(del laberinto al treinta)


jueves, 6 de marzo de 2014

¿CABALLOS Y CAMELLOS COMPARTIENDO PESEBRE?

Como muchos nos temíamos la movida de la reclamación de la propiedad y uso público de la Mezquita antes mezquita, empieza a oler a azufre. Sumamente inquietante resulta el que el secretario general del Comité Español del ICOMOS, entre algunas cosas sensatas diga que incluso sobre la propia Mezquita podría generarse un uso compartido, generar espacios de diálogo y que la Unesco lo que premia es el diálogo entre culturas. A no ser que para tranquilizarnos aclare que ese uso compartido al que apunta se establecería entre el culto religioso católico ocasional y el uso estrictamente cultural de todo el espacio, o que el diálogo entre culturas lo haría entre la cultura religiosa y la cultura laica para llegar a acuerdos racionales de mínimos. Pero nos tememos que sus palabras lo que desvelan en realidad es una terrible insensatez oculta: que independientemente de la posibilidad de evitar la ilegítima apropiación que la Iglesia está en vías de consumar, hay un proyecto más o menos declarado de reislamización litúrgica del espacio no estrictamente de uso católico. O sea, no de avanzar en la desacralización de un monumento Patrimonio de TODA LA HUMANIDAD, no sólo de los católicos e hipotéticamente de los musulmanes, y en su uso para el disfrute y conocimiento de la historia y el arte para todos los ciudadanos del mundo, sino en convertirlo en más iglesia, más rollo religioso, aunque sea de otra marca, que nadie necesita. Como si no hubiera ya suficiente superinflación de espacios donde los consumidores de estupefacientes supersticiosos puedan satisfacer sus adicción como para que tengan también que usar los espacios comunes de cultura.

Y se trata de una insensatez fundamentalmente porque católicos y musulmanes como se dice que ocurre con caballos y camellos, son especies que no pueden compartir pesebre porque les irrita recíprocamente su olor. No pueden compartir verdad revelada distinta bajo el mismo techo, porque eso supondría la disolución de su exclusividad salvífica, que es la base de su creencia.

Por otra parte, en el improbable caso de que pudiera convencerse a unos y a otros de que desatinen de esa manera habría que explicarles a los musulmanes que el suelo del lugar donde van a apoyar sus encallecidas frentes para entrar en comunicación mágica con su dios se encuentra prácticamente empedrada de lápidas bajo las que putrefactan desde hace siglos orondos canónigos católicos e indeseables depredadores con títulos de nobleza. Solamente como información. Porque a lo mejor sólo ese conocimiento les genera el suficiente asco como para que declinen amablemente la invitación.

Respetable Señor Icómico, entérese, aquí no se trata de diálogo ni de enfrentamiento de culturas, al menos en el sentido que usted quiere darle, de convertir la Mezquita en un lugar donde se puedan dar besitos u hostias obispos y muftíes, sino de diálogo o enfrentamiento entre intereses económicos de una empresa privada dedicada a la comercialización de productos religiosos perteneciente a un estado teocrático absolutista por un lado e intereses culturales generales por otro, la moderna lucha entre los vendedores de superstición que no quieren perder su lucrativo negocio y las necesidades reales de una sociedad que cada vez los necesita menos. De consagrar uno de los espacios histórico-artísticos más importantes del mundo como un espacio estrictamente cultural, de disfrute de las joyas que nos legaron nuestros antepasados, fueran de uso religioso o civil. Los no creyentes y los que sí lo son pero que no siguen ya los dictados del Estado Absolutista Vaticano, somos cada vez más. Y reclamamos nuestro derecho a disfrutar de la cultura sin que medie en ella abrumadora publicidad de productos de índole estrictamente catequética, sean de la marca que sean.

2 comentarios:

Lansky dijo...

Creo que cabría una sinagoga, justo al lado del templo católico, y un templo de Apolo pequeñito...

Imagine; junto a John Lennon, un mundo sin religión. Imagine que no
existen terroristas suicidas; que no existió el 11 de septiembre, ni el 7 de julio, y
que no existieron ni las cruzadas ni las cacerías de brujas, ni el Complot de la
Pólvora 1, ni la partición india 2, ni las guerras palestinas / israelitas, ni las
masacres Serbias / Croatas / musulmanas, ni persecución de judíos como
“asesinos de Cristo”, ni “problemas” en Irlanda del Norte, ni “asesinatos por
honor”, ni evangelistas televisivos de trajes brillantes y de abombados peinados
estafándole su dinero a las personas crédulas (“Dios quiere que usted dé hasta
que duela”). Imagine que no existieron los talibanes que explotaron las estatuas
antiguas, ni decapitaciones públicas de blasfemos, ni azotes sobre pieles
femeninas por el crimen de mostrar unos centímetros de ella.

Un saludo

harazem dijo...

Pues me ha gustado mucho la versión del Imagine que te curras, Lansky.

Lo de caber junto a la Mezquita... yo creo que hasta un templo chichimeca si el gobierno venezolano nos pasa unos millones de barriles de crudo.

Como habrás podido comprobar llevo mucho tiempo sin aparecer por aquí. Estoy en otras cosas... Espero en breve poder dedicarme a los amigos y a el divertimento este del blog. Un saludo.