(del laberinto al treinta)


lunes, 14 de julio de 2014

Asco

Un día cualquiera mirando de refilón un programa de tertulias de la tele mientras haces hora para otra cosa te cae de pronto como llovida del cielo una respuesta a una cuestión aparentemente insoluble que te acuciaba desde hacía años.

Es lo que me ha pasado hace un rato escuchando a un individuo en Al rojo vivo hablando sobre el martirio de Gaza. Venía a decir con una vehemencia que él creía necesaria para sostener su opinión algo parecido a que en España había un propalestinismo sociológico injustificado. Y que ese factor hacía que se culpabilizara siempre a Israel de un conflicto que habían empezado los palestinos. Y que la prueba de la superioridad moral de Israel sobre los palestinos era que mientras éstos no avisaban a la población israelí cuando lanzaban cohetes, Israel avisaba previamente a los palestinos antes de lanzarles sus bombas.

Quien ha dicho eso hace unas horas no era un simple tertuliano profesional, sino el psoecialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Fue así como entendí de repente por fin cómo y cuándo se había jodido este país. Precisamente en el momento y en el modo en que un sujeto de la nauseabunda calaña moral del expresidente de la Junta de Extremadura había podido llevar la escarapela de la izquierda en la representación política de toda una comunidad sin que nadie vomitara de asco por ello.

2 comentarios:

Lansky dijo...

El PSOE se convirtió en una franquicia para hacer carrera hace mucho, tanto como este tipo, al que conocí personalmente, lleva en política. La cosa no es de ahora.

Lansky dijo...

De todas formas, pensándomelo mejor, creo que lo verdaderamente preocupante no es una ideología reaccionaria subyacente, sino que a alguien con esa ínfima capacidad de razonar, por llamarla así, tan lamentable, le haya bastado y hasta sobrado para funcionar con cargos de responsabilidad. Una vez más la diferencia entre ser "listo" (y bien mandado, saber con quién te metes y con quien no) o inteligente. En manos de quien estamos y estuvimos y, ay, creo que estaremos. la política profesional es una agujero negro que atrae mediocres y a la vez aprovechados

(Ya lo pillo: en tiempos felizmente superados la ETA ponía bombas y avisaba antes, eran buenos como los israelíes, otras veces no avisaba y eran malos como palestinos...)