(del laberinto al treinta)


jueves, 20 de marzo de 2008

Aznar recapacita

El expresidente José María Aznar hizo ayer unas declaraciones a la BBC en las que afirmó con su característica sonrisa que “La situación en Irak es menos difícil que en el tiempo de Sadam Hussein. La gente puede participar en elecciones, puede hablar libremente, hay libertad en el país, hay posibilidades de establecer una democracia. La seguridad es mejor. No es una situación idílica, pero es muy buena."


Inmediatamente después, el expresidente Aznar se dirigió a los servicios de la emisora donde, mientras se sacudía las últimas gotitas, hizo un profundo examen de conciencia sobre sus declaraciones y consciente del tremendo ridículo que acababa de hacer se sintió invadido por una gran vergüenza.


miércoles, 19 de marzo de 2008

El Sacro Tribunal Superior de Justicia de Andalucía



LUIS GARCÍA MONTERO
Ciudadanos (El País Andalucía 08/03/2008)
Parece que los seres humanos descienden del mono. Es verdad que la ciencia lleva muchos años afirmándolo, pero también es muy posible que un ponente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía me replique que tal vez fue Dios quien creó al hombre con un poco de barro y que después le quitó una costilla para crear a la mujer. Parece que los seres humanos se encargan ellos mismos de reproducirse a través de la cópula sexual, aunque tal vez un ponente del Tribunal Superior de Andalucía sentencie que es posible quedarse embarazada sin mantener relaciones sexuales, como ocurrió hace ya más de 2000 años en esa extraña familia que escogió Dios para hacerse hombre. Vete a saber, yo no niego nada por disparatado que parezca, respeto el derecho de cada uno a creer lo que quiera, incluso que tres personas distintas forman un solo Dios verdadero, y que Dios es a la vez padre, niño y paloma. Que cada uno piense en su casa lo que le dé la gana, faltaría más. En mi casa voy siempre junto a la pared izquierda del pasillo y enciendo o apago la luz cuando me apetece. Soy del Granada Club de Fútbol y del Real Madrid, me gustan Quique González e Ismael Serrano, y disfruto comiendo huevos fritos con patatas. Cuando salgo a la calle, sin embargo, debo reprimirme para no atropellar a nadie. No rompo las bombillas del alumbrado público, saludo a los partidarios del Granada 74 y del Barcelona, y no me empeño en que se cierren las hamburgueserías de la ciudad. Conduzco por la derecha y me paro en los semáforos. Organizar una sociedad es un asunto complicado, porque los individuos necesitan salir de sus casas y relacionarse entre sí.

Por eso se inventó la figura del ciudadano. Cada ser humano que desciende del mono borra las curiosidades de su propia identidad y se convierte en un personaje abstracto, igual en derechos y deberes al resto de los individuos. La operación no siempre es fácil, confieso que a mí, por ejemplo, me cuesta trabajo borrar mi identidad hasta el punto de respetar a los partidarios del Fútbol Club Barcelona y de la Conferencia Episcopal. A otros les cuesta mucho trabajo borrar un poco sus condición de trabajadores explotados, homosexuales humillados o mujeres ninguneadas por el machismo. Pero todos hacemos un esfuerzo para convivir y mejorar. A la hora de defender la objeción de conciencia, se trata de saber hasta dónde puedo llegar yo y hasta dónde puede llegar la sociedad cuando se defienden y se borran identidades en la elaboración de ese personaje abstracto que se llama ciudadano, y que no desciende del mono sino de la política. No está creado para comer, reproducirse y morir, sino para convivir con los demás. La cuestión no siempre resulta sencilla, no conviene echar las campanas al vuelo a la hora de criticar las objeciones de conciencia. ¿Qué sería de mí si un día el partido en el gobierno decretase la afiliación obligatoria al Barcelona? Pero sí podemos aspirar a definir con claridad un campo de juego, y merece la pena poner en claro algunas cosas. En primer lugar, los espacios públicos deben ser neutros para que todo el mundo quepa en ellos. En segundo lugar, una Constitución no es un libro sagrado, sino un texto cívico, por lo que no conviene que los credos particulares se adueñen de ella a su antojo con interpretaciones sesgadas. En tercer lugar, los profesores públicos y los jueces deben respetar las leyes aprobadas por gobiernos democráticos siempre que no atenten contra la dignidad humana. En cuarto lugar, una asignatura de educación para la ciudadanía no atenta contra la dignidad humana cuando enseña que todos los ciudadanos merecen respeto, sea cual sea su condición sexual, económica, religiosa, política o racial. En quinto lugar, una sociedad no puede permitirse que su Tribunal Superior de Justicia caiga en manos de una organización religiosa parademocrática.

lunes, 17 de marzo de 2008

Queipo de Llano, la Macarena y la Columna de los Ocho Mil

Leo en el 20 MINUTOS que



La Federación Estatal de Foros por la Memoria Histórica está promoviendo una campaña en Internet para que los internautas envíen cartas al Arzobispado de Sevilla y a la Hermandad de la Macarena reclamando que la Virgen, una de las más populares de Sevilla, no luzca la madrugada del Viernes Santo el fajín de gala que donó el general franquista Gonzalo Queipo de Llano, cabeza del levantamiento de 1936.

En el texto se advierte la "profunda indignación y repulsa" ante el "homenaje" al "notorio criminal de guerra", uno de los partícipes de la sublevación militar de 1936, según mantiene, y a cuyas órdenes se atribuyen numerosos fusilamientos posteriores al alzamiento. La colocación del fajín a la imagen implica "un atributo de autoridad del directo responsable del asesinato de al menos 8.000 sevillanos, además de otros miles de andaluces y españoles en general, mediante farsas de juicio y ejecuciones extrajudiciales".



Pues a mí no me parece una campaña sensata. A mí me gusta que las cosas parezcan lo que son. Y lo que son son lo que parecen. La Iglesia fue lo que fue y si hoy no es lo que fue no es por falta de ganas, sino porque la sociedad civil le ha limado los colmillos. Esos colmillos en forma de bala con que sus perros de uniforme desgarraron la carne de tantos españoles demócratas. En el caso de Queipo se limita a agradecerle haber sido su jefe de jauría, haber puesto una ilimitada crueldad a su servicio. Una de las mayores mentes criminales europeas del siglo XX, siglo y continente especialmente pródigos en ellos. Y la imagen esa es venerada por los católicos, que sostienen a esa desalmada institución nunca arrepentida de sus crímenes. Por eso se merece la ignominia de que su ídolo porte siempre la marca del crimen y que el asesino se pudra en su casa. Lo que hay que hacer es no dejar de recordarlo. Hacérselo saber a los niños en las escuelas y a las gentes en las calles. Eso es lo que hizo recientemente la Diputación de Badajoz en un estremecedor reportaje sobre uno de los muchos crímenes colectivos del Carnicero del Guadalquivir. Dura una hora, pero es imprescindible verlo íntegro porque es capaz de ridiculizar toda la simbología del dolor que los católicos intentan revivir con sus macabros ídolos sanguinolentos y sus muñeconas amuebladas de pedrerías. Y responsabilizar a la Iglesia de crímenes innombrables. Queipo de Llano, Hermano Mayor Honorario de la Macarena, fecit:



LA COLUMNA DE LOS OCHO MIL



Agradezco a mi amigo Bit Ramone haberme dado a conocer este estremecedor documento.