(del laberinto al treinta)


martes, 24 de mayo de 2005

Café

Hoy me lo perdono todo. Esta mañana, antes de salir de vuelta para acá, desayuné en Granada en la casa albayzinera de los amigos que me acogieron durante este delicioso fin de semana. Todavía con la cicatriz del sueño hiriéndome los párpados confundí los tarros de cocina y puse sal en mi café. Sólo me salvó de la autoirritación la calidez del ambiente, las poderosas vistas ventaneras y el resto de la media cafetera que aún quedaba en el hornillo.
Comentarios
La próxima vez el tarro tendrá en letras bien grandes; "SAL"; para evitar estos accidentes matinales. Laura.
laura — 26-05-2005 10:20:56

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