(del laberinto al treinta)


miércoles, 13 de abril de 2005

Advertencia disuasoria

Dado que esta bitácora se emite a lo largo de todo el día y por lo tanto ocupando de pleno el horario infantil he de aclarar lo siguiente:

Los contenidos laudatorios del consumo de estupefacientes que podrían entreverse vertidos en la última anotación son sólo ejercicios de estilo, elementos retóricos para dar más fuerza a la narración, recurso legítimo para cualquier redactor de bitácoras, tanto como para escribidores de la órbita exterior y no responden en absoluto al pensamiento actual del autor.

Para los niños que accidentalmente hubieran accedido a los contenidos de la anotación he recabado documento gráfico que adjunto como medida disuasoria para que eviten seguir los pasos del triste protagonista de la dicha historia que no es otro que el que esto escribe. No sólo dilapidó el esfuerzo que la sociedad entera hizo por él para que accediera a la Universidad, sino que en la actualidad presenta el siguiente estado, fruto incuestionable de sus repelentes aficiones juveniles:




















COMENTARIOS
Realmente parece usted el tonto del pueblo. Esta foto no solo disuade de la idea de probar estupefacientes varios sino también de verle como hombre deseable. Si alguna mujer enamoradiza se sentía atraída por su forma de pensar y de exponer tales pensamientos dudo yo que la pobre incauta siga deseándolo, tal vez debería colgar esta foto en el encabezamiento del blog junto con los datos personales para evitar malentendidos. Sin embargo es extraño que tales sustancias hayan estropeado así su aspecto y no hayan mermado su agudeza mental. Tal vez no haya escogido bien la foto que le hace justicia.
Alicia — 14-04-2005 10:51:37
En realidad esa foto no te hace justicia.unbesodesdeelparaisoenelfindelmundo.....
Malika — 14-04-2005 18:27:42
¿Usted cree, señora/ita Alicia? Vaya, a ver si por salvar a los inocentes infantes de las tentaciones de LA DROGA, voy a perder alguna oportunidad de ser deseado irresistiblemente por alguna pulsión femenina (o masculina). Ganas me dan de quitarla y que a los niños los salve su Ángel de la Guarda, la Divina Providencia o las esforzadas patrullas (Sección Juvenil) de la Adoración Nocturna. Aunque no sé, no sé... Mire el caso de Sartre, que según dicen engurruñaba el azogue de los espejos al ir a peinarse, y ligaba más que el flequillo de Alain Delon. O el de Saramago, con su cara de galápago obsoleto que tiene más bulla de damiselas que de moscas un boquerón podrido...
harazem — 15-04-2005 00:26:13
¡Genial! Me duele el estómago de lo que me he reído.
Cayo Anneo Paco — 09-01-2006 20:16:59

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