(del laberinto al treinta)


jueves, 28 de octubre de 2010

La ciudad sin alcanfor


Alcanfor, mucho alcanfor, en bolitas de racionalidad, profesionalidad y ciencia es lo que siempre le hizo falta a los armarios de opinión acreditada de esta ciudad. Si se hubieran provisto desde hace años higiénicamente en suficiente cantidad de las bolas perfumadas e insecticidas hoy nos hubiéramos evitado, aparte de muchas otras cosas, la tufarada de apulgarados topicazos justificativos de un ejemplar tan apolillado como el que hoy mismo agrede la inteligencia de las gentes con luces de esta ciudad desde las páginas del armario clerical cordobés por antonomasia: el portentoso erudo local y ocasional lamecuras Francisco Solano Márquez. Este venerable anciano en lugar de dedicarse a esperar pacientemente que el ayuntamiento coloque misericordemente una placa con su nombre a una perdida calle de algún sandokaniano barrio y a vivir de las rentas de sus libros en los que perpetúa la visión franquista-pemaniana de esta ciudad, no deja de desempolvar su visión costumbrista nacionalcatólica de la misma en cuanto los irresponsables medios se lo permiten.

Ya el otro día hacía amago –sin mérito: la estolidez del obispo es tan palmaria que hasta algunos canónigos se han hecho cruces- de criticar con guante de seda la exigencia del Inquisidor Demetrio (Martillo de neoarrianos) de que se elimine el denominativo Mezquita a la Mezquita (en actuales funciones de catedral) y para ello comenzaba con la soplapollez ucrónica y sin fisuras de que la mezquita se mantiene en pie porque la horda de guerreros castellanos invasores y deportadores de la población autóctona la confiscaron (sin contraprestación, por supuesto: a moro genocidiado, mezquita catedral) y la consagraron, mediante la ejecución de delirantes yuyus para desinfectarla de la superstición islámica, para practicar seguidamente la propia. Dando el pistoletazo de salidas a la serie de pogromos, genocidios y limpiezas étnicas marca de la casa a partir de entonces del catolicismo español hasta nuestros días. De igual modo podría decirse que incluso si la hubieran convertido en las Caballerizas Reales podría haberse mantenido en pie, porque es su propio valor arquitectónico el auténtico preservador. Aquellos zaparrastrosos invasores serían unos etnocidas, pero no eran gilipollas. La lucha del pueblo contra el obispo que se empeñó y consiguió meter el mamotretazo catedralicio en su centro parece demostrarlo.

Hoy nos viene con el pestiño de que los curas no han andado finos en la interpretación histórico artística que del monumento se les endiña a los guiris en el espectáculo multimierda ese. Que se les ha ido la mano con el aliño bizantino y con la sal católica y que cometen unos terroríficos errores de cuatro años en las fechas de consagración y de un puñado de columnas en la computación total de su número. Crítica tan terrorífica que yo creo que hasta lo van a excomulgar. Malo, so malo, que eres mu malo.

Lo que se ha está cometiendo con el audio del espectáculo multimierda, con el libraco del canónigo covachuelista, con la exigencia nominativa del Inquisidor, es un culturicidio, o peor aún una amputación histérica y sin anestesia de un trozo de la Historia de esta ciudad con fines estrictamente políticos, aliados con otros de índole publicitaria de una determinada y privada empresa de productos espirituales. Se está tratando de arrancar a puñados de la memoria colectiva y de los libros de Historia nada más y nada menos que Al Andalus. La cultura andalusi, como denunciaban dos de las escasas voces -la otra es la del siempre imprescindible Antonio Manuel- los investigadores Virgina Luque y Antonio Chaves en una entrevista que concedieron a EL PAÍS ¿A alguien se le puede ocurrir que una panda de fascinerosos culturales la emprendieran hoy día contra la cultura greco-romana sólo porque practicaban el paganismo? ¿Que lucharan por eliminar del imaginario colectivo el Derecho Romano, la Filosofía de Séneca o la Poesía de Virgilio porque aunque hubieran preñado al cristianismo de cultura adoraban a dioses que a ellos les repugnan? Pues exactamente eso es lo que intentan hacer estos gañanes revienta libros herederos del nacionalcatolicismo criminal. Eliminar, como incansablemente viene demostrando el profesor González Ferrín, el Primer Renacimiento que ocurrió en Europa, que tuvo la desgracia para poder ser reconocido en su justo mérito hoy día de haber ocurrido en árabe y adorando a otro dios, justo el de la competencia de los dueños de los resosortes oficiales de la cultura en esta mohosa ciudad, en este siempre triste país. Lo gracioso es que además esta ciudad vive (malamente desde luego) de la explotación de los restos materiales de esa cultura (pedruscos antiguos), de la estética folklórico-moruna de baratija de souvenirshop que genera la explotación del tópico, y del manipulado mito de las tres culturas para consumo del negocio buenista de políticos hipócritas. El verdadero valor de la misma, el estudio concienzudo de sus logros literarios, científicos y políticos o las auténticas realizaciones integradoras que supuso en su momento histórico, importan una verdadera mierda. Ni sirven para vender flamenquines ni para aumentar el poder recaudatorio de la Iglesia.

Lo peor no es que estos jirones del ropón de la cultura de opereta tragico-bufa con que se vistió el franquismo tras fusilar o exiliar a todos los intelectuales y gentes de cultura de la ciudad lleven y sigan desde hace más de 60 años atufándonos con su pestilente discurso castizo. No, lo peor es que no tienen absolutamente ninguna contestación desde la orilla racional, académica y científica, en caso de que exista algo parecido en esta extraña ciudad. Porque haber tribunas, haylas, otra cosa es que estén o vacías, o compradas u ocupadas por la misma zurraspa nacionalcatólica que ocupa los foros tradicionalistas locales con poder de altavoz, que parecen ser, por otra parte los únicos. Que yo sepa en la universidad hay departamentos de Arte, de Historia, Filosofía.... De acuerdo que durante años sus miembros han tenido los cojones perfectamente agarrados por las subvenciones clericales vía Cajasur, pero alguien debería tranquilizarlos y decirles que ya no tienen nada que temer. Que el lobo ya no tiene dientes sobornadores ¿O sí? Pero de todas maneras me da en la nariz que se trata del último de los presupuestos: el de que están ocupados mayormente por la zurraspa nacionalcatólica narcocofrade de toda la vida. Demasiado ocupados en deliberaciones tan profundas como el color del trapito del Cristo de la Universidad (Nuestro Padre de Mel Gibson) para que haga juego con el manto de la Dolorosa que lo acompañará este año. O en fundar Foros de Opinión patrocinados por Libertad Digital y de las JONS.

lunes, 25 de octubre de 2010

Habemus Papisam



ROMA 24 DE OCTUBRE DE 2020.
RAFALITA BESAMANOS. ENVIADA ESPECIAL

Las campanas de todo el orbe han enloquecido con la Buena Nueva. Pero sobre todo las de Córdoba En el día de ayer, una hora después de que la fumata blanca vaticana anunciase que ya había elección, el cardenal Sindone salió al palco papal para dar a conocer al mundo el nombre del sucesor, en este caso, y contra todos los pronósticos y por primera vez en la historia, sucesora, de Pedro. Porque el cónclave reunido en la Capilla Sixtina proclamó por unanimidad y a la primera vuelta Primera Papisa de la Historia a Monseñora Rosa Aguilar, primera mujer obispo de la Iglesia Católica y Cardenala in Pectore, desvelada en el testamento del recién fallecido Sebastián I, el que fuera obispo de Córdoba, más tarde arzobispo de Sevilla y cardenal, Monseñor Asenjo.

La carrera de la Papisa, que gobernará la Cristiandad bajo el andalucísimo y cordobesísimo nombre de Dolores del Rocío I, ha sido fulminante y a nuestra ciudad le cabe el orgullo de haber sido la cuna y el trampolín desde donde la ya Santa Madre comenzó su fulgurante carrera desde la alcaldía hasta alcanzar el trono de la Catolicidad.



En Córdoba siendo alcaldesa todos recordamos su paso y su conversión desde el materialismo dialéctico hasta el catolicismo cofrade tras una caída en el camino de Damasco propiciada por dos monseñores que Dios pusiera como obstáculo en él: el que fuera después Santo Padre Monseñor Asenjo y Monseñor Castillejo, que fuera Alma, Corazón y Vida de la mítica Cajasur.



Poco a poco, paso a paso, procesión a procesión fue alejándose del núcleo comunista del que provenía y luchando denodadamente por la recatolización de Córdoba hasta acabar en Sevilla reclamada como consejera de la Junta y más tarde Ministra del Gobierno del último gabinete socialista antes de su debacle final. Es de admirar la forma en que nuestra ya Santa Madre fue siempre quitándose una a una las capas, que como las de una cebolla, la cubrían hasta descubrir el cogollito de su verdadera vocación de Política Universal, de faro del Orbe Cristiano. Sabiendo siempre escrutar el verdadero a tomar entre los inexcrutables caminos del Señor.

Pero fue con la entronización de un gobierno acendradamente católico en España cuando sus posibilidades de servicio a Dios se dispararon. Nombrada embajadora en la Santa Sede pronto se convertiría en una figura clave en la política vaticana. La Divina Providencia jugó sus bazas proporcionando la oportunidad de una renovación de la curia tras la misteriosa epidemia que segó la vida de treinta y cuatro cardenales y dos guardias suizos en menos de dos meses. La amistad de los nuevos cardenales seguidamente nombrados, casi todos españoles, con la embajadora Aguilar fue según los más finos analistas la que puso en la Silla de Pedro al entonces arzobispo de Sevilla y su Director Espiritual desde sus tiempos cordobeses, a la muerte de Benedicto XVI, el Papa Asenjo, Su Santidad Sebastián I. Su sempiterna chaquetilla roja se hizo famosa en todos los media mundiales contrastando durante años con las negras sotanas vaticanas. La nueva curia bajo los auspicios del Santo Pontífice puso en marcha una serie de reformas entre las que se incluyó, dado el clamor popular, el acceso de la mujer al sacerdocio. Y por supuesto la primera en recibir a petición propia la sacra unción fue la embajadora Rosa Aguilar, que en menos de dos años alcanzó el grado episcopal de manos de su mentor y amigo Sebastián I. Primera alcaldesa de Córdoba, Primera Ministra cordobesa. Primera sacerdotisa, primera obispa, y primera Papisa de la Iglesia Católica. Siempre Primera.


La muerte hace apenas diez días de Sebastián I creó una gran incertidumbre entre los fieles por la falta de carisma de los cardenales papables. Incertidumbre que fue ayer mismo despejada con la noticia de que en su testamento Monseñora Aguilar había sido nombrada Cardenala in Pectore por el difunto Papa y aconsejada a los cardenales su elección como su sucesora.

Doloroes del Rocío I tuvo en su primera alocución palabras dulces para España y para Córdoba, a la que dijo llevar en el corazón y ya en privado de aliento para el Obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio, ingresado recientemente en estado de shock delirante y permanente en una clínica sacerdotal especial después tras haber sufrido varios ataques paranoides obsesivos de celo apostólico que cursaron con agresiones físicas callejeras a los turistas a los que escuchaba llamar Mezquita a la Santa Catedral. Así mismo ha manifestado su deseo de que en su primera misa le asista de monaguillo su fiel escudero de los tiempos cordobeses y hoy afamado tabernero de La Corredera, Andrés Ocaña.

Los rumores acerca de la posible beatificación de la Nueva Papisa después de que se convirtiera en un tiempo record en primera sacerdotisa, primera obispa y primera Papisa del Orbe Católico y por ello en la primera persona beatificada en vida se han disparado en Córdoba. Razones para ello no faltan. A la labor pastoral que dejó hecha en Córdoba, con la inyección de inaudita fuerza que dejó en el mundo cofrade habiendo conseguido con su estímulo que desde su partida no haya fin de semana del año en que las calles cordobesas no se vean santificadas por tres o cuatro procesiones católicas se suman los testimonios de un par de curaciones milagrosas tras la invocación de su nombre. Una Plataforma ya ha surgido para pedir a la nueva Papisa que se autobeatifique a sí misma. Como paso previo a su Santificación. Y que decida su enterramiento, tras los muchos años que le queden, en la Catedral, antes Mezquita. Para fomentar las pernoctaciones con el turismo religioso.

En cuanto a los rumores de que de la construcción del mausoleo del difunto Sebastián I se haría cargo la empresa Arenal 2020 del que fuera amigo íntimo de Su Santidad Rafael Gómez parecen ser ciertos y han creado un gran revuelo en la ciudad por las posibilidades de crear empleo tras la crisis provocada por los fastos de la Capitalidad Cultural del 2016 que, como saben nuestros lectores, dejó a la ciudad en un gravísimo estado de postración.