(del laberinto al treinta)


miércoles, 1 de junio de 2005

Pinturas de María Cruces

Mi vecina de abajo me ha entregado un sobre que contiene una invitación. Se trata de la inauguración de una exposición de pinturas. Suyas. Se llama María y parece ser que llena sus tablas de imágenes mientras yo subo y bajo la escalera que pasa por su puerta. A veces he percibido a través de ella un ligero olor a trementina pero pensé que podía deberse a necesidades propias de recién mudados. No lleva mucho tiempo en la casa, aunque hemos cruzado algunas frases. Es fácil chacharear cuando se comparte casero.
Ahora miro las fotos del tríptico de presentación y trato, inútilmente, de hilvanar secuencias. Tendré que esperar a ver los originales, pero hay una promesa de imaginación y buen hacer en esas fotos. Y además están muy bien presentados por la encargada de hacerlo:


El cambio del universo es, en ocasiones, casi imperceptible. La materia se transforma por un gesto, una palabra o una forma diferente de estar frente a ella. Así ocurre con la mirada de María Cruces sobre las cosas pequeñas y cotidianas. En ese recorrido de sus ojos ve árboles de plomo, paisajes geométricos, flores de goma y todo aquello que sólo ven los ojos de María, la mirada atenta de María sobre los objetos y su significado. Dentro de esa mirada, la realidad se transforma, pierde su valor y se convierte en algo diferente. A veces ese cambio es tan imperceptible, que a uno le parece que siempre fue así o debió de ser así el mundo que nos rodeaba.Así es María. Capaz de embellecer un diagrama, unas líneas isobáricas, un mapa meteorológico o el fondo oscuro de un sumidero. Una llave de paso y su rosetón cromado se convierten en delicada figura; sobre un campo de luz plateada, el tapón del desagüe se vuelve aderezo; la ducha cotidiana se transforma en tallo y corola de una nueva clase de vegetal; y los enchufes de la luz, en flores de una especie aún por determinar. Las nubes forman copas en los árboles y los grifos del agua se hacen rosas. Todo cobra un nuevo valor, o, mejor dicho, un valor añadido que nunca se nos hubiera ocurrido otorgarle. María lo hace. Su mirada seleccionadora y atenta, elige los elementos, los mira y ve en ellos otra capacidad, otra argumentación. Ella asigna a los objetos una función diferente. María trastoca las cosas, las invierte, las pervierte, a veces, dándoles un significado distinto al que les corresponde según el código establecido. María inventa códigos nuevos en los que los objetos de nuestro entorno -inanimados y discretos cobran una nueva dimensión incluso estética. Así María y la manera de decir que la caracteriza. Así su obra y la magia de su obra. Así su mirada y el mundo a través de su mirada.
Elsa López


Los cuadros:















Cardo: Técnica mixta sobre tabla (81 x 61 cm.)













Cardo (detalle): Técnica mixta sobre tabla (81 x 61 cm.)













Caléndula: Técnica mixta sobre tabla (70 x 50 cm.)













Del 2 al 30 de junio de 2005

INAUGURACIÓN: 2 de junio , 20,30 h.

HORARIO: De Lunes a Viernes de 11 a 13'30 y de 18 a 20'30 Sábados de 11 a 14 h.

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