(del laberinto al treinta)


miércoles, 13 de septiembre de 2006

Persona non grata

¿Alguien sabe cómo se hace para que lo declaren a uno persona non grata en una ciudad? ¿Basta sólo con insultarla con razón o sin ella? A ver, yo quiero que me declaren persona non grata en tres lugares concretos: Tordesillas, Marbella y Torrevieja. Ya sé que no soy suficientemente importante, pero bueno, también tengo derechos como los que sí lo son. A Juan Goytisolo lo consideraron persona non grata en El Ejido por decir que la mayoría de los habitantes de ese pueblo eran unos jodidos racistas, después de que se organizara en él un pogromo semioficial contra los inmigrantes magrebíes. A Sánchez Dragó varios pueblos andaluces por declarar que en esta comunidad ganaban los socialistas porque éramos unos analfabetos. Yo exijo el mismo derecho que ellos. Y así declaro:

Que la inmensa mayoría de los habitantes de Marbella son unos impresentables. Que durante muchos años han elegido como autoridades municipales a bandas de piratas declarados para que les limpien el pueblo de mendigos, hipis y moros. Que cuando los piratas han acabado, como es su obligación de piratas declarados, por limpiarles, además de las calles, las arcas municipales, se han declarado víctimas inocentes de los mismos. Y yo desde aquí les digo: una mierda pa vosotros, habitantes de Marbella. Cómplices y apaleados. Alguien que es capaz de elegir como alcalde a Jesús Gil o a los epígonos bandoleros que le siguieron solo se merece que se le pudra el clima y tenga que irse a vivir a un suburbio del infierno.

Que la mayoría de los habitantes de Tordesillas son unos bestialopitecos atrancados en plena evolución. Y que el gobierno de la Comunidad debería declararla RESERVA DE LOS BESTIALOPITECOS VIVIENTES hasta que no quiten la piedra que bloquea su rueda evolutiva y renuncien a la salvaje tradición de consentir que los mozos del pueblo descuarticen un toro vivo para divertirse en sus repugnantes fiestas locales.

Que los habitantes de Torrevieja son responsables directos de contar con una policía local reclutada entre las tribus de neonazis de los alrededores. Para ello han elegido a los reclutadores y por eso, porque no la tienen, no se les puede caer la cara de vergüenza por salir a la calle para defenderlos cuando la justicia ha tenido que tomar cartas en el asunto de las torturas infligidas a todo el que cae en sus manos en los siniestros calabozos de su ayuntamiento. Sólo se merecen que un día los confundan con un moro y los pongan a caldo en unos de ellos.

Lo peor de todo es que todos estos tipos y tipas son ciudadanos aparentemente normales, de los que te cruzas en el super, con sus peinados de peluquería, sus chuchos cagando en las aceras o sus barbacoas en el jardín. Pero bajo su inocente carcasa se esconde un pozo de miseria capaz de empozoñar definitivamente el mundo. Con el arma de sus votos. Y soy consciente de que en lugar de declararme persona non grata podrían mandarme un par de gorilas, de esos que tanto les gustan, para que me rompieran las piernas. Por bocazas. De gente así no se puede esperar nada bueno.

El tío más gracioso del mundo


ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja

lunes, 11 de septiembre de 2006

El cine de Wong Kar Wai

Cierta vez leí que Wong Kar Wai era el mejor director de cine contemporáneo. Yo no me atrevo a asegurar tanto, pero sí que sus películas me dejan anonadado, como hoy, cada vez que las visito. Metido durante 100 minutos en una de esas atmósferas delicadamente lisérgicas que consigue fraguar, me siento siempre violentamente expulsado de un mundo encantado cuando terminan.

De todas prefiero sin duda Deseando Amar (Fa yeung nin wa (2000), pero considero los más intensos minutos de toda su obra los diez primeros de Días salvajes (A Fei jing juen (1991), en los que el director chino teje delicadamente la más exacta metáfora sobre la textura del tiempo que me ha sido dado conocer en mi larga vida de catador de metáforas.

Estrictas pinceladas de luz glauca para la minuciosa reconstrucción de una cotidianeidad extinta. Encapsulamiento ambarino de un instante detenido. Representación de la seducción en estado puro de unos seres atrapados por su carácter en la densidad traslúcida de una pecera. Puro arte. Puro goce.

A falta de conocimientos suficientes, que no de ganas, para cortar, comprimir y editar el trozo de video en el Youtube ese, reproduzco el diálogo y algunas fotos. Con la recomendación de que la disfrutes lo antes posible.



Judy, un joven guapo y desenvuelto decide seducir a Son, tímida y vulnerable dependienta de una triste bodeguilla ubicada en un sótano de Hong Kong. Una vez seducida y arrastrada a una tórrida pasión, Son descubrirá que sólo es un pasatiempo en la terrible y oscura espiral del alma de Judy, que sólo vive para la búsqueda de la madre que lo abandonó al nacer.


PRIMER DÍA

JUDY entra en la bodeguilla de Son, se dirige a la nevera, saca una cocacola y se acerca al mostrador donde está Son.
JUDY: ¿Cuánto es?
SON: 15 céntimos. 5 más si te llevas la botella.
JUDY: ¿Cómo te llamas?
SON: Por qué iba a decírtelo?
JUDY: Sé cómo te llamas. Sí, te llamas Son Lai Chung
SON: ¿Quién te lo ha dicho?
JUDY:Me verás en tus sueños.


SEGUNDO DÍA
JUDY
repite los mismos pasos que el día anterior.
SON: Anoche no te vi en mis sueños
JUDY: Porque no has dormido. Es inútil. Me verás seguro.



TERCER DÍA
JUDY: Hoy estás diferente.
SON: Por qué. No es verdad.
JUDY: Te estás poniendo roja.
SON: ¿Qué es lo que quieres?
JUDY: Quiero que seamos amigos.
SON: Y por qué iba a querer yo?
JUDY: Mira mi reloj.
SON: ¿Por qué tengo que hacerlo?
JUDY: Sólo un minuto.
AMBOS miran fijamente el reloj de pulsera de JUDY.
SON: Se acabó el minuto.
JUDY: Hoy es...
SON: Dieciséis.
JUDY: Dieciséis de abril... Dieciséis de abril de 1960 a las tres de la tarde y estás conmigo. Recordaré este minuto. Vamos a ser amigos de un minuto. Y no puedes negarlo. Ya ha pasado. Ahora ya es tarde. Volveré mañana.

SON: (en off mientras Judy se va) ¿Se acordaría de ese minuto por mí? No lo sé. Pero tengo a ese chico grabado en la memoria. A partir de entonces vino todos los días. Nos hicimos amigos. Empezando por ese minuto. Luego dos minutos. Y más adelante quedamos una hora al día.


domingo, 10 de septiembre de 2006

Felicidades, Salma

Hace unos días me olvidé imperdonablemente del cumpleaños de mi mito erótico favorito. Para que mis cercanos protesten de que me olvido del suyo... Y en este caso lo imperdonable estuvo sobre todo en que el número a cumplir fue de esos que hacen crisis. Concretamente la crisis de los 40. En ella se instaló recientemente

SALMA HAYEK

y yo no estuve fatídicamente ese día allí. Seguro que la pobre Salma habría llevado mucho mejor el mal trago si hubiera sabido ese mismo día que yo la prefiero así, instalada provisionalmente en la madurez, una madurez espléndida y frutal.

A Salma yo la conocí casualmente en una película que vi casi obligatoriamente por su temática: El Callejón de los Milagros (1995) de Jorge Pons. La adaptación de la gran novela del escritor egipcio recientemente fallecido Naguib Mahfuz, trasladada a los barrios bajos mexicanos, me pareció muy torpe, pero en ella, desde el primer momento, quedé atrapado por la sensualidad animal de Salma Hayek secándose el pelo sentada descuidadamente en el quicio de una ventana.

Me enteré que se había hecho famosa en México por haber protagonizado dos lacrimosas telenovelas y que andaba ennoviada con uno de mis cantantes-fobia más contumaces: Luis Miguel. Ambas cosas me hicieron dudar mucho sobre sus merecimientos para convertirse en uno de mis mitos eróticos. Pero al final la perdoné. Su amor y mi mitomanía deben ser ciegas.

De todas formas pensé que nunca más volvería a verla. Una falta de confianza que nunca me perdonará.

Pero un año después me dio un vuelco el corazón cuando de pronto la reconocí en la bailarina de la serpiente albina de Abierto hasta el amanecer. Su aparición sirve además de bisagra perfecta entre las dos partes de la película. La conseguida road movie tarantiniana y la basura gore-freaky en que termina.

No puede decirse que haya sido bendecida por la diosa del séptimo arte para hacer buenas películas. Pura basura hollywoodiana todo lo que ha hecho hasta ahora. Tal vez sea un castigo por haber pecado con las telenovelas y por haber sentido atracción una vez por un tipo tan relamido, emisor de insufribles balidos en sus más que insufribles baladas.

Pero mi obligación de mitómano irracional es tragarme todo lo que hace. Por amor. ¿A que tiene mérito?

Felisidades, mi amooool

viernes, 8 de septiembre de 2006

Brutalismo, deporte y cretinismo

Yo siempre fui, desde muy pequeño, una persona muy rarita, por mi escasa afición al brutalismo, como correspondía a mi condición de macho de la especie. Por eso entiendo que mis opiniones sobre el deporte entendido como espectáculo de masas, religión y pasión contemporáneas no sean demasiado compartidas.
La consideración que tengo por el deportista de élite, genéricamente tomado, es la misma que tuve siempre por el más bruto del pueblo, genéricamente tomado. De pequeño veía con una aprensión no exenta de incredulidad cómo mis compañeros de juegos admiraban, adulaban y entronizaban a aquellos de nosotros que producían la meada más larga, escupían más garbosamente o eran capaces de atinar con un pedrusco al mayor número de lomos de perro. En los pueblos los mozos siempre consideraron al más bruto del lugar como su héroe. El que soltaba los pedos más gruesos, el que cogía la liebre campo a través o el que más veces tiraba del rabo a la vaquilla torturada en las fiestas...
Mis fobias infantiles y juveniles a la adoración brutalista han sido sustituidas actualmente por la imagen de esos estadios abarrotados de vociferantes, ululantes y oleantes descerebrados, esas gradas repletas de disciplinadas cabezas mecanizadas que pendulan al ritmo de una pelotita que pasa de una paleta a otra, esos arcenes de carretera en los que se hacinan masas de individuos que se fríen al sol esperando entusiasmados la décima de segundo que tardan en pasar sus ídolos montados en una bici. Y también por la unanimidad que suscita la consideración del consumo inmorigerado de deporte espectáculo como algo inocuo para la salud mental y moral del género humano.
Los antropólogos suelen proporcionarnos, para explicar esa adoración del brutalismo traspasada a las masas contemporáneas en su forma más evolucionada de afición a los deportes, razones de economía tribal. Se trataría de un mecanismo adaptativo tendente a mantener bien preparados a los hombres para defender a la comunidad en caso de agresión externa, premiando con la consideración social a los más arrojados y valientes. Una ritualización de la agresividad.
Pudiera ser. Pero eso sólo no explica, si de adaptación al medio se trata, la epidemia de pasión por el deporte en las masas contemporáneas, ese culto al brutalismo que debería estar sufriendo un proceso de natural extinción por su evidente pérdida de valor adaptativo en sociedades que lo que necesitan para sobrevivir es la ritualización de la cooperación y la solidaridad, en lugar de la de la agresividad y la competitividad que han además convertido en una obsesión monotemática, totalizadora y escasamente cuestionada de un poder aterrador.
Por eso mi explicación del fenómeno sólo pasa por la índole profundamente cretina de la especie humana. Porque yo sólo consigo ver en los Pau Gasols, Fernandos Alonsos, Zidanes y demás esforzados deportistas adorados y millonarios a los tipos más brutos de estas tribus de imbéciles que forman las sociedades contemporáneas.
Pero no es para hacerme mucho caso. ¿Qué se puede esperar de un tipo estrafalario que padece el delirio paranoide de considerar imbéciles al 90% de sus coetáneos?

miércoles, 6 de septiembre de 2006

Vuelve Fedegico con nuevos chistes

Ya teníamos mono. El gghan Fedegico, el mejor humorista de Espppp.....ña ha vuelto. Un mes sin él y con este calor ha sido demasiado castigo. Pero no hay mal que cien años dure. Y aquí está de vuelta con sus desternillantes chistes, su corrosivo humor sin fgonteras y su guiños sólo para entendidos. Disfrutad de uno de los mejores chistes que contó el lunes tras su vuelta. Sus soluciones para acabar con el pgoblema de la inmiggación, del Líbano, y con el sentido musical de los selváticos senegaleses (jajajajaja, eso fue lo mejor...... Selváticos dice, jajajajaja) usando a Marta Sánchez como daño colateral.

Para estar riendo hasta cagar higos chumbos.


FEDEGICO EN SENEGAL

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martes, 5 de septiembre de 2006

Matilde Cabello y Cruz Conde

La escritora Matilde Cabello nos viene deleitando desde hace años en las mañanas de los domingos en el DÍA DE CÓRDOBA con unas pildoras efemeridiales en las que nos muestra a los personajes históricos de esta ciudad bajo un ameno envoltorio.

El domingo pasado le tocó el turno a José Cruz Conde, titular de la principal vía de la ciudad, al que presentó como un prócer benéfico y constructivo, responsable de la modernización urbanística que disfrutamos al norte de las Tendillas. El Faraón del Ensanche Cordobés. Bien está lo que bien parece. Pero aparte de las dudas de índole histórica y urbanística que suscita la idoneidad del sector elegido para el proyecto (1), olvida la escritora otros detalles de la biografía del que fuera, después de alcalde de Córdoba, Gobernador Civil de Sevilla y Comisario de la Expo 29, principal instigador en la ciudad del sangriento golpe de estado del 18 de julio de 1936, de la guerra civil subsecuente y del genocidio de demócratas programado posterior.

Menos mal que alguien se lo ha recordado esta mañana en las mismas páginas del diario desde el que nos deleita cada domingo.

SOBRE JOSÉ CRUZ CONDE

Unas líneas para intentar completar la información que nos aporta Matilde Cabello en su estimado diario. Nos dice que fue estupendo el papel realizado por José Cruz Conde en esta ciudad.

Considero, sin embargo, que nos oculta la parte másimportante de la biografía de D. José. Pregunto, ¿no se atreve a opinar con metralla por temor a perder su tribuna pública?, como bien dice Antonio Manuel. Por considerar grave la omisión, quiero aportar algunos detalles complementarios.

Las reuniones conspirativas, que condujeron al genocidio cordobés, contaban con la participación del coronel Cascajo, José Cruz Conde y los jefes de la Guardia Civil, el ex alcalde era el portador de las consignas para el alzamiento, transmitiendo las órdenes de Madrid a Eduardo Quero que lo describe como un hombre valiente que departe con otro valiente entre los valientes, Cascajo, que salvó a Córdoba de la bestia roja.

Los resultados deberían ser conocidos por todos los cordobeses, genocidio total: 10.000 hombres fusilados. Cerca de 200 mujeres asesinadas, algunas de ellas embarazadas. Un río de sangre que afectó a miles de familias. Una lista de horrores colaterales, mujeres que por el asesinato del esposo ahorcaron a sus hijos y se suicidaron. Hombres que llegaron a la alcaldía por permitir que fusilaran a su hermano y un largo etcétera.

Matilde, hija, un poco de memoria histórica. Lee a Francisco Moreno Gómez, ejemplo de rigor historiográfico. JOSÉ LÓPEZ GAVILÁN. (CÓRDOBA).

Yo añadiría que a las muchas vergüenzas que nuestro gobierno municipal de Izquierda Unida va lentamente acumulando hay que sumar el que no haya terminado de limpiar con un enérgico estropajo democrático el callejero de la ciudad de nombres de golpistas, fascistas, asesinos y cómplices de la sangrienta dictadura que asoló este país durante más de cuarenta años. Aunque sólo fuera por la memoria de los miles de militantes de su partido que exterminaron inmisericordemente.

Podría aducirse que los méritos de Cruz Conde para seguir contando con su nombre en esa calle son anteriores a la guerra civil. Cierto. Pero en Alemania a nadie se le ha ocurrido dedicar una calle a Hitler por su méritos de fino pintor de paisajes, anteriores a sus innombrables fechorías.

(1) Efectivamente el visionario político llevó a cabo su sueño de crear bulevares y avenidas en una ciudad que veía pasar la modernidad sin que nadie se las regalara. El problema es que la visión no la tuvo donde tenía que haberla tenido, en algún lugar determinado de las zonas extramuros de la ciudad medieval, como se les ocurrió a los próceres del resto de las ciudades españolas de la época, sino en una zona intramuros donde sólo existía un triste casco antiguo infectado de callejas. Es así que por gracia de don José y de la cortijera burguesía local que lo sustentaba Córdoba tiene el dudoso mérito de ser la única ciudad de España que construyó su Ensanche modernista en pleno casco histórico medieval. Entonces, claro, no existía la Unesco con sus declaraciones de Patrimonios de la Humanidad. Córdoba era sólo Patrimonio de la Peor Panda de Cortijeros Explotadores al Oeste del Pedroches.

(VOLVER)

ADDENDUM: (24 DE SEPTIEMBRE DE 2008)

Matilde Cabello ha publicado en el Día de Córdoba recientemente (7/9/08) un artículo-semblanza del artista montalbeño Enrique Moreno El Fenómeno, asesinado en el genocidio franquista-falangista de 1936, del que me he hecho eco en el capítulo cuarto de una serie de post sobre la MEMORIA HISTÓRICA que he colgado en este blog en este mes de septiembre de 2008. En esta ocasión Matilde se pringa y saca a relucir lo que sabe, ya que es una experta en la Guerra Civil, sin cortarse, al parecer, demasiado, señalando responsables concretos. Con nombres y apellidos. Responsables que aún son muy respetados por las fuerzas zombis y fósiles de esta ciudad. No es que sea demasiado peligroso ese ejercicio, pero en esta ciudad en la que los cadáveres siguen escondidos en los armarios y los asesinos muertos-vivientes siguen controlando sus resortes culturales, económicos y políticos (sí, Rosita, políticos) un gesto como el de Matilde es algo muy muy de agradecer. Seguiré esperando más entregas.

lunes, 4 de septiembre de 2006

ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO

DE CRETINISMO COLECTIVO


viernes, 1 de septiembre de 2006

jueves, 31 de agosto de 2006

El Sacro y Meapilas Colegio de Enfermería

Me llega casualmente a las manos el ultimo número de la revista del Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba. Se llama “Constantes” y nunca un título fue más gráfico sobre la condición de sus editores. Efectivamente, constantes, sin cambios, continúan sus dirigentes desde los tiempos de Franco. Lo hojeo desganadamente y me encuentro en su interior una noticia que me da la medida de la calaña de esos dirigentes que desde tiempos inmemoriales mantienen el control de la Organización. El presidente del Consejo General de Enfermería entrega el gran collar de Enfermería a Benedicto XVI, dice el titular y lo acompaña con una foto de la fechoría. Añade además que esa distinción sólo la poseía anteriormente, de modo honorífico, San Juan de Dios, patrón de la profesión.

Como el Pastor Alemán, que se sepa, no tiene nada que ver con profesión sanitaria alguna habrá que deducir que sus méritos para merecer tal distinción se deben exclusivamente a la profesión que él mismo ejerce, Director General de una empresa religiosa, la Iglesia Católica, Aguerrida Multinacional especializada en generar ideología para consumo de una parte importante de la humanidad adicta al pensamiento mágico en competencia feroz con otra parte que propugna el uso de la razón para gestionar dicho pensamiento.

Las muestras de confesionalidad (católica, por supuesto) de las juntas directivas de ciertos Colegios Profesionales, fundamentalmente sanitarios, de este país sólo tiene correlación con su propia desvergüenza. No se van a enterar nunca de que la adscripción descarada a los principios fundamentales ideológicos de la Entidad Vaticana atenta directamente contra los derechos de todos los profesionales adscritos (hasta hace bien poco obligatoriamente), porque supone una opción partidista clara en un campo en el que muchas de las actuaciones de esos miembros pueden ser objeto de consideraciones morales de interpretación múltiple.

Es decir, con ese acto indigno están tomando posición sobre temas como el aborto, la eutanasia, el uso del condón como profilaxis del sida, las células madre y todas aquellas cuestiones de ética civil que la correosa moral religiosa trata de envenenar con su agresiva convicción de hallarse siempre en propiedad de la Verdad Absoluta. Revelada, claro. Y si representan a un colectivo profesional compuesto por personas libres de diferentes (se supone) tendencias, el acto de adhesión a la doctrina papal es una intolerable agresión a la libertad de opinión de sus miembros. El meapilismo deberían dejarlo sólo para su vida privada y no hacer ostentación oficial de él.

En cuanto a lo de haber distinguido también con el collarcito de marras a san Juan Dios participa de la misma índole desatinada que la de su primo mayor el Colegio Médico de Córdoba cuando nombró Colegiado de Honor al Arcángel san Rafael, por su contribución a la buena salud de los cordobeses. Una flagrante regresión al espíritu de otros tiempos (¿recuerdas?: vírgenes alcaldesas y generalas, santos defensores de la mitad de la patria...).

Si volaran, el cielo se oscurecería en un santiamén y nos invadirían las tinieblas.

jueves, 24 de agosto de 2006

miércoles, 23 de agosto de 2006

Tiempo de confesiones

Una fiebre de confesiones públicas de inconfesables pecados azota estos días al mundo. Ahí van dos ejemplos:
  • Gunter Grass: "Fui un SS"

  • Rafael Álvarez el Brujo: "Nunca había leído antes El Quijote".


  • Para evitar falsas expectativas entre los fieles, pero improbables, lectores de esta bitácora declaro que:

    NUNCA FUI NI TUNO NI COFRADE

    martes, 22 de agosto de 2006

    EL ARCO DEL TRIUNFO DE SANDOKÁN

    Da gusto que haya Mecenas en las ciudades. Seres tocados con el dedo de la sensibilidad, la solidaridad y la generosidad que hagan más feliz y más hermosa la vida de los ciudadanos a costa de su propio bolsillo.

    En Córdoba tenemos la inmensisisisima suerte de contar con un ser de esa pasta. Don Rafael Gómez Sánchez, a quien el cariño y el gracejo popular han rebautizado como Sandokan, por el casual parecido físico del prócer con el simpático Pirata Malayo que inmortalizara la sutil pluma de Salgari.

    Como ya he hablado de las virtudes que adornan a tan sensible persona en otro lugar de esta bitácora no me extenderé en merecidisisisisisismos elogios, sino que me limitaré a mostrar al despistado paisano que aún la desconozca la última proeza de nuestro más alto y desprendido y... Pero dejemos al sinonimario de Word que provea los calificativos que le hacen justicia: generoso, dadivoso, desinteresado, largo, espléndido, rumboso, munífico, desinteresado, pródigo, magnánimo y garboso Mecenas Cordobés.

    En las faldas de nuestra querida sierra (Ay de mi alegre...), donde hasta hace poco sólo vegetaban inútiles y descuidadas encinas, don Rafael ha construido una nueva barriada, un brazo de Córdoba que casi acaricia el cielo para que un escogido grupo de esforzados pioneros se emplee en la ardua labor de colonizar tan inhóspitos parajes y ganarlos para la Civilización y el Progreso.

    Y como símbolo de la racionalidad y la grandeza del proyecto de la magna obra serrana ha mandado construir un magnificisisisisisimo ARCO DE TRIUNFO en su entrada, entre estanques y amenas fontanillas, erigido en una atrevida interpretación del estilo grecorromano al que sin duda las generaciones futuras de historiadores del arte conocerán como sandokasiano por su originalidad y fuerza simbólica y como homenaje al prócer que la hizo posible.

    En su frontispicio, bajo la escultura de unos sesteantes perolistas cordobeses ha hecho grabar la siguiente leyenda:

    MIII URBANIZACION PARAISO ARENAL MIII
    DONADO POR D. RAFAEL GOMEZ SÁNCHEZ A LA CIUDAD DE CÓRDOBA




    Lo que da idea de su capacidad de abstracción simbólica y de su extraordinarias facultades en el campo de la asociación de conceptos. Pero sobre todo de su extraordinaria modestia, toda vez que sus más cercanos asesores trataron de convencerlo para que en lugar de los simpáticos perolistas sesteantes del frontispicio colocase una imagen de San Rafael Arcángel en el acto de transfigurar milagrosamente el rostro por el suyo, como ya ha ocurrió para pasmo del Universo en el Triunfo de Fuengirola.

    Así mismo rechazó la propuesta de sus asesores de cambiar la leyenda de la donación por esta otra leyenda en hermoso latín que retrata con más fuerza si cabe la verdadera condición de nuestro ínclito prócer local:

    HOSTIAE MERITUM HABEO:
    MAIOR HORTERA INTER CORDUBENSIS TOTIS SUM

    La Oficina del DNI de Córdoba

    Es sumamente tranquilizador comprobar que algunas cosas perviven inmutables a lo largo del tiempo. Más en este momento bisagra entre siglos en que todo parece discurrir como esos cielos cinematográficos que nos muestran la electrizante mutación de las nubes segundo a segundo. Córdoba cambia de un día a otro como esas nubes, y caminar por sus calles o su hinterland campestre supone una fuente inagotable de sorpresas visuales provocadas por la súbita aparición y desaparición de elementos urbanos, arquitectónicos o viarios. La desaparición del Melia, la aparición como de la nada de miles de chaletes en los que se han trocado las encinas centenarias que vegetaban mansamente a las faldas de la sierra, el birlibirloque de las ruinas milenarias... etc.

    Estos días yo también ando de cambios, renovando mi parque de carnetes o carneses o carnets, como quiera que se diga, así como diferentes permisos y empadronamientos varios. Así que estoy viendo de sala de espera en sala de espera y de ventanilla en ventanilla con un numerito en la mano y una carga previsiblemente suficiente de miolastán sicológico en forma de imperturbabilidad zen para soportar sin perder la calma la crispante maquinaria burrocrática. Ayuntamiento, Negociado de Tráfico... Y esta mañana la Oficina de Expedición del DNI de la Comisaría Central de Córdoba. Y es aquí donde he sido bendecido por una beatífica comprobación: hay cosas inmutables. Y a mí, que en el fondo soy un sentimental, ese hecho, me ha emocionado.

    Resulta que cuando cumplí los 14 años una de las primeras cosas que hice fue sacarme el carnet de identidad. Uno de esos hitos que sirven de mojones en el camino de la conversión en un hombre hecho y derecho que yo anhelaba. Como el primer cigarrillo, la primera polución nocturna o la aparición del vello en la entrepierna. Así que me dirigí al mismo lugar al que acudí esta mañana, 35 años más tarde, para conseguir el ansiado documento. Hice mi eternísima cola y me sentí importante compartiendo espacio con los adultos que andaban en el mismo afán, versión renovación, en la sala de espera de la Comisaría. La tal sala de espera no era otra cosa que el callejón trasero de la dicha comisaría, un lugar lóbrego, entre la pared enladrillada de un bloque de pisos y el tétrico muro al que daban las ventanas policiales donde se trabajaban la represión los torvos funcionarios del tardofranquismo. Lloviera o tronara, cayera un sol de justicia o azotara el látigo del viento, todo el mundo en esta ciudad tuvo en algún momento que aguardar durante horas, de pie, a que le acreditaran su identidad en aquella aireada sala de espera.

    Mi sorpresa ha sido comprobar que 35 años después todo sigue igual: el mismo callejón, la misma intemperie, la misma ausencia de baños o de asientos, la misma ovina resignación de los aguardantes... el mismo circunspecto policía dando los números (y poco más)... Bueno, eso me pareció. El caso es que, mientras trataba de arrancarle alguna información, la historiada cara de ese policía me ha resultado tremendamente familiar. Y esta mañana hubiera jurado que se trataba del mismo. Pero ahora en frío pienso que tal vez se tratara de alguno de aquellos grises a los que alcancé a ver mientras me entundaba de lo lindo con una porra en mis heroicos años universitarios. Claro que en una época en que sus articulaciones daban para eso. Y casi se me saltan las lágrimas. Yo soy así, ya ven.

    Yo creo que los responsables de dicho negociado cumplen con sus deberes de conciencia, por encima de gobiernos y blandenguerías. Espartanos policías españoles que consideran que la acreditación de la identidad española se merece un sacrificio como ese. Aguardar a pie firme las inclemencias del tiempo, soportar estoicamente el cansancio y aguantar con valentía los embates de los esfínteres. Todo por ¡Eh-ppppaña!

    jueves, 17 de agosto de 2006

    Lluvia de verano y texturas japonesas

    No sé por qué inaccesible razón a mí la lluvia me recuerda al Japón. Nunca conseguí desentrañar la raíz de esa relación, pero es caer cuatro gotas y notar que se me oblicuan los ojos y venirme a la mente la imagen de jardincillos de árboles esculpidos, tejados de aleros volátiles y paredes de papel cuadriculado. La lectura hace años, y revisitada con frecuencia, del Elogio de la sombra de Junichiro Tanizaki acentuó más el fenómeno haciéndome desear, además, la caricia de objetos bellos, lacados, opacos y muy usados. No siempre tengo acceso a ellos, pero en mi casa guardo una pequeña colección de cachivaches de esas características que me calman el extraño prurito.

    Hoy ha amanecido lloviendo. Lloviendo a mares. Y ya son más de las 12’30 del medio día y aún no ha parado. Teniendo en cuenta que estamos apenas pasando el ecuador del verano en Córdoba, se trata de un fenómeno extravagante. Pero encantador. Y aquí me hallo viendo llover por la ventana, escribiendo esto que ahora lees, improbable lector, manoseando de vez en cuando una vieja caja lacada que compré en China y escuchando a Hibari Misora.

    Una de mis más estrafalarias aficiones musicales, que suelo ocultar pudorosamente para evitar miradas compasivas, es el enka. La música de raíces japonesa. Lo confieso aquí porque no podré ver ese característico gesto en vuestros rostros al instante mismo de leerlo. Y porque hoy llueve y el tacto suave de la laca y la voz modulada de Hibari me elevan por encima de vuestras extrañezas y compasiones.

    Os dejo con una muestra. Alegre, muy alegre. Aunque hay piezas muy melancólicas que son mis favoritas. El problema que tengo es que no entiendo ni papa del noble idioma nipón y ni pajolera idea de la trascripción ni de la traducción de los títulos.

    enka1
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    Mañana, si tengo tiempo y ganas, os hablaré de Hibari Misora y el enka. Tal vez incluso de Junichiro Tanizaki.

    martes, 15 de agosto de 2006

    domingo, 13 de agosto de 2006

    Gazpacho

    Férreo agosto éste como no hallo recuerdo en mi memoria. Y seguro que los viví peores. Probablemente incluso el pasado. Pero sigue ocurriendo lo mismo de siempre. A los primeros frescores del otoño le sigue una etapa de amnesia progresiva que acaba diluyendo el recuerdo de los recientes rigores veraniegos preparando el camino para volver a vivirlos como únicos la temporada siguiente.

    Córdoba está vacía y sólo la pueblan unos cuantos espectros de turistas que se mueven por las callejas circularmente, abanicándose desesperadamente con sus planos. Y hoy es domingo y vísperas de puente.Pero esta noche, en un rincón de la vieja ciudad, en un hondo patio al que refrescan arriates y un viejo pozo, tendrá lugar uno de los acontecimientos más importantes y desconocidos del Hemisferio Norte: El X Certamen Interfraternal de Gazpachos Coloraos. Nadie que no tenga relación directísima con los participantes puede asistir al evento. Así que sólo 19 personas tienen el derecho a disfrutarlo. Pero ello no le quita ni un ápice de importancia porque la escala es la base de la felicidad humana. Me lo cuenta mi amigo Juan Sepelio que es uno de los agraciados. Los hermanos Sepelio son cinco y cada año desde hace diez se reunen una noche de verano en el patio familiar donde ahora sólo vive la anciana madre y confeccionan cada uno de ellos un gazpacho de tomate. Cinco mesas cubiertas de todo lo necesario y cinco hermanos trabajando ayudados por sus mujeres y sus hijos. Juan Sepelio no tiene mujer, así que es su sobrina mayor la que hace las veces.

    Las bases son sencillas pero estrictas: todos han de usar los mismos productos y nada de maquinaria eléctrica. Así que sólo pueden usar el mortero y el mazo de cocina para batir los ingredientes, como se ha venido haciendo en esta tierra hasta la extensión de las batidoras eléctricas. Al final, se dejan los gazpachos reposar un par de horas y en la hora bruja de las 12 de la noche la anciana madre se erige en jurado para dictaminar el tazón ganador. Juan Sepelio estaba esta mañana muy nervioso, porque nunca ha conseguido ganar una edición. Suerte, amigo.

    A mí me ha picado el gusanillo y me voy a poner también a la tarea. Haré un gazpacho artesano en cuanto termine de colgar este post. Y tengo de todo menos el hondo patio. tendré que conformarme con la recalentada terraza de mi ático. Pero seguro que me sale buenísimo.

    Como ilustración os dejo una receta de gazpacho que versificó hace años el erudito local cordobés y acreditado gastrónomo Miguel Salcedo Hierro y que incluyó en el prólogo de su La cocina andaluza:


    Se machacan de un ajo cuatro dientes
    con sal, miga de pan, huevo y tomate,
    y en aceite de oliva bien se bate
    majando con los ritmos convenientes.
    Se junta el agua con los ingredientes
    para que, así, la masa se dilate
    y se echan al conjunto, por remate,
    chorrillos de vinagre intermitentes.
    Cuando quede diluída bien la pasta,
    afile el colador su noble casta
    y, para guarnecer plato tan fino,
    démosle ya su peculiar acento,
    echándole trocitos de pimiento,
    de cebolla, de pan y de pepino.



    Aunque también podéis volver a ver Mujeres al borde de un ataque de nervios para quedaros con la copla del descacharrante narcogazpacho que en ella se elabora:

    ¡Uf! ¡Demasiado calor!

    sábado, 12 de agosto de 2006

    miércoles, 9 de agosto de 2006

    Palestina, último Far West

    La alianza entre los EE.UU. y el estado de Israel es tan fuerte que hay quien habla de que en realidad el segundo no es otra cosa que una estrella más de la bandera del primero. Y no sólo se explica por las inmedibles, pero innegables, presiones del lobby judío sobre los diferentes gobiernos federales, ni porque, como decía Vázquez Montalbán, Israel es la principal garita del Imperio en Oriente Medio una vez perdida la iraní el último año de los 70. Existe además en ese lazo un nivel simbólico, muy poco aireado, pero que cuenta con una enorme carga de efectividad porque afecta al centro exacto del imaginario nacionalista, tan arraigado, de los norteamericanos estadounidenses.

    Los norteamericanos estadounidenses perciben la creación del estado de Israel como una especie de remake de la creación de su propio país, de su ciclo mitológico fundacional, una hazaña de pioneros guiados por la mano de Dios que colonizaron un territorio virgen disputándolo palmo a palmo mediante las armas a los salvajes indígenas que se les resistían. Y cuya justificación proviene de la mitología mosaica judía escrita en la Biblia que fue su primera Constitución.



    El Exodus El Mayflower

    Así, puede hablarse de un paralelismo simbólico entre la llegada del Mayflower cargado de puritanos ingleses sobrevivientes de las matanzas religiosas europeas a las costas de Filadelfia en el siglo XVII (o la de los fundamentalistas holandeses (boers) a las costas de sudáfrica) y la arribada del buque Exodo cargado de sobrevivientes del Holocausto a las costas de Palestina tras la II Guerra Mundial. Y más cercanamente entre la colonización de las lejanas tierras del Oeste a base de carretas, biblias y rifles con la de Gaza y Cisjordania, a base de furgonetas, torahs y emedieciseis.

    Es sintomático, como apuntaba hace años Rafael Sánchez Ferlosio en su imprescindible artículo Un Moisés de tercera mano (El País, 3/11/1991), que la más conocida y coloreada versión holiwoodense de la Biblia nos muestre el Éxodo mosaico como una caravana con sus carretas de toldo redondo, sus niños con gatitos en los brazos, sus vigorosas mujeres de pañoleta atada a la barbilla y de holgadas y largas sayas remendadas, y hasta un Charlton Heston que, encarnando a toda barba al mismísimo Moisés, daba con estas palabras la salida: “¡Partamos hacia la tierra de la Libertad!”. Pura demostración de la inspiración veterotestamentaria del universo simbólico fundacional de los EE.UU.


    Tsahal7º de Caballería

    Pero esa tierra de la Libertad daba la casualidad de que estaba poblada ya previamente por tribus de indios en un caso o de árabes salvajes en el otro que eran ya por lo pronto, en el mejor de los casos, una gente perfectamente innecesaria, y en el peor, unos fantasmas inoportunos y obstinados que era preciso ahuyentar, expulsar y dispersar (1).

    Colonia a colonia, granja a granja, kibutz a kibutz, el adueñamiento del territorio se va haciendo efectivo hasta que su uso continuado lo convierta en inenagenable. Y cuando las cosas se les ponen muy crudas a los pioneros, y los indígenas se resisten más de la cuenta a ser expulsados de sus tierras, el estado nuclear asentado en lo ya conquistado les proporciona los servicios del Séptimo de Caballería / Tsahal (Ejército Judío), que extermina a los más rebeldes y confina al resto en las reservas habilitadas para ello. Custer / Moshe Dayan.



    General CusterMoshe dayan














    Así tenemos que el imaginario del Far West, cuyo ciclo vital se cumplió ya totalmente en los EE.UU, y cuya rememoración litúrgica cinematografía ha entrado, por causas naturales y al menos en sus versiones canónicas, recientemente en decadencia, sigue estando vivo en el seguimiento de la colonización judía del territorio virgen palestino, revestido de un halo de heroicidad que le proporciona la demonización del indígena salvaje/terrorista y de sus sanguinarios líderes: Jerónimo/Arafat.



    ArafatJerónimo


















    Sánchez Ferlosio, con la penetrante agudeza que le es propia ahonda aún más y caracteriza al colonialismo judío (sionismo) no sólo como un episodio más de la misma estirpe que los movimientos sectarios fundamentalistas cristianos emigrantes huidos de persecuciones religiosas en la Edad Moderna y no cómo un movimiento intrínsecamente judío inscrito en la tradición de la Diáspora, sino como una creación ad hoc a imagen y semejanza de aquellos por parte de unos teóricos y de unos aventureros dispuestos a crear un estado de la nada, un poder colonial blanco en la piel virgen de la Palestina Histórica, siguiendo la tradición de los países europeos de donde provenían. Que el terrible Holocausto del pueblo judío acabara acelerando necesariamente el proceso y maquillándolo de comprensible humanitarismo, no elimina su sospechoso sentido original.

    El principal de esos teóricos, Theodor Herlz, describía así la utopía sionista a fines del XIX: Para Europa constituiríamos allí un trozo de muralla contra Asia; seríamos el centinela avanzado de la civilización contra la barbarie. (Der Judenstaat, 1895). Colonialismo blanco puro y duro.

    Ya muy pocos dudan del derecho de Israel a existir y a existir seguro en unas fronteras determinadas por varias resoluciones de las Naciones Unidas. Pero sólo dentro de ellas. La época salvaje y sin ley del Far West y de la colonización de territorios ajenos y la expulsión de sus habitantes previos al margen de legislaciones internacionales tiene que terminar. Y dar paso al reconocimiento de los males e injusticias causados por la misma. Y para empezar podrían hacerlo con el reconocimiento de la limpieza étnica que llevaron a cabo en casi todo el territorio del nuevo estado en los años posteriores a su creación. Como solicita uno de los más acreditados historiadores israelíes: Illan Pappe. Y como gesto de enmienda, la devolución de los territorios ilegalmente ocupados a partir de 1967, el desmantelamiento de las colonias en ellos asentadas, el reconocimiento del estado hermano palestino en los territorios devueltos, el resarcimiento económico por los daños causados, y la destrucción del repugnante muro de la vergüenza levantado por sus últimos y desquiciados gobernantes. Eso si pretende seguir siendo lo que siempre pretendió ser desde sus orígenes: un estado europeo blanco civilizado a semejanza de los que andan ahora tratando de superar con bastante éxito sus sangrientas historias pasadas y no un referente simbólico de la cultura de la rapiña nunca autoasumida de los Estados Unidos de América.



    (1) La alusión de Ferlosio a una gente perfectamente innecesaria, viene a cuento porque previamente ha comparado la colonización hispana postcolombina con la anglosajona. Mientras para los colonos españoles la supervivencia de los indígenas era indispensable para su aspiración a convertirse en su patrón en la explotación de las tierras o las minas a ellos mismos arrebatadas, para los sectarios colonos anglosajones la aspiración era su desaparición para convertirse ellos mismos en labradores autosuficientes.(VOLVER)

    ADENDDUM:
    (I) Cuando ya tenía casi redactado este post Ferlosio publicó en El País UN ARTÍCULO en el que se pitorrea inmisericorde, pero merecidamente, de las contradicciones buenistas del sempiterno sonriente Vargas Llosa en su afán por hacer compaginar sin zozobrar sus críticas a los negros crímenes que Israel perpetra contra los árabes con su amor a la extraña democracia blanca que el mismo estado se autoinfiere, en medio de un encrespado mar de sionistas desatados. Como siempre Ferlosio usa como arma para desmontar los argumentos de los idiotas esos mismos idiotas argumentos.
    (II) La patología del poder israelí.
    (III) Jóvenes judíos contra la guerra.