(del laberinto al treinta)


domingo, 29 de noviembre de 2015

De caciques, curas y alcaldes felpudos

Probable conversación sucedida en el despacho del alcalde de Coria del Río. Personajes: el propio alcalde, un cura y un cacique del pueblo.

CACIQUE Niño, ¿no quedamos en que nos ibas a quitar ese mamarracho de frente de mi casa y de la ermita como acordamos con el anterior alcalde?

NIÑO/ALCALDE: Sí..., ya.... pero es que en ese monumento se recuerda también el fusilamiento de Blas Infante, el Padre de nuestra Patria...

CACIQUE: Pamplinas, el padre ese ya tiene muchos monumentos en otros sitios y en el pueblo un museo.

NIÑO/ALCALDE: Pero se nos van a echar encima los de la Memoria Histórica

CACIQUE: Tú deja que esos perroflautas ladren que al final acabarán roncos.

NIÑO/ALCALDE: Bueno, los que ustedes digan, que pa eso mandan.

CURA: Que sea antes de Nochebuena.

Para aquellos que piensan que la guerra civil es un episodio cerrado de nuestra historia, que la reconciliación sucedió gradualmente y las heridas, las de las víctimas, están cicatrizadas y las responsabilidades de los victimarios saldadas les recomiendo que observen detenidamente los hechos ocurridos en un pueblo de Sevilla hace unos días. Coria del Río es un pueblo profundamente andalucista. De ese andalucismo que en la Trasición/Transacción, corrompiendo los principios humanísticos anticaciquiles y profundamente apegados al jornalerismo de su fundador, Blas Infante, pergeñó un partido de esencia burguesa y fines acomodaticios, el PSA, Partido Socialista Andaluz, que luego perdería -en el único acto de coherencia que le honró- el apelativo ideológico y se quedó sólo con el geográfico: Partido Andalucista. Sólo hay que hacer la lista de sus dirigentes fundadores para entender de qué iba la cosa. En realidad se trataba de una versión del PSOE, aunque mucho más burguesa, y en clave más folklorista. Yo pensaba que ya se había disuelto higiénicamente a la vista de que los andaluces pasan de ellos como de la mierda.

Así que mi sorpresa fue mayúscula cuando me entero de que en Coria del Río ese partido tiene mayoría absoluta, pero absoluta der tó, o sea que todos los concejales son del PA. En Coria fue notario Blas Infante donde se hizo una casa en cuyas formas reivindicó el pasado andalusí y que hoy es su museo. De esa casa fue sacado por un grupo de falangistas y fusilado en las afueras de Sevilla. Hace unos años, en 2009, se levantó en el paseo central del pueblo un monumento en recuerdo de las víctimas de aquella brutal represión que habían reclamado las asociaciones por la memoria y las propias víctimas y sus descendientes, que en ese pueblo fueron incontables. Un hermoso monumento en el que se recogía plásticamente el dolor de aquellos crímenes. El problema es que ese lugar es justamente “la zona nacional” del pueblo, es decir donde vive la gente rica del pueblo, es decir los herederos de los victimarios fusiladores de jornaleros y de padres de otra patria que no fuera la española. Y para más inri se colocó a menos de 50 mts. de la capilla de la Soledad que pasa por oratorio de esos ricos del pueblo y símbolo de la Iglesia que incitó y colaboró en el genocidio. Es lógico que a ambos socios –ricos y curas de ricos- les molestase el recordatorio perenne de los crímenes que cometieron sus mayores y de los que ellos no han renegado. Porque de la vinculación de la localidad con Blas Infante, el más conocido de los asesinados, ya se encargan de convertirla más en una atracción turística que ética.

Así que nada más inaugurado el monumento comenzaron las maniobras conspiratorias de la élite franquista del pueblo para quitárselo de la vista. Por entonces gobernaba el PP con el apoyo del PA y como institucionalmente no podían dar la orden del traslado del monumento a un lugar más discreto tuvieron que echar mano al poder vecinal –del barrio de los ricos y de la iglesia, claro- que en una reunión solicitó ese traslado al Ayuntamiento, que encantado lo aceptó. De espaldas al resto del pueblo y a las asociaciones de la Memoria Histórica, que al tener conocimiento del hecho se reorganizaron para impedirlo, habiéndolo conseguido mediante concentraciones periódicas y manifestaciones hasta hace unos días en que con la excusa de una remodelación del paseo –que muchos consideran exactamente eso, una excusa- ha sido retirado con nocturnidad (tres de la mañana) y alevosía. La burguesía y la nobleza franquistas, las que siguen mandando todavía en toda Andalucía con la colaboración del PSOE, y la Iglesia dieron la orden clara y tajante al alcalde, ya del PA.

LA NOTICIA EN EL PLURAL: Con nocturnidad y alevosía, el alcalde de Coria retira de madrugada el monumento a las víctimas del franquismo.

Este es al alcalde-niño: