Católicos ofendidos
Esta es la escultura del artista alemán Martin Kippenberger (por cuyas obras se dan de hostias (uy, perdón) todos los museos del mundo), colocada en el vestíbulo de un museo del norte de Italia, que ha desatado las iras de los pastores católicos y sus brazos políticos, que han soliviantado a sus ovejas haciéndoles ver que una simple escultura hiere sus más firmes creencias supersticiosas. El Pastor Supremo o Pastor Alemán con nombre de bombardero (B-16) a la cabeza, seguido por el gilipollas que hace las veces de presidente regional, Franz Pahl, que en un ataque de histrionismo propio del catolicismo esperpéntico que tanto les gusta a los latinos, se ha declarado en huelga de hambre como protesta. Espero que resista. El museo, claro, al de la huelga le pueden ir dando... suero con agua bendita si quieren. Aunque como ya sabemos de sobra, ellos siempre ganan. Porque son más retorcidos y tienen mucha más mala leche.
Aunque yo creo que la podían adquirir alguna de las hermandades de penitencia cordobesas, con la acreditada ayuda de su conconfrade Rosita la alcaldiosa, y sacarla en procesión el martes de carnaval. Así podrían compensarnos haciéndonos echar unas risas a los de verdad sufridos ateos que soportamos a lo largo del año sus indesmayables y churriguerescas performances gore-grotescas.