(del laberinto al treinta)


viernes, 26 de junio de 2015

Nacionalcaspolicismo


He recibido esta mañana ese aviso en mi casa. Superado el primer acceso de patidifusidad aguda seguido de explosión colérica en la que han quedado imaginariamente en lamentable estado de suciedad y mal olor todas las representaciones de los ídolos de seres mitológicos que adoran los católicos, representen a machos, hembras o bichos epicenos, me he calmado y me he vuelto a autodotar de unas justas dosis de raciocinio estándar y he sacado las siguientes conclusiones posibilistas:

A) Se trata de una broma de un gracioso virulentamente anticlerical que pretende sacarnos de nuestras casillas a los vecinos no comulgantes del barrio y acicatar nuestro amasado aborrecimiento de los capillitas.

B) Se trata de un permiso de la anterior corporación formada por la mayor concentración de nacionalcatólicos y tragacirios que jamás tuviera mando en plaza al oeste del Pedroches, no revocada por la nueva por desconocimiento o por error.

C) Se trata de un permiso emitido por la nueva corporación, cuyos responsables, militantes de partidos que dicen defender la racionalidad democrática, no ven problema en proseguir la política nacionalcatólica de sus precedentes consintiendo que el membrete municipal se sitúe al mismo nivel que el que representa sólo a la confederación local de narcocofrades y conceder a sus engominados miembros la potestad no sólo de cortar el tráfico de vehículos por la ciudad sino incluso de impedir el libre tránsito de ciudadanos a pie por sus calles y exigir, asimilándolos a agentes de la autoridad pública, a los ciudadanos que se identifiquen como vecinos de una determinada zona. En caso de que la correcta sea la posibilidad A, no tiene ni puta gracia. En caso de que sea la B, ya les vale a los nuevos habérsela dejado meter floja por los viejos capillitas. Si la que es correcta es la C paso a incorporar a los dichos representantes políticos de todos los cordobeses y cordobesas al mismo imaginario lamentable estado de suciedad y mal olor en el que dejé a los ídolos católicos en el arranque precedente de santa y justa cólera indignada.

Por otra parte, independientemente del ataque frontal que las cada vez más vivas fuerzas oscuras y siniestras del nacionalcatolicismo representado por los núcleos duros de las cofradías y el obispado a la racionalidad democrática y al estado de derecho y de la privatización de las vías públicas para el negocio de venta de entradas, la irresponsabilidad de las autoridades encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos está siendo absolutamente delirante y supina. El orgiástico botellón supersticioso dará comienzo la tarde de un sábado de verano en Córdoba en el que se esperan alcanzar los 42º a la sombra con contundente aviso de ALERTA NARANJA. Los palcos con asientos de plástico colocados a pleno sol que acogerán los delicados traseros de una multitud de ciudadanos descatalogados del racionalismo de avanzada edad serán sin duda una ocasión propiciatoria de alguna o bastantes desgracias de las que esperamos que los responsables den cumplida cuenta posteriormente. Las avalanchas de gentío en perfecto estado de estupidez que no haya comprado derecho a silla se prevén, como en la ocasión del anterior botellón Vía Crucis, inevitables. Esperemos que ninguna criatura acabe cayendo al río o despanzurrada en una estampida.

¡¡¡QUE DIOS LOS COJA CONFESADOS!!!

Por si no eres de Córdoba y no sabes de que coño va esta mierda AQUÍ puedes informarte. Aunque si lo que quieres es flipar en colores con el cocimiento supersticioso en que va a sumergirse la ciudad AQUÍ. Y si quieres firmar en CHANGE ORG para solicitar la inmediata expulsión de la ciudad de Córdoba del siglo XXI también podrás hacerlo.