La música carnática es radicalmente diferente a la industaní. Ambas pertenecen a dos grandes ámbitos geográficos del subcontinente (carnática al sur e industani al norte) y han sufrido evoluciones distintas. Al haber permanecido el norte varios siglos en poder de las dinastías mogolas, musulmanas, la música primitiva autóctona sufrió las influencias de otras tradiciones foráneas, fundamentalmente la persa. El sur permaneció siempre independiente, dividido en varios reinos y su tradición musical se ha conservado en perfecto estado de pristina pureza. No voy a extenderme demasiado porque lo he enconntrado perfectamente explicado en las dos entradas del WIKIPEDIA remarcadas más arriba. Sólo diré que en mi segundo viaje a la India (1994) en que recorrí el sur, desde Madrás hasta Bombay siguiendo la silueta del subcontinente, me dediqué adquirir cintas de cassete de todo lo que encontraba. No sabía nada ni conseguí demasiada información preguntando a los nativos. Así que compraba cintas (baratísimas, 100 pesetas cada una) y me dedicaba a escucharlas pacientemente en mi walkman. Muchas de ellas eran infumables o excesivamente difíciles para mí. Pero entre la maraña de sonidos conseguí distinguir algunas piezas y algunos artistas realmente notables, que me siguen acompañando en mis audiciones. Descubrí que la mayor cantante que había existido se llamaba M. L. Vasanthakumari y que había muerto recientemente (1990) y que en ese momento los máximos representantes eran Yesudas, un fornido y barbado keralés de Kochin y la portentosa Aruna Sayeeram. Sus diálogos con el doliente violín carnático me siguen poniendo los vellos de punta.
Una particularidad de la música cantada es que aparte de las letras, de contenido siempre religioso, los cantantes ejecutan una serie de juegos vocales con los nombres de las notas musicales: sa-ri-ga-ma-pa-da-ni, que recuerdan sorprendentemente los juegos de los cantantes de jazz o de las florituras del saxofón.
Recientemente muchos de los cantantes ingleses de origen indio han recuperado muchos recursos de la música carnática, Nithin Sawney, Sheila Chandra, Trilok Gurtu, Sunsheela Rahman, etc. lo que proporciona a sus trabajos un aroma especial, una especiada textura de sabroso thali.
El deficiente sonido de las grabaciones se debe fundamentalmente al estado de las cintas, ya de por sí de mala calidad y mil veces escuchadas, digitalizadas por mí, en cuanto tuve mi primer ordenador y aprendí la técnica.
AVISO: SI NO TE FUNCIONA AL PICAR PLAY, INSISTE, PICA VARIAS VECES SOBRE ÉL. No sé qué les pasa a estos reproductores: son mu molones pero fallan más que una escopeta de caña.
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