades más tradicionales del país por transfigurarse en la Meca de la Creación Contemporánea. A ver..., tú y tú a mandar. Y veamos... unos artistas… ¿quién conoce a unos artistas bisoños? No más de dos por ahora, que está la cosa mu achuchá, que quieran llevarse quinientos eurillos por que se los trague el monstruo y que sus tripas se muevan lo suficiente como para que dé la impresión de que digiere y excreta arte contemporáneo der güeno.

Podría ser hasta bonito si no resultara todo patético. En esta ciudad la única industria cultural boyante y que crece imparable es la del narcocatolicismo cofrade y su apulgarada estética basada en el tenebrismo y la quincalla churrigueresca que lo enmarca, porque nunca se apostó desde las instancias públicas por ninguna otra alternativa en serio y porque para una vez que pareció intentarse se hizo con el espíritu de Abundio, aquel pobre de los chistes que vendía la moto pa comprar la gasolina. Confundiendo todo lo confundible, aquí quisimos en el mismo lote un Guggenheim y un Bilbaoarte, un Kursaal y un Arteleku como tienen bilbaínos y donostiarras, un emblemazo carísimo de la contemporaneidad y un lugar razonablemente presupuestado donde enseñarla. Bilbaoarte, donde se becan cada año a unas decenas de artistas -algunos cordobeses y bastantes andaluces- está situado en un viejo colegio reciclado y todo el dinero con que lo provee el Ayuntamiento, de quien depende, va para las becas de los artistas -lo único importante y lo que da sentido al proyecto- y si sobra algo se usa para dotaciones edilicias. Arteleku -tristemente desaparecido e incapaz de haberse reencarnado con el mismo espíritu en Tabakalera- y que conservó, sintomatología, la biblioteca de Pepe Espaliú- de Donosti se instaló en una vieja fábrica abandonada y en él se formaron, por cuenta de la Diputación de Gipuzkoa, cientos de artistas en sus 25 años de vida.

Pero si para poder contar con el poderío emblemático de un edificio de firma que te coloque en el mapa de los turistas hace falta ser suficientemente rico y con todo considerarlo una inversión perfectamente estudiada, para contar con un centro de creación de arte lo que hace falta es voluntad de hacer precisamente eso, imaginación y decencia. Algo de lo que nuestros políticos con verdadero mando en plaza han carecido desde hace muchos, demasiados años. Aquí lo quisieron todo en un compact, sin contar con que racionalidad y tradición creadora no se compran a golpe de talonario y menos si es de dinero público. Y con que no todo en cualquier lugar funciona de la misma manera si no se dan las mínimas condiciones necesarias.

Para quien se quiera hacer una idea de la clase de pollos descabezados que han correteado por el campo de la cultura en Córdoba sólo tiene que saber que Santi Eraso, el fundador de Arteleku, se ofreció para dirigir la oficina de la Capitalidad Cultural Europea 2016. Y luego recordar quién y cómo terminó haciéndolo. Eraso en vista del desprecio se ofreció a su ciudad, Donosti, con el resultado que todos conocemos. ¡Viva la espabilaúra!

Los artistas/creadores de la ciudad se mosquearon porque aquella gestión no contó con ellos sino para que curraran gratis. Más razón que un santo, y además se crecieron como pavos empechugados cuando aquel comisario que vino desde Europa y al que al pobre encajaron un sombrero cordobés e hicieron bailar sevillanas consiguió desembarazarse de la caspa con la que pretendían enterrarlo, se puso serio y se lo recriminó a los gestores del Dormidisisái. Pero no escuché a ninguno que protestara por la delirante, irracional, catetonovorriquista obra de la Ballena Blanca Varada. Entonces ninguno miró a Arteleku como modelo, sino al Guggenheim. Todos se la frotaban con fruición ante la maravilla arquitectónica y las posibilidades que prometía… de quedar varada para siempre porque la pasta que una vez hubo para financiar la creación se gastó en las paeres de lujo del chiringuito donde habría de gestarse. Como aquel chiste de Abundio.

Por eso me hace gracia que anden mosqueados estos días porque los de Ganemos han sacado un video, más malo que el sebo perro y más tendencioso que un cura en un púlpito, sobre los 30 millones que costó el ballenón pa ná. Tienen razón, el video carece del más mínimo análisis y no apunta a nada más que a lo de los 30 estériles kilos que costó y parece, sólo parece, o al menos eso espero, que incitan a la gente a que manifiesten preferir que se haga un polideportivo o que se migajee a los pobres a que se funde un centro para dar oportunidad de formarse y trabajar a jóvenes con talento suficiente para convertirse en verderos artistas de lo contemporáneo. Que no creo que vayan por ahí las criaturas, aunque ya deberían afinar un poco más y cuidar los guiones. Pero desde luego los artistas locales de lo contemporáneo -gremio del que por cierto en los últimos tiempos se está destapando un ganao reaccionario que asusta- igual deberían ser más modestitos y ya que proclaman altisonantemente que hay que contar con ellos para las cosas de crear arte contemporáneo con dinero público también deberían haberse manifestado cuando esas cosas se estaban tirando por la alcantarilla de la irracionalidad más estupidizante. Pero muchos de ellos -ay, aquellas gordísimas vacas temporales- se encontraban por entonces en perfecto estado de paniaguadismo de los políticos -municipales y autonómicos- perpetradores del engendro moral del edificio. Otros no sé dónde andaban, pero escuchárselos mucho no se los escuchó. Desde luego no hubo ningún Rogelio López Cuenca entre nosotros como al menos tuvieron los malagueños en las mismas circunstancias.

Y ahora, ante el miserable proyecto que la doña está planteando para el BBVA, cubrir mínimamente los expedientes y/o convertirlo en almacén de la Filmoteca (esperemos que se quede en eso) los artistas no han sabido reaccionar salvo contra el perpetrador del video de Ganemos. Debe ser que andan viendo si alguno consigue colocarse en él de funcionario. Algo muy legítimo, pero también un poco triste. Tristeza funcionaria, que decía el poeta peruano.

VUALÁ LA MOVIDA:

sábado, 19 de noviembre de 2016

Nueva escultura humorística en Córdoba

Bueno, pues la nueva figurita del belén estatuario caspocutre cordobés ya está en la calle. Me estoy replanteando sacar una nueva edición ampliada de LA CUESTIÓN DE LAS ESTATUAS porque desde que lo terminara han colocado cuatro ejemplares más de esa especialidad cordobesa que amenaza con poner a la ciudad en el mapa en el que no consiguieron ponerla ni el gatillazo del pollón de Koolhaas, ni la Fantasmagórica Cecuatrada: LA ESCULTURA HUMORÍSTICA.

La colocación de la escultura titulada CORDOBESA CAGANDO MIENTRAS LEE LA HOJILLA PARROQUIAL en el marco incomparable de la esquina Bulevar-Gondomar se suma así al amplio elenco de humor estatuario con que ya contamos en la ciudad (Las aguaoras feministas, El vampiro de Lacasarviejo, La cañilata, El viejo de los helados, etc…).

A la inauguración han asistido, como no podía ser menos, las principales autoridades locales que, acordes con el espíritu de la ocasión, han soltado todas las humoradas que han podido, destacando muy por encima de todas ellas esa máquina de soltar soplapolleces pajiprogres en todo momento y ocasión que se le ponga a tiro que es la actual consejera juntista y exalcaldiosa de la ciudad Rosa da Grima. En esta ha echado mano de fondo de armario de apurgaradas muletillas y ha sacado la manidísima de cuando alguna cosa de inaugurar tiene que ver con mujeres, ya se encuentren cagando, leyendo el periódico o llenando feministamente de agua sus cántaros: un ejemplo de que el siglo XXI es el siglo de las mujeres. Un jondísimo ¡olé! salió de todas las gargantas cuando la incombustible terminó la faena declamatoria.

El autor de la obra es nada menos que el único escultor español con obra en el Vaticano (amén), ahí es nada, el rey del mármol de Carrara, por ser ese nobilísimo y níveo material el usado casi exclusivamente hasta ahora para arrancar las formas bellas y excelsas a la materia que esculpe. Su colección de cincuentaytantas albísimas esculturas de cordobeses insignes que le encargara el no menos insigne mecenas Sandokán para convertir Córdoba de nuevo en la Roma de la Bética, duermen el sueño de los justos en algún galpón del Higuerón esperando a que algún político ponga alma, corazón y vida (y cojones u ovarios y táchese lo que no proceda) al asunto y los mande diseminar seminalmente por todas las esquinas de la ciudad.

De su obra ya tuvimos recientemente la suerte de contar con el conocido ya popularmente como El Resusitao del Templo Romano, un magnífico ejemplar de marmórea estatua humorística en impecable estilo remordimiento que representa a Claudio Parselo, el primer espabilao que dio pelotazo urbanístico en Córdoba, en pose de Cristo Emergente del Sepulcro con el simbolismo claro del ciclo vida y muerte del emprendeor local. Una arcangélica melenita y un característico bigote, en vez del corte a navaja que lleva, no le habría venido mal. También te lo digo.

En esta ocasión, sin embargo, el mañoso esculpidor se ha decantado por el bronce, o lo que quiera que sea esa cosa que se usa ahora para las estatuas, y que permite policromías y otras virguerías humorísticas que realzan el espíritu cachondo de lo representado.

Malas lenguas andaban comentando conspiradoramente por los alrededores de la inauguración, que la escultura es talmente una belmontada, que le ha fusilao el estilo a la competencia, o sea al autor de las mejores humoradas que ya hay en la ciudad. Mira, la cromía es calcada y hasta el careto de la cagante -le decía un criticón a otro- es talmente el de la cañilata o una de las aguaoras con veinte años más…

El detalle más inquietante es sin embargo lo aparatoso del título del diario que está leyendo, La Hojilla Parroquial como la conoce todo el mundo, pero cuyo nombre oficial es CÓRDOBA. Trabajadores de otros medios comentaban igual de sotto voce que había que tener mucho morro para regalar una escultura a la ciudad con el fin de obtener en terreno público una publicidad gratuita para toda la vida. Pues lo mismo que los colegios privados de curas que colocan esculturas de alguno de ellos delante para lo mismo. ¿No te jode? ¿Por qué los curas sí y los plumillas de la Hojilla no? Y además… se trata del medio en el que escriben más curas profesionales y amateur por página cuadrada del hemisferio norte después del Osservatore Romano. Bueno, también hay que decir que en eso de contar con curas en la plantilla ya le gana otro medio cordobés jovencísimo, este digital, LA COZ DE CÓRDOBA, escisión plumíllista del Acorazado AWC nacida en los aledaños de la Cuesta de la Traición.

Por cierto, que LA COZ es de los medios que más se han sentido molestos por esa astuta maniobra propagandística de la Hojilla Parroquial y una de sus más agudas y afiladas plumillas les ha mandado una -iba a decir sutil, pero en realidad el arremeto lleva la contundencia de una patá en tos los cojones- pulla en forma de subtitular. Velo ahí:

La muchacha ha llamado al decano de la prensa cordobesa ¡¡¡TABLOIDE!!! Una maldad como esa sólo puede nacer del rencor reconcentrado de un medio sacristanesco y pellizcomonjil como LA COZ. Como esa denominación puede usarse inocuamente cuando el medio al que se refiere usa determinado tamaño de página y no es el caso de la Hojilla, habrá que pasar a la siguiente acepción: Publicación sensacionalista y poco seria. ¡¡¡Cuánto odio, Dios mío, cuánto odio en el medio periodístico cordobés!!!

Me dice un amigo biempensante que el uso de término TABLOIDE en este caso no se debe a una voluntad de herir la sensibilidad de un medio de la competencia, sino de puro y simple niputaideísmo, que la muchacha se fumó la clase de la facul el día que explicaron eso de los formatos de los diarios. No sé yo, no sé yo…

Tropiezo camino del Bulevar con otro viejo amigo, de esos del colmillo retorcío, que viene echando espumarajos por la boca. Es delirante -me dice- y desde luego completamente sintomático del espíritu que reina en Salmorejistán, el que se construyera un templo a la creación artística contemporánea (fantasmagórico lógicamente) que costó una millonada y esa creación artística contemporánea brille por su absoluta ausencia en la vida pública, concretamente en la calle. El estilo remordimiento, el decimoonanismo costumbrista y el oscurantista barroco son lo único permitido en los espacio comunes de esta ciudad. Cualquier avance estético público se mira sistemáticamente por encima del palillo de dientes.

Como no hay nada que meter -continúa- ni nada que que crear en ese Centro de Creación Contemporánea, porque, como dicen los viejos sabios populares del lugar de donde no hay no se pué sacá, por eso van a trasladar allí la filmoteca de Andalucía, probablemente el único organismo cultural que tiene un sitio de lo más adecuado y que funciona con discreción pero con eficacia en Córdoba.

Pues más razón que un santo por más que sólo de pensarlo se le puede reventar el hígado a cualquiera y que este día feliz no es momento para amargarse.

Por último, varios senequistas (variante cordobesa de la malafollá granaína o la esaboriúra sevillana), que me encontré en la inauguración, de lo que rajaban y descosían costuras era del hecho de que ese periódico lo que celebra con esa humorística escultura (¡ay qué risa!) es el aniversario de que hace por estos días 75 años unos malnacidos tomaran por asalto y robaran la redacción de un periódico republicano y fusilasen a su director y a otro redactor. Y de que acogotasen a la plantilla que no se había significado demasiado en su ardor demócrata, echasen a la calle a la que sí y la sustituyesen por una panda de hijosdeputa con camisa azul y cangrejo en la pechera que estuvieron justificando un genocidio por cuarenta años. Algo de lo que nunca en ese periódico se ha hablado.

Desde luego hay que ser insonrrible para en un día tan emotivo y lleno de alegría como este de la inauguración de la estatua humorística de la MUJER CAGANDO MIENTRAS LEE LA HOJILLA PARROQUIAL ponerse a recordar esas cosas tan desagradables que sólo sirven para reabrir heridas y echar vinagre peleón en ellas…

domingo, 6 de noviembre de 2016

Distopía y lucha de clases

En 1998 aparecía un libro titulado “Vuelta al Edén. Más allá de la clonación en un mundo feliz” del biólogo estadounidense Lee M. Silver. En el corpus central de la obra desarrollaba científicamente las posibilidades reales de la clonación de seres humanos en el futuro. Pero como prólogo y como epílogo colocaba dos ficciones futuristas, complementarias al Mundo Feliz de Huxley, ubicadas en 2010, 2050, 2350 y 2997. Terroríficas, y a pesar de que, llegada y pasada la primera de esas fechas no se hubiera cumplido su profecía, no por imposibilidades técnicas, sino meramente legales, perfectamente posibles. La humanidad se acabaría dividiendo en dos grandes grupos, uno minoritario dueño de la riqueza, los “genricos”, una aristocracia genéticamente enriquecida y los “naturales”, o sea el mayoritario resto. En 650 años formarían dos especies diferenciadas incapaces de cruzarse entre sí.

Lee M. Silver carga esa evolución sobre los hombros de las posibilidades de los avances científicos para cambiar la vida de los humanos, principalmente los del ámbito biológico, porque en la fecha en que escribía aún no se podía augurar el futuro de la revolución de la tecnológica digital que estaba en ciernes, pero no contaba –él es un científico, no un sociólogo ni un historiador- con los factores de evolución histórica y cuyo estudio desde Marx tantos océanos de tinta ha acumulado.

Es lo que viene a completar Yuval Noah Harari, la inclusión de esa revolución tecnológica –biológica y ahora sí, digital- en la lucha de clases, motor de la historia según el marxismo más clásico. La democracia burguesa, los derechos individuales y el estado de bienestar no son más que estrategias del capital para conseguir domesticar a la clase obrera a la que necesitaba dócil y contenta con su suerte introduciéndola en la rueda productiva también como consumidores, evitando que las presiones reivindicativas rompieran el sistema y ganando de mano a las ansias de igualitarismo que el humanismo ilustrado reclamaba desde el siglo XVIII mediante una sofisticada simulación de reparto de la riqueza. Buenísima cosa por otra parte para todos: sobre todo para los de arriba, pero también para los de abajo a falta de otras expectativas prácticas para estos últimos, precisamente por aceptar las condiciones del juego.

Lo que nos cuenta Hariri ahora es algo a lo que ya estamos asistiendo. Otro ensayo de pseudoficción –porque realmente de lo que habla ya existe en cierto modo- “Telépolis” y los “Señores del Aire” de Javier Echeverría ya lo anunciaba hace algunos años. Los Señores ya no necesitan a las masas productivas, ni contentas ni descontentas, porque los anclajes geográficos no son ahora los estados nación sino las ciudades y países virtuales en los que todos trabajamos a tiempo completo consumiendo y los lazos personales entre explotadores y explotados están desapareciendo y tal como pasaba en las etapas previas al capitalismo, la economía (que sólo sirve realmente a unos pocos) funcionará perfectamente mientras en sus afueras miles de personas viven en la miseria. No ya en las periferias extraoccidentales subdesarrolladas, en las que es la norma desde siempre, sino en el centro mismo del imperio.

Sin duda los españoles que nacimos entre los años 50 y los 60 del siglo XX pertenecemos a las generaciones populares que más han disfrutado de la vida, y no sólo en lo material, en toda la historia, porque gozamos sobre todo de una amplísima pero vertigionosa perspectiva: ser conscientes de quiénes éramos, de dónde veníamos y qué habíamos conseguido en tan solo dos o tres décadas. Y la esperanza fundada en la experiencia guió nuestras vidas y cuando los de siempre nos la destrozaron a golpes –no hace tanto tiempo- ya éramos bien adultos. Parece que, desgraciadamente, ese título de privilegio no nos será arrebatado en muchos decenios o tal vez centurias. A nosotros, que viviremos 20, 30 o 40 años como mucho aún ya no nos podrán arrebatar nuestra vida -con su almendrita interior de la esperanza- pero es doloroso ver como se la arrebatarán antes de vivirla a los que vienen. El propio Hariri dice que, a pesar de formar parte de una evolución histórica sumamente previsible, no hay por qué caer en el determinismo de las leyes inexorables. Tal vez un milagro de la voluntad de los humanos consiga torcer el rumbo de lo que se avecina.

Los creyentes tienen la convicción de que seguirán la evolución desde alguna parte de la otra vida. Los ateos sabemos que no y a muchos visto lo que viene les parecerá un alivio, pero en mi caso y como deseaba también Buñuel, me conformaría con poder resucitar una vez cada diez años y echarle una ojeada a la prensa, si es que aún existiera semejante cosa.

domingo, 2 de octubre de 2016

La Vaticankultur cordobesa

Definitivamente esta ciudad –sus fuerzas políticas- se ha rendido con armas y bagajes a la clerigalla reaccionaria encabezada por el obispo más monstruosamente antiilustrado que ha ocupado la sede de Osio desde que el filonazi de Fray Albino –adaptador del Mein Kampf al catecismo escolar– entregara la cuchara.

Las fuerzas políticas cordobesas con mando en la plaza de la cultura carecen absolutamente de proyectos del ramo por el que cobran. Y absolutamente es eso, absolutamente, tanto en lo que se refiere a la revitalización de los amojamados heredados desde hace lustros como a la generación de otros nuevos y originales. Para comprobarlo, aparte de visitar las hemerotecas y los programas oficiales, sólo hay que mirarles con algo de penetración psicológica las caras. Quizás por ello, por su total carencia de criterios, competencia profesional o imaginación, van a colaborar entusiásticamente en lo primero que cualquiera de fuera les ha puesto ante sus miopes caretos de mediofondistas orgánicos: los fastos previos a la inauguración del Centro de Interpretación de la Mezquita (antes mezquita) que el obispado se ha construido en su propia casa y en la que se impartirá impune y obligatoriamente a todos los visitantes que vengan a la ciudad la doctrina interpretativa catequética que ha diseñado el cabildo para disolver en el ácido de la distorsión de la historia el ADN del monumento. Y que pretenden, y probablemente consigan, que se convierta en la única divulgada oficialmente.

El fin no es sólo imponer el discurso agresivamente íntegro-católico que acompañará a las explicaciones que se desplegarán en múltiples formatos en su interior, sino sobre todo afirmar su propiedad sobre el edificio y de paso la de todos los demás bienes inmobiliarios y urbanísticos que han conseguido inmatricular, acogiéndose a leyes emitidas por instancias gubernativas criminales como premio a su colaboración en el genocidio de disidentes del nacionalcatolicismo que en los últimos 50 años han perpetrado. Y con la aquiescencia real de las autoridades socialdemócratas, de origen o conversas.

La guinda del pastel lo pondrá el traslado de las taquillas del ordeño de turistas del Patio de los Naranjos al interior del palacio episcopal. Así evitan el penoso espectáculo de unos funcionarios vaticanos cruzando la calle portando las talegas llenas de billetes y monedas libres de impuestos.

Por supuesto la causa e intención principales de ese proyecto cultural no aparece por ningún sitio. De hecho el escudo del obispo está perfectamente camuflado entre 30 más, aunque el único logotipo que aparece en la portada del programa es claramente alusivo al palacio episcopal. Y han tenido que buscarse una bastante tonta: la no inauguración por ahora del Museo Diocesano, que formará parte del conjunto de módulos expositivos que convertirán el Palacio Episcopal en un potente emisor de doctrina católica reaccionaria con la excusa de la cultura y el turismo y que las autoridades laicas del ramo no tienen la más mínima intención de neutralizar, teniendo como tienen los medios suficientes.

Así el obispado, a través de su Museo Diocesano, ha sacado a la luz un proyecto cultural (el folleto está disponible por ahora sólo en su página web) que se desarrollará en 15 días por toda la ciudad con 91 actos entre turísticos, culturales, civiles y religiosos. CÓRDOBA PARA TI se llama el engendro. Y para llevarlo a cabo ha recabado –y ha obtenido obsequiosamente- la entregadísima colaboración de las instituciones laicas locales. El que buena parte de la sociedad civil haya acabado horrorizándose de la calaña del obispo y sus secuaces narcocofrades, que mediante sus ponzoñosas proclamas ha enturbiado las aguas de la convivencia ciudadana llamado asesinas a las mujeres que quieren administrar su maternidad, seres sin dignidad a quienes usan métodos anticonceptivos, bomba atómica a las políticas de normalización de género, encauzadores de sus hijos hacia la delincuencia a aquellos padres que no los adoctrinen en el catolicismo y que, en un ataque de delirio paranoide, llegó a acusar a la UNESCO de querer convertir en gay a la población mundial, no parece contar absolutamente nada. Deben de creer que con consentir que un atufado diputado del partido que domina todas esas instituciones denuncie al obispo por homófobo en una tramoyesca, pero absolutamente ineficaz, puesta en escena, están cumplidos.

Lo que ha venido a demostrar ese entreguismo de las instituciones públicas cordobesas son dos cosas: una que sus responsables cupulares son unos perfectos cobardes y otra que son unos perfectos incompetentes. Cobardía e incompetencia son las armas que adornan su escudo nobiliario. La cobardía está clara: los domina un miedo cerval al obispo. La incompetencia se demuestra porque no han sido capaces de organizar ellas por sí solas los eventos de los que ahora chupará rueda la carcunda episcopal y que son absolutamente irrelevantes presupuestariamente. Conferencias, paseos, visitas guiadas… Todo prácticamente gratis. Voluntariado turístico cultural y buena voluntad de conferenciantes y artistas. En una ciudad en la que a los generadores directos de cultura no se les paga casi nunca un euro porque todos (los euros) son filtrados para que no pase ni uno el nivel de los gestores políticos, era muy fácil montar lo mismo sin necesidad de tener que levantarse cagado de la cama de los curas. Otra cosa es que fuera decente, pero de eso ya están perfectamente curados desde siempre.

La lista de empresas privadas, sobre todo las de la manduca más o menos sofisticada, que es el único negocio cultural que parece menearse en la ciudad, que colaboran es apabullante y hacen bien en usar cualquier moqueta que les pongan para vender sus productos, que para eso están. Pero me ha llamado la atención el que entre los patrocinadores estén dos bancos y ninguno de ellos sea CAJASUR, la que fuera propiedad de los curas y arruinadora de la ciudad. Lagarto, lagarto…

En cambio, las delegaciones de cultura están todas, la de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba, en manos todas de medrosos, medrantes o de católicos sumisos a la voz de su amo espiritual y han ordenado a los responsables de sus instancias inferiores: Filmoteca, Arqueológico, Bibliotecas, Universidad, Museos, etc. que colaboren igual de sumisamente que ellas en el proyecto de Entrega del Poder Cultural de la ciudad a las sotanas. Eso, desde luego -el que sólo son unos mandaos-, los exime de responsabilidad moral, pero espero que al menos sean conscientes del papel que les están haciendo jugar sus comisarios políticos y para qué están siendo usadas sus competencias y sus, casi siempre precarios, medios. Y por supuesto, las docenas de colaboradores voluntarios -entre los que cuento con buenos amigos- que llevarán a cabo los actos hacen muy requetebién aprovechando la ocasión para difundir sus conocimientos. Y hay que agradecerles su predisposición. Esto no va con ellos.

El acto de presentación del Engendro es toda una estampa neofeudal: Monseñor Demetrio, en el Patio de Armas de su casa-palacio recibiendo la pleitesía de los cargos políticos culturales de la ciudad, los socialmeapilistas de santa Rosa da Grima. Veremos sin duda a la eterna aspirante a papisa en el acto central de la movida: la Magna Eucaristía en la Mezquita (antes mezquita) seguida por la siniestra procesión de velas por el Patio de los Naranjos. ¡Viva Torquemada!

viernes, 23 de septiembre de 2016

Sigmund Floïd en Caspotovetonia

Dos por uno. Dos berrinches. Buscando en Google por un berrinche me encontré con otro. Poniendo el nombre de un tipo reaccionario que perpetra un par de artículos del más puro estilo casposo-carpetovetónico en una revista de feria de un pueblo me he encontrado con el nombre de su padre grabado en chapa en la esquina de una calle a la que nombra. Y no en el pueblo ese, sino en Córdoba. Usurpando el antiguo. Un nombre precioso, uno de los más hermosos de esta ciudad.

Efectivamente no me había enterado de que hace unos años unos vecinos habían solicitado a los munícipes que cambiaran el nombre tradicional de una calle por el de un médico que parece que tuvo consulta en ella. Y que habían accedido a las pretensiones de los vecinos. No es la primera vez que nuestros munícipes cambian sin ningún derecho nombres de calles que llevaban hasta setecientos años pasando de boca en boca de padres a hijos, redondos y pulidos como un bolo de río por el uso de tantas generaciones. Por el de curas, meapilas o seres imaginarios del panteón católico. En este caso parece que el merecimiento está garantizado. Leo en La Casa del Olivo, las memorias de Castilla del Pino, que fue un médico represaliado por las autoridades franquistas por rojo, que penó en la cárcel de Córdoba y que una vez libre volvió una y otra vez a la misma para atender a sus excompañeros presos. Que puso consulta en la Huerta de la Reina donde atendió a todo el que lo requirió, pudiese o no pagar, para irritación de muchos colegas suyos fascistas (pags 52-53).

El hermoso nombre de POLIFEMO, el cíclope mitológico que inmortalizara Góngora, llevaba rotulado en las esquinas de una calle de la Huerta de la Reina de Córdoba muchas decenas de años y ninguna de las probables virtudes que adornaron indubitablemente al médico que hoy lo usurpa valdría lo que el derecho de las gentes a que los nombres tradicionales de sus calles permanezcan inmutables. Algo que debería estar protegido por ley. Como las piedras de sus monumentos o sus patrimonios inmateriales, de los que sin duda forma parte. Y ahora se llama calle Joaquín Sama Naharro. Con la de calles nuevas que se abren en las urbanizaciones de la periferia...

Y he llegado a enterarme de ese atentado contra el patrimonio inmaterial de la ciudad buscando el nombre de otro Joaquín Sama Naharro que resultó ser su hijo. También médico. Psiquiatra. Pero que de ser cierta la biografía que me cuentan del padre, le salió rana. Y perpetrador de artículos de la más pura reacción nacionalcatólica en revistas de feria de pueblo. Concretamente de la de Villa de Río. Nada menos que dos artículos en el mismo ejemplar que me muestra un vecino de ese pueblo que se ha traído tras las fiestas. Uno rabiosamente antifeminista y otro bobaliconamente antiantitaurino. En el antifeminista, que ya publicó hace unos meses en un medio gallego se desliza por el tobogán de un uso del psicoanálisis de segundo de BUP, o sea el que podría haber utilizado un alumno de ese curso para un trabajo de clase usando copipega en el Rincón del Vago.

Las feministas que luchan por los derechos de las mujeres en diversos frentes cursan agresividad patológica por causa de RESENTIMIENTO por traumas sufridos en su infancia, de FRUSTRACIÓN por no ver reconocidas sus reivindicaciones por la masa social y se mueven exclusivamente por DESEO POR EL ÉXITO. Entre pedorro análisis y pedorro análisis aprovecha para pegar patadas a las espinillas de los políticos que adaptan sus acciones a las reivindicaciones, cada vez más masivas diga lo que diga, tendentes a la consecución de la igualdad entre los géneros y a los derechos a la libre elección de modalidad afectiva y sexual de los ciudadanos, y a reírse con ademán de roepalillos de barra de taberna del lenguaje inclusivo que se va poco a poco imponiendo socialmente.

Podría aducirse que el extremado simplismo que usa nuestro psiquiatra a la hora de analizar esos temas se explica por el tipo de lectores a los que está destinado: gente sencilla de un pueblo en fiestas. Sólo hay que dar una vuelta por su muro de facebook o, sobre todo, acudir a un descacharrante TEXTÍCULO que le han publicado en el último número del boletín oficial de la Muy Piadosa Hermandad y Cofradía de Médicos de Córdoba (página 28) sobre la identidad de género, para saber que no, que es que ese es su nivel. Que es que la criatura no da más de sí. Con calibrar la supina estupidez y soberana malnacidada de hermanar el feminismo con el nazismo que en él perpetra ya es suficiente.

Para el curioso que quiera conocer más sobre el pensamiento reaccionario del sujeto recomiendo esta furibunda defensa de la sanidad privada frente a la pública y universal. Sin desperdicio.

La columna antiantitaurina adolece de lo mismo: análisis pedorro-zicoanalítico de la Fiehta Nasioná digno de tertulia –mondadientes, fino y machorruno- bajo –y es probable que entre- historiadas cornamentas. Taleguilla de rojigualdismo rancio. Recamado de alamares filofranquistas. Los catalanes, después de intentar cargarse la sagrada lengua del imperio, se han cargado la Fiehta Nasioná. No por humanitarismo, considerar social y éticamente intolerable la tortura de un animal o incluso absurda la exposición de la vida de un ser humano por diversión, sino por puro antiespañolismo, por odio a la patria que supo seguir sobre el azul del mar el caminar del sol. Eso pa empezar. Luego lingotazo de Sigmund FLOÏD (la psicocolonia para hombres de los de antes): la catarsis del riesgo sorteado –o no- que supone para agonistas y espectadores la corrida.

Si se traspone su teoría del agonismo taurino a las ganas de mear el resultado es el mismo. Si se aguantan las ganas de mear hasta que el peligro de desparrame del dorado líquido por el pernil afilado del pantalón devenga un riesgo real de muerte de la compostura del hombre-hombre, el sorteo de ese riesgo llevado al límite tras sacarse por fin y artísticamente la churra y largar el dorado líquido sonoramente sobre el excusado, esa superación del miedo a la muerte de la dignidad, convierte a ese arte en sublime y, sobre todo, en sumamente saludable. Pónganse espectadores y tendremos una liberadora comunión catártica de las fortísimas tensiones de la vida. Palabra de zikiatra. De Jefe de Servicio, además, como el muy presuntuoso firma.

Qué, que igual el símil no es muy acertado… Pos sí, tenéis razón... Pero es que tenéis que compararlo con el argumentario del nota… Y qué queréis que os diga… Talmente el Argumento Tontológico de San Hodierno. Si don Carlos (Castilla del Pino) levantara la cabeza y pudiera comprobar que el vallejonajerismo contra el que tanto luchó en su vida sigue perfectamente vivo y además en la ciudad que él colocó en los mapas de las universidades europeas...

Lo más flipante del caso es la inclusión de semejantes perlas, no sólo reaccionarias, carpetovetónicas y perifranquistas, sino, sobre todo, fuera de tono en una revista municipal de la Feria de un pequeño pueblo gobernado por la izquierda. Dos artículos además. Sería interesante saber quién, cómo y por qué es el responsable de semejante inclusión. La mayoría la tiene una coalición entre PSOE e IU y la oposición el PP con camuflaje localista. Se supone que en una revista de esas características el tono ha de ser impepinablemente casposo-tradicionalista, pero si gobierna la izquierda debería cuidar que no fuera además casposo-franquista. Y no se trata, como podría aducirse de libertad de expresión en los medios locales. Parece que el nota no tiene na que ver con el pueblo y por otra parte si se estudia el índice de la revista no hay más artículos (y recuérdese que los que perpetra el zikiatra borroka son dos) de la misma índole político-social.

Lo que se espera de una revista de esa clase en un pueblo como Villa del Río, aparte de los saludas de rigor de las autoridades y el programa de los actos festivos, son trabajitos de los erudos locales sobre los alcanforados refajos de tirabordá de la Virgen, sobre el bandolero que cagó en el siglo XIX bajo el puente romano o una investigación sobre el dentista que le puso el diente de oro a la gloria local por antonomasia, el locutor franquista Matías Prats, o incluso, como hace el apulgarado cronista oficial del pueblo, aunar en un solo texto la exaltación de dos sublimes ranciedades como son la Legión y la Tuna, pero desde luego si las autoridades supuestamente de izquierdas y no menos supuestamente responsables de los contenidos de esa revista permiten la ruptura de la normalidad expositiva en la misma con la publicación de un par de discursos claramente incluíbles en el reaccionarismo político-social más repugnante de medios como Intereconomía, igual deberían hacérselo mirar..

A ver cuánto tardan en contratarlo como columnista los de LA COZ DE CÓRDOBA

viernes, 9 de septiembre de 2016

I Guerra Civil entre medios cristofachas cordobeses

Cuentan las crónicas de Salmorejistán-Fachiland que en el año 2016 se desencadenó una violentísima guerra entre los pioneros del estado neo-nacionalcatólico que hoy, cien años después, disfrutamos, que estuvo a punto de desbaratar los titánicos esfuerzos finales que tuvo que usar la Yihad Cabildo-Cofrade, comandados por el báculo erecto del obispo Demetrio, para desalojar definitivamente del poder municipal a los rojos –y en los últimos tiempos a los que por entonces se llamaron perroflautas- que desde el año 1979 y con escasos huecos que pudo ocupar la Córdoba Auténtica de las JONS y de Palio, venían usurpándolo.

Es posible que dentro de esos cien años los cronistas de la de Rancias Caspas y Bellas Tretas así lo cuenten, pero mientras tanto y como protagonistas de primera mano de los inicios de esa guerra que somos, podemos analizar los primeros movimientos de tropas y las características de algunos de sus cuerpos de ejército.

El origen del conflicto está en la pérdida de confianza por parte de la derecha sacristana cordobesa en su medio tradicional de cabecera, el Acorazado ABC, y mira que el Acorazado, como decía ayer, cuenta con plantilla cristofacha pa echarle, literalmente, a los marranos. Pero sobre todo en el hecho de que su edición digital no pueda competir con la abrumadora ocupación de la red de CORDÓPOLIS, un medio con aire progresista, pero que por su situación de dependencia de la publicidad del comercio y de las instituciones locales tampoco es que pueda pasarse por la izquierda ni un gramo, que, en esta ciudad de dueños tan reaccionarios, te lo pesan y te lo cobran sin piedad. Pero a Monse Deme, el del Báculo Erecto, el ínclito, bocazas y ultrarreaccionario obispo de la ciudad, muñidor de la idea desencadenante del conflicto, siempre le pareció poco. Impulsor de la Yihad Narcocofrade y de la Cruzada Medieval Antigay, es responsable de instalar en las altas cúpulas de las cofradías en los últimos tiempos un elenco de siniestros sujetos que podrían volver a firmar el nombramiento de Mussolini o de Queipo de Llano como hermanos mayores de cualquier hermandad como ocurriera en los cuarenta, que a su vez son responsables de que últimamente los costaleros que menean los aparadores se elijan entre lo más selecto de la juventud arribaespaña y lleven tirilla rojigualda en el borde del condón de tela ese que usan en la cabeza. Como coroneles de batallones cofrades listos para entrar en batalla a una orden suya contra el laicismo y el progresismo rampantes. Ya hemos visto recientemente su capacidad eléctrica de obediencia con el tema de los gays.

Por otro lado el sector del Partido Podrido local más sacristánico o más hipócritón de la ciudad, perdido el gobierno municipal y consumidos por la rabia, el odio y la envidia, ha comenzado a cobijarse bajo el báculo de Monse Deme a la vista de las divisiones cofrades –y no cofrades- que el pintoresco discurso cruzado del obispo es capaz de movilizar con sólo ereccionarlos, el báculo y el discurso. Votos, votos. En el fondo sirven a los mismos intereses, a los del dinero y a los del Poder, a los dueños seculares de la ciudad, esa doble aristocracia de sangre, una la que corre por las venas de unos pocos desde 1236 o uno, dos, tres o cuatro siglos después, y otra la que la adquirió con la derramada por los demócratas a los que sus mayores fusilaron en las tapias de los cementerios en otro 36 mucho más cercano.

Ese PP hace años que le declaró la guerra a Cordópolis e intentó por todos los medios privarla de cuanta publicidad de su mano dependiera. Y desde luego, ha comprendido que buena parte de su electorado se está radicalizando a pasos agigantados: siempre pescó, junto con el PSoE y, en el caso especial de esta ciudad, incluso con una parte del Partido Comunista, en el caldero del subliminal franquismo sociológico que se traspasa de padres a hijos y que sustrata a la mayoría de la población española, y que en los últimos tiempos está desarrollando un odio visceral al laicismo, al racionalismo y a la Ilustración que dan verdadero miedo, acicatado por el descrédito de los políticos y el ambiente crispado que se vive en las redes sociales.

Fuentes bien informadas han regalado a SUPERSTICIONES la información principal. ¿Quién convenció a quién, el PPiolo Nieto a Monde Deme o éste a aquél. Da igual, el caso es que hicieron cuentas y se repartieron gastos. El Cabildo (que subvencionamos todos) pondría el 40% de la pasta y el PP, o sea sus mecenas, otro 40%, fundamentalmente recolectados por la periodista y hostelera jerezana y con poder sombrío en los negocios municipales recientes, Paula Badanelli, que es quien realmente parte el bacalao en la publicación. El 20% restante podría salir de la publicidad o de otras fuentes más o menos secretas. Sólo hacía falta buscar a un periodista que diera la cara. Y nada mejor que sacramentar a un traidor. Eso confiere fidelidad.

El caso es que encargaron a un profesional de perfil epiceno, con cierto nombre en los medios locales, con algún que otro premio que la beneficencia corporativista reparte con caritativa generosidad, para que pusiera en pie el Cordópolis cristofacha. Eligieron nombre usurpándolo canallamente a la más clara tradición del periodismo republicano y antifranquista: LA VOZ DE CÓRDOBA. Ayer expliqué por qué.

Hoy ya hemos comprobado las hechuras del nuevo engendro: un diseño hiperconservador dadas las últimas tendencias, tres o cuatro periodistas bisoños, alguna de las cuales igual tiene que borrar comentarios antiguos en las redes, tres o cuatro curas, tres hiperempalagosas catequistas, varios empresarios del ramo hostelero –esos angelitos del 2 € la cama hecha- aficionados a excretar sus opiniones antisocialdemócratas donde los dejen, un correoso dealer de cofradeína que parece que se alimenta de flecos de bellota (hasta pa engordar es exquisito)…

Muy mal. Tienen que perseverar en promover la traición. ¡Coño, que tenéis pasta! Se echan de menos velocirraptores cofrades, aparte del propio director, o psicolokillers como el lusssentino Mario Flores, el de las fosas nasales como las Marianas; émulos locales de Antonio Burgos o de Fedeguico, el Pequeño Talibán de Sacristía, o de Alfonso Ussía. Difícil lo van a tener con émulos del coñólogo católico e ineveterado devorador de Tigretones en su adolescencia, Juan Manuel de Prada…Tendrán que echar mano a medios más… softs… como la Hojilla Parroquial y contratar al juntaletras Díaz Villaseñor y sus indigestas morcillas ranciofachas de la sierra, al top supermodel y denunciador de la cruzada feminazi, el coching fantástico Pakito Dancausa… Ideas que les brindamos…

Jesús Cabrera, testaferro direccional de la Badanelli, es un plumilla que ha bogado por muchos charcos locales. Redacta columnas de cualquier tema con corrección. Punto. Pero portentoso cerífago, ha excretado memorables pregones cofrades tan delirantemente churriguerescos que hasta sus correligionarios sectarios los han tildado de excesivamente teresianistas, cualquiera sea la cosa que signifique semejante exabrupto en bocas y orejas tan acostumbradas a la retórica huera, hueca y clueca de semejantes obras declamatorias. Las malas lenguas dicen que cuando pasaba una mala racha profesional en uno de los diarios locales en los que pastó, fue amorosamente acogido en el Acorazado ABC por su hermano de fe y plato de cera, Luisito Miranda, el Cofrade Rencoroso, que le concedió un púlpito desde el que seguir redactando con corrección sus hueras, huecas y cluecas inanidades. Pero lo que los une de verdad es el negocio de la cofradeína, de la que los dos son unos honrados dealers, de los que la pasan sin cortar, en cualquier esquina que se pongan y que por fin la compartían con sana camaradería.

La traición se consumó hace poco. El propio Miranda, El Mirindas nos dicen que lo llaman en la redacción del Acorazado, lo proclamaba ayer mismo en su twitter.

Tratándose de traficantes de alcaloides no sabe uno cómo tomarse semejante (in)directa al mentón del que fuera amigo y deudo, si como una autolamida de herida de bestia idem o como una amenaza en la mejor tradición mafiosa…

Lo que más le ha dolido al ABC esta mañana, día de la inauguración, la fecha emblemática del 8 de septiempre, festividad de la Fuensanta, ídolo católico símbolo del irredentismo cristofacha local frente a la potencia del símbolo de la festividad sin atributos confesionales, EL CAIMÁN, es que haya sido el propio Obispo el que publicite directamente en su cuenta de twitter la nueva publicación bajo sus incensados cojones incubada.

Y más, mucho más aún, el ABC y Mirandita no le perdonan a LA VOZ DE CÓRDOBA y a Cabrera, que, como ofrenda de inauguración, el obispo, dueño en más de un tercio del negocio, les pasara en exclusiva la noticia de la casi terminación del Nuevo Centro de Interpretación de la Mezquita (antes mezquita) que contempla el traslado al interior del Obispado de las taquillas y la primicia de que la Junta de Andalucía (diáloguœ, mucho diáloguœ, como Rosa dá Grima recomienda siempre) se bajaba por fin las bragas y contemplaba la firma de aceptación del proyecto como segura. Lo que eso significa exactamente es que la Junta de Andalucía, concede marrana y definitivamente a la Iglesia el monopolio oficial de la interpretación del monumento, que afianza aún más el robo a la ciudad que supuso su alevosa inmatriculación, pero sobre todo la comodidad de que los 15.000.000 € anuales libres de impuestos (sólo admiten cash…) procedentes del ordeño de los turistas ya no necesitará cruzar la calle para acabar en los bolsillos de los reverendísmos canónigos.

Desde SUPERSTICIONES, este medio visceralmente anticlerical, deseamos a la nueva publicación un estupendo y sonoro batacazo, más allá de la pérdida de diversión que para nosotros supondría privarnos de sus ranciofacts caspocofrades y exquisitas facholidades que tanto nos alegran las mañanas de este triste mundo.

martes, 6 de septiembre de 2016

LA COZ DE CÓRDOBA

Parece difícil de creer, pero es totalmente cierto. Hay gente en esta ciudad que empieza a considerar al Acorazado ABC como un nido de rojos… o cuanto menos que no representa los intereses políticos, ideológicos y kulturrales de la ultrarrancia derecha local. Hombre, es cierto que algunos de los columnistas fachas que escriben en el matutino monárquico-católico local no fachean con mucha convicción; no son, digamos, pata negra reaccionaria de correajes y pluma al cinto o no pertenecen al elenco de los mejores dealers de cofradeína sin cortar al oeste del Pedroches como otros, sino sólo fachas de saloncito de té. Por ejemplo el novelista histérico-histórico de Cabra; o el melifluo ese calvo y con perilla; o el tipo medio vejete con cara de cigarrón; o la muchacha nueva esa ultraliberal que ha roto con el proverbial testosteronismo del puente artillero. Son fachas, como diría El Taliban de Sacristía, Fedeguico, blandiblús. E incluso parece que hay alguno que podría ganarse aquella consideración, la de nada de nada pero que nada representante de los intereses del cristofachismo cordobés. Y también los hay que atienden sólo a la ideología del que soy de quien me pague los colegios privados de los niños o las copas, como los Rafalitos, el graciosete y el aironic.

Pero, vamos que el resto de la batracia plantilla columnaria abecedaria nada a gustísimo en la charca del reaccionarismo más carpetovetónico o son miembros de la Santa Comunión Tradicionalista Cofrade y de las JONS, esos hombretones de pelo en pecho que organizan tertulias para hablar arrobados de tirabordás, miriñaques de encaje fino y enaguas de blanca holanda de sus muñecas. Ahí es nada el psicolokiller de Lusssena; el orondo carnero cofrade insultador de caimanes; el Niño de las Mirindas, a quien nunca perdonaré aquel chiste de correoso muelas podridas de La Moriscada o que llamara cretinos a mis adolescentes sobrinos por vestirse de brujas en Jalogüin; el profe de literatura roepalillos que prefería que el rey santo hubiera destruido la Mezquita pa que asín no hubiera peleas… O el portentoso cerífago de los teresianistas pregones narcocofrades, maestro de la huera retórica contrarreformista, que será además el que dirija la nueva nave. O sea, unos fachas (1) medulares.

Sí, queridos, la derecha más rancia cordobesa, la derecha sacristana, la de caspa e incienso, como la llamara el gran Félix Bayón, está a punto de botar una nueva nave, no sabemos aún si destructor, buque torpedero o cañonera, pero que, desde luego, es de guerra no hay la menor duda, que contrarreste la falta de nervio agresivo del otrora potente Acorazado ABC.

Hay quien sospecha maliciosamente que se trata de una sutil y roedora maniobra de desembarco motivada por el próximo hundimiento de su redacción cordobesa que ha provocado que los principales artilleros de puente se estén aprestando a abandonarlo ayudándose de su erizado rabo por las embetunadas maromas. Pudiera ser, no digo que no. Penica dan esas familias que se quedarán sin pan.

El caso es que nace una nueva publicación profesional digital en Córdoba. Por lo que sé se trata de una versión de la ya asentada Cordópolis, virada en cristofacha radikal. Desde ella cañonearán inmisericordemente cualquier movimiento por inocente que sea de un gobierno municipal que no les gusta. No por nada, que no es nada personal, sino porque sienten les pertenece por derecho de conquista. Pa eso sus mayores fusilaron al último alcalde legítimamente elegido y a los cuatro mil cordobeses más que les sobraban para consumar su inmenso amor por Córdoba, nombraron Hermano Mayor de las Angustias al mismísimo Mussolini e impusieron el nacionalcatolicismo obligatorio hasta prácticamente hoy mismo. Pero no para que lo administren unos infieles e igualitaristas, sino personas de orden y caracolillos pescueceros engominados.

Han tenido la suprema desvergüenza de usurpar un nombre sólo para cuya pronunciación deberían lavarse la boca con jabón de sosa. LA VOZ DE CÓRDOBA es el nombre de un periódico republicano, de ideología republicana-radical, que fue incautado por los fascistas el mismo 18 de julio y su director y su mano derecha el poeta Alvariño, fusilados días después, convertido en Azul, el órgano de Falange y luego en la infecta publicación que con el nombre de CÓRDOBA sufrieron los cordobeses hasta la Transacción y que es el origen de la actual Hojilla Parroquial, también conocida como DIARIO CÓRDOBA. En 1981 las fuerzas antifranquistas locales fundan otro periódico para contrarrestar el monopolio del heredero del Movimiento y le ponen en honor de aquel diario asesinado el mismo nombre. Cuatro años después el PSOE, en una oscura maniobra que alguna vez alguien con conocimiento debería contar a las claras, temiendo con razón que se constituyera en un obstáculo desde su izquierda para sus planes de convertirse en la cabeza de un régimen nacionalfolklórico en Andalucía, consiguió que la Hojilla Parroquial, el CÓRDOBA, lo absorbiera y se deshiciera de los periodistas más peligrosos para sus intereses. Por eso la insidia y la vesania de publicitarlo con ese RECUPERA TU VOZ resulta especialmente cabronesca. Más bien deberían poner RECUPERA TU FLECHAS Y PELAYOS.

La segunda desvergüenza ha sido usurpar un lema de la izquierda que ellos llaman antisistema. Así en la publicidad que acaban de diseñar preguntan ¿Crees que OTRA CÓRDOBA ES POSIBLE? Los rojos alternativistas y antisistema deberían aprender que la derecha es ladrona por pura genética y que deberían patentar sus lemas, muletillas, coreados y otras formas paraliterarias de hacer la revolución, para evitar que la panda de chorizos contra los que luchan encima se los roben.

El capitán del buque de guerra será el acreditado periodista angelotesólogo y angelitólogo Jesús Cabrera. No he conseguido afinar las fuentes de financiación, que por supuesto no se limitarán a las subvenciones institucionales o a la publicidad. Como su posible modelo TV13 les lloverá la pasta de los beneficiarios de sus cañonazos contra la racionalidad democrática. De todas formas parece seguro que detrás está la Asociación de Hermandades y Cofradías, que últimamente hemos comprobado en qué nivel de reaccionarismo se mueven sus élites y el número de ultraderechistas que mueven acompasadamente sus pasos y por supuesto el cabildo catedralicio a cuya cabeza, y menuda tiene, se encuentra el gayólogo e inquisidor azote de arrianos Monse Deme el del Báculo Erecto . Hay quien sospecha además que también soltará pasta la Asociación de Amigos del Concilio de Trento.

La fecha de la inauguración tampoco deja dudas: 8 de septiembre, Festividad de Nuestra Señora de la Fuensanta y símbolo virginal de la pírrica victoria con la que durante tres años se alzaron la fuerzas reaccionarias caspocofrades sobre la terrible Bestia-Caimán de los ecocomunistas y perroflautas que pretendía usurparle intolerablemente el protagonismo de la fiesta y relegarla al ámbito estricto de los locales católicos. Una batalla que han vuelto a perder este año.

Es por eso que igual tendrían que haberla llamado LA COZ DE CÓRDOBA o mejor aún, EL VOX DE CÓRDOBA. No sé quienes serán sus demás artilleros, pero me los imagino. Sea como sea, la publicación, el pictolín de menta que nos ofertan en la publicidad, nos proporcionará muchas tardes de gloria a los degustadores de las ranciofactadas pornocofrades de esta ciudad. ¡Hala, a disfrutálo!

http://www.lavozdecordoba.es/

(1) La medida para considerar a alguien facha está en su situación más a la derecha que gente tan de derechas como Susana Díaz, Fernández Vara o García Page.

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jueves, 7 de julio de 2016

LA RECONQUISTA DE LA MEZQUITA DE CÓRDOBA



TRADUCCIÓN DEL ARTÍCULO DEL HISPANISTA NORTEAMERICANO ERIC CALDERWOOD PUBLICADO EN LA REVISTA FOREIGN POLICY EL AÑO PASADO SOBRE LA PROBLEMÁTICA DE LA MEZQUITA-CATEDRAL DE CÓRDOBA. Nada nuevo para los que llevamos años con el tema, pero muy interesante para apreciar cómo ven el problema los especialistas extranjeros. Calderwood consigue centrar, desde mi punto de vista, perfectamente el problema en sus diversas vertientes, aunque considero que concede demasiado peso en el debate a los musulmanes tanto a los que viven en España, como a los poderes políticos y económicos de países de mayoría islámica.

* * *

ERIC CALDERWOOD | APRIL 10, 2015

La mezquita más famosa de España se encuentra en el centro de una disputa entre activistas que buscan preservar su herencia musulmana y la Iglesia Católica, que la ha reclamado como propia. El resultado podría determinar el futuro del Islam en Europa. CÓRDOBA, España - Durante unas pocas semanas el otoño pasado, la Mezquita de Córdoba, el sitio de herencia islámica más importante de Europa, desapareció del mapa.

O, al menos, de Google Maps. Si a un turista hubiera buscado en Google la dirección de la mezquita a mediados de noviembre, él o ella solo habría encontrado una referencia a la Catedral de Córdoba, el edificio de culto católico que se encuentra dentro de los antiguos muros de la mezquita.

La desaparición de la mezquita más famosa de España (y también una de sus principales atracciones turísticas) generó una protesta pública. Los españoles inundaron el editor de Google Maps con correos electrónicos indignados, y un grupo de ciudadanos activistas en Córdoba lanzó una petición en línea exigiendo que Google Maps devolviera la palabra "mezquita" al nombre del monumento. En la petición se acusaba al obispo de Córdoba de una "apropiación simbólica" del monumento, y advirtió que el cambio del nombre del monumento "borra, de una plumazo una parte fundamental de su historia". La petición recibió más de 55,000 firmas en menos de tres días. El 25 de noviembre, Google reinstaló la mezquita, bajo el nombre oficial que ha estado en uso desde principios de la década de 1980: la "Mezquita-Catedral de Córdoba".

Sin embargo, lo que provocó el incidente sigue envuelto en misterio: la Iglesia Católica ha negado cualquier participación; Google, en una declaración al principal periódico español, El País, simplemente dijo que su información del mapa "proviene de fuentes muy diversas". Pero en la breve e inexplicada desaparición de la mezquita, muchos españoles vieron un indicio de algo más siniestro: un esfuerzo continuo para borre cualquier rastro de herencia islámica de un edificio que una vez fue el corazón intelectual y espiritual de la isla musulmana de Iberia.

En el siglo X, Córdoba era la ciudad más espectacular de Europa y quizás del mundo entero. La ciudad contaba con calles pavimentadas y bien iluminadas, agua corriente, miles de tiendas y una gran cantidad de librerías y bibliotecas, incluida la biblioteca del califa, que contenía unos 400,000 libros. La joya de la corona de Córdoba fue la colosal mezquita encargada por 'Abd al-Rahman I en el año 785 A.D. y ampliada por sus sucesores de la dinastía omeya que gobernó Córdoba. Para el año 929, los omeyas habían reclamado para sí la dignidad del califato, en un intento por convertir su capital, Córdoba, en el centro de todo el mundo musulmán.

La Mezquita de Córdoba fue el símbolo del poder omeya y también el centro de la vida intelectual de la ciudad. Lo suficientemente grande como para albergar a 40,000 personas, la mezquita sirvió como el principal espacio de oración de la ciudad y también de universidad, adonde la elite intelectual del mundo islámico occidental fue a estudiar. El edificio fue tan respetado que cuando Córdoba sucumbió a las fuerzas de Fernando III en 1236, sus nuevos gobernantes cristianos transformaron la mezquita en catedral, conservando su nicho de oración (orientado hacia La Meca) y sus célebres arcos de herradura en rojo y blanco.

En su apogeo, la Mezquita de Córdoba fue la encarnación de los logros culturales de al-Andalus, el nombre árabe de la Iberia musulmana medieval. Hoy, la estructura híbrida— una catedral dentro de una mezquita— ha llegado a encapsular un ideal diferente: el edificio evoca un pasado supuestamente armonioso, cuando musulmanes, cristianos y judíos convivían en paz, una idea que los españoles denominan convivencia, o "coexistencia".

Pero la convivencia parece cada vez más inestable en la España actual. A pesar de su pasado musulmán, el país alberga actualmente algunos de los niveles más altos de sentimiento antiislamista en Occidente: en 2013, el 65 por ciento de los españoles encuestados por la Fundación Bertelsmann coincidieron con la afirmación de que "el Islam no es compatible con Occidente". mundo, "en comparación con el 55 por ciento en Francia y el 45 por ciento en Gran Bretaña.

Al mismo tiempo, España busca lanzarse como líder en la conversación en curso sobre la relación cada vez más problemática de Europa con el Islam, basada en parte en la reputación histórica de tolerancia religiosa de Córdoba y Andalucía. El país está tratando de posicionarse como un símbolo internacional de armonía interreligiosa y un importante destino para el turismo y los negocios musulmanes.

En el centro de estas fuerzas se encuentra la Mezquita de Córdoba, que se ha convertido en un punto focal en los debates cada vez más feroces sobre cómo el pasado islámico de España debe conformar su presente y su futuro.

La breve desaparición de la mezquita de Google Maps en noviembre es solo un capítulo en una disputa en evolución sobre el nombre y el significado del monumento. Desde 2006, el Cabildo de la Catedral de Córdoba, la rama de la Iglesia Católica que administra el sitio, ha borrado lentamente la palabra "mezquita" del título del monumento y de las publicaciones impresas y en línea sobre el sitio, donde ahora se llama oficialmente la "Catedral de Córdoba".

La iglesia también ha revisado la literatura turística del sitio para enfatizar su identidad cristiana. El folleto turístico oficial de 1981 ensalzó la estructura como "el principal monumento del Occidente islámico" y lo llamó el epítome del "estilo hispano-musulmán en su mayor esplendor". Sin embargo, a mediados de la década de 2000, la iglesia sacó un nuevo folleto en cuya introducción no se menciona el pasado islámico del monumento y, en cambio, establece que el edificio "fue consagrado como la Iglesia madre de la Diócesis en el año 1236." El folleto continúa: "En este bello y grandioso templo, desde entonces y sin faltar un solo día, el Cabildo celebra el culto solemne y la comunidad cristiana se reúne para celebrar la palabra de Dios y participar en los Sacramentos". La introducción concluye pidiendo al visitante de la Catedral" que sea respetuoso con la identidad de este templo cristiano. El período de gobierno musulmán se relega a una barra lateral, titulada" La intervención musulmana ".

De hecho, el nuevo folleto pretende convencer al visitante de que el edificio era cristiano antes de que fuera musulmán, y que los cinco siglos de gobierno musulmán fueron solo un paréntesis en la larga historia de Córdoba como ciudad cristiana. La arqueología juega un papel importante en esta narrativa. La iglesia ha financiado excavaciones en un intento de documentar la existencia de una iglesia visigoda, la Basílica de San Vicente, debajo de la parte más antigua de la mezquita. "Es un hecho histórico", declara el folleto, "que la Basílica de San Vicente fue expropiada y destruida para construir sobre ella la mezquita posterior en el período islámico". Hoy, cuando visita el monumento, lo primero que encuentra es un agujero cubierto de vidrio en el piso, a través del cual puede observar mosaicos excavados, que una placa cercana atribuye a la Basílica de San Vicente. Sin embargo, la reconstrucción arqueológica de la iglesia es, en el mejor de los casos, especulativa. La historiadora de arte Susana Calvo Capilla, especialista líder en la historia del edificio, argumentó en una conferencia pública en Córdoba en octubre que los hallazgos arqueológicos no proporcinan ninguna evidencia clara de una iglesia existente en el sitio donde se construyó la mezquita en el octavo siglo.

El asalto de la iglesia al nombre del monumento y la herencia musulmana engendraron una protesta local en Córdoba, pero no se convirtió en una causa nacional e internacional célebre hasta el año pasado. La renovada atención se debió en gran parte a la intervención de un grupo de activistas ciudadanos que se autodenominan la "Plataforma para la Mezquita-Catedral de Córdoba". El grupo lanzó una petición en línea a principios de 2014, exigiendo que la palabra "mezquita" fuera restaurada en el nombre oficial del monumento y pidiendo que el edificio fuera administrado por una autoridad pública, en lugar de por la Iglesia Católica. La petición ahora cuenta con casi 400,000 firmantes, incluyendo luminarias culturales como el arquitecto británico Norman Foster y el escritor español Juan Goytisolo. Además, las actividades de la plataforma han atraído la atención de muchos medios de comunicación internacionales, incluidos la BBC y Al Jazeera. En diciembre de 2014, la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO), que representa a 52 estados miembros, emitió un comunicado condenando el cambio de nombre, calificándolo como "un intento de borrar los hitos de la historia islámica en Andalucía y una provocación para los musulmanes de todo el mundo, especialmente los musulmanes de España ".

Para los miembros de la plataforma, la Mezquita-Catedral es más que un lugar. Es "un paradigma universal de concordia entre culturas", en palabras de su reclamación. "La idea fundamental del paradigma de Córdoba es recuperar la gloria histórica de lo que Córdoba representó en los siglos IX y X", dijo su portavoz, Miguel Santiago, para preservarla como un "faro interreligioso" para musulmanes, católicos, judíos y todas las religiones igual.

* * *

Los historiadores de hoy están divididos sobre si la Córdoba omeya era o no un lugar de tolerancia excepcional. Los eruditos que intentan desinflar su reputación como modelo de armonía interreligiosa apuntan a casos como los "mártires de Córdoba", cristianos que fueron ejecutados en la ciudad en el siglo IX por insultar públicamente al Islam. Muchos historiadores también señalan que es anacrónico utilizar el concepto moderno de "tolerancia" para describir las relaciones sociales en el pasado medieval.

Sin embargo, ciertamente hay casos convincentes de vida interreligiosa del período musulmán de España. Aquellos que quieren celebrar al-Andalus como un paraíso multicultural exaltan figuras como Hasdai ibn Shaprut, un judío cordobés del siglo X que desempeñó cargos como asesor personal, médico y diplomático para el califa 'Abd al-Rahman III (que gobernó desde 912 a 961). Hasdai también fue el mecenas del escritor judío Dunash ben Labrat, cuya adaptación de la métrica y los temas de la poesía árabe al hebreo condujo a una edad de oro en la poesía hebrea. Dunash exhortó a sus compañeros judíos andaluces a "dejar que las Escrituras sean su Edén y los libros de los árabes su arboleda paradisíaca".

La verdad, sin embargo, es que basamos nuestras afirmaciones sobre las relaciones interreligiosas en un archivo fragmentado de la Córdoba islámica que nos brinda solo fugaces vislumbres de cómo fue realmente la vida cotidiana en la ciudad. La forma en que entrelacemos esos fragmentos en historias coherentes sobre el pasado depende tanto del archivo histórico como de las esperanzas, deseos e ideales que proyectamos en el pasado. Ya sea que Hasdai y Dunash sean o no casos ilustrativos de la cultura medieval cordobesa o de valores atípicos, sus vidas continúan hablándonos precisamente porque proporcionan un contrapeso a nuestro mundo, con sus innumerables conflictos entre musulmanes, judíos y cristianos. Al final, las afirmaciones sobre la tolerancia de la Córdoba islámica nos dicen más sobre nuestro momento actual que sobre el pasado medieval.

La idea de una Córdoba una vez multicultural y tolerante se ha vuelto aún más poderosa en la era posterior al 11S, cuando a menudo ha servido como un correctivo para la mentalidad de "choque de civilizaciones" que suscribió la "guerra contra el terror" de la era Bush. "El presidente de EE. UU., Barack Obama, evocó la “orgullosa tradición de tolerancia" de Córdoba en su famoso discurso de 2009 en El Cairo. Jugando con este mismo tema de tolerancia, el líder musulmán que estuvo detrás de la controvertida "Mezquita de la Zona Cero" en Nueva York, el imán Feisal Abdul Rauf, llamó al propuesto centro cultural islámico "Casa Córdoba". El nombre, escribió en su libro “Moving the Mountain”, estaba destinado a recordar un lugar y una época en los que "judíos, cristianos y musulmanes vivían en lo que entonces era la sociedad más iluminada, pluralista y tolerante de la tierra".

La idea de la tolerancia de Córdoba se ha convertido en la base de una potente estrategia de marketing para la antigua capital del califato. Al mismo tiempo que la identidad islámica de la Mezquita-Catedral está bajo amenaza, los líderes comerciales y culturales en Córdoba están trabajando para posicionar a la ciudad como un destino principal para el turismo musulmán y como el principal productor europeo de alimentos y servicios halal. Según un informe publicado por Thomson Reuters y la consultora Dinar Standard en diciembre, el mercado musulmán global gastó 140 mil millones de dólares en viajes en 2013, representando el 11.5 por ciento de los gastos mundiales de viaje, y $ 1.3 billones en alimentos, o sea el 17.7 por ciento de los gastos globales. Con la creciente competencia internacional por una parte de lo que el informe llama "el mercado de estilo de vida musulmán global", Córdoba y Granada, dos de las ciudades más emblemáticas de al-Andalus, se están posicionando para liderar la carga española en este nuevo mercado. El gobierno de la ciudad de Córdoba se ha asociado con varias organizaciones musulmanas españolas para proponer la creación de un "grupo" halal en Córdoba que, según dicen, albergará hasta 1.300 empresas dedicadas a la comida y servicio halal en una región donde la tasa de desempleo alrededor del 34 por ciento.

Cuando el Instituto Halal, que certifica alimentos y productos halal en España, anunció el proyecto "Córdoba Halal" en su sitio web a fines de 2014, sugería que el pasado multicultural de Córdoba convertía a la ciudad en el hogar lógico de la iniciativa: "En el imaginario colectivo de los musulmanes, Córdoba es un punto de referencia histórico de la civilización islámica en Occidente, y, por lo tanto, lo que buscamos cuando visitamos esta ciudad es encontrar un lugar que conlleve valores como la concordia, el respeto mutuo, la libertad religiosa y la diversidad ".

La marca Córdoba también ha creado un espacio para agencias de viajes españolas que se centran exclusivamente en el turismo musulmán en España. La mayoría de los clientes de la agencia con sede en Madrid Nur y Duha provienen del sudeste asiático o de los países del Golfo, según afirmó Flora Sáez, directora de la agencia y española convertida al Islam. Para sus clientes, dijo Sáez, Córdoba es "un mito", que simboliza "el pasado, el esplendor perdido". "Hemos visto llorar a más de nuestros clientes por la emoción de visitar la Mezquita de Córdoba".

Andalucian Routes, otra agencia de turismo, trabaja principalmente con grupos de jóvenes musulmanes de países occidentales. El director de la agencia, Tariq Mahmood, nació en Pakistán y creció en Birmingham, Inglaterra. Primero viajó a España cuando era adolescente en un viaje por carretera con amigos. En ese momento, dice, estaba experimentando una "crisis de identidad" porque no se sentía aceptado en la sociedad británica. Visitar los sitios del patrimonio islámico de España le dio "el eslabón perdido para mi identidad asiático-musulmana-islámica y mi identidad occidental". Cree que viajar a España puede ayudar a los jóvenes musulmanes europeos a ver que "no hay contradicción" entre ser musulmán y ser europeo.

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Los estudiosos y los periodistas han tendido a ver la presencia de los musulmanes en Europa como un fenómeno de posguerra, relacionado con la migración de antiguos sujetos coloniales a metrópolis como París y Londres. España también ha visto estos cambios demográficos: según el censo más reciente de la población musulmana de España, actualmente hay 1.858.409 musulmanes viviendo en España, y de ellos, casi 800.000 son ciudadanos marroquíes. La mayoría de los marroquíes en España provienen de las regiones del norte de Marruecos, que formaron parte del protectorado español en Marruecos desde 1912 hasta 1956.

Lo que distingue a los musulmanes españoles no son los datos demográficos sino el discurso. Los musulmanes franceses a menudo son considerados como un nuevo desafío a los viejos valores republicanos y, en particular, a la idea de laicidad (secularismo). Los musulmanes españoles, por el contrario, pueden recurrir al pasado musulmán del país para imaginarse a sí mismos como partes esenciales de la identidad española, más que como adiciones incómodas.

Un aumento reciente en la islamofobia española, sin embargo, ha desafiado los esfuerzos de los musulmanes españoles para verse a sí mismos como parte del tejido social de su país. Los políticos de la derecha española han creado alarmismo sobre la inminente "reconquista" musulmana de España: en una conferencia de prensa celebrada en Córdoba en noviembre, Santiago Abascal, el fogoso líder de un partido político populista de extrema derecha español llamado VOX, acusó a la plataforma —el grupo que solicita restaurar la palabra "mezquita" al nombre del moumento— de lanzar "una cuerda de apoyo al jihadismo". También advirtió que "Córdoba, Granada y al-Andalus ... están en la mira y la ideología del Islam más radical."

En el período previo a las elecciones andaluzas del 22 de marzo, VOX produjo un incendiario video de YouTube sobre la Mezquita-Catedral. En un noticiero falso de marzo de 2018, el presentador de noticias anuncia que el gobierno de Andalucía ha "expropiado" el monumento de la Iglesia y que "la mezquita de Córdoba se reservará, de ahora en adelante, para la oración musulmana” a una reportera falsa en Córdoba, una mujer vestida con un pañuelo en la cabeza, que informa que más de 20 países musulmanes han enviado delegaciones para felicitar al gobierno andaluz por su decisión, siendo la delegación myor la procedente de Irán. Concluye estimando que más de 2 millones de musulmanes planean mudarse a Córdoba para "reconectar con su pasado y su cultura". El video se corta en negro, y luego aparece el siguiente texto: "¿Quieres un futuro así? Aún podemos cambiarlo. VOX".

El video obtuvo más de 300.000 visitas en menos de una semana, y fue la comidilla de la ciudad de Córdoba. La respuesta masiva al video de VOX no se tradujo en votos; en las elecciones de marzo, VOX solo recibió el 0,33 por ciento del voto de la ciudad. Pero el provocativo video es, sin embargo, un duro recordatorio del telón de fondo islamofóbico contra el cual se desarrolla el debate de la Mezquita-Catedral.

Primero hablé con Santiago, el portavoz de la "Plataforma para la Mezquita-Catedral de Córdoba" el 8 de enero, un día después de los ataques de Charlie Hebdo. Los eventos en París ensombrecieron nuestra conversación. Santiago presentó la mezquita-catedral, con su arquitectura híbrida y orígenes, como un antídoto contra la ideología extremista que está detrás del ataque que galvanizó a París. El edificio, dijo, es "un espejo universal para decirle al mundo que la vida intercultural es posible, que la vida interreligiosa es posible porque los humanos estamos mezclados". Antonio Manuel Rodríguez, otra voz prominente en la plataforma, llamó a la tradición de tolerancia de Córdoba "herramienta social extraordinariamente útil" frente a la relación cada vez más tensa de Europa con el Islam.

Los miembros de la plataforma no están solos en ver el debate sobre la Mezquita-Catedral como un punto importante en el debate más amplio sobre la vida intercultural en la Europa contemporánea. Cuando El País organizó un homenaje a las víctimas de los ataques de Charlie Hebdo, el director de un periódico, Juan Luis Cebrián, pronunció un discurso en el que criticó al obispo de Córdoba por eliminar la palabra "mezquita" del nombre de la mezquita-catedral. En el mismo discurso, Cebrián acusó al obispo de "agredir" a los musulmanes españoles y de provocar "actitudes de odio y fundamentalismo". Guillermo Altares, redactor de El País, escribió unas semanas más tarde que Córdoba "está perdiendo la oportunidad de convertirse un polo de diálogo entre las religiones en un momento en que eso es más necesario que nunca ".

Cualesquiera que sean las repercusiones internacionales de la controversia, los musulmanes en España ya sienten sus efectos. Todos los musulmanes que entrevisté para este artículo compartieron historias recientes sobre los momentos en que ellos o sus amigos habían sido acosados cuando visitaban la Mezquita-Catedral. Cuando le pregunté a Kamel Mekhelef, presidente de la Asociación de Musulmanes de Córdoba, sobre estas anécdotas, respondió: "No son anécdotas; son realidades ... Hace solo 10 días, vino una pareja de Arabia, un hombre y su esposa. Los llevé a visitar la mezquita. A pesar de que los guardias allí me conocen, en el momento en que entramos, comenzaron a hablar entre ellos con sus walkie-talkies y a seguirnos. Porque tienen esa paranoia de que todo musulmán que ingrese allí va a tratar de orar".

El ex presidente del Consejo Islámico con sede en Córdoba, Mansur Escudero, causó sensación internacional cuando solicitó al Papa Benedicto, en 2006, que convirtiera la Catedral de Córdoba en un espacio ecuménico, abierto tanto para la oración musulmana como para la cristiana. Cuando la petición fue rechazada, Escudero comenzó a realizar sus oraciones del viernes fuera de la Mezquita-Catedral como una protesta contra la decisión de la Iglesia. Escudero murió en 2010, y el Consejo Islámico se retractó de su pedido de uso universal del monumento.

Para Mekhelef, el problema no es si a los musulmanes se les permite orar en la Mezquita-Catedral. Lo que le molesta más es que algunos españoles no musulmanes no quieren ver la historia de la Córdoba islámica como parte de su propia historia. "Hay un intento de falsificar la historia", dijo, y hacer creer a los españoles que la civilización islámica medieval construida allí "es algo extraño para ellos". Y no es así, porque es algo que vino de aquí. Es cordobesa. "Los famosos filósofos y médicos de la época" no eran de Arabia o de Argelia o Marruecos. Eran cordobeses ".

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En junio de 1766, el embajador de Marruecos en España, Ahmad bin al-Mahdi al-Ghazzal, pasó por Córdoba en su camino a Madrid para negociar un tratado de paz entre España y Marruecos. El viaje fue una especie de regreso a casa. En 1492, los antepasados de Ghazzal habían sido expulsados de la Península Ibérica. Al cruzar el Estrecho de Gibraltar, Ghazzal también estaba cruzando el umbral entre el presente y el pasado con el fin de volver a conectar con uno de los mayores períodos de esplendor cultural en la historia islámica. Córdoba y su famosa mezquita fueron la pieza central de la gira nostálgica de Ghazzal. Ghazzal visitó Córdoba más de 500 años después de su conquista cristiana, pero cuando ingresó al monumento más famoso de la ciudad, no vio una catedral. Más bien, vio una época en que Córdoba era el hogar de 70 bibliotecas y de algunos de los principales filósofos, médicos y poetas del mundo.

"Recordamos lo que había sucedido allí durante el tiempo del Islam", escribe Ghazzal. "Todas las ciencias que se estudiaron allí, y todos los versículos del Corán que se recitaron allí, y todas las oraciones que se realizaron allí, y cuántas veces Dios (¡sea exaltado!) Fue reverenciado allí. Y comenzamos a imaginar que las paredes de la mezquita y sus columnas nos saludaban y nos consolaban por la gran tristeza que sentimos, hasta que comenzamos a dirigirnos a los objetos inanimados y abrazar las columnas, una a una, y besar las paredes y las superficies de la mezquita".

Hoy, 1,5 millones de visitantes al año siguen los pasos de Ghazzal a la Mezquita-Catedral de Córdoba, con la esperanza de echar un vistazo a un momento en que la parte más culturalmente avanzada de Europa era musulmana. Saad Bourkadi, un ingeniero marroquí de Rabat, es uno de ellos. Bourkadi ha visitado Córdoba todos los años durante los últimos tres años como miembro de una asociación cultural marroquí que organiza un viaje anual a los sitios del patrimonio islámico de España en Córdoba, Sevilla, Granada y Toledo.

En febrero, Bourkadi me dijo que su grupo no planea visitar Córdoba este año porque tienen miedo de visitar la mezquita. Ha habido un "cambio radical en el tratamiento de los musulmanes", dijo. "Cuando entras a la mezquita, y los guardias ven que eres musulmán", me dijo, "te dicen que la oración está prohibida". Cuando Bourkadi y su grupo visitaron el sitio en el verano de 2014, esperaban ser advertidos de no podían orar Lo que no esperaban era que los guardias los persiguieran estrechamente de una sección a otra, asegurándose de que ni siquiera lo intentaran. Bourkadi dice que el acoso de los guardias a los visitantes musulmanes es tan severo que cree que "quieren asegurarse de que usted sepa que lo están acosando". Observó que su grupo visitaba el monumento junto con un grupo de turistas japoneses, que pudieron caminar y tomar fotos sin supervisión por parte de los guardias. (Un portavoz del Capítulo de la Catedral negó que su organización dé instrucciones especiales a los guardias de seguridad sobre cómo tratar a los visitantes musulmanes).

Y, sin embargo, Córdoba y su mezquita siguen siendo un símbolo importante para Bourkadi y sus compañeros marroquíes, millones de los cuales afirman descender de al-Andalus. De hecho, la constitución marroquí de 2011 consagra al-Andalus como un componente principal de la "identidad nacional" marroquí, que la constitución describe como "el apego del pueblo marroquí a los valores de apertura, moderación, tolerancia y diálogo", en resumen, de convivencia. Fue este espíritu de diálogo intercultural el que condujo a Bourkadi, un ingeniero, a convertirse en un historiador aficionado y entusiasta del pasado islámico de España. "Creo que el estudio de al-Andalus es una forma de crear un terreno común con España", me dijo Bourkadi. "Es un medio para acercar a España y Marruecos".

Pero Bourkadi ya no se siente bienvenido aquí. Y por ahora, no tiene planes de regresar.

Eric Calderwood es Profesor Adjunto de Literatura Comparada, Estudios Árabes, Español y Portugués, y Estudios Medievales en la Universidad de Illinois (Urbana-Champaign). Su investigación se centra en las relaciones culturales entre España y el mundo árabe.

miércoles, 6 de julio de 2016

Un adoquín dorado para el último alcalde republicano de Córdoba

Un pueblo al que su sistema de enseñanza o sus medios de comunicación han seguido escamoteando el sentido, los datos y las responsabilidades de un genocidio cometido con sus padres y abuelos tras el levantamiento del veto informativo que los criminales que lo perpetraron impusieron como su consecuencia durante los años en que gobernaron y saquearon el país a punta de fusil, es un pueblo involuntariamente desalmado. Un pueblo al que se le ha extirpado el alma. Es así, sin alma, como la mayoría de ese pueblo puede sobrellevar sin conciencia el hecho de que ese país al que pertenece, incluido en el cogollito más civilizado del mundo civilizado, ostente las dos infames medallas que lo colocan por encima de los demás en el podio de los sistemas estatales infames: la de plata correspondiente al SEGUNDO PUESTO MUNDIAL en el ranquin de países con mayor número de desparecidos tras Camboya y la de oro como PRIMERO entre los que menos esfuerzo han realizado para que se haga justicia con ellas, tanto en el campo de la restitución de cuerpos a sus familiares como en el de depuración de responsabilidades entre quienes hasta hace muy poco han ostentado cargos políticos e institucionales habiendo sido cómplices del genocidio.

Las causas de este terrible fenómeno ya han sido analizadas por medios diversos, desde libros, a artículos, desde películas a poemas… Y van desde los esfuerzos titánicos por parte de las fuerzas imperialistas europeas y americanas, representadas por la OTAN, por mantener un bastión estratégico tan importante como la península Ibérica, renunciando a vencer a los últimos fascismos europeos, el español y el portugués, poniéndolos a su servicio como policías antiveleidades contratados para evitar sustos revolucionarios como -por ejemplo- los que estuvieron a punto de proporcionarles los iraníes y los italianos en los 50, hasta el establecimiento del país como pista de aterrizaje del capitalismo expansivo comunitario, alemán especialmente, en los 80, mediante la alquimia de convertir al franquismo en demócrata de toda la vida y casarlo con una socialdemocracia prostituta que casualmente pasaba por allí. Pasando por la propia predisposición de los restos del pueblo español -resistente y sobreviviente del franquismo- a la sumisión por falta de cimientos cívicos y democráticos reales. Tras la larga noche de la brutal dictadura, esa entrega se vio acelerada por la contundencia de la artillería keynesiana, que ya había sido ensayada con todo éxito a finales de los 60 en Francia y que acabaría entregando hasta el último bastión resistente al nuevo –y lógico- avatar del Señor: el ultraliberalismo. Con la caída de la irreductible aldea de los mineros de Gales, tras el brutal cerco tatcheriano, se perdió la última esperanza. La falsa clase media, esa clase obrera de las ciudades embelesada –y alienada- por la opulencia prestada, fue su mejor aliada. Desde Helsinki a Tesalónica. Y en España cursó –como condición indispensable- con el olvido de las víctimas del franquismo.

Pero, como afirma el profesor Casanova, España perdió además las tres décadas fundamentales en las que se consolidó la democracia formal en Europa y varias generaciones quedaron fuera del disfrute de los bienes sociales, educativos, culturales y políticos de que disfrutaron las demás y, sobre todo, no se ejercitaron en el juego de responsabilidades sociales y políticas que crearon en los demás estados sociedades maduras. Todas esas carencias explican los déficit democráticos españoles de hoy y desde luego, la corrupción enquistada en las instituciones y a la que la sociedad parece no querer combatir porque la considera natural, parte de su propia idiosincrasia. Es por ello que la tarea de regeneración social y política en España se presenta como una tarea titánica con escasas posibilidades de éxito. Y por eso una de las pocas luchas en las que de verdad merece la pena brearse porque tiene posibilidades de conseguir frutos reales y tangibles, es la lucha contra el olvido de las víctimas del franquismo, la continua rememoración del genocidio de republicanos llevado a cabo por las fuerzas del nacionalcatolicismo, el único régimen fascista europeo –junto con el portugués- que no fue vencido por las democracias y cuyos crímenes continúan impunes.

La reivindicación de la justicia memorística se alza así como el arma más potente para evitar que el fascismo español, el nacionalcatolicismo, siga con la cara lavada por el tiempo, la débil conciencia popular o el interés de los herederos de los instauradores. Luchar para que se eliminen de las calles y las plazas y de los libros municipales los honores concedidos a lo largo de la larga dictadura a la canalla que la fundó o la mantuvo debe ser percibido como un ejercicio de higiene democrática. Contrarrestar la literatura revisionista y justificatoria del fascismo con otra disciplinariamente contrastada, una necesidad social. Homenajear a sus víctimas, devolverles la dignidad arrebatada, un ejercicio de mera justicia. Las nuevas generaciones no deben ser educadas en el olvido de las víctimas ni en la justificación de los victimarios para que al menos no sumen a sus carencias democráticas la manipulación de la historia del país en el que viven ni se conviertan en cómplices de una tremenda injusticia histórica.

En Córdoba a lo largo de los 30 años de gobiernos municipales nominalmente de izquierdas se dieron importantes pasos en la higienización de los espacios públicos con la retirada de las más visibles simbologías enaltecedoras franquistas. Pero aquella tarea que comenzó fuerte en los primeros años de gobierno municipal izquierdista fue diluyéndose poco a poco por la falta de voluntad de unos epígonos claramente volcados en sus propias carreras mediante la coyunda antinatura con las fuerzas más reaccionarias de la ciudad, que exigieron el cese del proceso de higienización y reclamaron incluso intervenir en las decisiones de concesión de honores municipales. Sólo así se explica que nombres de calles a conspicuos fascistas dedicadas, entre ellas la que pasa por principal de la ciudad, la Cruz Conde, nombre que corresponde al organizador de la trama civil local del golpe de estado devenido genocidio, pervivan hasta hoy mismo. O el de un ministro franquista, conde de Vallellano, que nombra la principal avenida de acceso a la ciudad por el sur. O que una enorme placa ensalzadora de un verdadero monstruo criminal, el general Varela, se retirara hace sólo cinco años. O que –ya en época constitucional- se levantaran estatuas a nada menos que cinco curas y un locutor franquista en la ciudad y ninguna a ningún demócrata o resistente a la dictadura. O que a un individuo detentador y propagador de ideología nazi y justificador de los fusilamientos de republicanos como el obispo Fray Albino se le dedicara toda una Avenida. O que un criminal de guerra como Cañero de nombre aún a todo un barrio y a una plaza…

Mientras, costó dios y ayuda que se homenajease con un muro en los cementerios a los miles de fusilados y enterrados en sus fosas. No hace ni diez años. Y el colmo de la desvergüenza fue que los familiares de un diputado socialista enterrado en una de ellas denunciaran en los tribunales a la alcaldesa excomunista por negarse a cumplir la Ley de Memoria Histórica y permitir buscar sus restos.

El último alcalde de la ciudad, el socialista Manuel Sánchez Badajoz, fue perseguido y cazado por falangistas, correligionarios de los Cruz Conde, como una alimaña en el campo donde se refugió y fusilado sin más. La vergüenza de todas las corporaciones municipales desde la Transición hasta ahora es que a ninguna se le haya ocurrido poner una simple placa en la puerta del Ayuntamiento en su memoria, aunque fuera sólo por contrarrestar el aparato enaltecedor de sus asesinos que aún pervive en la ciudad. Sólo hace unos años se le concedió nombrar un lóbrego callejón de Cercadillas. El triste, solitario y oportunista gesto de la nueva alcaldesa, del partido que usurpa el nombre de aquel en el que militó el alcalde mártir, de llevar unas flores a su tumba nada más tomar posesión, habla de la profunda hipocresía en la que están instalados sus sedicentes herederos políticos. Por el contrario hace unos días la misma corporación aceptaba la colocación en pleno centro de la ciudad de un aparatoso monumento a un empresario del siglo XIX, donado por una empresa con fines claramente publicitarios. Está claro quién sigue imponiendo la dirección de las acciones honoríficas en esta triste ciudad.

Por eso me ha llenado de alegría la noticia de que en Pamplona la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra ha decidido imitar las acciones emprendidas en Alemania y otros lugares de Europa por asociaciones que han secundado la idea de un artista alemán que decidió homenajear por su cuenta a las víctimas del nazismo recordando al mayor número de ellas mediante el sistema de colocar un adoquín dorado con los datos de cada una de ellas en el último lugar donde hubiera residido o trabajado. Resulta emocionante –y tremendamente didáctico- tropezar (stolpersteine el nombre que el artista le dio en alemán significa eso, piedra caminera con la que se tropieza) con esas pequeñas y brillantes marcas por las calles de tantas ciudades alemanas, austriacas, italianas y polacas marcando el lugar donde vivió una víctima de la barbarie política fascista. En este documental se explica preciosamente.

En Pamplona han comenzado a ponerlas primeramente en una calle, la calle Merced, en la que 17 personas fueron sacadas de sus casas y nunca regresaron con vida. La idea es seguir colocándolas en otras calles y en otros pueblos, allí donde se requiera y se compruebe que vivieron víctimas del fascismo. A la vista de la absoluta falta de voluntad de absolutamente todas las fuerzas políticas mayoritarias de este país por cumplir con esa obligación, han de ser los propios ciudadanos los que lo hagan. Por lo que leo están empezando a aceptar ayudas públicas. Yo creo que es un error. Con sólo el permiso municipal para emprender la acción de colocación de los adoquines debería ser suficiente. Los políticos acabarían fagocitando unas acciones que vergonzosamente nunca se emplearon en realizar.

No sé cuál será el alcance final de esas acciones tanto en Navarra como en el resto del estado. Pero en Córdoba se podría iniciar ya una campaña para hacer lo mismo en toda la ciudad. Y para empezar constituiría un gran acto de justicia, de la universal, colocar uno de ellos ante la puerta del Ayuntamiento, ahora que precisamente van a levantar todo el suelo de la calle Capitulares para convertirla en una plaza peatonal. Ese primer adoquín dorado llevaría el nombre del último alcalde democráticamente elegido en un régimen legítimo antes de la instauración de la ilegítima II Restauración Borbónica, Manuel Sánchez Badajoz, y la fecha de su fusilamiento por los nacionalcatólicos cordobeses.