(del laberinto al treinta)


domingo, 24 de abril de 2005

COSMOPOÉTICA

Estos días se celebra en Córdoba la segunda edición de Cospomoética, un festival de poesía que en sólo dos años ha conseguido ponerse a la cabeza en calidad a otros eventos parecidos del estado. Ayer tarde, en el palacio del Orive, se reunieron en la lectura poética Poesía para el encuentro los poetas Gioconda Belli (Nicaragua), Francisco Gálvez (Córdoba), Guy Goffette (Bélgica), Vassili Vassilikos (Grecia) y José Watanabe (Perú).

Como José Watanabe, peruano de origen japonés (1) (como Fujimori, pese a lo espurio de la comparación) es uno de mis poetas preferidos, cuelgo uno de sus más logradas creaciones. Después de muchas lecturas de este poema aún no he logrado desentrañar en qué radica la magia que emana y que tanto me subyuga:


La mantis religiosa
Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol
hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm de mis ojos.
Yo estaba tendido sobre las piedras calientes de la orilla del Chanchamayo
y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas,
confiando excesivamente en su imitación de ramita o palo seco.
Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre,
pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza cáscara.
Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
a un macho
vacío.
La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
hembra
y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
acaso demasiado presta
y dispuesta.
Duradero es el coito de las mantis.
En el beso
ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
que va licuándole los órganos
y el tejido del más distante vericueto interno, mientras le hace gozo,
y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
a la muerte
Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita.
Las enciclopedias no conjeturan. Esta tampoco supone qué última palabra
queda fijada para siempre en la boca abierta y muertadel macho.
Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra
de agradecimiento.
(De El uso de la palabra)

viernes, 22 de abril de 2005

Médicos apóstoles y santos doctores

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El flamante presidente de la Organización Médica Colegial española ya se ha dejado caer. El hasta ahora presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, en su propia toma de posesión, como una advertencia o como una admonición, se ha declarado católico practicante. Su extravagante sentido de la decencia le ha obligado a declararse unido umbilicalmente a las fuentes nutricias ideológicas de la Conferencia Episcopal, obediente a sus directrices y encadenado a su doctrina. Pues eso y no otra cosa es lo que significa ser practicante de la religión católica. Y si es así me temo que su validez como garante de la ecuanimidad necesaria para presidir un organismo como ese deja mucho que desear. Porque en una profesión en la que muchas de las actuaciones de sus miembros pueden ser objeto de consideraciones morales de interpretación múltiple, el que su presidente se confiese descaradamente parcial ideológicamente es una falta de respeto y por supuesto una absoluta barbaridad democrática. El principio de atención a criterios de racionalidad, aconfesionalidad y respeto a todas las creencias religiosas ajenas (fundamentalmente a las de los que no gozamos de ninguna, sin duda los más necesitados) que deben presidir todas las actuaciones de una entidad de carácter científico y de control de las actuaciones sanitarias y éticas de sus colegiados, que, no hay que olvidarlo, lo son obligatoriamente, queda de este modo en entredicho. El que la actual Junta Directiva haya sido elegida por mayoría de los facultativos (que votan) del estado no autoriza a su cabecilla a semejante provocación.

Qué pasará cuando tenga que definirse en su cargo sobre el preservativo como método profiláctico contra el sida. O el derecho al aborto que defendemos muchos otros que no comulgamos con las ideas católicas. O el derecho a una muerte digna. ¿Seguirá los dictámenes de la OMS o los de sus purpurados patronos?

No conozco muchos otros presidentes de Colegios de Médicos, pero si todos son como éste o como el de Córdoba sin ir más lejos, cuyos dislates sí tengo oportunidad de seguir de vez en cuando en la prensa local, vamos apañados.

La Junta Directiva del Colegio de Médicos de Córdoba, con su presidente don Jesús Aguirre a la cabeza, decidió hace cuatro años, para inaugurar su mandato y que acabábamos de entrar en el siglo XXI, nombrar Colegiado de Honor al arcángel Rafael para premiar sus actuaciones (sic) en pro de la salud de los cordobeses.

Cuando Baroja (1) enumeraba las contradicciones propias de la ciudad de Córdoba (La Caridad en El Potro, La Verdad en el Campo y la Salud en el Cementerio) (2) seguro que no imaginaba que 100 años después podría añadirse otro más: la Ciencia en la Sacristía. El arcángel Rafael es el custodio de la ciudad y su prestigio milagrero entre los creyentes supera con creces al de los propios patronos, dos oscuros mártires romanos, a quienes ni siquiera se conoce a niveles populares. Desde luego, el presidente se apresuró a presentarlo como un hecho campechano, simpático e inocente, aunque, eso sí, no se privó de salpimentarlo con extravagantes y posiblemente desatinados llamamientos a coyundar impúdicamente magia y medicina moderna. Pero los que estamos mínimamente avisados de cuál es la sustancia del caldo del cocimiento en esta ciudad (bueno, en casi todas en este país) no lo consideramos ni tan simpático ni tan inocente. Como nos gusta buscar siempre tres pies al gato no pudimos menos que contemplarlo como toda una declaración en regla de confesionalidad, católica por supuesto, a la que retrecheramente se había lanzado la Junta del Ilustrísimo Colegio. Una flagrante regresión al espíritu de otros tiempos (¿recuerdas?: vírgenes alcaldesas y generalas, santos defensores de la mitad de la patria...). O como dijo en su momento mi amigo Juan Sepelio: si los tontos volaran el cielo se oscurecería en un santiamén y nos invadirían las tinieblas.

Pero yo empiezo a dudar de si no habrá una consigna secreta del Vaticano para que un cuerpo de élite de médicos militantes católicos acapare estos codiciados puestos para poder ejercer el apostolado entre la supuestamente descreída grey galena.



(2) Este dicho que recoge Baroja en su novela hace referencia a tres lugares de Córdoba cuyos nombres o ubicaciones se prestan a equívoco: el hospital de la Caridad (actual Museo de Bellas Artes) se encontraba en la cervantina plaza del Potro, llamada así por contar con una fuente en cuyo pináculo cabriolea aún un pequeño caballito. El juego de palabras está en la referencia al potro de torturas que usaba antiguamente (por fortuna) la Santa Inquisición. El barrio que se encuentra pasando el puente romano se llama El Campo de la Verdad por una batalla que en ese lugar se lidió en la Edad Media. Y al antiguo Cementerio de la ciudad se le conoce como Cementerio de la Salud por estar paradójicamente bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud.(VOLVER)

miércoles, 20 de abril de 2005

Calamaro, las brujas y la estafa de la Comunión Cristiana

Ninguna sociedad podrá decir que admite totalmente la libertad de conciencia mientras no permita la libre modificación de la misma por parte de sus usuarios y propietarios mediante la utilización de cualquiera de los medios que la naturaleza pone a su disposición.

Juan Sepelio





Por si a alguien le parecieron exageradas mis precauciones manifestadas en una anotación anterior por distanciarme suficientemente de la apología de las drogas, recojo la noticia de que ha sido absuelto definitivamente el cantante argentino Andrés Calamaro, que desde el año 94 arrastraba una acusación judicial por apología del consumo de drogas. En un concierto multitudinario en Buenos Aires, en pleno hervor musical, se dirigió al público con la siguiente monstruosidad: Estoy tan a gusto que me fumaría ahora un porrito. Desde entonces, los aguerridos cazabrujas contemporáneos han perseguido sin desmayo castigar tamaña agresión criminal. Un juez demasiado blando parece haber frenado por ahora sus inquisitoriales pretensiones.

Los orígenes de la actual versión de la caza de brujas (1), la cruzada contra las drogas, está perfectamente estudiada. Entre otros, Antonio Escohotado la ha rastreado en su monumental Historia de las Drogas (2) ubicándolos en la adquisición de peso político pesado por parte de los movimientos fundamentalistas cristianos de principios del siglo XX en los EE.UU. Aunque desde entonces nunca dejaron de pesar en la política interior y exterior del Imperio, la influencia de estos pertinaces irracionalistas ha fluctuado de unas legislaturas a otras y sus aguerridas imposiciones al resto de los mortales, tanto conciudadanos directos suyos como habitantes de las colonias, han envenenado la convivencia de la humanidad por oleadas más o menos cíclicas. La última la estamos sufriendo en la actualidad. No hacen falta más explicaciones.

Pero la inquina contra las diversas formas de modificación de la conciencia y de ebriedad, con la excepción de la inducida por el alcohol (y no siempre) proviene directamente de los orígenes mismos del cristianismo, de la raíz misma de donde surge el misterio esencial que vende la religión nazarena, que no podía consentir una competencia a su monopolio de provisión de acceso a las mercancías místicas.

Hasta entonces, cuando aún existía un mercado libre de credos, la mayoría de las experiencias místicas que prometían las diferentes religiones pasaban por diversas formas de comunión fundadas en la administración ritual de algún tipo de enteógeno de origen químico. El secreto de su composición y dosificación pertenecía a una casta sacerdotal que controlaba estrictamente todo el proceso. Es decir, se prometía a los fieles el acceso a una potente experiencia psíquica de carácter místico y la promesa se cumplía cuando interaccionaban en el cuerpo de los comulgantes su propia predisposición devocional y el alcaloide de la droga que les era suministrada. Desde luego, el sistema era de una limpieza comercial impecable. Los clientes-fieles adquirían sus necesarias dosis de misticismo y los sacerdotes eran convenientemente remunerados por sus servicios. Los Misterios de Eleusis (3), constituyen uno de los fenómenos mejor estudiados y responden exactamente a este cuadro.

La originalidad del cristianismo (4) radicó en que alteró una de las partes del contrato, eliminando el elemento enteógeno de origen químico y dejando sólo a las potencias psicológicas del individuo la responsabilidad de la producción de la experiencia mística. Y no sólo eso. Como dice el propio Escohotado, cambió la oferta de transubstanciación física actual por otra de transmigración aplazada al final de los tiempos (5). Más difícil todavía. Una verdadera estafa. O sea, el precio es el mismo, pero además el flipe lo tiene que poner el cliente. Y la recompensa, en el otro mundo. Desde luego eso no se podía haber impuesto en un mercado libre de religiones, lo que justificará finalmente, aquello que distingue al cristianismo de todas las grandes religiones conocidas: ser la única fe que no vaciló en imponerse por el terror, la única en la que el asentimiento interno contó menos que el externo. (6)

Y por supuesto para ello tenía que eliminar cualquier competencia vehicular, o sea la prohibición de los verdaderos agentes psicotrópicos capaces de alterar la conciencia y conducir al éxtasis místico ritualizado.

En religiones que se quieren ante todo universales y ortodoxas la desilusión queda de sobra compensada por progresos decisivos de control. El milagro sigue vigente, y es comer al dios, pero en vez de caer en trance lo exigible es querer creer. Aunque los sentidos no hayan notado diferencia alguna antes y después de comulgar, a la voluntad del fiel se encomienda la consumación del milagro. He aquí un hallazgo sin duda genial, capaz de perpetuar indefinidamente la pura liturgia, siempre que se borre cualquier punto de comparación. Sin esto segundo es absolutamente inviable lo primero y desde el mismo instante en que se consolida el formalismo del rito eucarístico todas las comuniones no basadas sobre un esfuerzo de autosugestión son estigmatizadas como tratos con potencias satánicas.(7)

Tal vez por ello fue perseguida durante dos siglos por tráfico ilegal de salvación.




NOTAS

(1) Las brujas eran fundamentalmente consumidoras de drogas. El aquelarre no era sino una especie de botellón de amanitas varias y beleños de cosecha. La tradicional escoba sobre la que se las representó desde la Edad Media no es sino un palo untado con sustancias alucinógenas sobre el que cabalgaban rozando las mucosas vaginales y absorviendo de esta manera los alcaloides. Los vuelos sobre la tal escoba son fácilmente imaginables. (VOLVER)


(2) Antonio Escohotado: Historia de las drogas, tomo 1º, Alianza Editorial, Madrid, 1989. (VOLVER)


(3) La comunión de los misterios de Eleusis estaba compuesta casi con toda seguridad por una bebida que incluía cornezuelo de centeno (de donde la espiga que porta Ceres), el hongo a partir del cual se sintetizó 3.000 años después con sofisticados medios químicos la diletamida del ácido lisérgico, más conocida como LSD. (VOLVER)


(4) Incluso en los primeros tiempos del cristianismo la comunión se realizaba, tras 8 días de obligatorio ayuno, consumiendo ritualmente un trozo de pan y un vaso de vino. El vino se convertía en el estómago completamente vacío en un potente alucinógeno. Esta forma de comunión, aunque fue radicalmente eliminada de la liturgia cristiana desde tiempos muy tempranos, se ha mantenido entre ciertas minorías coptas. Hasta no hace mucho los fieles católicos debían de guardar un ayuno simbólico antes de comulgar de al menos 12 horas, forma fósil y ritual de aquel otro primitivo. En cuanto al vino, la Iglesia Católica no ha permitido a los fieles la comunión bajo las dos especies hasta hace apenas unas décadas. (VOLVER)


(5) Escohotado, pg. 234. (VOLVER)

(6) Escohotado, pg. 236. (VOLVER)

(7) Escohotado, pg. 234. (VOLVER)

martes, 19 de abril de 2005

Languaje sublime

Me he regalado un reproductor de MP3. No sólo para joder a la SGAE, sino también para escuchar arias de Haendel mientras camino a paso rápido por el circuito urbano ribereño del Guadalquivir, más conocido como la Avenida del Colesterol, con el fin de hacer el mínimo ejercicio indispensable para evitar la oxidación de mis articulaciones.
Lo primero, dada mi condición de neófito en semejante artilugio, ha sido leer el manual de instrucciones que incluye la coqueta caja de plástico en que me fue entregado, para comenzar lo más rápidamente posible a llenarle la panza con toda la música que pudiera caberle. Se trata de un pequeño librito con las instrucciones en seis idiomas: english, deutsch, francais, espanol, italiano y danish. Al principio, tras encontrar el concreto apartado en español y leer las dos primeras páginas, pensé que me había equivocado. Porque el lenguaje allí impreso no acababa de sonarme. Pero luego de un par de atentas lecturas comprendí que se trataba de un nuevo y precioso estilo técnico-futurista, probablemente en periodo de prueba para su posterior implantación definitiva, especialmente diseñado para intentar espiritualizar, poetizándolo, el lenguaje de las nuevas tecnologías, elevando así la calidad estética y moral de los consumidores. Suena tal que así:























Una vez saboreado el ritmo y la coloratura expresiva del texto, tuve que bajar un peldaño al nivel práctico comprensivo para poder empezar a usar el aparato. No fue difícil. Una vez captado el alma del lenguaje, el texto comenzó a hablarme directamente, como si una iluminación sobrenatural hubiese bajado sobre mí para insuflarme la capacidad divina de la exégesis:
























Después ya todo lo demás fue pan comido. Sólo tuve que enchufar el aparatito al ordenador y recitar fervorosamente varias veces el texto siguiente como si de un mantra se tratase:
























Y esperar a que ocurriera el milagro.
La experiencia resultó tan... tan... tan gratificante que estoy pensando probar con el danés.

RATZINGER Z

Otra vez será, señores teólogos progresistas...

En fin, que si no fuera porque a causa de esta elección morirán de sida miles de creyentes del Tercer Mundo que siguen la consigna de que Dios prohíbe el preservativo, diría como el Pez: enhorabuena, católicos, tenéis lo que os mereceis y más.
Comentarios
Ahora si que ya nadie te salvará de las llamas del infierno. Del infierno de los gays y las lesbianas, de las abortistas, de los que se masturban, de los que se masturban con la mano izquierda, de los que se masturban con la mano izquierda, de los que se masturban con las dos manos, de los que usan preservativo y de los que no lo usan , de los que utilizan otros medios anticonceptivos , asesinos de espermatozoides, y de los que no los utilizan, de los pederastas, de los pederastas que tocan, de los que miran, y de los de Internet, de los que desean a la mujer del prójimo, de las que desean al hombre de la prójima, de los que tienen malas tentaciones.... ¡Benedicto te vigila, réprobo!
lorensito — 19-04-2005 23:50:09
¿No teméis, los que tanto os reís, ni por un momento, que tal vez tengan razón los integristas de la tierra?. Musulmanes o cristianos, da igual, parecen tan seguros de lo que dicen, se aferran tanto a sus ideas y nos miran con tanto desprecio, ¿nunca dudáis? Tal vez el nuevo Papa sea motivo de risa para los no-católicos, pero qué pasa con todos los que esperaban la llegada de un Papa aperturista, “tenéis lo que os merecéis” dice Pez ¿sí? ¿merecemos eso? ¿por qué? solo porque él no piense igual ya nos merecemos lo peor posible , ¿tendremos que decidir entre aceptar finalmente que los integristas tienen razón y cambiar de vida o perjurar definitivamente de nuestra religión con lo que eso supone de doloroso para los que las cosas no son “o blanco o negro”?. ¡Uy qué risa!, a mí no me hace ninguna gracia.
P — 20-04-2005 11:13:40
Sí, lo que os merecéis, por sentaros a que decidan acerca de vuestra vida íntima y pública, y, una vez que os disgusta el resultado, lamentaros con el mismo llanto lánguido e inmóvil que os han enseñado.
CardenalaInPectore — 20-04-2005 14:34:46
En realidad, lo que pienso es que cuanto más fascistoide sea el Santo Padre, mejor, otra cosa sería un espejismo, una serpiente que surge de implacable de arena cálida y amable. Al diablo, mejor verlo de frente.
CardenalaInPectore — 20-04-2005 14:37:24
Por si alguno de los interasados aún no lo ha hechohttp://cincominutos.com/apostasia/
P — 22-04-2005 00:14:24
A CardenalaInPectore: ¿Al diablo? ¿dices al diablo? Entonces existe el diablo ¿no?, pero si existe el diablo existe Dios ¿verdad? Ahora falta saber qué es lo que opina Dios y cuales son las reglas del juego: si le importa o no el largo de la falda, las tendencias sexuales, las infidelidades, el control de la natalidad, la asistencia a misa, etc, o si solo lo de “amarás al prójimo como a ti mismo” o si nada en absoluto.
P — 26-04-2005 11:04:44
Si no fuera porque es palabra de uso contaminante y contaminado, y porque no sé cómo se escribe, diría: ¡DEMAGOGIA!¿¿¿Cuándo seremos capaces las personas de hacernos cargo de esa ya gastada trascedencia que no es otra cosa que nosotros mismos???
CardenalaInPectore — 26-04-2005 18:26:52
P: el problema de los creyentes como pareces ser tú no es tanto que necesitéis creer en Dios (o en el diablo) como que necesitéis que os lo administren esos siniestros ventrilocuos (progresistas o carcundosos, lo mismo da que da lo mismo) y que además os (nos) jodan la vida con reglas estúpidas y a veces, criminales. ¿De veras, además de creer en Dios, creéis que a ellos los nombra Él mismo? A ver quién los ha elegido.Vuestro problema es, además de no ser capaces de vivir sin reglas irracionales y supersticiosas, lo queréis "pret a porter".
harazem — 26-04-2005 21:19:02
BUENO YO CTEO EN EL DIABLOLA BIBLIBANO HAY QUE HACERTLE CASOQUE TAL SI YO TE DIGO QUE LA ESTUVE LEYENDOY HAY UNA PARTEQUE DICE QUE JESUS CRTEO A UN ARBOL QUE SE PODIA VER POR TODA LA GENTE DEL MUNDO,ESTO IMPLICA UNA TIERRA PLANA,YO FUMO PORRO Y TOMO COCAINA DE VES EN CUANDO ME LA INYECTO TAMBIEN,ME GUSTAN LAS PUTAS,SOY VICIOSO JUGADOR Y MUJERIEGO,MI UNICO PROBLEMA ES MI TRABAJO QUE NO ME DEJA EN PAZ,BRINDO AL PADRE AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO!!!!!!!( SE CONVIERTIERON EN DEMONIO LOS ANGELES QUE NADIE QUIZO)
ARGENTINA — 12-06-2005 11:09:21
Tambien maldice estimado amigo manuel? usted se cree mejor que el papa...? o que alguien? .... o que cualquiera? quien se cree para levantar semejante palabra si sentir temor de su propia interioridad?... no siente temor de Manuel???.... pues... DEBERÍA!!!No juzgo el contenido de su ideología... solo disiento con el hecho de creerse con el derecho de colgarse en este espacio... que si bien es parte suya... es mas bien publico... sin un poquititititito de respeto... por aquellos que entienden mucho... por aquellos que entienden poco... y por aquellos a quienes el entendimiento les fue negado y solo saben sentir como pueden... o como ancestralmente aprendieron... le estoy planteando simplemente un poco de tolerancia cultural!Stella
stella — 12-06-2005 21:26:40

viernes, 15 de abril de 2005

Humor vasco, humor andaluz

Ya había oído hablar del programa, pero como no sigo muy de cerca los asuntos de la tele no le había prestado suficiente atención. Unos amigos de Pamplona me han puesto al día e incluso me han prometido mandarme un DVD. Se trata de la serie que lleva un tiempo emitiendo ETB (Euskal Telebista), la TV autonómica de las ex-provincias vascongadas y sólo sé que se titula VAYA SEMANITA y que está teniendo un éxito enorme en las comunidades donde puede verse. Me cuentan estos amigos que en la serie se tratan con gracia inteligente los asuntos de la correosa política vasca y se parodian sin misericordia los pilares de lo que se ha dado en llamar hecho diferencial vasco, tanto el oficial, fabricado desde el poder con fines de autoperpetuación, como el popular, que no se sabe muy bien si procede de la metabolización del oficial o de la propia idiosincrasia paleoeuskalduna. En lo que todo el mundo coincide es en que, dado el grado de crispación que suele provocar cualquier cosa que pueda interpretarse como política en esa comunidad norteña, y el fundamentalismo cultural nacionalista, lo admirable es que no pase nada. No sé exactamente cuantas cosas incluye por vaciado ese nada, pero creo que puedo hacerme una idea. En resumen, que parece que hay alguien en el País Vasco que es capaz de reírse de la forma de ser de sus paisanos, de sus manías y tradiciones, de todo ese entramado de raíces idiosincráticas que se suponen clavadas en la tierra nutriente del alma del pueblo y que se consideran inmutables, inviolables y sagradas, aunque muchas de ellas sólo tengan dos días y otras sean de una calidad moral más que dudosa. Y eso en una comunidad donde el humor no parece formar parte de esos mismos entramados. Donde lo que ellos mismos venden como sello de carácter es la seriedad y es objetivamente proverbial la nula afición a las pamplinas de sus aborígenes.

Por el contrario, aquí, en Andalucía, no puede decirse que el humor no esté representado en nuestros idiosincráticos cromosomas. Sino todo lo contrario. El humor andaluz, el oficial, es un humor con denominación de origen, como el jabugo o el aceite de Baena, con su sello debidamente homologado. Y además lo exportamos alegremente. Y además es imitado por los humoristas de otros lugares que lo usan como seguro de triunfo. No es de extrañar. Se trata de un seguro de triunfo que recompensa a quien pulsa los más bajos resortes de los pueblos adocenados. Porque si la zafiedad es el propio asiento, el chascarrillo, la pamplina, la cuchufleta y el escarnio de los defectos o las tendencias de los demás son las cuatro patas del banco de nuestro humor, del oficial y del pseudopopular, que en ningún sitio como aquí están tan fundidos, en su esencia y en su presencia. Para llenar su parrilla de graciosos infumables nuestra inefable cadena autonómica Canal Sur no ha necesitado nunca buscar fuera, en una comunidad que es la primera exportadora de chistosos de todo el hemisferio norte. Sublimes artistas especializados en mariquitas, monjas violadas, gangosos, tontos del pueblo, etc... Que ha dado glorias del humor hinteligente de la talla de Los Morancos, Paz Padilla (1), Paco Gandía(2) o Chiquito de la Calzada. Que tiene letristas de sevillanas capaces de componer joyas humorísticas como la letra de la Macarena de Los del Río (3) , esos mostros. Que cuenta incluso con verdaderos maestros del camuflaje artístico, como ese siniestro Jesús Quintero que ha sido capaz de vender lo mismo que los otros pero cubierto de una pátina de falsa sutilidad.

Así que quien quiera en esta tierra emular al programa vasco tiene que empezar por parodiar con mucho humor inteligente el humor hinteligente andaluz. Ese es el reto. Destapar con gracia verdadera la verdadera naturaleza de la grasia andalusa que se nos vende como tal. La zafiedad, casposidad, crueldad, e indignidad de una manera de hacer reír que ponen en cuestión las mismas bases morales y culturales que deben sustentar a cualquier sociedad adulta y formada.

Después de eso debería tocarle el turno a los demás elementos del hecho diferencial andaluz: el rocierismo, el papanatismo cofrade, la arabesca erudición pregonera, la metástasis folklórica sevillanista y otras piedras del camino que conducen a esta tierra hacia el incierto futuro del siglo XXI. Sin complejos.

¿Fundamentalismo cultural en el País Vasco? Se trata de un reto utópico, pero me gustaría ver qué pasaría aquí con un programa como VAYA SEMANITA. Estoy convencido de que en esta tierra sería mucho más difícil mantener un saludable nivel autoparódico público que en cualquier otro lugar. Porque bajo la máscara risueña de los chistes, la alegría de las sevillanas, la supuesta tolerancia fruto del tan manido crisol de razas, se esconde la mueca intransigente y fiera del fundamentalismo andaluz, un fundamentalismo anclado en falsas tradiciones y en presupuestos antimodernos y antiilustrados, absolutamente decidido a no perder ni un ápice de su preminencia social y por supuesto a no convertirse en objeto de risas. Las risas son patrimonio suyo. Como administrador exclusivo de la grasia y del salero anatematiza con una mirada helada a quien sea capaz de reírse en serio de lo que él considera sagrado. Y tienen al poder de su parte. El eterno gobierno del PSOE es el mejor valedor de la cascarria andalucista que el fundamentalismo pudiera haber soñado nunca.



    (1)


    Paz Padilla comenzó su meteórica carrera en un programa de chistes matutino de Tele 5 del que no recuerdo (ni quiero) el nombre. Sus chistes se caracterizaban por abundar en relatos de violaciones, especialmente de monjas, que con su gracejo gaditano hacían mucha risa. Una risa que te cagas. Alguien debió explicarle que debía refinarse un poco para ampliar horizontes. (VOLVER)

    (2)

    De Paco Gandía tengo que decir que, aunque mi apreciación de su humor se fue diluyendo con el paso de los años, siendo como es de los más digeribles del panorama, en mi juventud nos hizo a mis hermanos y a mí llorar literalmente de risa durante horas y días enteros mientras escuchábamos ritualmente la cinta que incluía el celebérrimo NIÑO DE LOS GARBANZOS , que reproducíamos sin parar en el viejo casette ceutero de nuestro padre. (VOLVER)

    (3) La famosísima Macarena incluía, además de las sutiles alabanzas a la belleza de la tal mozuela, la siguiente estrofa: Macarena tiene un novio que se llama, / que se llama de apellido Vitorino, / y en la jura de bandera del muchacho / se la dio con dos amigos. / Ahuuuuuuuuuuuuú. Aclarando para quien no lo sepa que el nombre de Vitorino hace referencia a una ganadería famosa por la bravura de sus toros, con lo que el chiste, aunque un poco trasnochado, incluso para la época, por las referencias a la jura de bandera, entra de lleno en esa especialidad tan carpetóvetónica del escarnio al cornudo, de tan feliz raigambre en esta tierra. A mi me dio mucha risa cuando hace unos años una asociación de mujeres de un importante pueblo castellano obligó al concejal de festejos de su ayuntamiento a cancelar una actuación de los risueños cantantes sevillanos por considerar que muchas de sus letras atentaban contra la dignidad de la mujer. (VOLVER)



Comentarios
Bueno, será por lo surrealista o porque lo veo desde fuera de Andalucía, pero me gusta Chiquito de la Calzada. Eso sí, los chistes son pésimos.¡Ja!
Portnoy — 20-04-2005 01:53:53

Ay, lo que me ha costado colocar al bueno de Chiquito en la lista. Lo suyo es haberlo sustituido, por ejemplo, por Pepe da Rosa. Pero tenía que ponerlo. Por una cuestión de ritmo y por mor de mi verdad. El supuesto surrealismo de Chiquito que tanto dices apreciar, amigo Portnoy, tiene una índole dolorosa que el sentido de la piedad me impide definir. Va mi respeto por su persona por delante de todo.

Chiquito, tiene, además, un sino muy andaluz. Mediano cantaor de flamenco y chistoso infatigable, su profesión durante años fue bufón de señoritos, contratado por adinerados sinvergüezas para juergas puntuales o romerías de variable duración, en las que templó y depuró su estilo que hoy celebra todo un país sin otra cosa mejor de la que reirse.
harazem — 21-04-2005 02:01:47

jueves, 14 de abril de 2005

14 de Abril

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miércoles, 13 de abril de 2005

Advertencia disuasoria

Dado que esta bitácora se emite a lo largo de todo el día y por lo tanto ocupando de pleno el horario infantil he de aclarar lo siguiente:

Los contenidos laudatorios del consumo de estupefacientes que podrían entreverse vertidos en la última anotación son sólo ejercicios de estilo, elementos retóricos para dar más fuerza a la narración, recurso legítimo para cualquier redactor de bitácoras, tanto como para escribidores de la órbita exterior y no responden en absoluto al pensamiento actual del autor.

Para los niños que accidentalmente hubieran accedido a los contenidos de la anotación he recabado documento gráfico que adjunto como medida disuasoria para que eviten seguir los pasos del triste protagonista de la dicha historia que no es otro que el que esto escribe. No sólo dilapidó el esfuerzo que la sociedad entera hizo por él para que accediera a la Universidad, sino que en la actualidad presenta el siguiente estado, fruto incuestionable de sus repelentes aficiones juveniles:




















COMENTARIOS
Realmente parece usted el tonto del pueblo. Esta foto no solo disuade de la idea de probar estupefacientes varios sino también de verle como hombre deseable. Si alguna mujer enamoradiza se sentía atraída por su forma de pensar y de exponer tales pensamientos dudo yo que la pobre incauta siga deseándolo, tal vez debería colgar esta foto en el encabezamiento del blog junto con los datos personales para evitar malentendidos. Sin embargo es extraño que tales sustancias hayan estropeado así su aspecto y no hayan mermado su agudeza mental. Tal vez no haya escogido bien la foto que le hace justicia.
Alicia — 14-04-2005 10:51:37
En realidad esa foto no te hace justicia.unbesodesdeelparaisoenelfindelmundo.....
Malika — 14-04-2005 18:27:42
¿Usted cree, señora/ita Alicia? Vaya, a ver si por salvar a los inocentes infantes de las tentaciones de LA DROGA, voy a perder alguna oportunidad de ser deseado irresistiblemente por alguna pulsión femenina (o masculina). Ganas me dan de quitarla y que a los niños los salve su Ángel de la Guarda, la Divina Providencia o las esforzadas patrullas (Sección Juvenil) de la Adoración Nocturna. Aunque no sé, no sé... Mire el caso de Sartre, que según dicen engurruñaba el azogue de los espejos al ir a peinarse, y ligaba más que el flequillo de Alain Delon. O el de Saramago, con su cara de galápago obsoleto que tiene más bulla de damiselas que de moscas un boquerón podrido...
harazem — 15-04-2005 00:26:13
¡Genial! Me duele el estómago de lo que me he reído.
Cayo Anneo Paco — 09-01-2006 20:16:59

lunes, 11 de abril de 2005

Vergüenza

Una tarde de junio del año 76 fui con el Nono a pillar hachís al Pink Panther . 1976. Qué barbaridad. Yo era por entonces un universitario bastante entusiasta al que aún no habían mordido los calcañares los perros de la perplejidad y andaba probando todos y cada uno de los paraísos artificiales de orden físico, químico o mental que se me ponían a tiro, que no eran muchos, ni baratos, ni claros y distintos, pero cuya obtención me ocupaba más tiempo que el que, insensato de mí, debería haber dedicado a aprobar las áridas asignaturas de la facultad. Los paraísos químicos se reducían estrictamente, por razones presupuestarias fundamentalmente, a los simpáticos canutitos de hachís que tanto nos hicieron reír y tanta lucidez ingeniosa nos proporcionaron en aquellos divertidos años. Los otros dos se resistían aún a ser colocados en su justo lugar y nos traían en un sinvivir de subidas de testosterona y fervor revolucionario. Y si estas últimas bullían abundantemente en la revuelta olla de las aulas universitarias de la época, el hachís había que conseguirlo fuera de las mismas.

Contra lo que pudiera parecer desde la perspectiva actual, este consumo del simpático estupefaciente no estaba demasiado extendido entre los universitarios por aquel entonces y más bien constituía una especie de comunión grupal de algunos elementos que nos considerábamos más en la onda y flirteábamos con las teorías disolventes de los valores establecidos mediante los ácidos alternativos de la contracultura y la marginalidad que se impartían desde las páginas catecumenales del Ajoblanco y El Viejo Topo.

Se daba casualmente la curiosa circunstancia de que en mi célula de agitación yo era el único originario de un barrio nítidamente popular y obrero y como seguía en contacto aún con muchos de mis amigos de la infancia, algunos de los cuales andaban por entonces en labores de trapiche a pequeña escala con la preciada especia estupefaciente, fui comisionado por ello a menudo por mis compañeros para conseguirla. Yo mercaba una bola de hachís de buena calidad, la llevaba a uno de los pisos compartidos de compañeros foráneos, la pulverizábamos con un molinillo eléctrico de café y la planchábamos mediante un sofisticado sistema en el que intervenía una plancha normal de planchar, unas bolsas de plástico de las de meter frutos secos, un papel de periódico humedecido, una botella vacía y unas dosis infinitas de deliciosa insensatez juvenil. Luego se repartían religiosamente las posturas en función del aporte económico de cada uno y todos tan contentos, aunque lo consumíamos preferentemente en comunidad, en una especie de misas concelebradas donde utopías y risas constituían las principales formas de liturgia.

Así que aquella tarde de junio, en plenos exámenes finales, allí estaba yo, con mi amigo el Nono en la barra del Pink Panther, bajo las fatigosas y casi inútiles aspas de un ventilador de techo, dos cubatas de ron en la mano y la voz de Manzanita lijándonos inmisericordemente los tímpanos. El calor era espantoso. Esperábamos a un camello que acababa de llegar del moro con el culo empetado de bolas del tamaño de un huevo de gallina. Esa misma mañana, según aseguraba el Nono. Al Nono le gustaba prestarme ese servicio, por amistad y porque cuanta más cantidad fuese a comprar más barata conseguía él su parte. Pero no entendía que yo quisiera acompañarlo y aunque accedía, de mala gana, me ponía la condición de que no abriera mucho la boca, por temor a que se me escapara algún mamoneo de palabras raras y me comportase justo lo contrario de lo que realmente era: un pringao estudiante de filosofía, con unas cantosas gafas de concha y una pinta de progre de manual inconfundible. Pero yo no iba a perderme por nada del mundo esas experiencias de buceo en los submundos literaturizados por nuestra febril imaginación.

El tipo llegó y saludó secamente. Con un sordo gruñido al Nono y a mí con un displicente tanteo examinador. Llevaba una camiseta azul con la leyenda de la Columbia University y tenía el aspecto propio de su mismo personaje, al que sumaba el detalle patibulario de un ojo deformado por una antigua cicatriz, lo que le obligaba a mantenerlo en un entrecierre continuo. Me recordó inmediatamente al Seisdedos, el malvado personaje de una novela de Ramón J. Sender que me entusiasmó de adolescente, que tenía un ojo de tiburón y otro de persona, según decía, y al hablar guiñaba uno de ellos, según su estado de ánimo. (1)Tras un breve preámbulo en el que el camello comentó los pormenores de su viaje al moro, se llevó a cabo el trapiche sin incidencias. El intercambio de los huevos por los billetes se hizo bajo la barra con un innecesario ritual de cautela. El camello ordenó al camarero otros tres cacharros de lo mismo y sacó entonces media bola del bolsillo. Mientras hablaba esquinadamente de picoletos, aduanas, julais, pringaos, etc., la mordió, arrancó una china respetable, la masajeó ligeramente con los dedos y la lanzó sobre el mostrador. La china llegó rodando justo hasta donde mi mano sujetaba el vaso. Por un momento pensé que el Nono cogería la china y la trabajaría él mismo. Pero el Nono no hizo ningún gesto. Estaba claro quién tendría que trabajar. Mi pericia liando canutos no era por entonces ni sombra de lo que llegaría a ser un tiempo después y sentí cómo el pánico me invadía y se instalaba en la boca de mi estómago en forma de bola de plomo candente. La posibilidad de no ser capaz de liarlo como un profesional delante de semejante público amenazó con paralizarme. Pero en seguida traté de controlar mis pulsos y concentrarme en la faena. Tragué saliva y me dispuse a llevarla a acabo lo más concienzudamente posible. El sudor me corría cuello abajo y sentía las manos completamente húmedas. Me las sequé en el pantalón. Saqué un papel, rompí la punta de un Fortuna, desmenucé el resto sobre la mano, coloqué la china encima y le arrimé la larga llama del mechero. El camello hablaba y hablaba sin echar más cuentas de mí. Hecha la mezcla conseguí traspasarla de la mano al papel con un certero movimiento de muñeca y liarlo con precisión y cierta gracia. Se me aflojó entonces un poco la presión en la boca del estómago y noté un merecido alivio en los músculos faciales. Fue sólo un segundo después cuando ocurrió la catástrofe. Agarrando con la punta de los dedos el extremo el canuto ya liado lo sacudí un par de veces a la altura de mi cara para apretar adecuadamente su contenido. El canuto reventó en el aire y una lluvia dorada se disparó hacia adelante. Yo me quedé muerto con papelito blanco y roto entre los dedos mientras mis ojos se clavaban en la leyenda de la Columbia University del pecho del camello toda cubierta de hebras de tabaco impregnadas de hachís. Sé que alcé la vista hasta su cara porque vi su ojo de tiburón que me miraba. Y además sentí la maldición muda del Nono trepanándome la calavera. La vergüenza, la lacha, con sus más crudas uñas desgarrándome las entrañas. ¿Qué hacer? ¿Pedir que se abra el suelo y me trague la tierra en ese mismo instante, que unos demonios alados me agarren de los brazos y me saquen de allí aunque sea para conducirme al mismo infierno. Que me fulmine un infarto auténtico con llamada de ambulancia incluida que difumine esta imperdonable torpeza...? Me quedé sin habla. La boca como de cemento. Rojo como la grana y con la piel tirante, a punto de estallar. El tipo hizo entonces un gesto raro y cambió el ojo de mirarme. Su ojo de persona adquirió de pronto un brillo burlón. Se sacudió las hebras de la camiseta, volvió a sacar la media bola, la volvió a morder, masajeó la china y volvió a lanzármela sobre el mostrador. Luego llamó al camarero.

- Anda Curro, ponnos más yelos en los cacharros que con este calor no duran ná.

Para concentrarme de nuevo me puse a pensar en la estólida cara de batracio del catedrático de Historia Contemporánea con quien tendría que enfrentarme a la mañana siguiente en terrible examen oral.

Manzanita mientras tanto insistía con la lija de su voz acompañándonos la vida: Liberateeeeeeeeeee, no timporteeeeee la geenteeeeeeee...




(1) Epitalamio del prieto Trinidad, uno de los títulos de novela más hermosos que conozco, en la horripilante, aunque entrañable, edición de la Biblioteca General SALVAT (1972), que tanto hizo por nosotros, los lectores pobres, en los años del oprobio y la oscuridad. Una inquietante galería de siniestros personajes sin ley ni moral se paseaban por ella dueños absolutos de una isla-penal caribeña tras el asesinato, en victorioso y sangriento motín, del carcelero jefe en su noche de bodas. (VOLVER)













Comentarios
Si te interesa Sender (dejáme tirarme el farde de decir que fue pariente lejano mío), te recomiendo La "aventura equinoccial de Lope de Aguirre" y sobre todo, "Imán".

Sender es quizá el más importante novelista español del siglo XX, y habría que reivindicarlo más a menudo.
Joaquim — 12-04-2005 09:45:45

Bueno, he de decirte, querido Joaquim, que siempre fui un entusiasta de los libros de tu lejano pariente y que creo que he leído muchos de los suyos (todos es casi imposible). Y coincido contigo en considerarlo un narrador de fuste, dueño de unos recursos novelísticos admirables, de lo mejor que ha dado el siglo XX. La emoción que consiguió exprimirme el “Requiem”, la deliciosa tensión en que me mantuvo el “Epitalamio”, el poder de evocación de esa maravilla que es “Imán”, la maravillosa ironía de “La tesis de Nancy”, son hitos en mi carrera de lector impenitente, que recuerdo como especialmente felices.

Gracias de todos modos.

Un saludo

harazem — 14-04-2005 00:58:31

Ay!, qué bueno, Manuel, cómo me he reído con tu historia...

Por cierto, esos librillos de SAlvat los traen mucho al Rastro al que voy los domingos. Un saludo!
lukas — 15-04-2005 17:49:39

Te prometo que este es el último mensaje que te dejo, pero no me resisto a que conozcas algo que te dejará más que sorprendido. En tu texto -magnífico, tú lo sabes- he descubierto a uno de mis mejores amigos de la infancia: el camello. Murió ya hace algunos años. Algún día te contaré una historia sorprendente sobre él.
Cayo Anneo Paco — 09-01-2006 20:24:58

jueves, 7 de abril de 2005

Vergonzosa unanimidad

La unanimidad ha llegado a ser vergonzosa. ¿Tiempos de pensamiento débil? Más bien tiempos de pensamiento imbécil. Y peligrosamente entreguista. Mientras los exaltados de la sinrazón y la injusticia campan a sus anchas tanto por el mundo mediático como por el real, los defensores de la razón y de la concordia civil aparecen flotando en una especie de líquido amniótico de conformismo e indefensión. Es curioso que en esta horripilante feria de exaltación de la Superstición y la Intransigencia en que se ha convertido la cobertura mediática del teatral fallecimiento de ese funesto personaje que ha sido el Papa Wojtyla las únicas voces realmente críticas con él, con su política de criminal intransigencia contra las campañas de control de la natalidad y de profilaxis contra el sida, de su feroz antifeminismo, de su autoritarismo interno y externo, de su falso ecumenismo, etc, provengan de miembros de la propia Iglesia Católica. Yo siempre digo que a los no creyentes deben importarnos poco o nada los dogmas o cilicios regulares que los creyentes quieran infligirse a sí mismos. El problema es que muchas de las dogmáticas normativas de la Iglesia Católica tienen una incidencia real y flagrante en la extensión del dolor, de la enfermedad y de la intolerancia en el mundo, sobre todo en el más pobre de los mundos, en el de los desposeídos de todo. Y por otra parte no se puede consentir que exija respeto un estado que practica el apartheid más brutal contra la mitad femenina de la población y que se rige por un sistema de gobierno insultantemente antidemocrático que no tiene nada que envidiar al universo teórico de poder de las satrapías más autoritarias del mundo. Y mucho menos que una parte importante de la educación de los futuros ciudadanos esté en manos de sus funcionarios, unidos umbilicalmente a sus dogmas por lazos de obediencia ciega.


Por eso se agradece que, en medio del hipnotizante turiferio en el que han competido unánimemente en estos días todas las fuentes de información, el teólogo y sacerdote suizo-alemán Hans Küng no haya perdido el sentido de la realidad y ayer se dejase caer en el diario El País con una demoledora crítica del difunto Papa en la que desmonta una a una todas sus supuestas virtudes.


Respecto al supuesto “martirio” del Papa pone de manifiesto que no todos lo han considerado así y que otros, en cambio, se sintieron engañados por un hombre del que pensaron que se aferró tercamente a su puesto y que, en vez de aceptar la vía cristiana hacia a eternidad, utilizó todos los medios a su alcance para mantenerse en el poder en un sistema antidemocrático. Incluso para muchos católicos, este Papa, que en el límite de su fuerza física se negó a abandonar el poder. es el símbolo de una Iglesia fraudulenta que se ha calcificado y se ha vuelto senil detrás de su fachada deslumbrante.

En cuanto al papel de Woytila en la caída de los regímenes comunistas afirma que se ha destacado y con razón, el papel que desempeñó el Papa polaco en la caída del imperio soviético. Pero también es cierto que los propagandistas papales exageran enormemente su contribución. Al fin y al cabo el régimen soviético no se derrumbó gracias a él (hasta la llegada de Gorbachov, el Papa había logrado tan poca cosa como ahora en China), sino que se vino abajo por las contradicciones sociales y económicas inherentes al sistema.


Como comunicador carismático y estrella mediática, este Papa triunfó especialmente con los jóvenes, pero lo hizo en gran parte a base de recurrir a los “nuevos movimientos” conservadores, (Opus Dei, Focolare, Comunión y Liberación, Regnum Christi) y un público poco exigente y leal al Papa. Las grandes concentraciones de jóvenes fueron reunidas por esos “nuevos movimientos” y supervisadas por la jerarquía eclesiástica que se encargaba de anular todo atisbo de espíritu crítico entre ellos.


Seguidamente Küng enumera las nueve contradicciones más llamativas del reinado del Papa Wojtyla, de las que resalto y resumo algunas:

Derechos Humanos: De puertas afuera, Juan Pablo II ha defendido los derechos humanos, pero dentro se los niega a obispos, teólogos y sobre todo, a las mujeres.
El papel de las mujeres: El gran adorador de La Virgen María predica un noble concepto de feminidad, y, al mismo tiempo, prohíbe a las mujeres que usen anticonceptivos y les impide ordenarse.
Moral sexual: Este Papa que tanto ha predicado contra la pobreza y el sufrimiento en el mundo, es en parte responsable de ese sufrimiento debido a sus actitudes respecto al control de natalidad y el explosivo crecimiento de la población, así como de la extensión del sida en África.
Celibato de los sacerdotes: Al propagar la imagen tradicional del cura varón y soltero, Karol Wojtyla es el principal responsable de la catastrófica escasez de sacerdotes, el derrumbe espiritual en muchos países y los numerosos escándalos de pedofilia que la Iglesia ya no puede ocultar.
Movimiento ecuménico: Al Papa le gustaba que le considerasen el representante del movimiento ecuménico. Sin embargo ha intervenido mucho en las relaciones del Vaticano con las Iglesias ortodoxas y reformadas, y se ha negado a reconocer ni sus cargos eclesiásticos ni sus servicios.
Política de personal: Cuando era obispo sufragáneo, y luego como arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla participó en el Concilio Vaticano II. Sin embargo, una vez Papa, ha despreciado el carácter colegiado de la institución que allí se había acordado y realzado su papado a costa de los obispos.



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Comentarios
Deberías saber que la lectura de "El País" de forma continuada y reiterativa provoca daños irreparables en el cortex cerebral y una disminución alarmante en los niveles de libre albedrio. Por cierto. Si quieres luchar contra la irracionalidad nada mejor que empezar por uno mismo. Es muy fácil considerar al mundo que nos rodea el culpables de todos los males de la humanidad. Todo con tal de evitar la funesta mania de enfrentarse a uno mismo. Hans Kung, el brillante teólogo, no es más que alguien que vive de la contra, y no la nicaraguense. Es como nuestro Miret Magdalena. Los dos viven de la famosa frase "de que se trata, que me opongo". No soy católico ni religioso pero siempre me llama la atención de la cantidad de ateos que odian al Papa, a cualquier Papa, y que viven en carne propia lo que debería resultarles ajeno. A ninguno de ellos se le ocurre odiar al Dalai Lama por su teoría de la reencarnación. En fin, si quieres saber lo que se ha hecho en Africa, date una vuelta por allí. A ver si lo resistes. Con todo, lo peor no es la demagogia ni los tópicos progres. Es la ausencia de respeto a quienes piensan de forma diferente y el nivel de ignorancia que ello comporta. Ese es el comienzo del fascismo. Para continuar en ese camino solo necesita una dosis de miedo a uno mismo y a los demás. Disfruta del mar
pepe molina — 09-04-2005 09:48:28

Vaya, para no ser religioso, amigo Molina, pareces creer que tienes ciertas iluminaciones paranormales que te insuflan el conocimiento.Por ello he de declararme estupefacto ante tu advertencia. ¿Sabes de buena mano que yo leo El País “de forma continuada y reiterativa”? ¿O se trata del aviso de un exadicto en vías de rehabilitación? ¿Tal vez crees más sano leer el ABC o La Razón? ¿Libertad Digital? ¿Compaginarlos?También sabes de buena mano que yo tengo la funesta perversión de no me enfrentarme conmigo mismo, como Küng y Miret Magdalena, a los que por cierto considero tan dignos de respeto, cuando diatriban teológicamente, como a los miembros de un gabinete de parapsicólogos. Los escucho cuando razonan. Porque están a la contra, claro.

En cuanto al odio, yo no odio al Papa. El odio es un sentimiento malsano que consume muchos hepatocitos (aunque leo con delectación la defensa que del mismo hace Ramón de España). Tan sólo trato de luchar en la medida de mis escasísimas fuerzas contra su poder. Contra el poder que trata de evitar de nuevo que millones de personas podamos ejercer nuestros derechos como personas libres. Aquí y más aún en África, donde la defensa es nula. Y ese poder lo ejerce mediante el control mental de sus fieles que se sienten unidos a él por lazos supersticiosos. En cuanto a lo de África conozco demasiados paraísos infernales para enumerártelos.

Por el Mufti de Jerusalén, el Patriarca Ortodoxo, el Dalai Lama, el Gran Ayatollah tengo la misma consideración que por el Obispo de Roma. Es más pienso que la única diferencia entre Khomeini y Wojtyla, era que al poder de este último ha sido limado en los últimos dos siglos por las sociedades occidentales a las que ya se les hacían insoportables las exigencias de sumisión y control de la Iglesia Católica. Este Papa ha contraatacado con las propias armas de la modernidad: la publicidad. Y desde luego no me gustaría que la Iglesia Católica consiguiera ni un gramo más del poder que ya tiene.

En cuanto al respeto, supongo que te referirás al de las personas, no al de sus ideas, porque estas últimas no tienen inmunidad. Las ideas religiosas son tan respetables como cualquiera otras.

Más falta de respeto hacia nuestras ideas, que tampoco tienen inmunidad, suponen los absurdos equilibrios mentales que tienen que hacer los creyentes razonables para compaginar las certezas probadas de los postulados darwinistas y las teorías del origen del universo con sus montaraces creencias religiosas. Y no estamos todo el día recordándoselo. Ellos sí nos recuerdan ostensible, constantemente que creen.En cuanto a lo del mar, lamento decirte que como decía aquella almibarada copla de los 70: “...desde mi ventana el mar no se ve”.
manuel harazem — 09-04-2005 11:08:58

No, lo siento. No tengo insuflaciones paranormales. Ni siquiera normalitas, de andar por casa. Pero detecto a un comulgante del grupo Prisa con cierta facilidad. Debe ser por la nariz. Que ya me dijo mi madre que la tengo con capacidad de oler un potaje de aquí a Londres. Vamos, no te sientas avergonzado. Hay cosas peores. Darle a la coca, al tráfico de esclavos, a defraudar a Hacienda, que hacienda somos todos. También detecto a los que no conocen Africa, pero eso no tiene mucho mérito. Yo nací en Africa. Estoy acostumbrado a las visiones de turistas, mercenarios, cooperantes, misioneros y traficantes de marfil. Por cierto que "paraisos infernales" es un oximorón ¿o un desliz?. Hay muchas diferencias entre Jomeini y Juan Pablo II. Más de las que puedas imaginar. No te veo muy docto en cuestiones religiosas o filosóficas. ¿sabes que uno de los debates más persistentes engloba también a Maimónides?. No te entretengo más. Si no eres religioso? que mas te da lo que opinen los que lo son? El uso del preservativo solo está prohibido a los católicos y muchos se saltan esa normativa. Preocupate de usar el tuyo si lo estimas conveniente, si es que tienes oportunidad, claro, y deja de sermonear a los demás. Hace tiempo, demasiado tiempo que darwinistas y religiosos han encontrado más puntos de encuentro que de discrepancia. No seas, además, antiguo. Bueno, se lo que quieras que te supongo mayor de edad. Ya ves, tambien detecto a los mayores de edad. Y lamento lo del mar. La canción la cantaba Marisol, defensora incorrupta de los desmanes de su amigo Fidel. Pero esa es otra historia. Y sonrie, hombre, también se que eres hombre, ya ves y eso sin insuflaciones parasicológicas. Se feliz
pepe molina — 11-04-2005 00:59:53

Vivimos tiempos mediáticos, en los que la opinión publicada ha venido a substituir a la opinión pública. Lo que no sale en la tele no existe, y en cambio lo que aparece en la pantalla y medios auxiliares (radio y prensa escrita), adopta la presencia y el ropaje de la Verdad Absoluta y Objetiva, aunque no sea más que un ectoplasma parido en un gabinete de imagen.El fin de Wojtyla es ya un modelo de construcción mediática de la realidad a partir de la ficción. Este es el futuro que intuyó Orwell en "1984": la re-construcción incesante de la realidad, acomodándola minuto a minuto a los deseos y necesidades de las clases dominantes. Que Dios nos ampare... PD Estupendo blog éste. Ya lo tengo enlazado. Un saludo, y lo de Loquillo: a por ellos, que son pocos y cobardes (además de "liberales").
Joaquim — 11-04-2005 10:04:17

Parece, mi africano amigo, que le has cogido gusto al ping pong. No sé cuál es la causa esencial. No tengo tu prodigiosa pituitaria. Tiendo a pensar que tu condición de exloquesea te ha llevado a un estado de aburrimiento esencial que no se palía con cualquier cosa. Y te has buscado un “renacimiento” apropiado. En caso de que me acerque a la verdad pienso que no es mal negocio delegar en el grupo PRISA una nueva encarnación del Maligno. Lo malo es que el recurso comienza a estar ya demasiado trillado, sobre todo por el abuso inmoderado que de él hacen cotidianamentede los pequeños talibanes de sacristía enquistados en las diferentes metástasis mediáticas episcopales. Tu olfato potagero se muestra así como adiestrado. Es lo que tenéis los (presuntos) “renacidos”, mucha manía persecutoria. Mira el amigo Albiac, sin ir más lejos, con el que no puedo menos que asociarte.

Ya te he dicho que no pienso hablarte de los oximorones que he conocido. Tu África no tiene la exclusiva. Y no pienso seguirte más el juego. Tu ping pong no me seduce nada. No he visto en él argumentos, sino latigazos ciegos de la bífida y torticeras asociaciones propias de perspicaces cazarojos. Y mentiras. Mientes conscientemente en lo la inocuidad de la manía eclesial de negar la validez sanitaria y moral al preservativo y mientes afirmando que los científicos darwinistas contemporicen con los creyentes. Qué más quisieran. Los creyentes, claro.

Te voy a poner un mínimo ejemplo: Hace unos años se retiró razonablemente la subvención estatal a una guardería valenciana que practicaba el naturismo y se negaba a vacunar a los niños a su cargo según todas las recomendaciones ministeriales y de la OMS. La misma OMS recomienda de una manera rotunda el uso del preservativo en relación a la profilaxis del SIDA y las campañas oficiales gubernamentales de prevención del mismo y de los embarazos no deseados son claras y precisas. Puede ser que la Iglesia tenga el derecho a exponer su doctrina que prohíbe taxativamente su uso a sus fieles, con lo que ayuda a extender la enfermedad y las rupturas vitales de miles de adolescentes. Pero es indecente que ningún gobernante se atreva por ello a retirarle las millonarias y por demás ilegales subvenciones que recibe del estado. Y a mí me molesta aunque sólo sea por la pedestre causa de que mis impuestos están financiando a esos desalmados. Lo dicho. Si quieres seguir el juego puedes usar esta cancha, es totalmente libre. pero desde luego tendrás que buscarte otro partenaire. Este que esto firma no tiene más tiempo para dedicarte.

Lo que sí echaré de menos son tus untuosas, beatíficas, bendiciones de despedida.
harazem — 11-04-2005 23:06:06

El articulo "Vergonzosa unanimidad" me parecio genial. Sobre todo, aquello de los “nuevos movimientos” conservadores como Opus Dei, Focolare, Comunión y Liberación, Regnum Christi. Y otros mas como Los Legionarios de Cristo (Mexico) y el Sodalicio (Peru). Esas sectas son fanaticas. Eso es lo que algunos llaman fundamentalismo religioso. Son jovenes que no ven mas alla de lo que su Director Espiritual les ha ensenado. Se movilizan, por lo general, en los niveles socio-econimicos altos para asegurar poder economico. Esa es la gentuza que promovio el polaco. Como ejemplo esta la santificacion de Jose Maria Escriva de Balaguer, ese monstruo que pario Espana. Ahora, por obra y gracia del Espiritu Santo y de su aliado, el finado polaco, es Santo. Imaginense! Es hora de cambio en el Kremlin romano.
Marco Antonio Gallo — 13-04-2005 21:35:22

miércoles, 6 de abril de 2005

El monaguillo

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Esta mañana el monaguillo de la parroquia de mi barrio me ha confesado discretamente que se ha alegrado de la muerte del Papa.

- Así corre el escalafón...

Una sonrisa pícara se le escapaba entre los labios.

domingo, 3 de abril de 2005

Miasmas del pasado



La polémica sobre la retirada de la estatua ecuestre del último dictador español, que seguía siendo glorificado en una plaza madrileña, tiene mucho más calado del que la prensa normalmente le ha concedido. Sólo algunos columnistas y escritores lúcidos han metido el dedo en la llaga adecuada y han hablado de la verdadera causa de que la ominosa escultura haya aguantado en ese lugar hasta hoy mismo y que no es otra que la irreprimible arrogancia de los herederos de aquella banda armada que secuestró el país durante 40 años y que nos obligó a hacer una modélica transición con una pistola en la sien, en felices palabras de J. J. Millás hace unos días. A esta arrogancia hay que sumar la falta de coraje y la pasmosa facilidad de adaptación al medio mediante el camuflaje de la pintoresca fauna progresista española que ha preferido arañar briznas del poder político, que la rancia derecha siempre consideró su inalienable patrimonio, que sanear la maloliente base moral sobre la que se ha asentado la vida española tras la muerte del feroz tirano. El poder económico no ha variado desde luego un ápice de manos. Sólo algunos nuevos ricos -astutísimos promotores inmobiliarios fundamentalmente y algún neobanquero que otro- han sabido descubrir estrechas brechas por las que colarse en el sólido edificio burgués-terrateniente del solar patrio, desde el que se han diseñado a su gusto todos los regímenes políticos españoles desde la raquítica revolución industrial hispana hasta nuestros días. Y cuando la cosa se les fue un poco de las manos ya conocemos sus métodos de reencauzamiento: secuestro a mano armada de todo el país y fusilamientos a mansalva. El Caudillo desde su montura madrileña nos lo ha recordado permanentemente.

Instituciones, personajes y espacios públicos rotulados nos obligan a recordar a veces travestidos de normalidad y otras con la mueca feroz de su arrogancia quién ha mandado siempre aquí, quién manda y quien mandará.

Las calles

Calle de BarbateHay tantos lugares en los que aún permanecen rotulados en sus calles y plazas los nombres de los causantes de la mayor tragedia de la historia de España que sería imposible enumerarlos. Pero para mí tiene especial significado, por su cercanía, por su absurda pertinacia, y por la extracción social mayoritaria de sus habitantes, el caso de Barbate. El marinero pueblo andaluz vio añadido a su hermoso nombre original desde el final de la guerra civil y hasta el año 1979 el ominoso genitivo que lo hacía pertenecer al sangriento dictador: Barbate de Franco. A muchos de los demás andaluces nos daban mucha pena los habitantes de ese pueblo, pobre y olvidado, azotado por el paro, por tener que soportar tamaña cruz. Pero a estas alturas yo no estoy muy seguro de si esa pena estaba justificada. Sólo hay que recorrer hoy mismo la avenida principal que lo atraviesa de norte a sur y leer en las calles que en ella desembocan los rótulos de todos y cada uno de sus nombres para descubrir el mayor catálogo de genocidas, criminales de guerra y cómplices de los mismos que me ha sido dado a conocer en todos mis viajes por este sufrido país. El 31 de marzo, el Ayuntamiento barbateño ha anunciado que estudiará la posibilidad de eliminar algunos de esos rótulos y de los símbolos fascistas que subsisten en el Ayuntamiento. ¿Arrastrados por la moda? Ya les vale...

Los protagonistas

La presencia en la vida publica de muchos de los cómplices aún vivos de aquella banda armada que secuestró este país durante 40 años ha sido otra de las ignominias que hemos tenido que soportar los que nos sentimos estafados en aquella modélica transición.

A la del impresentable Fraga, represor infatigable de la libertad de prensa de la dictadura (años 60: ministro de Información) y cuyas responsabilidades de sangre son incluso rastreables tras la muerte del dictador (Vitoria, 1976: Ministro de Gobernación) se suman otros miles que en forma de alcaldes, diputados nacionales y autonómicos, jueces, obispos, etc. que en caso de haber ocurrido una transición lógica de una dictadura fascista a una democracia parlamentaria, habrían tenido que responder ante la justicia por sus crímenes o complicidades, como respondieron en otros países con similar desgracia: Alemania, Italia, Francia y como responden actualmente en los países Latinoamericanos a cuyas dictaduras sirvió de modelo la nuestra. Aquí la pistola en la sien que nos colocaron los componentes de aquella banda armada impidió ese ejercicio de natural limpieza democrática.

Pero uno de los casos que más desazón me produjo siempre, por responder a la perfección a algunos de retratos que Hanna Arendt hizo sobre la banalidad del mal, fue el de un elemento que cumple a la perfección todas las premisas del burócrata fascista sin responsabilidades: el escurridizo José Antonio Samaranch, falangista de pro, gobernador civil de Barcelona en los terribles 50, diplomático en la Transición y, hasta su reciente jubilación, presidente del COI (Comité Olímpico Internacional). Adaptable a todas las circunstancias políticas sean del color que sean, sangrientas o deportivas, diplomáticas o ternuristas, siempre con esa media sonrisa impersonal y probablemente socarrona del que se ríe del mundo en su propia cara, lo peor es que su liberación de responsabilidades morales y penales ha trascendido a las estrechas fronteras hispanas y ha sido reconocido como burócrata sin sospechas por todo el mundo democrático en una de las cerrazones de ojos más descaradas de los últimos tiempos. Nada mejor que en el deporte, claro, que siempre fue un jabón y enjuague inmejorable para lavar las miserias políticas y sociales de este corrupto mundo.

Pero detrás de esa simpática pose con los anillos olímpicos yo no puedo sino rastrear un personaje siniestro que colaboró activamente en una de las dictaduras más sangrientas que ha sufrido occidente en el siglo XX.

(1) Cantado por José Menese por marianas en su grabación Menese en el Olimpia de París. (VOLVER)


COMENTARIOSCuando leo este arrebato de dignidad y de indignación suenan las campanas a muerto. Por el empedrado de la calle cientos de correligionarios de tu galería de los monstruos, monstruos de piedra, de hierro, de carne putrefacta y de sangre robada a los vivos suben a la Catedral para llorar por el Papa muerto y para agradecer a dios el regalo de JP II, el Grande. Qué paradoja. Llamarle el grande es su último insulto al Mundo.Afortunadamente me llega el último SMS del diablo. Hoy, a las 12 de la noche, en todas las catedrales de España, cuando estos se hayan ido a contemplar en la televisión el morbo del papa muerto: concentración.Exigamos a Dios que resucite al Papra para que podamos ver la telebasura de antes del suceso.¿Estás seguro de que están quitando las estatuas? A mí me han dicho que sólo se lan han llevado para limpiarlas un poco.Suerte. el gallo kiriko — 05-04-2005 20:31:47

sábado, 2 de abril de 2005

Los locos ventrílocuos de Jerusalén


















Iban ellos a dejarse pisar su exclusiva a portar locos vestidos y montar desfiles carrozones... Y en la Ciudad de las Locas Mentiras... !Vamos hombre...!

jueves, 31 de marzo de 2005

El señor Moratinos se cabrea

La verdad está en los periódicos: sólo hay que saber leerla



Elias Canetti



Lugar: Una sala de conferencias en Ramala, capital de los Territorios Ocupados.

Fecha: 16 de marzo de 2005.

Personajes: El ministro español Moratinos que da una conferencia y un público joven, mayoritariamente estudiante.

Momento: Al final de la conferencia, cuando algunos asistentes preguntan al ilustre orador por qué la UE no presiona más a Israel para que cumpla los fallos del Tribunal Internacional y las resoluciones de la ONU.

Iluminación: Moratinos sufre un ataque de irritación y les espeta airado que si no les parece poco el que la UE haya defendido esos fallos verbalmente. Y que desde luego no puede hacer más de lo que hace porque entonces aparecería como propalestina. Y que ya está bien de tanto quejarse, que lo que tienen que hacer es reconocer que la Intifada ha fracasado. Y que...

Conclusión: A veces los diplomáticos, si se les pilla desprevenidos, dan muestras de conocer la sinceridad.

El señor Moratinos tiene experiencia en bregar con los palestinos. Fue durante un tiempo el enviado especial de la UE en la zona. Asistió impávido a la destrucción sistemática por parte del ejército israelí de todas y cada una de las infraestructuras en Gaza y Cisjordania que se construían con el dinero que la UE entregaba como ayuda al desarrollo. Con el que quedaba tras el distraímiento de la parte correspondiente por parte de la Autoridad Palestina, claro.

Y ahora se nos muestra claro y franco: no sólo exige a los palestinos que abandonen la violencia (no ya la terrorista, sino la legítima de un pueblo contra su invasor: piedras contra tanques, la defensa contra la ocupación), sino además que no se quejen si se sienten abandonados por la comunidad internacional. Para ellos sólo será legítima el arma de la paciencia. Como para el santo Job. Esperar santamente a lo que quiera concederles la Divina Providencia en forma de Sharon y Bush.

Ya puede el señor Moratinos irritarse en su propia cara con los palestinos, que son las víctimas, los pobres, los agredidos y los despojados. Me gustaría ver su bonachona figura de diplomático paternalista irritándose de igual modo en la cara de los israelíes, los agresores, los despojadores, los ricos, los dueños de las armas. Ah, que es que, en caso de que se atreviera, podría dañar la imagen mediadora y aparecer como propalestino, según sus propias palabras. Esa es la cruz que soporta la UE como mediadora ¿verdad? Si exige con algo más que ruegos encarecidos al Estado de Israel que deje de martirizar a sus vecinos y les devuelva las tierras que les arrebató por las armas, que cumpla de una vez las resoluciones de la ONU y el dictamen de los Tribunales Internacionales, que haga todos los muros que quiera, pero únicamente en su territorio, que deje de colonizar descaradamente territorios ajenos y que, si no lo hace, se atenga a las consecuencias en forma de sanciones efectivas, entonces ustedes temen parecer propalestinos. No prodemócratas, projusticia internacional y proresoluciones de la ONU. Propalestinos.

Esta vez sí que le agradecemos su franqueza. Estuvo muy bien. Lo que ya no estuvo tan bien fue su arrebato de irritación con aquella pobre gente. Al señor Moratinos y a la beata sociedad que representa les debería bastar con soltar dinero para barnizar sus conciencias. Sigan haciéndolo. Pero por favor que no se arrogue el derecho a ir a la casa del pobre a echarle en cara lo desagradecido que se muestra con su hipócrita caridad.

NOTA: La noticia fue recogida de la edición en papel del diario El País en la sección de Internacional del 27 de marzo. No coloco enlace por estar incluida dentro de la zona de pago de la edición digital del tacaño diario.

martes, 29 de marzo de 2005

Senza parole



Comentarios

¡E senza respiro! vergogna?, schifo?, paura?
lorensito — 05-04-2005 00:15:52

Jiménez del Oso

Acabado de leer en El Día de Córdoba de hoy 29 de marzo. Como yo no puedo decirlo mejor, lo transcribo directamente.
alejandro v. garcía
Los riesgos de la magia
No dejar de ser una paradoja –o una especie de ineludible afinidad electiva– que la persona que más ha conversado con los muertos en España se haya muerto, que el profesor que ha enseñado a decenas de videntes y hechiceros a desentrañar los mensajes del más allá habite ahora esa otra dimensión indescifrable que sin embargo él trataba con conocimiento y familiaridad. La mayoría de los periódicos reprodujeron ayer la biografía necrológica que difundió la agencia Efe sobre el parapsicólogo Fernando Jiménez del Oso, fallecido el domingo en un hospital madrileño. Méritos no le faltaban a este circunspecto psiquiatra paranormal. Fue presentador de programas de televisión como Más allá. La puerta del misterio o Punto de encuentro, y escribió numerosos libros y artículos sobre espiritismo, necromancia y otras pintorescas artes adivinatorias, pero sobre todo fue el más extraordinario valedor de la irracionalidad que ha habido en nuestro país.
A mí me caía bien y mal. Bien porque a pesar de sus demoledoras ojeras y su voz grave Jiménez del Oso resultaba simpático. Incluso cuando convocaba a la muertos más zarrapastrosos, por mucho que engolara la voz, se rastreaba en sus maneras un aire bromista, una estela de artista bufo que incitaba a la ternura y a la complicidad momentánea. Y mal porque provocó un malentendido tan extraordinario que elevó la irracionalidad a categoría científica y, quizá sin proponérselo, trazó el camino que debían seguir decenas de charlatanes y predicadores que han convertido la locura en conocimiento, la idiotez en juicio y la chifladura en negocio tramposo. Hoy día, incluso las cadenas de radio más serias mantienen en su programación espacios insensatos dedicados a las ciencias ocultas. Pero no es lo más peligroso. Al fin y al cabo estos espacios son una suerte de citas acotadas a donde sólo acuden los marcianos. Lo peor es comprobar cómo estas creencias, a fuerzas de ser repetidas, han contaminado subrepticiamente el discurso racional, han fomentado la vileza y el engaño al prójimo y en el fondo son vehículos apropiados para difundir los valores dominantes de una sociedad conformista y resignada.
Yo no creo que sea malo conversar con los muertos siempre que se haga en el sitio apropiado: en el teatro o en la caseta de feria, lugares donde el espectador está obligado a adoptar la necesaria distancia. Lo peor es cuando se practica en espacios impropios y para promover estafas económicas o morales. Ejemplos no faltan: empresas que imantan el agua, curadores por imposición de manos o incluso industrias sustentadas en caras que surgen las entrañas de la tierra y que en realidad simbolizan el mayor descaro y desfachatez. No, no son tonterías. El filósofo Theodor W. Adorno se dedicó durante dos años a estudiar las predicciones astrológicas del periódico Los Angeles Times y concluyó que las ciencias ocultas en realidad representaban una especie de temible disfraz autoritario.

domingo, 27 de marzo de 2005

Tercer misterio

De la Música de las Procesiones

La música militar es a la Música lo que la justicia militar es a la Justicia
¿Georges Clemenceau?¿Groucho Marx?
Comentarios
Estoy empezando a ponerme al día de tus escritos (¡qué verqüenza!): ¡¡¡Cojonudos!!!
Andrés ( tu hermano carnal) — 27-03-2005 23:56:03
Está bien, hermano, me alegro de que te gusten, pero no se te ocurra enseñárselos a mamá. A pesar de que a estas alturas debería estar acostumbrada, ciertas cosas que escribo aquí podrían conducirla directamente al fritango. Un beso: Manuel
harazem — 29-03-2005 02:08:26
Dos amigos charlaban durante una jornada semanasantera en la barra de un bar en Asturias. Cómica pareja la de uno que hablaba de lo insoportable del tabaco y otro que sostenía una mirada entre atenta y ausente. Una tercera se acordó de aquello que dijo el autor de este foro sobre la "contaminación acústica", tan infravalorados y extendidos sus efectos, y le hizo un comentario al respecto sin demasiado propósito de debate, a lo que el que miraba sin intención al horizonte que las botellas dibujaban al final de la barra, dijo: "Pues a mí, cada vez que oigo el himno de España, póneseme la piel de gallina..." Antaño legionario éste emocionado, y su acompañante de la liga antitabaco que se enchufaba su cacharro a hora intempestiva mientras, en lo que para él era una iluminación súbita de raciocinio, afirmaba que lo mismo también debían prohibir el alcohol que la fumadera... Con el vello aún de pie, la madre del ex-novio de la muerte cuarentón llama al bar para decirle que se vaya a casa de una buena vez... Tiene gracia el asunto.Te leo. Saludos.
Chinche — 29-03-2005 11:31:04
Bueno, Chinche, ya sabes lo que decía aquella vieja copla: Toíto te lo consiento menos faltarle a mi mare, que una mare no se encuentra y a tí te encontré en la calle.
harazem — 30-03-2005 09:58:53
O sea, tu madre no sabe de la misa la media, vergüenza te debería dar. Ahora ya sabemos todos que eres el hijo descarriado. Vergüenza y oprobio para este hijo que no ha sabido seguir las enseñanzas de sus mayores.
P — 31-03-2005 00:54:12

Segundo misterio

Del Color del Terno Cofrade

Mi viejo amigo Juan Sepelio siempre fue una persona muy curiosa. Y ello lo ha convertido en un pequeño benefactor de la Humanidad. Ha dedicado su vida al descubrimiento de las causas y los mecanismos que rigen muchos de los actos humanos que se consideran normales o efectivos sin más razón que la costumbre o la tradición.Por ejemplo, cuando éramos pequeños, a Juan Sepelio le encantaba observar los corros de niñas que, sentadas descuidadamente en el suelo de las calles de nuestra infancia, jugaban confiadamente a los cromos. Las razones últimas de tal ejercicio de observación pertenecen a la esfera más íntima de los resortes del cerebro de mi amigo y no voy a entrar, por el momento, en ellas. Sólo resaltar que por esa observación continuada y devota de las inocentes niñas empleadas en tan apasionante juego, (que los niños, menos delicados, nunca supimos apreciar) acabó fijándose en el mecanismo interno del mismo. Y tras observar que las niñas recogían en la aconcavada palma de sus manitas un golpe de aliento antes de golpear con ella vigorosamente encima del finísimo y coloreado cromo con el fin de voltearlo por el efecto chupón ejercido, decidió comprobar la base científica de tal acción. Agenciado de varios cromos originales hizo pruebas y confeccionó estadísticas que le llevaron a demostrar que el número de volteos fallidos era el mismo tanto en el caso de que se propiciase añadiendo un golpe de aliento en el hueco de la mano como en el caso de que no se hiciera. Por supuesto nunca pudo convencer a las felices niñas de lo inútil de su proceder, con lo que mi amigo cayó a partir de entonces en un profundo escepticismo sobre la capacidad regeneradora del género humano por la fuerza de la razón.En otra ocasión decidió demostrar que el besito final que se daba la gente en la yema del dedo pulgar al santiguarse devotamente tras una plegaria no añadía efectividad al cruciferio. Hizo diversos ruegos a la divinidad santiguándose con y sin ósculo digital y demostró mediante la confección de pacientes tiras estadísticas que la probabilidad de gracia alcanzada por el ruego era en ambos casos la misma.Todo esto lo cuento para demostrar que los métodos de estudio de mi amigo Juan Sepelio son serios y fiables. Así, uno de sus últimos estudios lo ha dedicado a la causa de la elección del color tradicional del terno que lucen en las procesiones las altas jerarquías cofrades que, como todo el mundo sabe, es el azul marino. Probablemente la elección de esa concreta materia de estudio se deba precisamente al pertinaz olvido que los minuciosos exégetas cofradieros le han dedicado, frente al prolijo detallismo que han desplegado siempre respecto a toda la demás parafernalia procesionista: origen de los colores y de cada uno de los elementos del lúgubre disfraz de nazareno, contabilización del número exacto de golpes de gubia que necesitó cada una de sus idolatradas imágenes, número de palabras exactas de esas joyas de la brillantina literaria que son los pregones, etc. El caso es que mi amigo Juan Sepelio, tras sesudos y contrastados estudios ha llegado a la curiosa conclusión de que el color elegido para los sobrios y elegantes ternos, en cuyas tersas solapas hacen destellar el oro de sus barrocas insignias, fue en su momento y ya para siempre el azul marino por la demostrada causa de que es justo contra ese color donde más destacan los vistosos grumos de caspa que suelen excretar las engominadas y a veces acaracolilladas nucas de sus portadores y que tienden a depositarse mansamente en sus devotas hombreras.