(del laberinto al treinta)


miércoles, 3 de junio de 2009

Maki Kubero

maki cubero

El artillero del portaviones ABC y catedrático de Genética de la Universidad de Córdoba, José Ignacio Cubero, suele disparar frecuentemente desde el puente de Opinión de la edición cordobesa biliosas andanadas de plomo reaccionario contra la línea de flotación del buque de la racionalidad ilustrada.

El individuo suma a su condición de católico fundamentalista la de acérrimo defensor de los cultivos transgénicos. Ambas cosas perfectamente respetables, pero indicativas de la índole exacta del pensamiento del ejemplar. Yo lo he propuesto a mis contertulios de la taberna LA CALLE DE LAS FLORES como aspirante a encabezar un apartado de la misma sobre carcunda cordobesa silvestre y del honor de inaugurar una sala de dominó adornada con las cabezas de los mejores ejemplares (simbólicamente) disecadas como trofeos en sus paredes.

Hoy, en medio de una desatinada pataleta infantiloide sin pies ni cabeza contra todo lo que se menea en Europa se ha dejado caer con un virulento ataque a la pretensión del estado turco de sumarse a la Unión Europea. Nada que objetar si los argumentos presentados hicieran referencia a su estructura económica, al estado de los derechos humanos en su territorio o, más miserablemente, a los intereses particulares de los estados miembros. Pero no, los argumentos que esgrime nuestro aguerrido catedrático parecen salidos de la boca de algún coleguilla flipao de Makinavaja o del Maki mismo en la barra de algún bar de exlejonarios. Lo que tienen que haséh loh moro esoh eh ashantáh la mui, que bien que se cargaron de los nuehtros en la toma de Contantinopla esa. Ya se podían habé tomao una birra de esah que leh prohíbe’ r Corán. Y ademah no dehan que nuehtroh meapilah se lo monten allí. Uropa… Uropa… la legión eh lo que leh mandaba yo…

AQUÍ EL CUERPO DEL DELITO

Lo que habla del nivel del elenco profesoral universitario cordobés que tiene acceso a los medios de comunicación, es decir, los que son elegidos para generar opinión. Si a eso se suma que la inmensa mayoría de la ciudadanía se encuentra estupefactada permanentemente por el deseo primario de los andaluces de volver a ser lo que fuimos de que hablaba ayer Fernando Santiago y que los políticos parecen incluso más ocupados en elegir trapitos rosieros que en aclarar sus enjuagues judiciales, tendremos una radiografía aproximada del estado mental de esta ciudad.

Como alguien le ha contestado perfectamente en los propios comentarios del diario monárquico-católico, por ahora sin censura, me limito a copiarlo.

La mentira es un pecado mu gordo, señor católico, debería saberlo. Usted sabe y por tanto miente cuando afirma lo contrario y si no lo sabe es usted un ignorante, pecado peor para un profesor universitario, que en Turquía existen iglesias de varios cultos, tanto ortodoxas como católicas, así como sinagogas en funcionamiento y en perfecta armonía con los cultos islámicos. Por otra parte, hablar a estas alturas para cargarse de razón reaccionaria de la toma de Constantinopla y del baño de sangre subsecuente y no hacerlo, por ejemplo de las matanzas de los Cruzados en Palestina y Siria es una manera de indicar la índole exacta de su rencor fundamentalista.

Yo añadiría que Turquía es además un estado constitucionalmente laico, más que el español, pero que sufre, como éste las de los católicos, las brutales embestidas de los fundamentalistas islámicos para imponer sus criterios supersticiosos y mágico-religiosos al resto de la población.

Alguien debería pedirle un anticipo al señor Pimentel para escribir una nueva y monumental Historia de los Reaccionarios Cordobeses al estilo del que Menéndez Pelayo escribió contra los heterodoxos españoles. Sólo en el ABC ya tiene una mina.