(del laberinto al treinta)


viernes, 7 de agosto de 2015

El Padre de Todos los Caimanes

Para los que no sean de Córdoba o no conozcan sus tradiciones tendré que explicar que una de las más arraigadas es la de ir una vez al año a venerar a un caimán y una muleta. Un caimán disecado que un indiano mandó de las Américas como ofrenda a uno de los avatares de la virgen-madre del dios que adoran los católicos y que se conserva en el atrio de su ermita. La fogosa imaginación del pueblo llano inventó una leyenda épica, emparentada directamente con las de matadores de monstruos de la Antigüedad y la Edad Media pero que sustituye al héroe noble de la mitología o caballero armado por un pobre presidiario cojo que libra a sus vecinos del monstruo que los aterroriza. Un verdadero héroe popular. O sea, un antihéroe. La muleta del cojo y el cuerpo del caimán sirven desde entonces de saludable contrapeso pagano a la superstición estrictamente religiosa de una fiesta popular y periférica donde las haya.

En la Velá de la Fuensanta de 2011 el ayuntamiento de mayoría neofranquista impuso como primera medida represiva a la ciudadanía un pregonero de las fiestas de conocidas tendencias ultraderechistas, columnista del Acorazado AWC, enemigo del carácter lúdico del símbolo de las mismas, el caimán, y exigidor de que la fiesta girase exclusivamente alrededor del contrarreformismo católico simbolizado por el ídolo bíblico. La ofensa a la ciudadanía que perpetró aquel individuo fue doble: restringir el pregón al interior del templo católico, en lugar de hacerlo en la plaza de todos (aunque por ahora robada por la Iglesia Católica) como se venía haciendo desde que se inauguró el pregonaje y faltarle el respeto al símbolo laico de la fiesta, integrador y festivo, el CAIMÁN, llamándole REPTIL DISECADO y permitiéndose el chistecillo de malafollá y esaborío medular de que a él siempre le pareció, en comparación con los cocodrilos de las pelis, escuchimizado.

Cuatro años ha tardado el Padre Dios Caimán en venir a por ti, peaso mamón. Pero aquí está: ha sido visto en Majaneque, pero pronto dará contigo y convertirá tu orondo cuerpo de portentoso tragador de trigretones en una escuchimizada boñiga de reptil seriamente cabreado.

7 comentarios:

ben dijo...

La verdad Manuel,es que no entiendo toda esta hibridación moderna entre rito católico y pagano
Fuensanta-caimán,que dan a lugar a problemas.En otros lugares conviven perfectamente.No sé que
pasa en Córdoba,pero veo mucho extremismo y eso no es bueno para la buena convivencia y sobretodo para la industria más importante en nuestra ciudad,que no es otra que el turismo.
Saludos.

Lansky dijo...

El turismo no es una industria: eso es un tópico tan repetido como falso; es una plaga que arrasa los lugares y de la que se benefician unos pocos, normalmente instalados fuera del sitio explotado, el resto subsiste con las sobras a cambio de soportar esa destrucción

Harazem, ¿Hablas del caimán en Córdoba? Creí que se había ido a Barranquilla

ben dijo...

Hombre Lansky, a ti quería ver.Sabes que cuando quiero entrar en tu blog,mi antivirus me avisa
de un ataque.Así que ahora no puedo disfrutar de tus interesantes escritos.
Sea industria,entretenimiento o ingresos,lo cierto es que Córdoba con su Ave,su encanto,sus
flamenquines y hasta sus caracoles se ha llenado de hoteles,hostales,bares,restaurantes,que
produce buenos ingresos muy repartidos,nada de a unos pocos.Incluso yo rasco un poquito,pa
gando mis impuestos claro,todo sea por complementar la pensión.Así que ya sabes quedas invi
tado a disfrutar de nuestra ciudad.Sólo te separa una hora de Madrid.Y si lo tuyo es el ca
minar,no hay nada más reconfortable al espirutud que ir detrás de una de las múltiples pro
cesiones que se dan en nuestra ciudad al cabo del año.

Lansky dijo...

Sobras, eso que mencionas son sobras, ben, a cambio de destruir Córdoba y convertirla en un parte temático (de tema: Córdoba turística) en detrimento de sus habitantes. Al reves que los inmigrantes trabajadores que dan mucho más que loq ue reciben, los turistas detraen recursos que pagamos los residentes y dejan en los bolsillos de los operadores transnacionales la parte del león de los beneficios.

Córdoba la conozco bien, tengo amigos allí que me invitan con gusto, pero arrastrarme detrás de una puñetera procesión no es la idea que yo tengo de disfrutar en libertad del verdadero placer de caminar

harazem dijo...

Hombre, Lansky, igual probándolo un poco... Cuando el bueno de ben te lo recomienda es porque a él le va muy bien...

harazem dijo...

En cuanto a eso de las migajas que dices, cada vez más gente empieza a darse cuenta de cuán cierto es. Ejemplos como el de los vomitorios de los cruceros arrojando toneladas de basura humana con los bolsillos vacíos... Y en el caso de Córdoba al final se ha descubierto que lo único que activa la hostelería en la ciudad es nuestro propio consumo en los bares y restaurantes porque el turismo de fuera es turismo de correntía, de aluvión, de dejar la ciudad echa una mierda sin gastar un euro.

ben dijo...

Hombre Manuel,me alegra que salgas al quite y no te quedes en la barrera.Y cambiando de tercio,lo bien que ha quedado la señora alcaldesa en su observa
ción del cuadro de San Rafael y su pronto deseo de reducir el barniz excedi
do del mismo.Nada de desprenderse de la obra de arte,que tanto duele a parte
de sus vecinos sino restaurarla y limpiarla.Vaya signo de cultura de izquierdas,ese es el camino.
Ahora ya sólo falta que con delicadeza sutil cambie Cruz Conde por Málaga,por
eso de hermanar ciudades.