(del laberinto al treinta)


sábado, 16 de febrero de 2013

Rezos de destrucción masiva (III). El bramido del cíclope cristofacha.

Yo sé que es un sentimiento completamente infantil cuando no directamente estúpido pero una de las pocas cosas que me alegran las pajarillas últimamente es el espectáculo de los catolicistas (católicos en cruzada) rabiando y lanzando espumarajos de verde bilis cuando, no contentos con el abrumador espacio público que ya dominan por dejación de obligaciones de las autoridades, sufren algún pequeño revés en su arrolladora marcha para la reconquista de la totalidad, una parte de la cual tuvieron que ceder estratégicamente a lo largo de los últimos 40 años y la reconversión de este país en el estado confesional católico, meapilista y cofrade que casi siempre en su historia fue.

Por eso estos días no dejo de visitar las páginas del Acorazado ABC, guarida de los peores de esta ciudad, a la espera de que todos los polifemos cristofachas que acoge en sus entrañas acaben asomándose a las bocas de sus hediondas covachas bramando su dolor ciegos de odio y arrojando rocas a diestro y siniestro con el ojo atravesado por la estaca de la sentencia del juez que absolvió a los turistas musulmanes acusados de atacar a la Cristiandad armados de contundentes rezos, alfanjes pelafruta y muletas de inválido de destrucción masiva en la Mezquita (antes mezquita) de Córdoba.

Que yo sepa ya han sido dos (I y II) los que han asomado sus ciclópeas cabezotas y nos han atufado las neuronas con su fétido y bilioso aliento. Pero el más grande y violento de ellos no lo había hecho hasta hoy. Luisito Miranda BRAMA SU DOLOR usando los mismos tonos peripatéticos, ostentóreos y desgarradores que sus predecesores, pero además ha lanzado una enorme roca directamente contra el juez emisor de la sentencia: LA ACUSACIÓN DE PREVARICACIÓN.

Bueno, bueno, bueno… Luisito acusa nada veladamente al juez (que forma parte del 40% de jueces de este país que no son del Opus o secta narcocatólica afín) de haber emitido a sabiendas sentencia injusta, absolviendo a la aguerrida morisma rezadora y supuestamente blandidora de armas blancas no porque considerara no probadas las acusaciones de agresión de privatas y maderos, sino tras haber recibido una llamada telefónica de instancias políticas superiores obligándole a hacerlo. O movido sólo por su zapaterismo militante adorador de la Alianza de Civilizaciones y diputado rojo (socialista, ya tú ves…) en tiempos pasados. Luego ya de paso lanza la morralla pedrusquera de la jueza Alaya, los metros cuadrados del recinto o las imaginarias dictaduras. Lo dicho: está que se le va a reventar el hígado y la vesícula de odio troglodita y vernáculo.

SEÑOR JUEZ: no lo consienta. No consienta que este mequetrefe le injurie y calumnie públicamente. Se trata de su dignidad personal y profesional. Y la de la Justicia. Eso no es libertad de expresión: es una calumnia. Mándele un buen burofax y después métale un puazo que le parta el ojete de su cuenta corriente.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Rezos de destrucción masiva (II)

Últimamente me acuerdo mucho de Polanski y su Baile de los vampiros. Tal vez un Polanski cordobés se atreviera a rodar la versión local, pero con el título de El baile de los fartuscos. Castillo no le iba a faltar: la covacha local del periódico ABC. Fartuscos tampoco: sólo hay que leer pacientemente, aunque armados de Primperan, cada día a sus columnistas. Si el otro día uno de ellos se montaba una versión de Las Navas de Tolosa pasada por el cartón piedra de Juan de Orduña, ayer mismo se sumaba otro fartusco al minué de la sandez que no dejan de bailar colectivamente.

El preclaro intelectual egabrense José Calvo Poyato saca de nuevo (ORAR) el tema de los rezos, alfanjes pelafruta y muletas de destrucción masiva que presuntamente usara hace un par de años una harka de pérfida morisma para a ofender primero y ensangrentar después a los católicos en la Mezquita (antes  mezquita) de Córdoba. Y para defender el pendón cruzado en tan escabroso fregao nuestra lumbrera abecedaria esgrime el viejo y muy querido Argumento Tontológico de San Hodierno. Los argumentos que esgrime son de índole claramente tontológica porque los basa en el más agusanado de los tumasismos (de tú más), el carpetovetónico rancio, racial y castizo. ¡Con lo fácil que es centrar los asuntos, Santísimo Cristo Bendito del Sentido Común! Podría haber escrito por ejemplo que qué bonito que vivimos en un blanco y acomodado estado de derecho, uno de cuyos funcionarios judiciales ha emitido una sentencia tras analizar unos hechos denunciados pero que él en el uso de su libertad de pensamiento no está de acuerdo con ella sin más, porque está profundamente convencido de que hay que castigar duramente a quienes rumían pienso espiritual en corral ajeno a pesar de que ese del rezo no era el hecho juzgado, sino unas supuestas agresiones a guardas y policías por parte de los rezantes. Y ello independientemente de lo que se estile hacer en el mismo caso en el resto del mundo, musulmán, budista o rastafarista, que para eso somos europeos y civilizados. Pos no.  El fartusco en libertad muestra su disconformidad argumentando previo estudio comparativo acerca de las escasamente hipotéticas, según él, reacciones de jueces, policías y hasta población civil de alguno de los aproximadamente cincuenta países de mayoría poblacional musulmana que en el mundo existen en el caso hipotético de horda de turistas cristianos rezando agresivos padrenuestros en corral y en país musulmán ajenos. Por supuesto el Lindo Don José osa desde la torre de su sabiduría hacer recaer sobre esos ocho jóvenes cenutrios que se pusieron a rezar en lugar probablemente inadecuado la abrumadora representatividad total de la actitud, el pensamiento y la filosofía, de los aproximadamente mil seiscientos millones de personas que oficialmente practican la religión musulmana en el planeta Tierra.

 A ver, Joselito, el juez lo ha dicho claramente: que no le corresponde valorar para sancionar lo del rezo de los turistas austriacos (aunque no se ha privado de hacerlo a título personal), porque ese no era el hecho juzgado, sino sólo las denuncias de supuesta agresión armada a guardas y policías y ha dictaminado que no ha encontrado pruebas de que tal agresión hubiera tenido lugar. Ya está. A lo mejor lo que debería preocuparte, si tanto amas el estado de derecho, no es que el terrible delito de  rezar en templo ajeno se salde con una reprimenda paternalista de un juez sensato, sino que tal hecho hubiera provocado la monumental y a todas luces desproporcionada reacción agresiva por parte de las fuerzas policiales privadas y públicas de dos estados soberanos, el vaticano y el español, que se desplegaron estratégicamente para reprimirlo. Y que la sensación final que quede sea  la sospecha, avalada por la sentencia, de que los miembros de esas fuerzas mintieron para perjudicar gravemente a unos ciudadanos fueran de la religión o nacionalidad que fueran.

Tú y tus colegas abecedarios podéis seguir con vuestro precioso minué fartusco sacando a bailar a la Reconquista, Bin Laden, la perfidia moruna, la ablación del clítoris y hasta la leyenda de que los moros la tienen más larga, pero con ello sólo conseguís poner en ebullición la bacinilla llena de mierda xenófoba que tenéis por cerebro.

Ah, gracias por la clase que nos regalas sobre la historia, sentido y distintas localizaciones del rezo en las distintas religiones monotemáticas, digo monoteístas, pero tal vez deberías hacerte mirar tus conocimientos: los musulmanes no consideran sus templos de oración, mezquitas, casa de dios.  Sólo el lugar de reunión para dirigir correctamente y en compañía la dirección de la oración y escuchar la para ellos palabra sagrada. Pedazo de catedrático de Historia.

martes, 12 de febrero de 2013

Cospedal amenaza las dehesas de encinas de la vieja Iberia

FOTO DE LANSKY


La ignorancia hace masa crítica con la codicia para fabricar el explosivo más demoledor. Igualmente, la idea mítica de Naturaleza, con mayestáticas mayúsculas, es un sorpresivo antagonista de lo rural. De ahí que a veces haya encabezado mis diatribas en defensa de esos entornos con el lema ‘La Naturaleza contra el campo’. La noción de espacios naturales protegidos y en especial de su figura señera, el Parque Nacional surgió en una época de la colonización occidental de los Estados Unidos ligada a dos contextos inaplicables en la vieja y vejada Europa: la de la naturaleza Virgen, inalterada por el hombre, y la de frontera de esa colonización.

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lunes, 11 de febrero de 2013

El escalafón

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Esta mañana el monaguillo de la parroquia de mi barrio me ha confesado discretamente que se ha alegrado de la renuncia del Papa.

- Así corre el escalafón...

Una sonrisa pícara se le escapaba entre los labios.

domingo, 10 de febrero de 2013

Rezos de destrucción masiva (I)

El individuo que hoy traigo a colación publicó hace tiempo un libro titulado Diccionario progre en el que trataba de cachondearse del lenguaje que usan los políticos, pensadores y gente de izquierdas en general. La mejor crítica que puede hacérsele al tal artefacto putrefacto es señalar que fue ardorosamente alabado por nada menos que todo un don Antonio Burgos que casualmente hociquea en la misma cochiquera jornalista. No había ferocidad ni sociológica ni política alguna en su descojono, sino puramente ideológica, una ferocidad amasada con los presupuestos de la ranciedad intelectual y del reaccionarismo narcocatólico.

Hoy nuestro fartusco abecedario ha puesto primorosamente las primeras piedras de una futura obra que pudiera llamarse Fraseología Fartusca, en la que se recogieran las perlas lingüísticas que usa la Carcunda Cristofacha Española en su afán de servir de palanganera tanto a la Gran Puta de Babilonia como al Gran Cabrón Extractor de Beneficios.

El textículo de marras, que ostenta el ingeniosísimo y descacharrante título de A DIOS ROGANDO... Y EN LA MEZQUITA MOLESTANDO le sale a nuestro fartusco directamente del fondo de las negras tripas por pura reacción emética que le produce el hecho de que un juez haya puesto en su sitio el asunto de los jóvenes turistas musulmanes austriacos que fueron sorprendidos rezando en la Mezquita de Córdoba, interpelados y atacados por los guardas de seguridad del obispado primero y por la policía nacional después y detenidos a base de hostias (cristianas) limpias. Absolviendo a los jóvenes y poniendo seriamente en duda la veracidad de las declaraciones de las fornidas fuerzas represivas privadas y públicas, que los acusaron en la denuncia que les interpusieron de haberlos  atacado salvajemente armados con navajas-alfanje pelafruta y con una muleta de minusválido de destrucción masiva. La proverbial perfidia moruna. Tras la sentencia se adivina la acusación de que los represores profesionales mintieron conscientemente para causar grave daño a unos ciudadanos que tal vez cometieran una estupidez pero que se comportaron de una forma absolutamente pacífica.

No recuerdo si nuestro fartusco formó parte de la cuadrilla de columnistas linchadores de musulmanes o de alguna de las bandas de miserables plumillas incendiaros que por los días de los hechos soltaron desde sus medios una zorra con el rabo ardiendo para que prendiera los campos de la convivencia.

Pero independientemente de cualquier otra consideración, incluso del profundísimo chiste  a cuenta del apellido de las Hermanas Hurtado, el premio se le concede a este individuo por su aportación a la Historia del Fartusquismo Columnista Universal por las siguientes frases cargadas de dramatismo peliculero de la factoria Cifesa:

1. Y no venían los mahometanos austríacos pertrechados con acordeones tiroleses (ya podían) sino con modernos alfanjes reminiscencia de los que usaron sus ancestros en las Navas de Tolosa (total para nada: se fueron calentitos).

2. Las naves de la Mezquita y cuantas personas deslizaban sus ojos por los prodigios de nuestro templo, pudieron contemplar el brillo de afilados cuchillos, como si se escenificara de nuevo, más de diez siglos después, al asesinato de los mártires de Córdoba a manos de aquellos musulmanes tan escrupulosos con su fe.

No merece la pena añadir nada más... La fartusquidad de ley se basta y sobra para explicarse ella misma. Y San Google dice que este lumbreras es psicólogo. Y de Lucena. Ya te digo...