(del laberinto al treinta)


miércoles, 15 de noviembre de 2006

ROSA REGÁS Y LOS FACHAS CORDOBESES

Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional tuvo ayer que responder contundentemente al Vicerrector de Estudiantes de la UCO, Manuel Torres Aguilar, al que le asomaron momentaneamente las orejas de lobito malo bajo la pelleja de corderito centrista.

Antes de leer los merecimientos de este señor Doctor en Derecho para que la escritora catalana le tuviera que tirar de esas orejitas peludas te invito a que le eches una ojeada a la percha que sostiene sus ideas y a su curriculum, con el fin exclusivo de que lo ubiques adecuadamente.

En la presentación del IV Congreso sobre Republicanismo que se celebra estos día en la Facultad de Derecho de Córdoba el citado doctor afirmó que existe un folclorismo republicano que se refleja en jóvenes que no saben ni qué representan la bandera tricolor o la imagen de Che Guevara.

En su subsiguiente ponencia Rosa Regás tuvo que salir al paso de tan comprensibles palabras en boca de dicho personaje considerando que es muy esperanzador que la juventud porte tales símbolos y que se interese en conocer el período republicano, si bien no se les puede exigir que sean sabios sobre esa época, ya que no se les ha enseñado nada.

Probablemente el que sí le gusta a nuestro Vicerrector es el folklorismo cofrade que se refleja en esos jóvenes que sí que saben lo que representan las velas enrizás o la imagen de palio.

Rosa Regás nos regaló una ponencia llena de sensatez racional en la que señaló claramente que la normalidad democrática pasa inevitablemente por la instauración de una enseñanza única pública y laica para construir la sociedad en base a las ideas y no a las creencias, como intentó hacer, infructuosamente, la II República Española. Y que los foros apropiados para impartir enseñanza religiosa son las mezquitas, las sinagogas y las parroquias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La república sigue teniendo muchos enemigos, más que amigos... pero algún día esos H de P caerán, y yo estaré allí para pincharles el culo.