(del laberinto al treinta)


viernes, 29 de septiembre de 2006

Las deudas de Letizia

Poco a poco, con su obligado cumplimiento, se van dando a conocer los términos contractuales en los que se basó la penitencia que la Iglesia Católica impuso en su momento a la señora Ortiz por su larga y contumaz estadía en los pantanosos terrenos del error y su alejamiento de la verdad natural de la única religión verdadera que la llevó vivir de forma permanente en pecado mortal por su pública cohabitación con varón sin las necesarias bendiciones divinas, para poder ser perdonada por el Poder Vicario que la Santa Iglesia ejerce y así quedar libre de mancha pecaminosa alguna. Ello le permitió, una vez reciclada en ferviente católica, convertirse en la feliz esposa del señor Borbón Jr., y el desarrollo de la profesión que ambos ejercen de príncipes herederos de una monarquía católica del siglo XXI.
Pero ahora a pagar tocan, rica.

jueves, 28 de septiembre de 2006

Iglesia putrefacta












Está bien que así sea: lo contrario sería una hipocresía: a lo hecho, pecho. La Iglesia se mantiene pétrea, cerrando filas en su asunción sin arrepentimiento del delito de colaboración con banda armada, con la banda armada que el 18 de Julio de 1936 secuestró la voluntad de los españoles, asesinó a cientos de miles de ellos y mantuvo al resto bajo un régimen de connotaciones nazis durante cuarenta años. Con su pan se lo coman y en su infierno se pudran.

miércoles, 27 de septiembre de 2006

Portugal

A mí, como al bloguero portugués que acabo de conocer, me ha pillado por sorpresa la noticia de que el 30% de sus compatriotas estarían dispuestos a votar por una unión política con España. De hecho no me la creo ni mucho ni poco, como Ángel Campos, el poeta extremeño profesor en Lisboa, que pone en duda la veracidad de esa encuesta del diario Sol. Las infecciones nacionalistas son enfermedades endémicas absolutamente extendidas de las que aún no se encontró vacuna. ¿Pero a que hace ilusión? A mí al menos me la hace el que traten de convencerme de que una porción tan amplia de población de un país vecino no tiene inconveniente en integrarse en una nacionalidad ajena, la nuestra precisamente, en un momento en que un montón de gilipollas están haciendo todo lo posible por desprenderse con malos modos de ella.

Por ello propongo a todos los que entren en esta bitácora y que puedan apreciar mis cosas que hagan un esfuerzo por leer lo que escriben nuestros vecinos. No es tan difícil. Nuestra expresión y la de ellos descansan ambas en dos lenguas hermanas, yo diría que mellizas. Por ello he colgado en la barra de menú un apartado de enlaces a blogs portugueses que me parecen interesantes, con la intención de ir aumentándolo con nuevos descubrimientos míos propios o con vuestras aportaciones. También cuelgo un enlace a un diccionario portugués-español para aclarar los vocablos que no seamos capaces de desentrañar.. Seguro que con su ayuda podremos leer las anotaciones de la gente que anda haciendo lo mismo que nosotros en la blogosfera al otro lado de la raya, contando lo que vemos y contándonos a nosotros mismos.

A mí me ha pillado casualmente tonteando con el portugués por un próximo viaje que realizaré a Brasil, del que daré en fechas próximas cumplida noticia. Me he bajado de la red el clásico curso de inmersión lingüística y ando con mi MP3 disfrutando de esa bellísima lengua, especiada en este caso con los aires tropicales del Atlántico americano.

Benvindos, meus amigos

domingo, 24 de septiembre de 2006

Desahogo seminarista

Por fin se cumple la promesa realizada por el Obispado de Córdoba para fomentar vocaciones de que cada seminaristas pueda jugar al pádel en su propia habitación.