(del laberinto al treinta)


viernes, 9 de septiembre de 2016

I Guerra Civil entre medios cristofachas cordobeses

Cuentan las crónicas de Salmorejistán-Fachiland que en el año 2016 se desencadenó una violentísima guerra entre los pioneros del estado neo-nacionalcatólico que hoy, cien años después, disfrutamos, que estuvo a punto de desbaratar los titánicos esfuerzos finales que tuvo que usar la Yihad Cabildo-Cofrade, comandados por el báculo erecto del obispo Demetrio, para desalojar definitivamente del poder municipal a los rojos –y en los últimos tiempos a los que por entonces se llamaron perroflautas- que desde el año 1979 y con escasos huecos que pudo ocupar la Córdoba Auténtica de las JONS y de Palio, venían usurpándolo.

Es posible que dentro de esos cien años los cronistas de la de Rancias Caspas y Bellas Tretas así lo cuenten, pero mientras tanto y como protagonistas de primera mano de los inicios de esa guerra que somos, podemos analizar los primeros movimientos de tropas y las características de algunos de sus cuerpos de ejército.

El origen del conflicto está en la pérdida de confianza por parte de la derecha sacristana cordobesa en su medio tradicional de cabecera, el Acorazado ABC, y mira que el Acorazado, como decía ayer, cuenta con plantilla cristofacha pa echarle, literalmente, a los marranos. Pero sobre todo en el hecho de que su edición digital no pueda competir con la abrumadora ocupación de la red de CORDÓPOLIS, un medio con aire progresista, pero que por su situación de dependencia de la publicidad del comercio y de las instituciones locales tampoco es que pueda pasarse por la izquierda ni un gramo, que, en esta ciudad de dueños tan reaccionarios, te lo pesan y te lo cobran sin piedad. Pero a Monse Deme, el del Báculo Erecto, el ínclito, bocazas y ultrarreaccionario obispo de la ciudad, muñidor de la idea desencadenante del conflicto, siempre le pareció poco. Impulsor de la Yihad Narcocofrade y de la Cruzada Medieval Antigay, es responsable de instalar en las altas cúpulas de las cofradías en los últimos tiempos un elenco de siniestros sujetos que podrían volver a firmar el nombramiento de Mussolini o de Queipo de Llano como hermanos mayores de cualquier hermandad como ocurriera en los cuarenta, que a su vez son responsables de que últimamente los costaleros que menean los aparadores se elijan entre lo más selecto de la juventud arribaespaña y lleven tirilla rojigualda en el borde del condón de tela ese que usan en la cabeza. Como coroneles de batallones cofrades listos para entrar en batalla a una orden suya contra el laicismo y el progresismo rampantes. Ya hemos visto recientemente su capacidad eléctrica de obediencia con el tema de los gays.

Por otro lado el sector del Partido Podrido local más sacristánico o más hipócritón de la ciudad, perdido el gobierno municipal y consumidos por la rabia, el odio y la envidia, ha comenzado a cobijarse bajo el báculo de Monse Deme a la vista de las divisiones cofrades –y no cofrades- que el pintoresco discurso cruzado del obispo es capaz de movilizar con sólo ereccionarlos, el báculo y el discurso. Votos, votos. En el fondo sirven a los mismos intereses, a los del dinero y a los del Poder, a los dueños seculares de la ciudad, esa doble aristocracia de sangre, una la que corre por las venas de unos pocos desde 1236 o uno, dos, tres o cuatro siglos después, y otra la que la adquirió con la derramada por los demócratas a los que sus mayores fusilaron en las tapias de los cementerios en otro 36 mucho más cercano.

Ese PP hace años que le declaró la guerra a Cordópolis e intentó por todos los medios privarla de cuanta publicidad de su mano dependiera. Y desde luego, ha comprendido que buena parte de su electorado se está radicalizando a pasos agigantados: siempre pescó, junto con el PSoE y, en el caso especial de esta ciudad, incluso con una parte del Partido Comunista, en el caldero del subliminal franquismo sociológico que se traspasa de padres a hijos y que sustrata a la mayoría de la población española, y que en los últimos tiempos está desarrollando un odio visceral al laicismo, al racionalismo y a la Ilustración que dan verdadero miedo, acicatado por el descrédito de los políticos y el ambiente crispado que se vive en las redes sociales.

Fuentes bien informadas han regalado a SUPERSTICIONES la información principal. ¿Quién convenció a quién, el PPiolo Nieto a Monde Deme o éste a aquél. Da igual, el caso es que hicieron cuentas y se repartieron gastos. El Cabildo (que subvencionamos todos) pondría el 40% de la pasta y el PP, o sea sus mecenas, otro 40%, fundamentalmente recolectados por la periodista y hostelera jerezana y con poder sombrío en los negocios municipales recientes, Paula Badanelli, que es quien realmente parte el bacalao en la publicación. El 20% restante podría salir de la publicidad o de otras fuentes más o menos secretas. Sólo hacía falta buscar a un periodista que diera la cara. Y nada mejor que sacramentar a un traidor. Eso confiere fidelidad.

El caso es que encargaron a un profesional de perfil epiceno, con cierto nombre en los medios locales, con algún que otro premio que la beneficencia corporativista reparte con caritativa generosidad, para que pusiera en pie el Cordópolis cristofacha. Eligieron nombre usurpándolo canallamente a la más clara tradición del periodismo republicano y antifranquista: LA VOZ DE CÓRDOBA. Ayer expliqué por qué.

Hoy ya hemos comprobado las hechuras del nuevo engendro: un diseño hiperconservador dadas las últimas tendencias, tres o cuatro periodistas bisoños, alguna de las cuales igual tiene que borrar comentarios antiguos en las redes, tres o cuatro curas, tres hiperempalagosas catequistas, varios empresarios del ramo hostelero –esos angelitos del 2 € la cama hecha- aficionados a excretar sus opiniones antisocialdemócratas donde los dejen, un correoso dealer de cofradeína que parece que se alimenta de flecos de bellota (hasta pa engordar es exquisito)…

Muy mal. Tienen que perseverar en promover la traición. ¡Coño, que tenéis pasta! Se echan de menos velocirraptores cofrades, aparte del propio director, o psicolokillers como el lusssentino Mario Flores, el de las fosas nasales como las Marianas; émulos locales de Antonio Burgos o de Fedeguico, el Pequeño Talibán de Sacristía, o de Alfonso Ussía. Difícil lo van a tener con émulos del coñólogo católico e ineveterado devorador de Tigretones en su adolescencia, Juan Manuel de Prada…Tendrán que echar mano a medios más… softs… como la Hojilla Parroquial y contratar al juntaletras Díaz Villaseñor y sus indigestas morcillas ranciofachas de la sierra, al top supermodel y denunciador de la cruzada feminazi, el coching fantástico Pakito Dancausa… Ideas que les brindamos…

Jesús Cabrera, testaferro direccional de la Badanelli, es un plumilla que ha bogado por muchos charcos locales. Redacta columnas de cualquier tema con corrección. Punto. Pero portentoso cerífago, ha excretado memorables pregones cofrades tan delirantemente churriguerescos que hasta sus correligionarios sectarios los han tildado de excesivamente teresianistas, cualquiera sea la cosa que signifique semejante exabrupto en bocas y orejas tan acostumbradas a la retórica huera, hueca y clueca de semejantes obras declamatorias. Las malas lenguas dicen que cuando pasaba una mala racha profesional en uno de los diarios locales en los que pastó, fue amorosamente acogido en el Acorazado ABC por su hermano de fe y plato de cera, Luisito Miranda, el Cofrade Rencoroso, que le concedió un púlpito desde el que seguir redactando con corrección sus hueras, huecas y cluecas inanidades. Pero lo que los une de verdad es el negocio de la cofradeína, de la que los dos son unos honrados dealers, de los que la pasan sin cortar, en cualquier esquina que se pongan y que por fin la compartían con sana camaradería.

La traición se consumó hace poco. El propio Miranda, El Mirindas nos dicen que lo llaman en la redacción del Acorazado, lo proclamaba ayer mismo en su twitter.

Tratándose de traficantes de alcaloides no sabe uno cómo tomarse semejante (in)directa al mentón del que fuera amigo y deudo, si como una autolamida de herida de bestia idem o como una amenaza en la mejor tradición mafiosa…

Lo que más le ha dolido al ABC esta mañana, día de la inauguración, la fecha emblemática del 8 de septiempre, festividad de la Fuensanta, ídolo católico símbolo del irredentismo cristofacha local frente a la potencia del símbolo de la festividad sin atributos confesionales, EL CAIMÁN, es que haya sido el propio Obispo el que publicite directamente en su cuenta de twitter la nueva publicación bajo sus incensados cojones incubada.

Y más, mucho más aún, el ABC y Mirandita no le perdonan a LA VOZ DE CÓRDOBA y a Cabrera, que, como ofrenda de inauguración, el obispo, dueño en más de un tercio del negocio, les pasara en exclusiva la noticia de la casi terminación del Nuevo Centro de Interpretación de la Mezquita (antes mezquita) que contempla el traslado al interior del Obispado de las taquillas y la primicia de que la Junta de Andalucía (diáloguœ, mucho diáloguœ, como Rosa dá Grima recomienda siempre) se bajaba por fin las bragas y contemplaba la firma de aceptación del proyecto como segura. Lo que eso significa exactamente es que la Junta de Andalucía, concede marrana y definitivamente a la Iglesia el monopolio oficial de la interpretación del monumento, que afianza aún más el robo a la ciudad que supuso su alevosa inmatriculación, pero sobre todo la comodidad de que los 15.000.000 € anuales libres de impuestos (sólo admiten cash…) procedentes del ordeño de los turistas ya no necesitará cruzar la calle para acabar en los bolsillos de los reverendísmos canónigos.

Desde SUPERSTICIONES, este medio visceralmente anticlerical, deseamos a la nueva publicación un estupendo y sonoro batacazo, más allá de la pérdida de diversión que para nosotros supondría privarnos de sus ranciofacts caspocofrades y exquisitas facholidades que tanto nos alegran las mañanas de este triste mundo.

No hay comentarios: