jueves, 15 de enero de 2009

Palestina, el último Far West

ESTE POST LO PUBLIQUÉ EN AGOSTO DE 2006. LO VUELVO A PUBLICAR EN ESTOS DÍAS EN QUE SE REANUDA EL INTENTO DE EXTERMINIO DIRECTO DEL PUEBLO PALESTINO. SÓLO POR ACLARAR ALGUNOS CONCEPTOS.



La alianza entre los EE.UU. y el estado de Israel es tan fuerte que hay quien habla de que en realidad el segundo no es otra cosa que una estrella más de la bandera del primero. Y no sólo se explica por las inmedibles, pero innegables, presiones del lobby judío sobre los diferentes gobiernos federales. Existe además en ese lazo un nivel simbólico, muy poco aireado, pero que cuenta con una enorme carga de efectividad porque afecta al centro exacto del imaginario nacionalista, tan arraigado, de los norteamericanos estadounidenses.

Los norteamericanos estadounidenses perciben la creación del estado de Israel como una especie de remake de la creación de su propio país, de su ciclo mitológico fundacional, una hazaña de pioneros guiados por la mano de Dios que colonizaron un territorio virgen disputándolo palmo a palmo mediante las armas a los salvajes indígenas que se les resistían. Y que procede a su vez de la mitología mosaica judía base de la Biblia que fue su primera Constitución.



El Exodus El Mayflower

Así, puede hablarse de un paralelismo simbólico entre la llegada del Mayflower cargado de puritanos ingleses sobrevivientes de las matanzas religiosas europeas a las costas de Filadelfia en el siglo XVII (o la de los fundamentalistas holandeses (boers) a las costas de sudáfrica) y la arribada del buque Exodo cargado de sobrevivientes del Holocausto a las costas de Palestina tras la II Guerra Mundial. Y más cercanamente entre la colonización de las lejanas tierras del Oeste a base de carretas, biblias y rifles con la de Gaza y Cisjordania, a base de furgonetas, torahs y emedieciseis.


Colonos israelíesCarretas del Oeste



Ataque indio

Intifada











Es sintomático, como apuntaba hace años Rafael Sánchez Ferlosio en su imprescindible artículo Un Moisés de tercera mano (El País, 3/11/1991) que la más conocida y coloreada versión holiwoodense de la Biblia nos muestre el Éxodo mosaico como una caravana con sus carretas de toldo redondo, sus niños con gatitos en los brazos, sus vigorosas mujeres de pañoleta atada a la barbilla y de holgadas y largas sayas remendadas, y hasta un Charlton Heston que, encarnando a toda barba al mismísimo Moisés, daba con estas palabras la salida: “¡Partamos hacia la tierra de la Libertad!”. Pura demostración de la inspiración veterotestamentaria del universo simbólico fundacional de los EE.UU.


Tsahal7º de Caballería

Pero esa tierra de la Libertad daba la casualidad de que estaba poblada ya previamente por tribus de indios en un caso o de árabes salvajes en el otro que eran ya por lo pronto, en el mejor de los casos, una gente perfectamente innecesaria, y en el peor, unos fantasmas inoportunos y obstinados que era preciso ahuyentar, expulsar y dispersar (1).

Colonia a colonia, granja a granja, kibutz a kibutz, el adueñamiento del territorio se va haciendo efectivo hasta que su uso continuado lo convierta en inenagenable. Y cuando las cosas se les ponen muy crudas a los pioneros, y los indígenas se resisten más de la cuenta a ser expulsados de sus tierras, el estado nuclear asentado en lo ya conquistado les proporciona los servicios del Séptimo de Caballería / Tsahal (Ejército Judío), que extermina a los más rebeldes y confina al resto en las reservas habilitadas para ello. Custer / Moshe Dayan.



General CusterMoshe dayan














Así tenemos que el imaginario del Far West, cuyo ciclo vital se cumplió ya totalmente en los EE.UU, y cuya rememoración litúrgica cinematografía ha entrado, por causas naturales y al menos en sus versiones canónicas, recientemente en decadencia, sigue estando vivo en el seguimiento de la colonización judía del territorio virgen palestino, revestido de un halo de heroicidad que le proporciona la demonización del indígena salvaje/terrorista y de sus sanguinarios líderes: Jerónimo/Arafat.



ArafatJerónimo


















Sánchez Ferlosio, con la penetrante agudeza que le es propia ahonda aún más y caracteriza al colonialismo judío (sionismo) no sólo como un episodio más de la misma estirpe que los movimientos sectarios fundamentalistas cristianos emigrantes huidos de persecuciones religiosas en la Edad Moderna y no cómo un movimiento intrínsecamente judío inscrito en la tradición de la Diáspora, sino como una creación ad hoc a imagen y semejanza de aquellos por parte de unos teóricos y de unos aventureros dispuestos a crear un estado de la nada, un poder colonial blanco en la piel virgen de la Palestina Histórica, siguiendo la tradición de los países europeos de donde provenían. Que el terrible Holocausto del pueblo judío acabara acelerando necesariamente el proceso y maquillándolo de comprensible humanitarismo, no elimina su sospechoso sentido original.

El principal de esos teóricos, Theodor Herlz, describía así la utopía sionista a fines del XIX: Para Europa constituiríamos allí un trozo de muralla contra Asia; seríamos el centinela avanzado de la civilización contra la barbarie. (Der Judenstaat, 1895). Colonialismo blanco puro y duro.

Ya muy pocos dudan del derecho de Israel a existir y a existir seguro en unas fronteras determinadas por varias resoluciones de las Naciones Unidas. Pero sólo dentro de ellas. La época salvaje y sin ley del Far West y de la colonización de territorios ajenos y la expulsión de sus habitantes previos al margen de legislaciones internacionales tiene que terminar. Y dar paso al reconocimiento de los males e injusticias causados por la misma. Y para empezar podrían hacerlo con el reconocimiento de la limpieza étnica que llevaron a cabo en casi todo el territorio del nuevo estado en los años posteriores a su creación. Como solicita uno de los más acreditados historiadores israelíes: Illan Pappe. Y como gesto de enmienda, la devolución de los territorios ilegalmente ocupados a partir de 1967, el desmantelamiento de las colonias en ellos asentadas, el reconocimiento del estado hermano palestino en los territorios devueltos, el resarcimiento económico por los daños causados, y la destrucción del repugnante muro de la vergüenza levantado por sus últimos y desquiciados gobernantes. Eso si pretende seguir siendo lo que siempre pretendió ser desde sus orígenes: un estado europeo blanco civilizado a semejanza de los que andan ahora tratando de superar con bastante éxito sus sangrientas historias pasadas y no un referente simbólico de la cultura de la rapiña nunca autoasumida de los Estados Unidos de América.



(1) La alusión de Ferlosio a una gente perfectamente innecesaria, viene a cuento porque previamente ha comparado la colonización hispana postcolombina con la anglosajona. Mientras para los colonos españoles la supervivencia de los indígenas era indispensable para su aspiración a convertirse en su patrón en la explotación de las tierras o las minas a ellos mismos arrebatadas, para los sectarios colonos anglosajones la aspiración era su desaparición para convertirse ellos mismos en labradores autosuficientes.(VOLVER)

ADENDDUM:
(I) Cuando ya tenía casi redactado este post Ferlosio publicó en El País UN ARTÍCULO en el que se pitorrea inmisericorde, pero merecidamente, de las contradicciones buenistas del sempiterno sonriente Vargas Llosa en su afán por hacer compaginar sin zozobrar sus críticas a los negros crímenes que Israel perpetra contra los árabes con su amor a la extraña democracia blanca que el mismo estado se autoinfiere, en medio de un encrespado mar de sionistas desatados. Como siempre Ferlosio usa como arma para desmontar los argumentos de los idiotas esos mismos idiotas argumentos.
(II) La patología del poder israelí.
(III) Jóvenes judíos contra la guerra.

lunes, 12 de enero de 2009

YAZD, ZOROASTRIANOS Y ATLETAS DE ALI

caligrafía


FICHA TÉCNICA DEL VIAJE



Hossein Alizadeh & Djivan Gaspariyan: SARI GALIN. De su trabajo Endless Vision (2006).




Una de las características más visibles de las ciudades iraníes del desierto son sus torres de ventilación (badgir), una especie de chimeneas apersianadas que no constituyen sino la parte más visible de toda una estructura de refrigeración casera milenaria. La base principal la constituye la increíble red de canales subterráneos (qanats) que cruzan todo el desierto iraní para conducir el agua de las capas freáticas a pie de las montañas a las ciudades y campos de las áridas llanuras, a veces recorriendo distancias de 100 kms. Se calcula que siguen existiendo a pesar de la reducción de su número en los últimos decenios unos 50.000 canales en todo el Irán. Y se sabe que los primeros se comenzaron a construir al menos a partir del siglo VII a.d.C.

Los canales son subterráneos para evitar la evaporación y de cuando en cuando de les abre una abertura de ventilación para que el aire penetre y no se pudra el agua. En las ciudades esas aberturas se encuentran en los sótanos de las casas cubiertos por una cúpula en cuyos laterales se levantan unas torres que suben hasta el exterior y que mediante un ingenioso sistema de estrechas ventanas con persianas regulables y distintos compartimentos en su interior hacen correr el aire consiguendo mantener el agua y toda la casa refrescada. Es sin duda el mecanismo de refrigeración doméstica natural más impactante del mundo. Esas torres de ventilación son las que proporcionan a Yazd su impronta paisajística característica, el sello más genuino de su skyline.



badgirsshuhada



Saliendo de Shuhadá hacia el frente y penetrando tan sólo 20 mts en la avenida Qeyam en la acera de la derecha se encuentra el Museo del Agua, ubicado en una gran casa construida sobre dos qanats y con varias torres de ventilación, a partir de los cuales se explican todos los secretos de su mecanismo. Decenas de fotos, herramientas y maquetas completan los fondos del museo desplegados en la laberíntica casa que merece ya la visita sólo por sí misma. Como la mayoría de las entradas a museos, mezquitas, medersas y palacios no sobrepasa casi nunca los 5.000 riales (0’35 €).



zurkhane



Pero es en la propia plaza Shuhadá donde se encuentran los ejemplos de badgirs más interesantes de la ciudad. Un conjunto de cinco coronan una terraza en cuyo centro surge la cúpula del depósito, una estructura del siglo XVI, a cuyo interior se accede desde una calleja trasera y por una puerta en la que hay pintado una especie de forzudo de feria. Porque el antiguo depósito de agua se convirtió hace mucho tiempo en un zurkhaneh (casa de fuerza), un lugar donde se practica un arte marcial típicamente iraní. En el foso bajo la cúpula de ladrillo se desarrolla cada tarde un espectáculo fascinante. Un puñado de cofrades ataviados con pantis de fantasía y provistos de musculados torsos practican una serie de ejercicios gimnásticos totalmente ritualizados al ritmo de la música que produce un pequeño ensamble de percusionistas y un vocalista de poderosas facultades desde un estrado frontero. Los ejercicios consisten en levantar mediante movimientos circulares unos enormes bolos de madera (los hay de diferentes pesos y tamaños) por encima de los hombros, realizar giros vertiginosos parecidos a los de los derviches giróvagos o hacer alardes con unos artefactos de hierro con forma de arcos guerreros. Todo ello sin dejar ni un momento de moverse y dirigidos por un capataz que marca los tipos de ejercicios que van tocando y los anima constantemente con la espuela de su voz.



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Según he leído, las melopeas que va soltando el cantante son de carácter religioso y poético, unas veces hacen referencia a los mártires del shiísmo (de hecho las únicas palabras que conseguí entender fueron las inevitables: Hussein y Ali) o poemas de Ferdowsi o Hafez, poetas medievales, los más importantes de la lengua persa.



zurkhane2



Parece ser que se trata de una tradición anterior al nacimiento de Cristo y que ha sobrevivido a todos los cambios culturales y religiosos que ha sufrido Irán desde entonces. Desde la llegada del Islam fue asimilado inevitablemente por éste y absorbido por las corriente sufíes que basaban su funcionamiento en la creación de cofradías de iniciados, la existencia de una silsila (cadena de transmisión) y una tariqa (vía de conocimiento). Su correspondiente más conocido es el de los derviches giróvagos de Konya (Turquía) , pertenecientes a la cofradía mevlevi, aunque a mí me parecieron los iraníes menos místicos, como más brutotes.

Sobre la autenticidad del espectáculo no hay duda. Hasta hace poco la entrada era gratuita, aunque se esperaba un donativo, y se dejaba entrar a un número de turistas que llenaran la fila de sillas pegadas a la pared circular. Pero ahora la entrada está fijada en 10.000 riales (0’75 €), lo que no sé si es un buen negocio, ya que casi ningún turista occidental sería tan miserable como para dejar esa sólo esa cantidad como propina, teniendo en cuenta que además te sirven té gratuito en medio del espectáculo. De su hondura religiosa ya dudo más, de lo cual me alegro. Me imagino que con el tiempo y si el desencantamiento progresivo, previsto aunque no seguro, del mundo continúa, a pesar del pozo religioso en que se encuentra actualmente el país, acabará convirtiéndose en un espectáculo turístico de primer orden y los actuantes en profesionales. Como ha ocurrido con los derviches giróvagos en Estambul, donde cada hotel de lujo cuenta con su elenco de místicos sufíes que alcanzan el éxtasis varias veces al día ante hordas de turistas armados de cámaras digitales y gintonics. ¿Ocurrirá lo mismo alguna vez en Andalucía con las cofradías de Semana Santa?

Hace años (entre los 80-90), en el programa de TV2 Alquibla sobre el mundo islámico, Juan Goytisolo dedicó uno de los 26 capítulos a este arte marcial. Yo los tengo grabados todos, pero en una tecnología obsoleta (video) y ya no tengo reproductor. A ver si se deciden a digitalizarlo, porque realmente sería una pena que se perdiera aquel magnífico trabajo.



ahuramazda



Otras de las atracciones de Yazd son las derivadas de la presencia zoroastriana: un templo, un cementerio y un pueblo de montaña. El templo (Atashkadeh) es el más importante del país y aunque su contrucción se debe a los años 30 del siglo XX conserva un fuego encendido desde el siglo V a. de C. Se trata de un edificio muy sencillo, de una sola planta situado en el centro de un jardín, ostentando en su frontal la figura alada de Ahura Mazda y en cuyo interior, a través de un cristal es posible contemplar el fuego sagrado. Grandes paneles con oraciones zoroastrianas traducidas al inglés decoran las paredes. Un viejillo sentado ante una mesita en una esquina de la sala vende libros explicativos mientras contempla impávido las hileras de turistas tratando de hacer imposibles fotos al fuego, que arde tras el cristal que los refleja.



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El complejo funerario zoroastriano se encuentra a unos ocho kilómetros del centro urbano. En el hotel conocimos a un viajero español solitario, CR. que estaba ya de vuelta, tras haber hecho el recorrido inverso al que nosotros pretendíamos hacer. Fue el que nos convenció de que no merecía la pena ir a Bam, la preciosa ciudad de adobe completamente destruida por el terremoto de 2003, y que aunque con las obras de reconstrucción ya iniciadas sólo ofrece ya un más interés morboso que monumental. Con ello, el viaje a Kerman, parada indispensable sólo como etapa hacia Bam, quedó definitivamente suspendido. Con CR. alquilamos una mañana temprano un taxi hasta las Torres del Silencio, el antiguo cementerio zoroastriano de Yazd. Se trata de un alucinante complejo en el que destacan dos torres circulares (Las Torres del Silencio, Dakhmeh-ye Zastoshtiyun) situadas una frente a otra en sendas colinas mellizas, una destinada a los hombres y otra a las mujeres. Los cuerpos de los difuntos se dejaban en su cima para alimento de las aves carroñeras, tal como siguen haciendo los parsis en Bombay, los zoroastrianos de la India. Para alcanzarlas hay que atravesar una serie de extraños y ruinosos edificios que no son sino los restos de las edificaciones donde se celebraban los ritos funerarios. Un cementerio convencional adjunto acoge los cuerpos de los zoroastrianos desde que se les prohibiera el ritual aéreo en los años 60 por razones de salubridad. Un paisaje terriblemente desértico le sirve de marco y el hecho de que lo visitáramos en absoluta soledad nos produjo una mágica sensación de estar en un lugar muy extraño, de nuevo, como en el alcázar de Kashan, en un decorado imaginado por la delirante mente de un diseñador de decorados de películas del medievo mítico.

La otra atracción es un pueblo de montaña, Chak Chak que está a 50 kilómetros y que conserva una población zoroastriana y un templo del fuego objeto de una importante peregrinación anual en el solsticio de verano de todos los zoroastrianos iraníes, una comunidad que no lo tiene nada fácil en la teocracia chiíta de los ayatolas. Se puede ir en taxi o en una de las excursiones que organiza la Oficina de Turismo de Yazd, pero yo no puedo recomendaros porque no fuimos.

La mañana que fuimos al templo de Atashkadeh, situado en una esquina del casco antiguo regresamos callejeando hasta la plaza de Shuhadá, por una zona absolutamente fascinante: calles de adobe, panaderías, niños que volvían del colegio, ancianos de tertulia, demasiadas casas ruinosas, ciudadanos que nos preguntaban por nuestra nacionalidad y por nuestras impresiones del país en farsi y que flipaban cuando les respondía algunas del puñado de palabras que había aprendido. En una plaza encontramos un magnífico conjunto de seis badgirs que sobresalían por detrás de la cúpula de una cisterna, cuyas empinadas escaleras llevaban a una puerta cegada. Un paseo realmente delicioso.



CALLEJA



abueletes



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cisterna

Otro día recorrimos el sector opuesto hasta llegar, a través de bazares cubiertos y estrechos callejones hasta el hiperhortera mausoleo de Jafar (Imamzadeh Ja’far), cuyo interior completamente cubierto de mosaico de espejo llega a ser mareante e incluso lesivo para los amantes de la sobriedad decorativa. Una especie de sacristán proporcionó a C. un chador conveniente, blanco con topitos negros y nos separaró: ella a la zona de mujeres y yo a la de hombres. El sacristán me acompañó hasta la tumba del santo cuyo interior me señaló completamente cubierta de billetes de banco bajo una luz verdosa y tuve que esperar el momento en que se dio la vuelta y salió de la sala para sacar disimuladamente una foto, único lugar del complejo no fotografiable. Lo más bonito es sin duda la portada norte, de azulejos muy coloridos.



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tumba santo



Pasamos otros dos días más en Yazd, paseando, entrando de nuevo en mezquitas ya vistas, encontrando detalles desapercibidos anteriormente, paeando por los bazares... Comiendo. En Yazd comimos casi siempre en el Silk Road, el hotel hermano al nuestro, donde unos deliciosos curries nos hicieron olvidarnos un poco de los kebabs, y cenando en el Marco Polo, la increíble terraza del Orient. Un par de veces, sin embargo, seguimos las indicaciones de la Lonely Planet y fuimos a dos de los sitios que recomendaba. El primero es el restaurante Malek-o Tojjar, situado en el interior del lóbrego Panjeh-ali Bazar que sabe de la Qeyam y ubicado en el patio de una casa de la era kajjar (siglo XIX) que también es hotel. La comida varía un poco, pero sin exagerar: unas berenjenas rellenas de carne rompían la monotonía de la lista de kebabs. En cambio el dug, casero, era delicioso, el más bueno que tomé en todo el viaje.

El otro restaurante, el Baharestan, en la plaza Beheshti, es mucho más popular y la variación consistía en que servían, además de los inevitables kebabs, un delicioso khoresht, potaje de lentejas servido con arroz blanco. En ambos casos los kebabs eran, por supuesto, deliciosos.



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mujeres en tumba

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BAZARbazar yazd1

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ÍNDICE DEL TEMA

  • ME VOY A IRÁN
  • VISLUMBRES DEL IRÁN
  • TEHERÁN (I)
  • TEHERÁN (II)
  • TEHERÁN (III)
  • KASHAN-ABYANEH
  • KASHAN, ROSAS EN EL DESIERTO
  • YAZD, DE ADOBE Y AZULEJO
  • YAZD, DE MARTIRIOS Y DULZURAS

    • LA MISA DEL OBISPO Y LAS AGUJETAS DE LA ALCALDESA

      Juntos estaban toda la curia cordobesa, con sacerdotes de muy distinto cuño, y representantes del Ayuntamiento, diputados provinciales, el Ejército, la Universidad... los concejales de IU Francisco Cárdenas y José Joaquín Cuadra compartían banco con el presidente provincial del PP, José Antonio Nieto, y el portavoz popular en le Diputación, Luis Martín, y curiosamente, fueron ediles de izquierdas los que con más afecto saludaron al obispo Mario Iceta. Todo un ejemplo del calor espiritual sobre las gélidas bancas. (Diario CÓRDOBA, 11/01/09)


      La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, se disculpó ayer por no haber podido asistir en representación del Ayuntamamiento a la concentración en el Bulevar organizada por su propia formación política para denunciar el genocidio que perpetra estos días el gobierno israelí en Gaza, por encontrarse baldaíta de la muerte por las agujetas, según confesión propia. Este reportero tuvo que desplazarse a su propia casa para entevistarla.


      La misa del obispo, ¿ssabess?, que presidí municipalmente. Claro, tanto... de rodillas... de pie... de rodillas... de pie... me han dejao pal arrastre, y no es por falta de costumbre, no te creas, es que lo de ayer fue una misa super-super bombástica, afirmó desde su lecho de dolor, junto a un vaso de agua y azucarillos y penetrante olor a linimento Sloan. Pero pregúnteme sobre la misa misma mismamente, que fue de lo más cuqui de la muerte. Desde mi caída del caballo en el camino de San Pablo, justo en la esquina con Capitulares, y mi renacimiento en la F no había visto algo liturgicamente tan, tan ideal. Este obispo ha sido des-de-lue-gggo-de-lo-mássss.


      Seguidamente colocando esos ojos soñadores que sabe poner nuestra alcaldesa pasó a referir algunos de esos momentos:

      Aparte del papelón que hizo como mejor BRUJO HACEDOR DE LLUVIA al oeste del Pedroches ha tenido unos golpes de humor que te mueres. Hay que tener en cuenta su gran afición por los chistecillos reaccionarios (jijijiji) en los que descolla que es la olla y es que, oye, pero que te descoyuntas de la risa. El que mucha gente se pusiera de los nervios y se sintieran ofendidos por ellos da una idea del poco aguante que tienen en esta ciudad mis antiguos correligionarios del materialimo histérico. Tiquismiquis, que son unos tiquismiquis, que no saben aguantar una bromillia. Como cuando condenó el cultivo de la inteligencia. O como cuando recientemente dijo guiñando ese picarón ojito... que los padres laicos educan a sus hijos para la delincuencia. Jijijijiji. Que me meo toa... Y lo de su devoción por Fray Albino, el adaptador del Mein Kampf para los niños... Y es que Monse me mata... Qué pena que se vaya con su... Amigo.

      Este reportero fue abordado saliendo de la casa de la alcaldesa por una vesindona que le dijo que de eso nada, que había estado hcuchando pol er tabique y que no había ido a la mani porque la muchacha le había quemado con la plancha el pañuelo palestino de Prada que se había comprado para el acto.




      El Ska Nónigo Kruz Konde y DJ Ajenjo se marcan unos pasos del Vals de las Mariposas tras las copas en la despedida del segundo mientras Fray Raggaeton corea con las palmas. La alcaldesa también coreó entusiásticamente el val, que se sabía enterito.