Nueva escultura humorística en Córdoba
Bueno, pues la nueva figurita del belén estatuario caspocutre cordobés ya está en la calle. Me estoy replanteando sacar una nueva edición ampliada de LA CUESTIÓN DE LAS ESTATUAS porque desde que lo terminara han colocado cuatro ejemplares más de esa especialidad cordobesa que amenaza con poner a la ciudad en el mapa en el que no consiguieron ponerla ni el gatillazo del pollón de Koolhaas, ni la Fantasmagórica Cecuatrada: LA ESCULTURA HUMORÍSTICA.
La colocación de la escultura titulada CORDOBESA CAGANDO MIENTRAS LEE LA HOJILLA PARROQUIAL en el marco incomparable de la esquina Bulevar-Gondomar se suma así al amplio elenco de humor estatuario con que ya contamos en la ciudad (Las aguaoras feministas, El vampiro de Lacasarviejo, La cañilata, El viejo de los helados, etc…).
A la inauguración han asistido, como no podía ser menos, las principales autoridades locales que, acordes con el espíritu de la ocasión, han soltado todas las humoradas que han podido, destacando muy por encima de todas ellas esa máquina de soltar soplapolleces pajiprogres en todo momento y ocasión que se le ponga a tiro que es la actual consejera juntista y exalcaldiosa de la ciudad Rosa da Grima. En esta ha echado mano de fondo de armario de apurgaradas muletillas y ha sacado la manidísima de cuando alguna cosa de inaugurar tiene que ver con mujeres, ya se encuentren cagando, leyendo el periódico o llenando feministamente de agua sus cántaros: un ejemplo de que el siglo XXI es el siglo de las mujeres. Un jondísimo ¡olé! salió de todas las gargantas cuando la incombustible terminó la faena declamatoria.
El autor de la obra es nada menos que el único escultor español con obra en el Vaticano (amén), ahí es nada, el rey del mármol de Carrara, por ser ese nobilísimo y níveo material el usado casi exclusivamente hasta ahora para arrancar las formas bellas y excelsas a la materia que esculpe. Su colección de cincuentaytantas albísimas esculturas de cordobeses insignes que le encargara el no menos insigne mecenas Sandokán para convertir Córdoba de nuevo en la Roma de la Bética, duermen el sueño de los justos en algún galpón del Higuerón esperando a que algún político ponga alma, corazón y vida (y cojones u ovarios y táchese lo que no proceda) al asunto y los mande diseminar seminalmente por todas las esquinas de la ciudad.
De su obra ya tuvimos recientemente la suerte de contar con el conocido ya popularmente como El Resusitao del Templo Romano, un magnífico ejemplar de marmórea estatua humorística en impecable estilo remordimiento que representa a Claudio Parselo, el primer espabilao que dio pelotazo urbanístico en Córdoba, en pose de Cristo Emergente del Sepulcro con el simbolismo claro del ciclo vida y muerte del emprendeor local. Una arcangélica melenita y un característico bigote, en vez del corte a navaja que lleva, no le habría venido mal. También te lo digo.
En esta ocasión, sin embargo, el mañoso esculpidor se ha decantado por el bronce, o lo que quiera que sea esa cosa que se usa ahora para las estatuas, y que permite policromías y otras virguerías humorísticas que realzan el espíritu cachondo de lo representado.
Malas lenguas andaban comentando conspiradoramente por los alrededores de la inauguración, que la escultura es talmente una belmontada, que le ha fusilao el estilo a la competencia, o sea al autor de las mejores humoradas que ya hay en la ciudad. Mira, la cromía es calcada y hasta el careto de la cagante -le decía un criticón a otro- es talmente el de la cañilata o una de las aguaoras con veinte años más…
El detalle más inquietante es sin embargo lo aparatoso del título del diario que está leyendo, La Hojilla Parroquial como la conoce todo el mundo, pero cuyo nombre oficial es CÓRDOBA. Trabajadores de otros medios comentaban igual de sotto voce que había que tener mucho morro para regalar una escultura a la ciudad con el fin de obtener en terreno público una publicidad gratuita para toda la vida. Pues lo mismo que los colegios privados de curas que colocan esculturas de alguno de ellos delante para lo mismo. ¿No te jode? ¿Por qué los curas sí y los plumillas de la Hojilla no? Y además… se trata del medio en el que escriben más curas profesionales y amateur por página cuadrada del hemisferio norte después del Osservatore Romano. Bueno, también hay que decir que en eso de contar con curas en la plantilla ya le gana otro medio cordobés jovencísimo, este digital, LA COZ DE CÓRDOBA, escisión plumíllista del Acorazado AWC nacida en los aledaños de la Cuesta de la Traición.
Por cierto, que LA COZ es de los medios que más se han sentido molestos por esa astuta maniobra propagandística de la Hojilla Parroquial y una de sus más agudas y afiladas plumillas les ha mandado una -iba a decir sutil, pero en realidad el arremeto lleva la contundencia de una patá en tos los cojones- pulla en forma de subtitular. Velo ahí:
La muchacha ha llamado al decano de la prensa cordobesa ¡¡¡TABLOIDE!!! Una maldad como esa sólo puede nacer del rencor reconcentrado de un medio sacristanesco y pellizcomonjil como LA COZ. Como esa denominación puede usarse inocuamente cuando el medio al que se refiere usa determinado tamaño de página y no es el caso de la Hojilla, habrá que pasar a la siguiente acepción: Publicación sensacionalista y poco seria. ¡¡¡Cuánto odio, Dios mío, cuánto odio en el medio periodístico cordobés!!!
Me dice un amigo biempensante que el uso de término TABLOIDE en este caso no se debe a una voluntad de herir la sensibilidad de un medio de la competencia, sino de puro y simple niputaideísmo, que la muchacha se fumó la clase de la facul el día que explicaron eso de los formatos de los diarios. No sé yo, no sé yo…
Tropiezo camino del Bulevar con otro viejo amigo, de esos del colmillo retorcío, que viene echando espumarajos por la boca. Es delirante -me dice- y desde luego completamente sintomático del espíritu que reina en Salmorejistán, el que se construyera un templo a la creación artística contemporánea (fantasmagórico lógicamente) que costó una millonada y esa creación artística contemporánea brille por su absoluta ausencia en la vida pública, concretamente en la calle. El estilo remordimiento, el decimoonanismo costumbrista y el oscurantista barroco son lo único permitido en los espacio comunes de esta ciudad. Cualquier avance estético público se mira sistemáticamente por encima del palillo de dientes.
Como no hay nada que meter -continúa- ni nada que que crear en ese Centro de Creación Contemporánea, porque, como dicen los viejos sabios populares del lugar de donde no hay no se pué sacá, por eso van a trasladar allí la filmoteca de Andalucía, probablemente el único organismo cultural que tiene un sitio de lo más adecuado y que funciona con discreción pero con eficacia en Córdoba.
Pues más razón que un santo por más que sólo de pensarlo se le puede reventar el hígado a cualquiera y que este día feliz no es momento para amargarse.
Por último, varios senequistas (variante cordobesa de la malafollá granaína o la esaboriúra sevillana), que me encontré en la inauguración, de lo que rajaban y descosían costuras era del hecho de que ese periódico lo que celebra con esa humorística escultura (¡ay qué risa!) es el aniversario de que hace por estos días 75 años unos malnacidos tomaran por asalto y robaran la redacción de un periódico republicano y fusilasen a su director y a otro redactor. Y de que acogotasen a la plantilla que no se había significado demasiado en su ardor demócrata, echasen a la calle a la que sí y la sustituyesen por una panda de hijosdeputa con camisa azul y cangrejo en la pechera que estuvieron justificando un genocidio por cuarenta años. Algo de lo que nunca en ese periódico se ha hablado.
Desde luego hay que ser insonrrible para en un día tan emotivo y lleno de alegría como este de la inauguración de la estatua humorística de la MUJER CAGANDO MIENTRAS LEE LA HOJILLA PARROQUIAL ponerse a recordar esas cosas tan desagradables que sólo sirven para reabrir heridas y echar vinagre peleón en ellas…