(del laberinto al treinta)


jueves, 27 de abril de 2006

Córdoba, Centro Mundial del Milagro

A las imágenes de la capilla católica del Hospital Reina Sofía de Córdoba les ha surgido un serio competidor a menos de 100 metros de su sede. Como la idolatría sigue a veces caminos que se escapan a sus perspicaces administradores, y más en esta tierra en la que durante una Semana se alcanzan cotas delirantes de idolatría ambulante, a las buenas gentes le ha dado por sacralizar la escultura en homenaje al Donante de Órganos que se colocó hace dos años a un lado de la puerta principal de acceso a las Consultas Externas. Se trata de una aseada obra que consta de un rudo bloque de piedra de la que surgen dos manos de bronce extendidas. De un simbolismo evidente y una funcional corrección estética.

Desde hace algún tiempo vienen apareciendo en su entorno y con un ritmo de frecuencia progresivo, las indubitables marcas de la idolatría: flores, velas, estampitas de santos... Debe ser que no funcionan últimamente los ídolos oficiales que moran dentro y que compiten con las más avanzadas tecnologías sanitarias en el ánimo esperanzado de los pacientes y sus angustiados familiares. El lugar, desde luego, se presta a ello.

Y no me extrañaría que estuviéramos asistiendo al nacimiento de una nueva hierofanía de alcance desconocido. Sólo hace falta un milagrito. Una curación bien publicitada como inexplicable en un lugar donde las curaciones son la razón de ser de toda su existencia. Y me da en la nariz que el tal milagrito debe estar al caer. Y entonces, cuando los delirios de sacralidad se desborden, nos encontraremos con una nueva catedral improvisada a las puertas mismas del Templo de la Ciencia Curativa.

A mí lo que me parece es que sería entonces una pena no aprovechar la fuerza de este futuro fenómeno como un motor del desarrollo turístico de esta ciudad. Sumado al no menos delirante proyecto de Espectáculo de Luz y Sonido en la Mezquita podrían venir a convertirse en la clave del anhelado aumento de pernoctaciones que tanto necesitan los hosteleros de esta ciudad. Convertir la milagrosa escultura en un centro de peregrinación mundial para los desahuciados enfermos incurables de todo el mundo, en competencia directa con Fátima y Lurdes, y en buena lid con la propia tecnología del Hospital, es el gran reto. Ya veo surgir de los campos que rodean el Hospital las miles de plazas hoteleras perfectamente equipadas para enfermos que acogerían sus pernoctaciones, pernoctaciones, pernoctaciones. Amén.

Comentarios
Una estupenda oportunidad además para la universal promoción del salmorejo y los caldos de Montilla-Moriles...
Paolo — 27-04-2006 19:09:31
Vino y salmorejo ambos de grandes virtudes curativas, como todo el mundo sabe.Y Antonio Gala, no se te olvide, cuya lectura de uno de sus párrafos en ayunas es de lo mejor para combatir el estreñimiento matutino.
Alter Ego — 27-04-2006 21:30:15
Pozí. También. A mí la lectura de El manuscrito carmesí me solucionó un grave problema de hemorroides que arrastraba desde meses...
Paolo — 27-04-2006 22:31:00
Pero habría que advertir de los peligros que conlleva su administración irresponsable. Hace muchos años, hojeando en un parque público La Pasión Turca, me encontré de sopetón la frase: "Sintió latir su corazón como un pajarillo entre sus manos..." No me dio tiempo a llegar a mi casa. Así que recomiendo vivamente que se lea cerca de algún inodoro perfectamente adecuado, pra evitar sospresas desagradables.
Harazem — 28-04-2006 10:17:56

No hay comentarios: