Humor iconoplasta cordobés
SUPERSTICIONES HUMOR
HOY...
El gran Blasete Muuu, el mejor humorista del ramo iconoplasta al oeste del Pedroches, nos brinda hoy otro de sus desternillantes monólogos desde su habitual púlpito estilita de LA COZ. En esta ocasión nos sorprende con la descacharrante broma de hacernos creer que este fin de semana de finales de junio, con la que está cayendo de caló, la metástasis narcocofrade alcanzará la cifra de ¡¡¡9 procesiones 9!!! en distintos puntos de la ciudad. Una verdadera BACANAL ICONOPLASTA para la que colapsarían 80 calles/plazas/avenidas 80 y para cuyo normal desarrollo el Excelentísimo Ayuntamiento de izquierdas se vería obligado apoquinar unas decenas de miles de euros del erario público para garantizar el normal desarrollo de esa superfiestaza privada.
Para dar realismo y desencadenar más risa en el respetable desgrana prolijamente cada una de las calles que serán ocupadas por las ordenadas filas iconoplastas mecidas por los sincopados ritmos de la siniestra música militar que nació para acompañar a las ejecuciones de la Inquisición. Del pavor a la risa, ese es el secreto de su éxito. Y a fe mía que lo consigue. Sufriré de agujetas en mi pobre diafragma por varios días.
El monólogo está salpicado de verdaderas perlas humorísticas, como la de llamar a estas procesiones octavas como haciéndonos creer que a lo largo de la temporada nos han dado la plasta icónica siete veces más cada una de ellas.
Pero donde descuella -¿o descolla?- su ingenio gracioso es en el arte nominativo. Ahí es nada la imaginación que hay que gastar para inventar nombres para las cofradías tan descacharrantes como Protohermandad de la Quinta Angustia o Protohermandad del Traslado al Sepulcro. Si su humor no fuera tan fino podría incluso haberle dado una vuelta de tuerca más y haberlas nominado como Proctohermandades.
Menos mal que se trata sólo de un monólogo de humor y que hoy 23 de junio de 2035 se cumplen los cinco años de la última manifestación iconoplasta que hubo en la ciudad, aquellas siniestras bacanales supersticiosas que afortunadamente desaparecieron por muerte natural. Pero está bien convertir las pesadillas en humor. Eso ayuda a sobrellevar el trauma de los 600 años de iconoplastismo anteriores acumulados.
LA TRISTE REALIDAD: Seguimos en 2017 y no es un sueño, aunque sí una pesadilla: