(del laberinto al treinta)


domingo, 3 de diciembre de 2006

DELATORES

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Cómo se verá a sí mismo ese anciano que se contempla en un espejo. ¿Se sentirá orgulloso? Considerará que el peso de sus buenas acciones ha superado o al menos se habrá equilibrado con las malas? Todo el mundo tiene mecanismos para lograr esa superación o equilibrio, pero me imagino que ajustarlos debe ser a veces difícil. El anciano que se mira al espejo en un momento de su vida se comportó como un perfecto miserable. Se llama Budd Schulberg y es uno de los mejores guionistas con que ha contado el cine de Hollywood en toda su historia. De su pluma salió el guión de La ley del silencio entre otros muchos. El director de esa película, Elia Kazan, como muchos otros, también se portó en la misma circunstancia como un perfecto miserable. Ambos delataron a algunos de sus camaradas de militancia política en el siniestro Comité de Actividades Antiamericanas del senador MacCarthy. Algunos de esos camaradas fueron a parar a la cárcel, otros vieron arruinadas sus carreras al ser incluidos en una lista negra. Ninguno de los dos se arrepintió nunca. Aunque Schulberg balbuceó torpes excusas en una entrevista que le hicieron recientemente para El País. Por eso sería interesante alcanzar a saber qué contiene esa automirada ante el espejo que se hizo expresamente para ella.

En las mismas circunstancias, ante el mismo tribunal, Dashiell Hammet, el gran novelista, mantuvo la siguiente conversación con los miembros que le inquirían:

TRIBUNAL: Si usted se negara a cooperar, estaría demostrando desprecio por este Tribunal.
HAMMET: No me alcanzan las palabras para decir todo el desprecio que siento por este Tribunal.

Hammet fue a la cárcel por ello. Pero tal vez nunca sintió la necesidad de mirarse de esa forma ante ningún espejo.

Orson Welles dijo de aquellas circunstancias: En la Europa ocupada por los nazis algunos se convirtieron en delatores para salvar su vida, en Hollywood lo hicieron para salvar sus piscinas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que luchar por el chalet.....

Anónimo dijo...

Daniel Estulin, quijote lituano....

Anónimo dijo...

Enséñame tu piscina.....

Anónimo dijo...

se traicionó para salvar sus piscinas