(del laberinto al treinta)


lunes, 15 de febrero de 2016

Que Dios te lo pague, Partido Socialcatólico Obispal Español

El Vals de las Mariposas

Son innumerables las anécdotas que desde hace más de 20 años señalan a la actual consejera de Cultura de la Junta de Andalucía como una quintacoluminsta del estado vaticano en las instituciones civiles, o cuanto menos como ardorosa chupeteadora de anillos, más o menos oscuros, episcopales. Es más que probable que fuera por esa condición de católica practicante y ardorosa cofrade por la que el PSOE la incitara al transfuguismo desde su formación de origen, Izquierda Unida, a la suya. Contaría con un elemento más para reforzar su línea directa con los anillos, más o menos oscuros, episcopales, con los que ya contaba: el infecto Bono, palmero de Monse Cañizares, el rey de la pasarela de moda clerical Ci-velas-; su monaguillo el tragahostias Page -sí, el que prohibió el Concilio Ateo de Toledo porque podría erizar la pelusilla escrotal o vulvar de la cabaña lanar católica que apacentaba el antediluviano Monse; Josep Fèlix Ballesteros, el tarraconense alcalde beatificador de mártires católicos de la Cruzada fascista, el exalcalde de Coruña y conspicuo fundamentalista católico, el meapilas Belloch que lo fuera de Zaragoza… y un largo etcétera de importantes políticos que hacen de polis buenos, frente a los malos del partido que no son creyentes pero cuyo supuesto peso sirve para despistar a los cientos de miles de votantes que no comulgan los domingos y darle una apariencia de partido laicista.

Pero vayamos a nuestras anécdotas. La primera se refiere a un viaje que la que fuera alcaldiosa de Córdoba realizó con un equipo municipal a la isla Rodas durante varios días de septiembre de 2003 con motivo de recabar el apoyo de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad allí reunidas para su candidatura a la Capitalidad Cultural de 2016. Toda la delegación municipal cordobesa contaba con sus billetes de vuelta de precio normal para unos días después. Pero hete aquí que la alcaldiosa se entera de que al día siguiente se celebraría en Córdoba la toma de posesión del nuevo obispo, el que llegaría a ser su gran amigo –y según las malas lenguas, su confesor- Monse Asenjo, y al que acudirían 40 obispos 40, un nuncio y el arzobispo de de Toledo y sobre todo el gran valedor desde siempre de la tránsfuga, el nacionalmeapilista presidente de CLM José Bono. Y ella con esos pelos y sin poder ser fotografiada chupeteando tanto santo anillo episcopal rodeada de humo de incienso y aroma de cera. Así que mandó cargar al presupuesto municipal, es decir a todos los cordobeses, dos billetes extraordinarios –uno para ella y otro para su jefe de gabinete- de vuelta a España que costaron un güebo y la yema del otro para que la doña pudiera lucir su clásica chaquetiya Tío Pepe en día tan señalado de la coronación episcopal en la Mezquita (antes mezquita).

La otra anécdota es más conocida y cuenta que después de haber abandonado la sana costumbre casi obligatoria en una política de izquierdas de asistir a las manifestaciones del 1 de Mayo ese mismo año, no dejó sin embargo de asistir un mes después al bodorriazo que se montó Il Capo di Capi de Córdoba, Monseñor Castiglieggio en Sevilla con misaza en la catedral concelebrada por porretón de curas y dos mil y pico trabajadores de Cajasur que fueron trasladados como borregos para el relleno, previo pago de regalo para don Michele. Eso daba ya una pista, por si había dudas, de cuáles eran las preferencias de nuestra beatiphica damisela.

Contando con que además la actual señora presidenta de la Junta es también una reconocida católica practicante, cofrade y alguien a quien aparte de su brillante carrera profesional en los pasillos del partido no se le ha conocido más profesión que la de catequista, no sé yo cómo ahora todo el mundo se echa las manos a la cabeza cuando el Partido Socialcatólico Obispal Español después de haber engañado según su costumbre a todos los laicistas andaluces haciéndoles guiñitos cuando se ha visto presionado por el clamor popular, introduciendo en su último programa electoral su compromiso con la reclamación de propiedad pública de la Mezquita, ha finalmente seguido los dictados de quien, en materia de patrimonio y espiritualidad manda en la Junta: Monseñor Asenjo. Y como la verdad no la puede decir se ha buscado unas apestosas excusas para no hacer lo que otras comunidades autónomas han hecho: exigir al Registro de la Propiedad los bienes inmatriculados fraudulentamente por la Hermandad del Santo Latrocinio para proceder a reclamar su devolución al estado, su legítimo dueño.

Dios se lo pagará, hermanas.

domingo, 14 de febrero de 2016

Apolojetas del arqueoterrorismo

Los tartufos profesionales, esos conservacionistas que venden o alquilan su más o menos dudoso prestigio profesional para tapar cuidadosamente los crímenes de las administraciones contra el Patrimonio Histórico Artístico de este triste país parecen estar de buen año. El Poder los necesita en estos momentos en que le urge mantener lo más tapados posible los insondables pozos de mierda que de sus actuaciones recientes podrían rebosar si en lugar de ditirambistas a sueldo para que hablen en los medios, lo hicieran héroes defensores del Patrimonio, sin nada que perder ni nada que guardar. O incluso, más mérito aún, con mucho de lo mismo. O sea, mártires.

Hoy viene a Córdoba un señor conservacionista del Patrimonio que ha sido contratado con dinero público para que haga un informe de parte en el que mediante las hiperbólicas alabanzas de rigor mantenga tapado el hediondo pozo de mierda de las actuaciones de las administraciones estatales, autonómicas y locales en su deber de protección de los Bienes Patrimoniales de la Humanidad (con título oficial o sin él, porque todos lo son) de la ciudad de Córdoba en los últimos 30 años.

En la felpúdica entrevista que se le ofrece en la Hojilla Parroquial entre otras varias desvergüenzas (pasar de puntillas por el tema de las parcelaciones o del trampantojo restaurador, mostrarse extrañado de que el dueño del capitel a la venta tenga papeles) hace una afirmación que debería grabarse con letras de oro en el Muro de la Vergüenza y de la Infamia de los Expolios Universales. Dice la lumbrera:

En Córdoba conservamos la Mezquita, uno de los lugares más impresionantes del mundo, pero solo representa el aspecto religioso de esa sociedad, todos los aspectos civiles, cómo vivía esa gente, han desaparecido, y Medina Azahara nos ofrece la posibilidad de completar ese aspecto religioso que tenemos en la Mezquita con una panorámica de cómo era una ciudad de aquella época.

Como no puede ser ignorancia, siendo quién es y dedicándose a lo que se dedica,  debemos suponer que este señor lo que está haciendo es ocultar primorosamente el hecho de que está hablando de una ciudad donde LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS (estado, autonomía, ayuntamiento y universidad) son responsable de la destrucción A CONCIENCIA de UN MILLÓN Y MEDIO DE METROS CUADRADOS DE LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS perfectamente conservados de una ciudad islámica REAL (no palatina como es exclusivamente Medina Azahara) del siglo X para construir urbanizaciones de miles de adocenados pisos innecesarios sólo para engordar la burbuja inmobiliaria y la especulación del suelo. Y sin que se haya conservado ni uno solo de ellos como muestra para las generaciones futuras a las que se les ha escamoteado definitivamente el conocimiento directo de cómo vivían los cordobeses del siglo X, cómo eran sus calles, sus empedrados, sus casas, sus patios, sus pozos, sus mezquitas, sus medersas... La pulverización de una verdadera Pompeya Islámica. Un verdadero Holocausto Arqueológico. Así, esa afirmación de que todos los aspectos civiles, cómo vivía esa gente, han desaparecido, así por las buenas, como por arte de birlibirloque, debería considerarse APOLOGÍA DEL TERRORISMO ARQUEOLÓGICO, como a alguien que hablase de simple desaparición (¿emigraron, se fueron de vacaciones?) de seis millones de judíos en Europa Central se le considera apologista del Holocausto.

Con la festolina que están montando en Medina Azahara para animar a la UNESCO a que le conceda el mismo título de Patrimonio de la Humanidad que ya consiguiera la Mezquita y el casco histórico de Córdoba, un buen esperpentista de la estirpe de Valle Inclán podría escribir una obra cumbre del género. Probablemente el mayor de los delirantes despropósitos de todo el pollastre es que la señora que lo preside  y actual Consejera de Cultura de la Junta es la misma persona que fuera concejal de urbanismo en los tiempos en los que, por su manifiesta inoperancia, la metástasis del parcelismo ilegal se comió parte del perímetro de la zona arqueológica de la ciudad palatina de Abderramán III. La misma que siendo alcaldesa no movió ni un sólo músculo para salvar ni un sólo metro cuadrado de los arrabales califales. La misma cuyas actuales maniobras dilatorias e intoxicadoras que acompañan a la gestión política reclamada por los ciudadanos para el mantenimiento de la Mezquita como Bien Público contra las pretensiones de la Iglesia católica de apropiarse de ella, hacen sospechar que se encuentra más a sueldo (al menos espiritual) de aquella que de los ciudadanos.

Por si acaso las delirantes declaraciones del señor conservacionista profesional fueran extrañamente más fruto de supina ignorancia que de voluntad ocultadora, adjunto imágenes de algunas de las estructuras de los aspectos civiles, cómo vivía esa gente que la mayoría de los políticos y gestores que lo han contratado destruyeron inmisericordemente, escamoteándolos a las generaciones de ciudadanos de todo el mundo, sólo para engordar los bolsillos de un puñado de empresarios especuladores sin más patria que sus cuentas de resultados.

O sea la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba solos o en compañía de otros no sólo se han cepillado esto:

Sino también esto:

Y esto:

Y esto:

Y esto:

sábado, 13 de febrero de 2016

Titiriteros y la profunda idiocia hispánica

La perfecta sincronización es lo que tiene, que canta mucho. Este humilde bloguero, modestamente me lo reconozco, lo adelantó el mismo día de los hechos en un comentario sobre el tema en el muro de una amiga del Feisbu. Esta mañana Ernesto Ekaizer, probablemente el mejor conocedor de los entresijos judiciales de este país, abiertamente lo defendía en la SER, ante Pepa Bueno, esa listísima pseudoperiodista al servicio de su amo. Los hechos que Ekaizer proponía como comprobables son más o menos estos:

Aprovechando que el fiscal Jefe Zaragoza estaba de viaje en el extranjero (Ekaizer lo disculpa y no lo cree metido en la conspiración, cosa que puede ser materia de duda razonable) el fiscal sustituto, el juez franquista y dos ministros (uno virgen y otro sanjosé), informados convenientemente por un chivato mamona del contenido del guiñol que había contratado el Ayuntamiento de Madrid para el Carnaval, un contenido perfectamente conocido porque se venía representando tanto en Madrid como en otras ciudades desde hacía tiempo, decidieron montar el pollo conspirando para hacer el mayor daño posible a ese ayuntamiento, a los partidos de izquierdas y a la propia democracia. Habrá que afinar el estudio de cómo lo hicieron, quién entre el público, apenas 30 a 40 espectadores, –que no se enteraba de nada por la mala calidad de los medios empleados- empezó a escandalizar(se), a tratar de paralizar el espectáculo violentamente, lo que impidió la seguridad contratada para el acto y, supuestamente, llamó a la policía, que no tardó ni dos minutos en aparecer, detener a los titiriteros y confiscarles el material. El auto de detención – a todas luces preparado de antemano- manipula descaradamente el contenido y el argumento del guiñol hasta cambiar el sentido del mismo convirtiendo lo que se denuncia en lo que se ensalza. Los medios de la caverna debían estar también perfectamente avisados porque no tardaron desde sus tribunas ni diez minutos en comenzar a intoxicar.

La intoxicación fue tal que incluso antes de saber nada del asunto los medios que pasan por más fiables y sensatos se sumaron a la condena del guiñol seguidamente –y con la boca chica- a condenar la desproporción de las medidas. Tras varios días de progresiva disipación de la espesa niebla informativa el escándalo tomó tales proporciones que la fiscalía tuvo -cinco días después- que recular y proponer como causas de la puesta en libertad absurdos tan delirantes como que los titiriteros no podrían delinquir porque ya no tenían títeres, esas armas de destrucción masiva de la convivencia. Que los partidos de la panoplia de la derecha, desde la franquista a la neoliberal, cerraran filas en este asunto con los conspiradores es más que lógico. Que lo hiciera el PSOE en su deriva hacia el Kapital o el Kaos, también. Lamentable ha sido sin embargo la postura entreguista de Carmena y de la práctica totalidad del espectro progresista del país que ha entrado al trapo fascista como becerro en capea.

Pero de todo este asunto lo que más me ha dolido ha sido la demostración del nivel de estupidez general de “esta gran nación”. Y sobre todo el nivel de incultura literaria en que se halla inmersa. Pueden ser contados como habas en este país los izquierdistas que no consideren un error la programación de los guiñoles de marras. No se acuerdan de que esos mismos guiñoles llegaron a actuar contratados por el ayuntamiento de Ana Botella un par de años antes sin que los fiscales, jueces y ministros se escandalizaran. El “sí, pero...” ha sido la tónica general del análisis. Estuvo muy mal que los encarcelaran, pero el contenido del guiñol no sólo no era para niños sino que además era intolerable. “Intolerable error”, como anda por ahí proclamando a boca llena y con el papel de fumar en el cacharro de mear todo el pestilente bienpensantismo nacional de izquierdas.

Si algo demuestra esa actitud es que en este país nadie tiene ni puta idea de lo que es un guiñol. Que lo que prima es el más delirante de los desconocimientos de los mecanismos de la literatura popular teatralizada. No hay guiñol, al menos tradicional, sin altos grados de violencia, una violencia altamente parodizada, claro está. Los argumentos son siempre los mismos porque están concebidos para públicos iletrados y son tan básicos en sus planteamientos que hoy día se siguen representando por su mismo carácter de joya literaria sobreviviente el pasado. No tienen que avisar si son o no son para niños, aunque en esta sociedad pacata y absurda se esté llegando a delirantes absurdidades para proteger a la infancia, siempre de las tradiciones más inocuas, aunque nunca de la violencia estructural de la sociedad actual. El argumento de que el guiñol no es para niños es de una incultura supina. Los guiñoles ni son ni no son para niños: son guiñoles. Como los cuentos de Caperucita o Blancanieves con su correspondiente crueldad argumental. Lo que ocurre es que los padres que quieran proteger a sus hijos de esa violencia de los cuentos tradicionales pueden hacerlo porque los conocen y están por tanto en condiciones de evitarles, bajo su irresponsablilidad, el trauma de ver o escuchar que un lobo se come a una niña o que una madrastra envenena a aquella otra, pero en cambio los que quieran hacerlo respecto a las violencias inocentes del guiñol no puede ejercer la misma irresponsabilidad a priori por la sencilla razón de que no tienen ni puta idea de qué es un guiñol ni de sus argumentos tradicionales. Ese es el problema de todo este asunto. Que unos canallas con el alma podrida de fascismo han manipulado la opinión de todo un pueblo instalado en la más profunda de las inculturas de su propia tradición literaria. En los países que siguen conservando sus tradiciones literarias se están riendo de nosotros. Somos Elhazmerreiristán. Los guiñoles son una acrisolada tradición en las fiestas en Francia, Italia e Inglaterra. Busque en la wiki el curioso. Los padres que no quieren que sus hijos los disfruten no los llevan y no hay mayor problema. En Inglaterra hace unos años un padre denunció al guiñol Punch por apología del maltrato. La oleada de guasa fue monumental y el idiota se convirtió en eso, en el idiota del pueblo. En España estamos superando a los puritanos yanquis. Y aquí de guasa nada: una denuncia termina con los titiriteros en la cárcel.

Todos esos padres españoles que se escandalizan del contenido de un guiñol están rompiendo la cadena natural del acceso de sus hijos a la literatura. Con qué cojones de armas van a enfrentarse sus hijos a Los Hermanos Karamazov si sólo les han permitido leer ñoña literatura infantil de los mundos de Yupi. Eso sí, su clandestino contacto con la violencia fantasiosa la encontrarán en los juegos de ordenador, donde la violencia no les será mostrada como a simples espectadores, sino que los convertirá en actores con mando en plaza en los gatillos de las más poderosas armas de destrucción masiva.

PD: Ayer mismo un redactor canalla de AWC, alertado por las cloacas policiales que han hurgado en fichas e informes de soplones al servicio del PP, lanzaba al aire la supuesta conexión de los titiriteros con los asesinos de las policías cordobesas del 95 y con supuestos grupos terroristas que atentaron contra la Almudena.

Idea para GUIÑOL: El títere de Federico Jiménez Losantos aparece por el monte con su lupara bien cargada, confunde al redactor malnacido del AWC con alguien de Podemos y... cumple con sus manifestados deseos.

miércoles, 10 de febrero de 2016

ANTES MUERTA ya está en AMAZON

Después de intentar infructuosamente publicar mi trabajito sobre la Mezquita Catedral de Córdoba en papel ofreciéndola a alguna editorial local me he decidido a lanzarlo en formato electrónico mediante el sistema de autoedición en AMAZON. Mi única intención es que tenga difusión y aportar al debate de la inmatriculación y la manipulación del código genético del monumento por parte del obispado de Córdoba datos históricos, textos medievales tanto de parte cristiana como islámica, estudios arqueológicos, consideraciones jurídicas y los constructos simbólicos y mitológicos en torno a la gestión de la memoria histórica y de su manipulación.

Dos de sus apartados los considero especialmente currados, el referente a la construcción del mito de la basílica de San Vicente y el de los mártires cristianos. Ambos mitos se magnifican recientemente como contramitos en el intento de contrarrestar el de la convivencia de Al Andalus. Independientemente del valor que se le quiera dar a ese mito y del grado de realidad que se le conceda el problema para la Iglesia es que frente a él, por mucho que se le minusvalore tratando de desmontarlo, sólo puede presentar para sí misma el mito de los Reyes Católicos, o sea, el de la intransigencia, la limpieza étnica y el exilio para los disidentes.

En realidad me hubiera gustado ofrecerlo gratis, que yo no hago esto por la pasta, pero AMAZON no me lo permite, así que lo he tenido que poner al mínimo precio permitido. Con todo, menos de lo que cuesta una caña: 0'99€.

domingo, 7 de febrero de 2016

El acre husmo de los caciques

Lo más rancio de la ciudad de Córdoba, los reaccionarios de estirpe franquista, de clubguerrita y entrepierna rijosa, está haciendo de la tortauromaquia un banderín de enganche –paralelo al de la puerta de la Mezquita de la yihad cofrade de los capillitas- con que enfrentarse a los nuevos aires que traen ciudadanos que no quieren -aparte de que la ciudad acabe sepultada por himalayas de cera e incienso- saber nada de tardes de sangre y moscas, humo de puros y machorrismo pinturero o esencias castizas decimonónicas. Por eso le ha puesto la muleta del centenario de Manolete ante la cara al gobierno municipal, para obligarlo a medir su bravura, a embestir ciegamente o a recular en las tablas de la sumisión. La ley del toreo dice que el torero siempre mata al toro la inmensa mayoría de las veces. Saben que son cada vez menos, y que cuando entreguen la cuchara no tendrán relevo, o que incluso aquellos que los sucederán en el poder no conservarán la herencia de sus crueles y cutrefactas aficiones: la montería y la fiesta nacional. Ni el culto a sus apulgarados mitos: toreros, generales felones, obispos fascistas y alcaldes falangistas. Pero mientras les llega esa hora gustan de que se note que mandan y que sus gustos son sagrados y -sobre todo- subvencionados por los paganos pringaos. Y son muy poderosos, tienen poder en los medios de comunicación y conocen las formas de chantaje más lancinantes, porque son una mafia de capital de provincias sin posibles, una de las más cerradas de Carpetovetonia, en la que todo el mundo está en su sitio y los intereses funcionan de manera reticular -y testicular-. Tienen su guarida en el casino de la ciudad (sí, sí, Córdoba es una ciudad con casino como Dios manda, de esos que nunca se quitaron el husmo caciquil y franquista y que ya sólo existen en algunos pueblos grandes rodeados de olivos) desde donde administran los caudales simbólicos de la ciudad: los artísticos, los religiosos, los heroicos y los literarios, independientemente del color político que prime en las instituciones. Los medios locales les tienen pánico, o les abrillantan morosa y continuamente el anillo o callan prudentemente sus opiniones pa no molestar a los señores. En esta ciudad hay opiniones que la prensa no puede editorializar sin riesgo. Y quién quiere ser aquí prensa de riesgo. Es jodido que a estas alturas aún haya que librar guerras que libraron y perdieron los afrancesados cuando se esfumó la oportunidad de que la Ilustración abriera los postigos del país para que entrara la luz de la razón. Yo sólo espero que el Ayuntamiento –de mayoría progresista- no juegue a ser el toro perdido en la plaza a merced de esa panda de apulgarados cacicones. Y que resista dignamente y con elegancia democrática y humanística demostrándoles que si hay alguien con cuernos en este juego -y no precisamente los rectos y por derecho del noble animal con cuya minuciosa tortura disfrutan- son ellos. Y a ser posible que si hubiera algún periodista de raza en la ciudad que lo demuestre y se ponga de una vez con quienes las leyes de esa buena raza les indique.

ADDENDUM para los que no son de Córdoba o no están al tanto de los asuntos de este poblachón:

El gobierno municipal de Córdoba está conformado por un bipartito entre PSOE e IU y el apoyo de la agrupación de electores GANEMOS,. Durante muchos años la carcunda rancia cordobesa no se sintió amenazada ni por güelfos ni por gibelinos, ni por la versión aguilarista de IU ni por la del PSOE cañí, ambas cumplidos felpudos de sus intereses. Ha sido ahora cuando el quinceememismo ha empezado a toserles en los carísimos alfileres de sus corbatas de seda y sobre los escuditos de oro de cofradías y círculos taurinos de la solapa de sus ternos azules cruzados con dorados botones, cuando se han puesto nerviosos. Es la reacción local a las rastas del Congreso. Más cuando aquí las rastas han empezado a actuar.

No han podido soportar que se cuestione en esta ciudad TAURINA POR ANTONOMASIA, la eticidad del gusto por la tortura concebida como arte ni de las amojamadas esencias del carpetovetonismo más acendrado. Más por presión del quinceememismo, que por el del PSOE o IU, ambos con mucho miedo a expresarse al natural o incluso con mucho que callar. Ahí es nada la impagable imagen de Carmen Calvo “Zapatitos” (Ministra de ¡¡¡Cultura!!!) chupeteando con unción una montera macerada en Patrico y caspa torera. O la de Doñarrosa apoyá en el quicio de un burlaero acompañá de “Zelig” Marcelino, el incombustible concejal de festejos de la IU en los tiempos del Revival CORDOCASPA sin complejos.

Así cuando el Ayuntamiento, en el marco de una moción para declarar a la ciudad libre de circos que torturan animales, coló de rondón la eliminación de la compra de la porretá de entradas de espectáculos tortaurómacos, en especial el de la Asociación de Cáncer, que venía siendo tradicional desde hace años, traspasó el Rubicón de lo que los beneficiarios de ir a los toros de gañote estaban dispuestos a soportar. Y como esos beneficiarios son los casinistas, le declararon la guerra apoyados en las principales piezas de artillería con que cuentan en la ciudad, las de la prensa. Publicidad y otras formas de chantaje son el gatillo. ESTE AYUNTAMIENTO ATACA EL ALMA SECULARMENTE TAURINA DE LA CIUDAD.

La prueba de fuego la han pergeñado los casinistas guardianes de las ranciedades más atocinadas aprovechando que este año se conmemora el centenario del más apolillado de los mitos taurómacos cordobeses, el de Manolete. Así que han emplazado al ayuntamiento públicamente a que se defina. O monta un pollazo del que se hable por siglos para celebrar el mangánimo centenario del mito de la Inteligencia Inmóvil y la Cara de Nabo Avinagrao, o serán acusados de lesa cordobesidad. Con todos sus altavoces, que son los principales.

Círculo de la Amistad (EL CASINO) y diversos círculos cornípetas se han confabulado con el partido casporancio por antonomasia, el Popular, y han preparado el campo de batalla contra el perroflautismo que según ellos ha tomado SU AYUNTAMIENTO y amenaza con convertir SU CÓRDOBA, elegante y señorial, en una ciudad podrida de vegetarianos y ciclistas, en feliz expresión de sus congéneres polacos.

Algo positivo hemos sacado algunos, el ver demostrada nuestra declarada sospecha de que el hipervalorado anterior concejal de cultura del PP, que está comandando la campaña con el banderín de la gaviota carroñera, estaba hecho de la misma materia estercolada que los demás concejales politoxicofrades, ultraliberales, rijosos, divisionazulistas y cuñadaznaristas que comandaba el Niño del Flequillo de la anterior corporación. Y es que últimamente el artisteo local, el supuestamente modenno de la muette, el que perdía el culito por sus mofletes, se ha demostrado de espíritu más rancio que el de los confeccionadores de cuadros de ciervos con arroyuelo pa encima del sofá. No es extraño que algunos de ellos hayan acabado como acomodadas polillas de luz en la clubista esquina malagueña del cafiche francés del CAC.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Turismo criminal

Para Lansky, porque de la más saludable de sus fobias hablo hoy

Entre 1948 y 2015 el estado de Israel ha venido luchando incansablemente por desembarazarse en sus autoproclamadas fronteras de la para él incómoda presencia de los beduinos palestinos que habitaban desde hace milenios tanto las tierras que le tocaron en el reparto de la ONU como las que ha ido invadiendo militarmente a lo largo de esos casi 70 años. Se trata de varios cientos de miles, unos asesinados a sangre fría y otros exiliados a punta de bayoneta, que junto con los palestinos no beduinos han sido víctimas de una de las mayores limpiezas étnicas / genocidios del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Son conocidos los reiterados asaltos a aldeas beduinas concluidos con el asesinato a sangre fría de todos sus habitantes, hombres, mujeres y niños (como cuenta el historiador israelí Ilan Pappe que ocurrió en Deir Yassin, Tantura y otras) llevados a cabo por la Haganá en los años 40 principalmente pero que continuaron en los 50 y los 60. También son conocidos los reiterados y sibilinos intentos de los últimos años por eliminarlos definitivamente sin que la comunidad internacional pueda acusarlos de crímenes contra la humanidad impidiéndoles acceder a la propiedad de la tierra en la que llevan viviendo desde tiempos inmemoriales por carecer, lógicamente, por eso son beduinos, de títulos legales y negándoles servicios básicos en los campamentos en los que han acabado hacinados. Han conseguido exterminar o expulsar a buena parte, pero muchos, unos 80.000 repartidos en 45 aldeas sin luz ni agua, resisten aún en el desierto del Negev. Hace poco una de esas aldeas, Al-Araquib, en un rapto de humor a prueba de engarrotamiento represor sionista, solicitó ser incluida en el Libro Guiness de los Records por haber sido destruida por el estado israelí y reconstruida de nuevo por sus habitantes beduinos 40 veces.

En el colmo de la crueldad una empresa de servicios turísticos de Israel ofrece a turistas de todo el mundo vivir por unos días una auténtica experiencia de vida beduina en una falsa aldea beduina construida con falsa rusticidad beduina por fuera pero auténtico lujo tres estrellas por dentro. Incluye ser servidos por falsos beduinos que les ofrecerán falsa comida beduina y falso té o café beduinos y les amenizarán las falsas veladas beduinas con falsa música beduina y falsa danza del vientre beduina y circuitos por el desierto beduino montados en falsos camellos beduinos. Por un precio razonable que les hará vivir una excitante aventura con la ilusión de asomar virtualmente la cabeza por el pretil del insondable pozo de mediocridad y rutina en que se desarrollan sus jodidas vidas.

Es casi seguro que unos meses antes de que esos desalmados empresarios montaran ese resort en el oasis desértico para explotar ese negocio de falsos beduinos pidieron al estado israelí que les expulsara con la violencia propia en esos casos a los auténticos beduinos que en él llevaban viviendo cientos de años… No tenían nada contra los indómitos beduinos auténticos, sólo que para su negocio eran preferibles los falsos o domesticados a sueldo, mucho más sumisos...

A mí me recuerda el genocidio de los indios norteamericanos por los anglosajones y su explotación comercial post mortem por su industria recreativa. No sólo me lo recuerda, sino que estoy convencido de que el modelo de colonización y explotación israelí de Palestina es heredero del anglosajón en Norteamérica. Indios y palestinos son las mismas víctimas de la barbarie civilizada de los negocios y de los colonos. Buffalo Bill colaboró en el exterminio de los indios y de los bisontes y vivió el resto de su vida explotando un falso mundo de indios y bisontes para turistas.

Pero no toda la culpa es de los crueles ofertadores de esos servicios sino que también le cabe culpa al cliente, al adocenado clasemediero bienestarizado que los consume. Porque si el turista de productos étnicos en general es ya de por sí digno de sospecha moral a falta de un test sobre su capacidad intelectual para los análisis éticos, el que lo practica en Israel obviando la estridente patencia del sufrimiento infinito con el que se elabora la materia de su consumo es directamente despreciable.

Odiar saludablemente al estado de Israel por sus crímenes y a la ideología dominante entre sus dirigentes que los justifica, el sionismo, hermana del nazismo y el fascismo europeos, no significa odiar al mundo judío por mucho que los sionistas se empeñen en fomentar la confusión y a pesar de la responsabilidad que sus nacionales les toque por los crímenes de sus dirigentes. Odiar el nazismo no significa odiar a los alemanes, aunque les cupiera parte de responsabilidad por sus crímenes. El estado de Israel es un estado odioso por el estado permanente de injusticia en el que desarrolla su existencia y estar fundado sobre un verdadero genocidio. Pero incluso la injusticia tiene un límite. Exterminar para lucrarse con el fantasma de los muertos supera todas las fronteras de la humanidad. Ojalá algún día ese estado se devore a sí mismo. Y que yo siga vivo para verlo, o al menos para barruntarlo.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Mierda de democracia

¿Por qué podemos afirmar que la democracia en España es una putísima mierda? Pues porque se consienten tranquilamente cosas como ESTA:

Un Defensor del Ciudadano, sea del ámbito que sea, se supone que tiene que mostrar una exquisita equidistancia respecto a todas las opciones políticas y religiosas de los ciudadanos a los que tiene que defender y no mostrar descaradamente preferencias por ninguna de ellas. Entonces por qué cojones al Defensor del Ciudadano de la Provincia de Córdoba, Francisco García-Calabrés, se le permite que publique artículos en los medios en los que no sólo ensalza, alaba e inciensa, sino que desciende a delirantes niveles bajo-lametoniles, a un señor que será un referente mágico-religioso para muchos de los ciudadanos a los que defiende, pero que para otros muchos, cada vez más afortunadamente, no es más que el jefe de un estado absolutista que emite ideología de índole reaccionaria enfrentada políticamente a la suya; que no sólo ha tenido tradicionalmente hasta hace muy poco lazos con sangrientas dictaduras y nunca pidió perdón por ello, sino que discrimina laboralmente a la mitad de la población por su carencia de atributos masculinos mientras que a sus funcionarios que sí los tienen les prohíbe dictatorialmente usarlos para desarrollar sus naturales potencialidades afectivo-sexuales; que demoniza e injuria gravemente de continuo a un sector de esa ciudadanía que tiene opciones sexuales distintas a las que por ley ella dictamina como legítimas; que protege a delincuentes pederastas y que en su biografía presenta vidriosas dudas sobre su colaboración en el genocidio ocurrido en su país de origen cuando era obispo de su capital.

El que muy poca gente se dé cuenta de lo vendidos que estamos los laicistas, racionalistas y militantes de izquierdas siendo defendidos por funcionarios que muestran sin cortarse esa parcialidad por instituciones políticas de un signo reaccionario tan meridianamente claro habla directamente de eso, de la mierda de conciencia de la democracia que tenemos en esta mierda de país.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Dos submitos de la Reconquista: La Basílica de San Vicente y la Granada romana

Aterrorizado por la inminente llegada de el monstruo de gelatina almibarada navideño, he pasado el puente currándome el siguiente txorizaco malafollá/senequista:

PARA ACCEDER AL TEXTO PICAR SOBRE LA FOTO:

domingo, 29 de noviembre de 2015

De caciques, curas y alcaldes felpudos

Probable conversación sucedida en el despacho del alcalde de Coria del Río. Personajes: el propio alcalde, un cura y un cacique del pueblo.

CACIQUE Niño, ¿no quedamos en que nos ibas a quitar ese mamarracho de frente de mi casa y de la ermita como acordamos con el anterior alcalde?

NIÑO/ALCALDE: Sí..., ya.... pero es que en ese monumento se recuerda también el fusilamiento de Blas Infante, el Padre de nuestra Patria...

CACIQUE: Pamplinas, el padre ese ya tiene muchos monumentos en otros sitios y en el pueblo un museo.

NIÑO/ALCALDE: Pero se nos van a echar encima los de la Memoria Histórica

CACIQUE: Tú deja que esos perroflautas ladren que al final acabarán roncos.

NIÑO/ALCALDE: Bueno, los que ustedes digan, que pa eso mandan.

CURA: Que sea antes de Nochebuena.

Para aquellos que piensan que la guerra civil es un episodio cerrado de nuestra historia, que la reconciliación sucedió gradualmente y las heridas, las de las víctimas, están cicatrizadas y las responsabilidades de los victimarios saldadas les recomiendo que observen detenidamente los hechos ocurridos en un pueblo de Sevilla hace unos días. Coria del Río es un pueblo profundamente andalucista. De ese andalucismo que en la Trasición/Transacción, corrompiendo los principios humanísticos anticaciquiles y profundamente apegados al jornalerismo de su fundador, Blas Infante, pergeñó un partido de esencia burguesa y fines acomodaticios, el PSA, Partido Socialista Andaluz, que luego perdería -en el único acto de coherencia que le honró- el apelativo ideológico y se quedó sólo con el geográfico: Partido Andalucista. Sólo hay que hacer la lista de sus dirigentes fundadores para entender de qué iba la cosa. En realidad se trataba de una versión del PSOE, aunque mucho más burguesa, y en clave más folklorista. Yo pensaba que ya se había disuelto higiénicamente a la vista de que los andaluces pasan de ellos como de la mierda.

Así que mi sorpresa fue mayúscula cuando me entero de que en Coria del Río ese partido tiene mayoría absoluta, pero absoluta der tó, o sea que todos los concejales son del PA. En Coria fue notario Blas Infante donde se hizo una casa en cuyas formas reivindicó el pasado andalusí y que hoy es su museo. De esa casa fue sacado por un grupo de falangistas y fusilado en las afueras de Sevilla. Hace unos años, en 2009, se levantó en el paseo central del pueblo un monumento en recuerdo de las víctimas de aquella brutal represión que habían reclamado las asociaciones por la memoria y las propias víctimas y sus descendientes, que en ese pueblo fueron incontables. Un hermoso monumento en el que se recogía plásticamente el dolor de aquellos crímenes. El problema es que ese lugar es justamente “la zona nacional” del pueblo, es decir donde vive la gente rica del pueblo, es decir los herederos de los victimarios fusiladores de jornaleros y de padres de otra patria que no fuera la española. Y para más inri se colocó a menos de 50 mts. de la capilla de la Soledad que pasa por oratorio de esos ricos del pueblo y símbolo de la Iglesia que incitó y colaboró en el genocidio. Es lógico que a ambos socios –ricos y curas de ricos- les molestase el recordatorio perenne de los crímenes que cometieron sus mayores y de los que ellos no han renegado. Porque de la vinculación de la localidad con Blas Infante, el más conocido de los asesinados, ya se encargan de convertirla más en una atracción turística que ética.

Así que nada más inaugurado el monumento comenzaron las maniobras conspiratorias de la élite franquista del pueblo para quitárselo de la vista. Por entonces gobernaba el PP con el apoyo del PA y como institucionalmente no podían dar la orden del traslado del monumento a un lugar más discreto tuvieron que echar mano al poder vecinal –del barrio de los ricos y de la iglesia, claro- que en una reunión solicitó ese traslado al Ayuntamiento, que encantado lo aceptó. De espaldas al resto del pueblo y a las asociaciones de la Memoria Histórica, que al tener conocimiento del hecho se reorganizaron para impedirlo, habiéndolo conseguido mediante concentraciones periódicas y manifestaciones hasta hace unos días en que con la excusa de una remodelación del paseo –que muchos consideran exactamente eso, una excusa- ha sido retirado con nocturnidad (tres de la mañana) y alevosía. La burguesía y la nobleza franquistas, las que siguen mandando todavía en toda Andalucía con la colaboración del PSOE, y la Iglesia dieron la orden clara y tajante al alcalde, ya del PA.

LA NOTICIA EN EL PLURAL: Con nocturnidad y alevosía, el alcalde de Coria retira de madrugada el monumento a las víctimas del franquismo.

Este es al alcalde-niño:

viernes, 27 de noviembre de 2015

La roña franquista de Baena

El alcalde socialista de Baena, el psicólogo metido a político Jesús Rojano Aguilera,se ha abstenido en la votación de la propuesta de hacer cumplir una ley, la de Memoria Histórica, al Ayuntamiento que preside, retirando la medalla de oro de la ciudad al genocida general Franco y el título de hijo adoptivo de la misma a Sáenz de Buruaga, el militar que mientras tomaba un refresquito en el casino contemplaba por la ventana cómo por orden suya asesinaban uno a uno a cientos de obreros que habían defendido con las armas la legalidad republicana. La sangre de esos obreros, mezclada con el agua de la fuente, llegó hasta el río que baña los pies del pueblo.

La justificación de ese sujeto para inhibirse de cumplir la ley y limpiar el expediente de concesión de honores de su ciudad fue que ellos no estaban allí para enjuiciar a nadie ni revisar la historia. Una parte de los concejales de su partido (tres más se abstuvieron) y la totalidad de los de IU que fue quien presentó la moción consiguieron que se aprobara. Los franquistas y neoliberales (PP y Cs) votaron en contra. Todos ante el crucifijo que preside la sala de plenos.

Baena es el pueblo que se hizo famoso hace unos años por un alcalde/cacique meapilas (y otras cosas más feas) del PSOE que se negó a retirar el crucifijo de los plenos amenazando con lanzar contra quienes lo exigieran las hordas fanáticas cofrades del pueblo. Pero sobre todo por ser el pueblo de los munícipes corruptos y puteros, aquellos que al grito de "¡Qué no farte de ná, que paga Baena!" gastaban el dinero de todos los ciudadanos en champán, pata negra, jacuzis y putas brasileñas en un conocido club de alterne de Marbella. Pero yo creo que merecería ser conocido por haber dado el mayor número de políticos socialistas-basura de esta provincia.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Ardor guerrero

"Ante un atentado no debe haber venganza sino análisis, y en los análisis hay que plantear cuáles son las causas de los enfrentamientos". Cree que para luchar contra el terrorismo yihadista y contra "cualquiera" hay que "trabajar muchísimo en lo que siempre se tiene que trabajar para la paz: en el diálogo, en buscar siempre alternativas para hacer posible que haya empatía, para hacer posible lo que yo llamo la educación para la paz."

Eso –y muchas cosas más que parece que nadie se ha molestado en leer- dijo el otro día Manuela Carmena cuando fue preguntada por el violento acto de venganza unilateral que perpetró el gobierno de un estado europeo contra un territorio secuestrado junto con su población por bandas de mercenarios falsamente religiosos que dieron un golpe de mano exitoso en el corazón de su capital. En Córdoba, los miembros del gobierno municipal y concejalías que lo apoyan, un conjunto progresista, propuso en el mismo sentido que al minuto de silencio de las víctimas de los atentados se le sumara otro minuto por las víctimas civiles de los bombardeos vengativos subsiguientes.

La jauría cristofacha -mutilando interesada y gravemente el sentido y el conjunto del discurso de la alcaldesa de Madrid- no tardó en ponerse a ladrar desde sus púlpitos mediáticos enseñando sus afilados dientes para hacer callar ese pensamiento pacifista e imponer el suyo, belicista, el del ojo por ojo y diente por diente, el pensamiento mutilado del etnocentrismo europeo y el espantajo de la superioridad del cristianismo sobre las demás religiones. No es raro, el catolicismo antievangélico criminal que hemos padecido en España desde los Reyes Católicos hasta los años 70 del siglo XX forma parte medular de su idiosincrasia. Y más ahora que lo han ecuménicamente mezclado con ultraliberalismo protestante anglosajón, el de la CIA y la oilcracy. Casticismo y posmodernidad formando una untosa pasta con que engominarse el cerebro.

Sólo en la prensa cordobesa en los últimos días hemos tenido que soportar la acre halitosis de sus fauces ladradoras en prácticamente todos los medios tradicionales. Si el otro día era un católico profesor serrano el que se indignaba por la duplicidad del acto municipal desde su púlpito mediático y por las palabras de Carmena en el muro de su facebook, al que por cierto cambió su clásico frontal por la reveladora imagen de un carro de combate, anteayer un psicólogo campiñés acreditadamente ultracentrista lanzaba desde su protegido puente del Acorazado ABC una serie de andanadas de pestífero plomo biliar reaccionario contra la alcaldesa de Córdoba por haber aceptado la propuesta del segundo minuto de silencio. Para él los únicos minutos que se merecen los sirios son los que ocupan los bombardeos sobre sus cabezas.

Hoy nos desayunamos de nuevo en la Hojilla Parroquial  con la última perla del inacabable collar de doble vuelta de opinadores reaccionarios oficiales que adornan el ajado cuello de esta ciudad. Esta vez se trata de un profesor de ¡¡¡Filosofía!!! que se permite hacer chistecillos cinéfilos -descacharrante el expertismo peliculero que suele vender por ahí- sobre la propuesta y advertencia de la alcaldesa de Madrid. Este sujeto ya lo mezcla tó, un auténtico combinado de cuñaísmo de barra de bar de cazaores: lo de que los moros se quedaron en la Edad Media, que la II Guerra Mundial vino porque se ofreció diálogo a Hitler, lo de la Sagrada Libertad Europea que odian los beduinos y hasta se ríe de los intentos de dialogar con ETA para parar la violencia. Nada, hombre, diálogo… pero hombre, pringaos que seis unos pringaos: eso lo arreglo yo con dos patás…: varias divisiones acorazadas y unas buenos centenares de sesiones de bombardeos de destrucción masiva. “Ardor guerrero vibra en nuestra voceees...”.

No es inocente. Estos tipos no son unos incultos y tienen la información suficiente y sus herramientas de pensar suficientemente engrasadas. Hablan así porque defienden la opción reaccionaria frente a la progresista. La de no cambiar nada –la injusticia intrínseca al sistema- porque eso crearía muchas molestias y podría provocar disturbios en el bienestar de unos pocos frente a la miseria en la que viven la mayoría. El sistema para ellos funciona bien. Sólo hay que exterminar a los terroristas. Con eso ya está todo solucionado. Entender que tras lo que ocurrió el otro día en París, lo que ocurrió con los trenes en Madrid, lo de Beirut…, que tras de todo eso hay causas y responsabilidades muy claras y que hay que estudiarlas y tratar por todos los medios de neutralizarlas, eso es cosa de buenistas, de pacifistas de mierda que viven en mundos de yupi.

Entender que todo lo que ha ocurrido en Oriente Medio –al igual que en Iberoamérica- desde la I Guerra Mundial no es más que neocolonialismo, la explotación de unos pueblos sobre otros, pero esta vez desde la cómoda distancia, sin tener que mandar sus botas militares sobre el terreno. Entender que la única causa que hay detrás de la destrucción de países enteros, de la muerte de varios millones de personas, de la creación de monstruos primero teledirigidos y luego descontrolados en esas zonas del mundo por parte de los centros de poder colonial, es el mantenimiento del estado de bienestar de un puñado de privilegiados países, lo que sólo parece ser posible a costa del sometimiento y la destrucción de las sociedades que poseen el combustible del motor de ese estado: las materias primas. Y para ello no pueden permitir que esas sociedades progresen al mismo nivel que ellos ni gocen de sus mismas libertades, porque ello significaría el fin de la explotación y el fin del status quo del petróleo o el coltán barato. Todo occidental bienestarizado debería saber que cuando llena su depósito de gasolina barata –muy barata, aunque a él no se lo parezca- lo está llenando en realidad con litros y litros de sangre de gentes que no tienen no ya el mismo derecho de bienestar sino el de seguir vivo que él.

En el caso concreto de los países de mayoría musulmana es gracioso que el profesor de ¡¡¡Filosofía!!! saque el viejo mantra de la Edad Media en la que se quedó la civilización islámica. Lo que nos está diciendo es que los musulmanes no están capacitados sistémicamente para disfrutar de nuestra civilización avanzada que se basa en la libertad. No sé, igual cree en la genética cultural. Ya no me extraña nada de estos intelectuales posmodernos. Pero alguien debería enseñarle los libros de historia en los que se da cuenta de cómo desde el siglo XIX los poderes colonialistas han impedido sistemáticamente a esas sociedades musulmanas –y no musulmanas- acceder a los mismos medios tecnológicos e intelectuales de que ellos gozaban. La civilización que decían los colonialistas llevarles –el actual mantra de la democracia para Iraq, Siria o Irán- era un espantajo sólo útil para consumo de sus nacionales, para tranquilizar sus conciencias: los explotamos pero les enseñamos inglés. Cuando los árabes a finales de los 50 intentaron formar un estado unificado fuerte, de corte laicista y con verdaderos proyectos educativos y distributivos de corte occidental, fueron sistemáticamente boicoteados por las potencias occidentales que no podían permitir que el progreso alcanzara a los dueños de las materias primas que ellas necesitaban.

El nacionalismo árabe tendría muchos defectos, pero podría haber conseguido estabilizar cultural, económica y socialmente los territorios donde se implantó si Europa, EE.UU e Israel no hubieran puesto todas sus armas –principalmente bélicas- al servicio de su boicot. Así que a todos aquellos que dicen que los árabes –o los musulmanes- no progresan porque no saben o no quieren habría que recordarles lo que ocurría en sus países en aquellos años, la ebullición cultural y adaptativa al mundo moderno de los años 60, con las sevicias que se quieran rebuscar. Y después acordarse del golpe de mano de ingleses y gringos contra Mosaddeq en Irán, la expansión israelí a costa de los árabes y el exterminio y exilio de cientos de miles de palestinos, la guerra sucia contra Nasser, el apoyo occidental a sangrientos dictadores o a regímenes como el saudí a los que no se exigía democracia, la incitación a la guerra irano-iraquí por EEUU, el derribo del régimen socialista y laicista de Najibullah en Afganistán por la CIA y la organización de un ejército de yihadistas, padre de Alqaeda y de las actuales bandas criminales del Daesh, el golpe de estado propiciado por Francia en Argelia para impedir que se cumpliera el mandato democrático de quien había ganado las elecciones, por muy islamistas que fueran, la destrucción de Libia, mano a mano por la misma Francia y EEUU, la invasión y desmembramiento de Iraq, lo que ahora se intenta en Siria… La fabricación y tráfico de armas…

Y dice el profesor de ¡¡¡Filosofía!!! que los árabes es que son medievales…

A ver, jauría reaccionaria, lo que la alcaldesa de Madrid, alguien con una estatura moral cincuenta veces por encima de la vuestra coronada de gomina católico-neoliberal es que habrá algún día que ponerse a analizar todo eso y pararlo, ¿no? A ver, tarados, el diálogo no es con los terroristas, sino con todos los actores del drama, a ver si empezamos de una puta vez a saber quién es el enemigo de los ciudadanos de a pie, qué clase de hijosdeperra nos gobiernan y nos meten en guerras o meten en guerras a otros, qué responsabilidad tenemos los occidentales de a pie de lo que pasa a miles de kilómetros de distancia mientras llenamos los tanques de combustible de nuestros coches o vemos la tele ricamente calentados por calefacciones centrales. Y sobre todo qué hacemos con esos cientos miles de víctimas de nuestras guerras que están llamando a nuestras puertas y a los que hemos dejado a la intemperie durmiendo en el barro húmedo de los campos de labor de la Europa de nuevo fascistizada del Este…

Estos sujetos son los que consideran aceptable el genocidio de Hiroshima y Nagasaki, los que consideran un estadista demócrata respetable a Kissinger o distinguen entre los criminales de Al Qaeda a los que se achacan menos de cien mil asesinatos de los criminales del club de las Azores sobre cuya conciencia pesan dos millones de muertos…

Verdadera mala hierba en muchas de cuyas manos está actualmente la educación de las generaciones del futuro. Verdaderas y descontroladas armas de desinformación masiva de la juventud que tendrá que hacerse cargo pronto de la gestión del terrible mundo que se nos viene encima. Los católicos fundamentalistas tienen la opción subvencionada de librar a sus cachorros de la para ellos intolerable influencia de los profesores laicistas llevándolos a colegios confesionales. Pero qué padre puede librar a los suyos de la influencia de funcionarios de la pública tan reaccionarios como esos y con plaza vitalicia.

domingo, 8 de noviembre de 2015

ALGARABÍA

Me dice el contador de post que el último que colgué hacía el 999. Yo nunca he sido muy aficionado a las conmemoraciones por cifras redondas referidas a mi vida ni a mis escritos y de hecho no he reparado nunca en si este blog de mis entretenimientos y berrinches cumplía uno, cinco o diez años. Compruebo hoy que estoy un poco de oferta que esos diez años de blog se cumplieron a principios de este años, concretamente el 12/01/2015 y ni me había enterado. En fin que por una vez y sin que sirva de precedente para celebrar esos 1000 posts he recuperado un cuento que escribí en los años 80 (en la mili e imagino que en el mismo estado de gracia alcalóidica con la que pude soportar aquel infierno), que presenté a un concurso que organizaba el Juan XXIII (Premio Kabila de cuentos) y que gané sorpresivamente. A alguien del periódico La Voz de Córdoba, aquel proyecto de prensa libre que se cargaron miserablemente los felipegonzalezistas del PsoE para eliminar los testigos incómodos de su traición a sus principios, a sus muertos y a la decencia política, le gustó el cuento y lo publicó. Años después nos conocimos. Gracias, M.S.

También hace unos días mi amigo B.O. me dijo que estaba trabajando en temas de sufismo andalusi. Le hablé del cuento y me lo pidió. Lo he buscado en el fondo de mis cajones y lo he encontrado. Así que se lo paso por aquí y lo hago público.

Por último no creo que haga falta advertir que la firma no es la original. El amigo Harazem no existía aún. Es la única falsificación que me he permitido. Lo demás está recompuesto para poder colgarlo pero es el original. Si a alguien le gusta y lo disfruta me daré por pagado. De nuevo, que el premio del concurso fue un puñado de simpatiquísimos miles de pesetas...

martes, 3 de noviembre de 2015

De los títulos de propiedad de la Mezquita de Córdoba

Según leo en la prensa hoy mismo cien científicos procedentes de casi todos los lugares del mundo del ramo de la historia, la lingüística y el arte han firmado un comunicado reclamando a las administraciones españolas y especialmente a la andaluza que tomen las medidas necesarias con la celeridad y contundencia precisas en defensa del patrimonio público andaluz -y de toda la humanidad- en el caso de la apropiación jurídica de la Mezquita de Córdoba por parte de la Iglesia católica y de la manipulación de su código genético, con fines economicistas la primera y claramente propagandísticos de los productos confesionales que oferta la segunda. No tengo constancia de que nadie de los departamentos del ramo de la Universidad de Córdoba haya firmado dicho comunicado, pero dado el talante sumiso y la atonalidad crítica que la institución y sus funcionarios han adoptado desde que se tuvo noticia de la dolosa maniobra episcopal en pro de la mixtificación del discurso académico informativo sobre el principal monumento histórico artístico de la ciudad, que no sólo es objeto de los propios estudios de muchos de ellos, sino materia principal de la enseñanza que imparten y de la generación de conocimiento para el cuerpo social y por cuya integridad científica y disciplinar deberían velar, me extrañaría que así fuera.

Aparte de ello, se trata de una buenísima noticia porque supone una poderosa contribución a la lucha que en la ciudad se viene librando con los mismos fines. Tardía, pero imprescindible para hacer tomar conciencia a los representantes políticos autonómicos y estatales instalados en la pasividad más absoluta en unos casos y alineados claramente con las tesis clericales en otros. De todas formas aparte del aliento que supone su comunicado se echa de menos un aporte más contundente, más académico, en forma de estudios específicos, y trabajos pertinentes con la tarea de desmontar las maniobras de la Iglesia en ambos sentidos, la apropiacionista y la manipuladora de la disciplina histórica.

Para gente tan sumamente preparada no debe ser difícil aportar conocimientos, pruebas y datos concretos. Sólo tenéis que comprobar que un simple aficionado como yo con un poco de voluntad y esfuerzo ha conseguido recopilar unos cuantos datos y probables pruebas de que la Iglesia no cuenta con base jurídica suficiente para sostener sus derechos de propiedad sobre el monumento.

El caso cierto es que la Iglesia católica no cuenta con absolutamente ningún título de propiedad sobre la Mezquita Catedral de Córdoba. El profesor y medievalista Juan Bautista Carpio nos lo explica de una forma muy clara en una entrada de su blog que dedicó, si bien de una manera muy sucinta, a desmontar las falacias que en esta lidia andaban soltando en la prensa local algunos ilustres espontáneos:

En Córdoba no se conserva el Libro de Repartimiento que debieron de redactar los conquistadores del siglo XIII. Sólo conocemos unos cuantos datos que, no por casualidad, afectan a bienes recibidos especialmente por el Obispo o el Cabildo de la Catedral. A través de documentos del Archivo y de la Biblioteca de la Catedral de Córdoba nos podemos acercar a conocer los bienes que atesoraron las instituciones eclesiásticas, muy celosas en la conservación de sus documentos -y especialmente de sus títulos de propiedad- a lo largo de la Baja Edad Media. Y en ellos no hay ninguna referencia a la Mezquita, lo que resulta significativo si tenemos en cuenta el cuidado con el que las instituciones eclesiásticas cordobesas de la época registraban la propiedad de cualquier casa o pequeño pago de viñas.

No ya en el caso de Córdoba, sino en general, no hay en toda la documentación histórica que se ha conservado desde las primeras conquistas de los reinos cristianos del norte de los territorios dominados por reinos musulmanes andalusíes ni una sola mención a que las iglesias fueran propiedad de la Iglesia. Hay mucha referente a otra clase de bienes inmuebles: fundiarios (explotaciones agrarias), fincas urbanas en forma de casas o de tiendas, molinos, hornos, etc… No digamos ya de las mezquitas requisadas a los musulmanes y cuya propiedad sí que la legislación islámica consideraba pública -perteneciente a la umma, la comunidad de los creyentes- incluidas en las posesiones reales por derecho de conquista. Alfonso X es claro:

Y las mezquitas que tenían antiguamente deben ser del rey, y puédelas él dar a quien quisiere. (Partida VII. Título 25).

¿Qué noticias tenemos del destino jurídico de las mezquitas expropiadas a la umma? Escasas y fragmentarias. Susana Calvo Capilla ha estudiado el caso murciano a partir de la legislación alfonsí y la de Jaime I de algunos conflictos surgidos en su aplicación. Y por lo que leemos el asunto de la donación de las mismas no está nada claro. Así después de la segunda conquista de la ciudad por el rey aragonés tras su pérdida para Castilla por causa de la revuelta mudéjar se expropia a los musulmanes su mezquita aljama y se entrega a los cristianos, así en general, y no concretamente a la Iglesia:

Qué farien los crestians, si no havien església en qué entrasen?… no es cosa convinent: e vosaltres havets bé deu mesquites en la villa fets vostra oració en aquelles, e lleixats-nos aquesta.

Y más adelante nos proporciona otra información:

En un documento firmado en Sevilla el 14 de mayo de 1266, Alfonso X concedió a los pobladores cristianos “todas las mezquitas de la cibdat de Murcia et de sus aldeas, aquellas que fueren pobladas de christianos que las ayan con sus corrales et con sus fossarios pora sus moradas, sacado ende aquellas mezquitas que serán dadas por eglesias”. Especifica el rey que las mezquitas no consagradas en iglesias podían ser cedidas para usos civiles y domésticos diversos.

De esa conversión de mezquitas en edificios de uso no religioso por cesión real a repobladores se tienen bastantes constancias pero por la documentación en la que se encuentran se deduce sólo se donan expresamente precisamente esas, las que no se convierten en iglesias. Así, en algún momento la Iglesia de Cartagena, una vez que acondicionó las que el rey le entregó para uso como iglesias, llegó a reclamar el derecho a la propiedad total de las mezquitas expropiadas en Murcia a los musulmanes, fundamentalmente por su valor intrínseco como finca urbana y porque la donación como tal llevaba aparejada la apropiación de los bienes habices, con los que la mezquita era dotada por los fieles para su mantenimiento. La base de la reclamación era el ejemplo de Sevilla y Toledo, donde todos los oratorios islámicos pasaron a manos de la Iglesia. El concejo de Murcia presentó pleito ante el rey y el conflicto no se solventó hasta 1287 en que lo zanjó Sancho IV. No he conseguido saber a favor de quién.

De los Libros de los Repartimientos que debieron redactarse en el siglo XIII para la organización de los nuevos territorios conquistados para la corona sólo se conservan seis, todos en el reino de Sevilla: Sevilla, Carmona, Écija, Jerez, Cádiz-Puerto de Santa María y Vejer. Aparte de esos libros, todos perdidos en las demás ciudades andaluzas, se conservan otros documentos, como las Cartas Puebla y en el caso de Córdoba un Libro de los Donadíos. En ellos se da cuenta de las donaciones y concesión de privilegios que la corona hace tanto a los conquistadores como a los pobladores. La mayoría de los datos se refieren a fincas rústicas y son un medio fundamental para conocer el proceso de concentración de la propiedad agraria que arrastra Andalucía desde entonces. Pero también encontramos muchos datos acerca de las donaciones que la corona realizó en las urbes. En el caso de Jerez sólo se ha conservado precisamente el repartimiento urbano, detalladísimo y prolijo como ninguno otro. Tanto en él como en los demás no encontramos referencia alguna a que la Aljama Mayor de cada una de las ciudades fuera donada a la Iglesia. La Iglesia la ocupa, la consagra y la usa. En cuanto a las demás mezquitas se hace referencia a donación en los casos en que han de dedicarse a fines no religiosos para vivienda u otros usos. Nunca a aquellas que se dedicarán a parroquias.

Para entender esa ausencia tenemos que hacer un esfuerzo y entender la mentalidad de la época y la concepción que de la Iglesia y de la función religiosa que ésta desempeña en su sociedad tenían los castellanos del siglo XIII. Ese siglo se nos presenta como el punto central y cumbre, la bisagra, de un proceso consecutivo de cristianización – descristianización de Europa que comenzó a principios del siglo IV y en el que aún estamos inmersos. En ese momento justo está en su punto más alto la autopercepción de la sociedad europea como una societas christiana, en la que la Iglesia se presenta como el elemento vertebrador de la misma. Es así que incluso podría considerarse que la Iglesia es en ese momento parte indisoluble del estado mismo como un poder integrado en él pero autónomo en su funcionamiento. Salvando las distancias, que son bastantes, podríamos comparar generalizando mucho esa concepción de la societas christiana, la comunidad de los creyentes cristianos, con la de la umma, la comunidad de los creyentes musulmanes. La diferencia fundamental es que mientras en el Islam no hay una jerarquía que acumule bienes autónomamente, la Iglesia se funda como un estado dentro del estado, tiene sus leyes y sus bienes y los administra como propios, pero sólo aquellos que la sociedad –el estado, la monarquía, los particulares- les dona para su mantenimiento y el mantenimiento de sus funciones litúrgicas y de administración espiritual, directamente o mediante el privilegio de recaudar un impuesto universal y obligatorio –el diezmo-, rey incluido, que funciona como si fuera estatal, en concreto para el sostenimiento de una parte fundamental del estado concebido como una societas christiana.

Es porque en esa concepción, al igual que las mezquitas en el Islam no pertenecen a nadie en particular, sino a la comunidad de creyentes, las iglesias, como todos los demás elementos de culto, pertenecen a la comunidad de cristianos, que los reyes -o los particulares- no las donan, ni contribuyen a su construcción para que la Iglesia ejerza propiedad efectiva sobre ellas ni ésta la reclama nunca. Sino para que las guarden y las sirvan a la comunidad de los creyentes. Lo dice muy claro la Ley XII del Título XXVIII de la III Partida de Alfonso X en este párrafo con el que me he topado buceando ansiosamente esta misma tarde en el insondable código del Rey Sabio:

Toda cosa sagrada o religiosa o santa que es establecida en servicio de Dios no es en poder de ningún hombre el señorío de ella, ni puede ser contada entre sus bienes; y aunque los clérigos las tengan en su poder, no tienen el señorío de ellas, mas tiénenlas así como guardadores y servidores. Y porque ellos han de guardar estas cosas y servir a Dios en ellas y con ellas, por ello les fue otorgado que de las rentas de la iglesia y de sus heredades tuviesen con qué vivir mesuradamente; y lo demás, porque es de Dios, que lo gastasen en obras de piedad, así como en dar de comer y vestir a los pobres, y en hacer criar a los huérfanos, y en casar a las vírgenes pobres para desviarlas de que con la pobreza no tengan que ser malas mujeres, y para sacar cautivos y reparar las iglesias, comprando cálices y vestimentas y libros y las otras cosas de que fueren faltas, y en otras obras de piedad semejantes a estas.

Iluminado Sanz Sancho hizo su tesis doctoral en los años 80 sobre la Iglesia de Córdoba en la Baja Edad Media. Se trata sin duda del estudio más profundo que se ha hecho sobre el papel de la Iglesia en la conformación de la sociedad cordobesa de esa época, de sus propiedades, privilegios y estructura. En la primera parte de su trabajo encontramos relación pormenorizada de todas y cada una de las propiedades que el cabildo catedral recibió como donación real tras la conquista y en los siglos posteriores. Encontramos por ejemplo la donación de la villa de Lucena (1241), de la villa y castillo de la Tiñosa (1245), diferentes yugadas de heredad en cortijos concretos como las 30 en el del Tejedor de La Rinconada (1241) o las 15 del de Cuevas de Carchena (1245), aparte de multitud de casas y tiendas en la ciudad. Todas ellas con posibilidad de que el cabildo pueda venderlas cuando guste. De todas ellas la Iglesia guarda los debidos títulos de propiedad en sus archivos y en algunos casos con copias de seguridad como el famoso Libro Verde que se conserva en el Archivo de la Catedral, una compilación de los bienes de la Iglesia confeccionado en el siglo XIV con el probable fin de preservar su memoria en caso de pérdida o deterioro de los originales.

Como en las demás documentaciones de otras ciudades andaluzas, no encontramos mención alguna a que sobre las iglesias y catedrales, tanto las construidas en o sobre mezquitas expropiadas a la comunidad musulmana como las de creación en terreno de uso no religioso previo, ejerciera derecho de propiedad jurídica la Iglesia, ni los cabildos catedrales locales.

Así nos encontramos con que los únicos títulos de propiedad que puede aportar la Iglesia católica –aparte del de la realización de un delirante sortilegio consistente en dibujar con un báculo episcopal ciertas palabras mágicas sobre cenizas esparcidas en el suelo, que no tiene ningún pudor en esgrimir- son la hipotética donación real de que fue beneficiaria y sobre todo el uso continuado por su parte durante nueve siglos (dos en época visigoda sobre una fantasmagórica basílica de indemostrada existencia y siete desde la conquista de la ciudad) del edificio en funciones que son propias de su ministerio. Pero uno de los escollos más erizados que tiene que sortear la Iglesia para justificar ese supuesto derecho de propiedad que según ella históricamente le asiste es el de explicar por qué nunca en toda la historia del monumento ya convertido en catedral –si supuestamente era suyo- tuvo la potestad de hacer modificaciones en el mismo sin permiso del estado. Efectivamente y en todos los casos en que se cuenta con documentación acerca de las obras que el cabildo decidió efectuar en el templo el permiso último o la denegación del mismo emanó del poder estatal, tuviera éste la forma de monarquía absoluta o constitucional, de república o de dictadura fascista.

Pero eso quedará para otro día...

miércoles, 28 de octubre de 2015

Presentación del libro de Carmen Panadero sobre los cordobeses de Creta

Menos da una piedra o dos centenares de ellas enterradas bajo tierra. Así que si son sacadas a la luz y convertidas en objeto de exposición bienvenidas sean. Esta mañana me he acercado al Centro Andaluz de Creación Contemporánea, ese delirio de la arquitectura milagrosa de cuando los arquitectos superstars se equiparaban con la Virgen de Fátima ante los pastorcillos políticos, que ha acabado convertido en un milagro pero de la incompetencia política contemporánea, y he comprobado que la promesa que hicieran de integrar algunos de los restos del arrabal de Saqunda más o menos la han cumplido. Ya digo, dos o tres centenares de cantos de río que fueron los cimientos del arrabal de Saqunda y que aparecieron tres metros por debajo de donde hoy lucen. Perfectamente alineados formando la silueta de lo que fueron casas, plazas, calles, etc, del primer arrabal que surgió en la Córdoba andalusí y que fuera destruido hasta los cimientos, hasta esos que hoy lucen como parte mínima de un yacimiento de una importancia histórica inconmensurable, un arrabal, bastante mayor que cualquier ciudad europea de la época (principios del siglo IX), que se alzó en rebeldía contra la tiranía de un emir y que fue arrasado y condenado a no volverse a levantar nunca, mientras que los habitantes sobrevivientes a la masacre, unos 15.000 cordobeses que habían dado muestras de un raro valor para estos pagos, fueron enviados al exilio, el primero de los exilios documentados en la historia de la península Ibérica, un solar que tan pródigo en ellos fue siempre. La mitad de ellos se instalaron en Fez donde fundaron otro enorme arrabal que aún existe. Los demás atravesaron el Mediterráneo, fundaron una república independiente en Alejandría durante diez años hasta que, expulsados finalmente y de nuevo de allí, conquistaron y fundaron un emirato en la isla de Creta, que pervivió próspero y culto durante más de un siglo y medio, a cuya capital llamaron precisamente Arrabal y cuyos gobernantes llevaron orgullosamente hasta el final de la dinastía el título de al-Qurtubí. Una hazaña colectiva que deja a muchas de las que pespuntean de orgullo las apulgaradas glorias oficiales nacionales (conquistadores de América, almogávares, las del Gran Capitán, etc.) a la altura del betún.

El resto del yacimiento, aunque ha sido estudiado en profundidad, permanece parte abandonado y parte destruido sin causa justificada o sacrificado en la erección de ese Centro de Creación. Ni un solo elemento indicativo recuerda los hechos históricos que allí ocurrieron. Aunque, eso sí, recientemente se clavó en su corazón una columna coronada por uno de los avatares de la vírgen madre del dios que adoran los católicos y que nada tiene que ver por cierto con la ciudad. Cordobestialismo en estado puro.

Ha sido hermoso caso de azar el que ha hecho que descubra esa primera puesta en valor de un trozo del Arrabal de Saqunda justo el día antes de que mi amiga Carmen Panadero presenta en Córdoba su libro, mitad relato mitad ensayo, sobre la historia de esos exiliados cordobeses que fundaron en la lejana Creta un emirato cordobés.

Un libro que viene a paliar esa tremenda injusticia que ha hecho que esa gesta sea prácticamente desconocida por la inmensa mayoría de los cordobeses y que sólo haya merecido unas líneas en las historias divulgativas de la ciudad, aunque los historiadores especializados en Al-Andalus lo hayan considerado un hecho trascendental en la historia de Al Andalus y un punto decisivo de la de la dinastía omeya que la gobernó durante dos siglos y medio.

Los andaluces fundadores del emirato de Creta está escrito con el lenguaje, el tono y el ritmo tan amenos que viene usando su autora en sus novelas históricas, todas ellas situadas en Al Andalus y etapas históricas concretas y emblemáticas, como La Cruz y la Media Luna, El Collar de Aljófar o El Halcón de Bobastro. Aunque eso sí, ha peinado cuidadosamente para su confección gran número de textos académicos e incluso fuentes originales que proporcionan al libro una gran solidez investigatoria.

Una magnífica ocasión para adentrarse en esa increíble aventura de los arrojados saqundíes cordobeses fundadores de reinos lejanos, tan injustamente olvidados.

La presentación será en la Librería Luque de Córdoba el jueves 29 de octubre a las 20.00h y correrá a cargo del arabista Juan José Valle.

domingo, 4 de octubre de 2015

Catedral antes muerta que Mezquita

Por fin he terminado el ensayo que me ha ocupado las últimas semanas. Lo acabo de colgar en formato web (son 83 folios) y en formato EPUB para quien lo quiera leer en su E-READER y en formato PDF par quien quiera imprimirlo. Incluye un repaso de todo lo que llevo escrito sobre el asunto del robo y de la manipulación del código genético de la Mezquita de Córdoba desde hace años pero añado varios estudios nuevos: el arqueológico, el simbólico, el de la memoria, el de las fuentes y un miniensayo aparte sobre el tema de los mártires cristianos andalusíes. Variadito. He tratado de hacerlo ameno, pero creo que no siempre lo he conseguido, porque se trata de un tema que para tratarlo bien hay que aportar árida documentación y sobre todo por mi condición de simple amateur. Sea como sea, ahí lo dejo. Si contribuyo al conocimiento de la historia de esta ciudad y de paso algún meapilas o nacionalcatólico siente una patá en las espinillas, me sentiré suficientemente pagado.Yo me he quedado descansando.

Agradezco Jacinto Lara el que no tuviera inconveniente en que usara para la portada el precioso logo que regaló a la ciudad para la campaña por el regreso a la propiedad pública de la Mezquita.

AVISO: EL ACCESO AL ENSAYO EN TODOS SUS FORMATOS ESTARÁ TEMPORALMENTE DESACTIVADO POR OBRAS DE AMPLIACIÓN Y MEJORA DEL MISMO.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

De Roma vendrá quien bueno te hará, Fidel

Por uno de los muchos curas -en este caso amateur- que apostolan en la Hojilla Parroquial de Córdoba me entero hoy de que el Papa le ha regalado a Fidel un libro. Se trata del último publicado por un jesuita que no solo fue tutor de Fidel Castro, sino que mantuvo siempre el anhelo espiritual de "absolver" a su exalumno, siempre y cuando éste hubiera pedido disculpas públicas porque sus pecados no son solo personales. Dado que Fidel debe conocer esa circunstancia el esforzado meapilas cordobés lo interpreta como una inteligente maniobra del argentino para decirle que aún tiene tiempo de hacerlo, de reconvertirse y ser perdonado.

 Yo no sé si el actual portador de la tiara vicetriple tiene ese grado de agudeza, lo que sí sé que tiene es un incalculable grado de desvergüenza. Que eso sea lo que pretenda el cabeza actual de la que fue probablemente –hasta la invención de los métodos modernos de genocidio masivo, cámaras de gas o bombas atómicas- la institución con más muertes violentas a sus espaldas en la historia de la humanidad, es un ejercicio de cinismo inaudito que sólo se permite porque lo dice en un mundo completamente anestesiado por la superstición que él mismo vende. O quien como responsable actual de la Iglesia aún no haya pedido disculpas públicas por haber sido cómplice necesaria y bendecidora de otro de los genocidios impunes del siglo XX: el franquista. O que no haya dado aún explicaciones sobre sus responsabidades en el genocidio de Ruanda. O en lo personal, que eso lo diga quien, siendo la autoridad eclesiástica de más rango en su país sólo podía ver los miles de crímenes de la dictadura argentina -a cuyos generales asistidos por capellanes daba la comunión-, con el ojo del culo porque la cabeza la tenía enterrada en la arena de la cobardía -¿o tal vez de la complicidad?- es para que Fidel le hubiera dicho que con el libro se hiciera un supositorio.

domingo, 6 de septiembre de 2015

La verdadera y completa historia del niño Aylan

Una de las cosas que tenía en mente visitar cuando estuve en Irán entre octubre y noviembre de 2008 era alguno de los Cementerios de los Mártires con que cada ciudad iraní cuenta. Lo hice finalmente en Isfahan. En él están enterrados con todos los honores un buen puñado de los varios cientos de miles de muchachos militarizados (el número exacto nunca se sabrá pero debió rondar los 500.000, aparte de 200.000 civiles) que murieron en la guerra del Golfo, la primera, la que llevó ese nombre hasta que la intervención directa de los EEUU en la siguiente se lo usurpó. Esa guerra enfrentó a Irán con Iraq, aparentemente por cuestiones fronterizas. También me hubiera gustado ir a presentar mis respetos a las varias decenas de miles de civiles que lucharon contra el sha aliados a los curas-ayatolas y que fueron asesinados a sangre fría y enterrados en cunetas en cuanto éstos se hicieron con el poder, como el gremio suele hacer. Pero ya digo: siguen en la cunetas, un lugar de enterramiento muy frecuente también en la España de 1936-1939. Las tumbas con fotos de chicos muy jóvenes se sucedían interminablemente entre banderas patrióticas y religiosas, custodiadas cada cierta distancia por las fotos de los viejos ayatolas barbados que los condujeron allí. Con la inestimable ayuda de los Estados Unidos de América y su hijodedeputa en la zona, Sadam Hussein.

La historia es ya vieja, pero allí fue donde se desencadenó todo, los barros que trajeron los lodos de muerte y destrucción que arrastran a Europa estos días a cientos de miles de huyentes y las imágenes de cuyos niños ahogados tanto están impresionando a las masas sensibles occidentales que los contemplan en la colección de aparatos electrónicos que poseen y que funcionan con la energía que proviene directamente del resultado positivo para sus gobiernos de esas guerras, que producen muertes, exilio y ahogamiento de niños en sus playas. Un círculo infernal, pero perfecto.

Vázquez Montalbán hablaba por aquellos lejanos primeros 80 de cómo la Revolución Islámica iraní había propinado un durísimo golpe al elaborado sistema estratégico de vigilancia del cortijo medioriental anglo-norteamericano. Según él el Imperio Anglosajón (y sus colonias asociadas europeas) contaba con dos privilegiadas garitas de vigilancia del espacio geográfico con mayores reservas de crudo del planeta: una al este, el Irán del Shah, una vez sometidas a sangre y fuego las ínfulas redencionistas de los ilustrados ciudadanos persas en los 50 (léase como informada fuente el maravilloso Samarcanda de Amin Maaluf) y otra al oeste, Israel, a quien para ello se subvencionaba generosamente y se le concedía impunidad en el genocidio palestino.

Estamos en 1979. La Guerra Fría está a punto de terminar. Y los imperiales, aunque callan, lo saben. El Fin de la Historia, de la que unos años después teorizará sobre un plan en marcha Fukuyama, no puede permitirse reescrituras. Así que siguiendo el viejo manual de urgencia que en Latinoamérica tan buenos resultados le dio siempre el Imperio adoptó un hijodeputa (lo será, pero es “el nuestro”) que le hiciera el trabajo sucio. La Wikipedia se escaquea del asunto que es un primor, pero en aquellos primeros 80 todos los analistas lúcidos e independientes señalaban a los imperiales como directos responsables por incitación del brutal ataque del Irak de Sadam Hussein al Irán del Viejo Cabrón Jomeini. Nunca se sabrá si aquella larga y feroz guerra no se detuvo a tiempo, una vez demostrada la imposibilidad de victoria de ninguna de las dos partes, por la cabezonería del iracundo ayatolah o porque los intereses imperiales (venta de armas, desgaste las dos economías) así lo impusieron.

Lo que vino después ya es más conocido. Además de hijodeputa, resultó tonto y Sadam se dejó engañar con la invitación a cobrar los servicios prestados al Imperio mediante la anexión de Kuwait. Los imperiales habían decidido ya que eran sus tropas las que tenían que controlar directamente el territorio. Si las garitas de alquiler no funcionaban había que montar directamente un cuartel. Las cosas probablemente nos les salieron exactamente como pensaban, pero al menos consiguieron crear la suficiente inestabilidad en toda la región mediante el fabuloso truco de dividir el país por confesiones religiosas que hasta entonces no habían supuesto ningún factor de separación ni social ni política y desatar elaborados memoriales de agravios para reavivar tensiones tribales hacía muchas décadas superadas. Porque como ha defendido Ilya U. Topper las diferencias entre sunnitas y chiítas en el Irak de los 90 ya no existían.

Mientras tanto, Rusia, una vez recobrada de su revolución “burguesa” comenzó a reclamar el sitio que le correspondía en el concierto de los grandes negocios planetarios, ahora de “mejor rollo”, e impuso sus propios ejes que, claro, se anclaban en las viejas amistades de cuando era la Unión Soviética: el baazismo sirio, cuya enemistad con su hermano iraquí, se basó precisamente en esa división de fidelidades. El viejo zorro de Hafez al-Asad, mucho más listo que el bigotudo vecino, siempre se movió con consumada pericia por el piélago estratégico de la zona, pero accedió a ser parte de ese eje (llegó a llamarse del Mal por la propaganda imperial), Rusia –Siria (con parada en la Hezbollah libanesa) –Irán mientras jugaba a las peleíllas con Israel tan en broma que fue recompensado con el protectorado de Líbano.

Y para complicar el tablero aparece China, que en 20 años casi se come el mundo de tres bocados, si no fuera porque la prudencia confuciana les ha enseñado el arte de la sensatez de esperar a que las frutas maduren para cogerlas. Ahí está, sin que nadie la meta en el lío de Oriente Medio. Pero estar, está, porque ahí está bajo su suelo el futuro de su crecimiento y probablemente dominio del planeta.

Y en esas estábamos cuando en Túnez de desató la primera primavera árabe de las satrapías del Imperio al que pilló completamente despistado. No había caído en que, aparte de sus lacayos y sus frankensteins de laboratorio, amigos y enemigos, existían en ellas otros seres que sólo pretendían participar de los beneficios de la Ilustración que un día alumbrara occidente y que había permitido unas elevadas cotas de libertades individuales y sociales que a ellos les estaban sistemáticamente negadas. Unos súbditos que denunciaban los dobles raseros basados en una concepción orientalista, la cara más consumible del colonialismo, que los supuestos adalides de las libertades públicas y privadas de occidente les aplicaban manteniendo convenientemente en sus estados crueles sátrapas que los machacaban con el único fin de no tener que compartir sus beneficios con quienes no habían sido diseñados estratégicamente para disfrutarlos, porque su única misión en el tablero de juego era proveerles sumisamente de los bienes de consumo que les permitían las condiciones de bienestar necesarias para ello.

Cada día se va diluyendo más el conocimiento del origen de la tragedia siria. Ya pocos recuerdan cómo fueron colectivos, que habían seguido evoluciones de otras primaveras como la tunecina o la egipcia, unas veces organizados y otras veces espontáneos de sirios que estaban hartos de una de las dictaduras más feroces de la zona, una dictadura corrupta y cruel que mantenía el orden y la paz social mediante una represión brutal, basada en la tortura sistemática de opositores y el control de todos los cauces de expresión. Y que se levantaron. Verdaderamente hartos. Había musulmanes de todas las variantes (sunnitas, chiitas y alauitas) y cristianos. Gente en general no más religiosa que la población media española y que llevaban conviviendo sin problemas desde hace cientos de años. Esperaban, ilusos, ayuda de los autollamados demócratas europeos y americanos. NO RECIBIERON ABSOLUTAMENTE NINGUNA. No es cierto que se armaran milicias rebeldes laicas. Las armas con que contaron en esos primeros meses fueron fruto de la deserción más o menos organizada de parte del ejército regular.

Todo ello ha sido borrado por la imagen de los islamistas salvajes que degüellan a cientos de personas y que dinamitan templos romanos protegidos por la UNESCO y que -éstos sí- fueron rápidamente armados por occidente, vía interpuesta de las satrapías del Golfo que las financiaron, con el único fin de crear el caos, desmembrar el país como ya hicieron con Irak y romper la espina dorsal de la línea Rusia -Siria- Irán. Ya lo hicieron en la Afghanistan socialista cuando la CIA inventó el yihadismo contemporáneo para joder a la Unión Soviética dinamitando el primer gobierno que consagró la igualdad de hombres y mujeres y trató de crear una sociedad nueva mediante la educación universal, gratuita y laica de la historia de los países de mayoría musulmana. Nunca será suficientemente valorado el carácter tragicómico de la guiñolesca venganza de la historia que supuso el que la creación artesanal de unas brigadillas de fanatizados pirados saudíes con turbante, financiada con dólares impresos con el careto de los padres de la democracia americana con el fin de tocar los cojones a la Unión Soviética reventando las orugas de sus tanques en los desiertos asiáticos, fuera el germen del comando que volara años después el gemelo símbolo del poderío financiero imperial norteamericano.

Detrás de todo lo que estamos viendo en nuestras pantallas en los últimos días, detrás de lo que lo antecede y que cuenta lúcidamente en un post Leila Nachawati están los intereses de EE.UU., Inglaterra, las Europas continentales, Rusia y China que codician las enormes fuentes de petroleo iraníes y más domésticamente Israel que se libra de un viejo enemigo y usa el río revuelto de la zona para seguir pescando tierras palestinas y Turquía que se libra de un potente competidor en el predominio en la zona como es Siria y de paso masacra a los kurdos, su gran obsesión.

Queden para otro día otras historias "secuelares"... La del papel de Alemania (Alimaña la llama alguien por ahí). Su extraño por disímil comportamiento respecto a Grecia y a otras tragedias humanitarias. El papel de la necesidad de un par de millones o tres de nuevos productores de fuerza de trabajo en los próximos 20 años si se pretende que Europa siga siendo lo que es por más tiempo... La casualidad de que los sirios sean clases medias aproximadamente ilustradas y no negros criados en chozas...como los que pretendían entrar por Ceuta y Melilla... o por Sicilia desde Libia...